domingo, 16 de octubre de 2011

De todo como en botica

Aunque parezca una antigüedad utilizar una frase como ésta, es lo más apropiado que el autor de estos Apuntes Discontinuos encontró para hacer un recorrido por la semana informativa que acaba de terminar. Quedan pocos días para las elecciones presidenciales y el descontrol reina entre los que ya saben que los números no les dan ni para un café. Algunos ajustaron los spots televisivos para mostrar una imagen diferente, como el caso de Ricardo Alfonsín que cambió del estilo gritón y gesticulante a uno suplicante y conciliador.
Rodríguez Saa contrató extras para que canturreen su canción wachiturra y Duhalde se muestra con algunas personas que aplauden y lo saludan, aunque no pueden borrar de sus rostros la expresión de desconfianza, miedo o vaya uno a saber qué. Pero por fuera de la campaña, hay algunas cosas que le tiran en contra.
Mientras “el Alberto” nos invita a pintar el futuro en lugar de construirlo, Duhalde colorea de negro los días por venir y amenaza con vueltas al pasado de una manera desconcertante. El ex presidente de prepo, al ver cada vez más achicado el porcentual de votantes que obtendrá el próximo domingo, se juega el todo por el todo y se muestra al desnudo. En estos días se reunió con el núcleo más conservador y declaró su oposición a cualquier forma de despenalización de la interrupción del embarazo y tuvo muy duros conceptos respecto al matrimonio igualitario. “El matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer y una mayoría circunstancial no puede modificarlo” declaró sin dudar. De ser presidente, manifestó que derogará esa transformación del código civil y volverá a las viejas normas y en todo caso considerará la realización de un plebiscito para instaurar alguna forma de unión civil. Hermoso ejemplo de respeto por las instituciones republicanas hablar de “mayoría circunstancial” a la casi unanimidad lograda en el Congreso. Ya había manifestado en declaraciones radiales su intención de dar marcha atrás con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Quién sabe, tal vez esté pensando seriamente en la reinstauración del servicio militar obligatorio, eliminar el voto femenino y volver a instalar al Primer Triunvirato. Es más, con Eduardo Duhalde como presidente, tal vez nuestra vida vuelva a ser en blanco y negro y elimine la TV color. Con él progresaremos yendo para atrás. Menos mal que no tiene ni media posibilidad de llegar a nada, de lo contrario, estas líneas se escribirían con un poco más de seriedad.
Pero es comprensible que sostenga esas ideas alguien cuya obsesión es “imponer orden” en nuestro país. Peor el caso de Hermes Binner, que dice representar el verdadero progresismo. Arrepentido por haber pedido muestras de apoyo al ex presidente uruguayo Tabaré Vázquez –antes de sus sorpresivas declaraciones belicistas- se encontró en serias dificultades al expresar su opinión sobre el caso de la maternidad de Florencia Trinidad en un programa radial de una emisora rosarina. Entre la repulsión y el desconocimiento, el gobernador de Santa Fe habló de naturaleza, psicología y respeto por las anomalías sociales. Todo un ejemplo de inclusión.
Fuera del ámbito de la política, pero no tan lejos, no deja de sorprender la emisión especial del programa de TN “A dos voces” del miércoles 12 de octubre. Como no podían quedar al margen de los dos años de la aprobación de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, Marcelo Bonelli y Edgardo Alfano decidieron convocar a su mesa a cuatro personalidades para debatir sobre los riesgos que corre la libertad de expresión con el kirchnerismo en el poder. Jorge Lanata y Tomás Abraham vs María Pía López y Florencia Saintout. Penoso papel el del filósofo Tomás Abraham. Gritón y prepotente, parecía más un hincha descontrolado que un intelectual con su trayectoria. Con argumentaciones caprichosas y fundamentos dudosos, insistía en que estábamos padeciendo un gobierno absolutamente fascista. A pesar de los intentos de las dos universitarias de respetar los conceptos, los improperios del filósofo oscurecían peligrosamente toda discusión. Para que los lectores queden en paz, no corremos peligro de fascismo ni autoritarismo, salvo que Tomás Abraham se postule a presidente.
De Jorge Lanata ya no hay mucho que decir. Parece mentira que alguien capaz de crear un diario como Página/12 a mediados de los ochenta, haber conducido programas televisivos como Día D o Detrás de las noticias y haber dirigido una revista como Veintitrés se muestre ahora tan enojado con todo lo que antes había defendido. Una cosa lo obnubila: el programa de la TV Pública 678. Cuando se refiere a ese programa, hay un resentimiento incomprensible. Según cuenta la leyenda, Diego Virtz lo había convocado a él para conducirlo, pero no aceptó por cuestiones de dinero, de ego o de rating. Desde ese punto de vista es comprensible que un “programita” que ocupa seis o siete horas semanales le haga perder el control. No es el único. Uno se cruza con gente que dice “ni loco veo eso”, como si el hecho de tenerlo cinco segundos en pantalla pudiera transformar de manera siniestra el pensamiento. Lo que ocurre es que ese programa responde y muchos, sobre todo los que han dominado siempre el sentido común –y quienes están colonizados también- no están acostumbrados a las respuestas. Los excesos de 678 son proporcionales a los excesos mediáticos.
Queda una semana para el domingo 23, día crucial en nuestra historia. El día siguiente, se escucharán las explicaciones más descabelladas respecto de la segura re elección de CFK. Algunos hablarán de “intereses económicos”, como Binner; otros del LCD y Tinelli, como Biolcati; estarán los que denuncien fraude, como los principales perdedores; no faltarán los que especulen con el lavado de cerebro que realizan los siniestros conductores de 678 y los informes “sesgados” que difunden; otros dirán que hay votos que tienen poca calidad por la ignorancia de la gente, como Pino Solanas. En fin, paciencia. Otros, en cambio, explicarán el voto a Cristina por la AUH, la jubilación, la recuperación del empleo, el crecimiento económico, las netbooks en las escuelas, la producción nacional, la disminución de la pobreza, el retorno al destino latinoamericano, el Polo Tecnológico en Palermo, la repatriación de investigadores, la ley de medios K, la autoestima nacional en alza, el rol del Estado, el matrimonio igualitario… El lunes 24 se entrecruzarán los prejuicios y los verdaderos porqués del resultado. A lo largo de estos días se podrá apreciar que en nuestro país hay más indignados en ciertos medios de comunicación que en las calles de nuestras ciudades. Y eso también es un motivo para decidir un voto.  

1 comentario:

  1. Habría que pedirle a Dualdhe que defina el concepto "MUJER". Quizás nos sorprendamos con algo como: "QUE TENGA TETAS, UN BUEN CULO, UNA CONCHA...". O el concepto de "HOMBRE", en el que no voy a abundar en detalles. Quizás habría que decirle que ser hombre se siente y ser mujer también, mas allá de la características anatómicas. O habría que pedirle a Binner que redefina el concepto de "MADRE", que nos hable del sentimiento más que del parto. Pero, claro, ¿que sabe un anestesista de eso?. Como buen nazi que es no le podemos pedir más.
    ¡¡¡Suerte, Argentinos para el 23!!!.

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