lunes, 1 de septiembre de 2014

El viejo truco de provocar recesión



Un poco difícil de asimilar. Una confusión informativa casi patológica. El jueves, el sindicalismo opositor, con una potencia menguante irreversible, organizó un parito que sirvió más para alimentar titulares agoreros que para defender derechos laborales. Al día siguiente, el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, habilitó por decreto un ajuste presupuestario y a nadie se le movió un pelo. Claro, como echó culpas a la recesión provocada por el  Gobierno Nacional, parece una excusa para que algunos capitalinos planifiquen un espontáneo Encuentro Anual de Cacerolas. Los medios hegemónicos que sueñan con tenerlo como presidente se encargarán de acomodar mejor los argumentos y diseñar un escenario de crisis que torne imprescindible su arribo a La Rosada. A no asustarse porque esto es sólo el sueño del establishment que, como muchas veces se ha dicho en este espacio, de hacerse realidad se convertiría en una pesadilla para la mayoría.
Por lo que parece, a nadie llama la atención que uno de los distritos con mayor presupuesto del país tenga que apelar a recortes para seguir funcionando. Quien no esté empapado en el tema pensará que las grandes obras de infraestructura realizadas en esa ciudad demandan austeridad en otras áreas o que los planes de vivienda llevados adelante por la administración PRO exige reasignar partidas. O tal vez, la ayuda destinada a los habitantes menos favorecidos se lleve gran parte de los recursos. No, nada de eso ocurre en la CABA. En la gestión de Macri hay más promesas que realizaciones. Las bici-sendas y los carriles exclusivos para transporte de pasajeros -más conocidos con el mote grandilocuente y marketinero de Metrobús- constituyen lo más importante que puede exhibir el Alcalde Amarillo. Si bien los kilómetros de subte prometidos en campaña quedarán para otra vida, los coches de segunda mano adquiridos que no encajan en los túneles alimentarán chistes por lo que queda de la década. Algunas baldosas en homenaje a estrellas internacionales, repavimentaciones compulsivas y plazas remozadas para facilitar negocios completan la lista de logros de esta fuerza política tan PRO-metedora.
Ahora, el decreto 353 anuncia un fuerte ajuste sobre el presupuesto aprobado por la Legislatura para este año, con la particularidad de que no hay límites en los montos de dinero. Esta medida otorga facultades a los principales ministros para la "adopción de las medidas que resulten necesarias a efectos de implementar restricciones presupuestarias durante el presente ejercicio". En lugar de reconocer errores propios, como la triplicación de la deuda externa de la ciudad o la mala administración, Macri apela a los escarnios de siempre, como “la situación económica nacional” o “los niveles de recesión existentes en el país”. Pero, como decían los abuelos, el pez por la boca muere y Macri, cada vez que toma la palabra, pone en evidencia su torpeza y sus malsanas intenciones. No muere, pero se deschava.
Una maqueta del país que promete
Que se entienda: hoy, hablar de lo que ocurre en la CABA no es obedecer a la lógica de un localismo que intenta proyectarse a escala nacional, como es la tendencia de los medios capitalinos. Mucho más que eso, contar cómo quedará la Capital después del huracán amarillo es anticipar los planes pergeñados por el equipo técnico del Alcalde para cuando conquiste el país. No será la primera ni la última vez que un mandatario deba racionalizar los recursos ante una eventualidad o para destinarlos a algo emergente. Pero en este caso, puede olfatearse algo más perverso. Este ajuste ordenado por Macri no apunta tanto a mejorar sus cuentas sino a sacudir el escenario para que repercuta en el Gobierno Nacional. Con este ajuste, profundizará la recesión que están provocando los integrantes del Círculo Rojo, sus compañeritos de trapisondas.
 A esta altura del apunte, debemos abusar de la geometría. Muchas veces, CFK ha hecho referencia  a un círculo virtuoso que es, ni más ni menos que la imagen de una economía que garantice el bienestar de todos los ciudadanos. El Estado inyecta recursos para incentivar el mercado interno; las empresas venden e invierten parte de sus ganancias para incrementar la producción, lo que fortalece el nivel de empleo y fomenta la creación de nuevas fuentes de trabajo; con más dinero en manos de la mayoría, el mercado interno se potencia y así sigue rodando la vida. ¿Cuándo se produce la recesión? Cuando cualquiera de los actores intenta interrumpir este circuito. Puede ser que el Estado deje de inyectar recursos o que los empresarios cesen de invertir. Sería descabellado pensar que los ciudadanos renuncien a consumir, salvo que haya algún factor que motive eso.
Ese factor puede ser el incremento de los precios. Si los empresarios dejan de invertir en mayor producción, deben apelar a los aumentos para mantener la tasa de ganancia. Como los precios están más caros, el salario alcanza para comprar menos productos. El mercado interno se resiente y el Estado vuelve a inyectar recursos que irán a parar rápidamente a las manos empresariales que sólo los volverán a retirar del circuito.
Entonces, es la inmensa gula de los que más tienen lo que provoca esta meseta que estamos transitando. Avidez que no sólo los impulsa a acumular, sino que los convoca a intentar socavar lo más posible la potencia del kirchnerismo. No significa esto que en los últimos diez años no hayan ganado. Al contrario, han crecido como nunca las grandes fortunas. Antes era más fácil porque tenían un Estado cómplice que garantizaba grandes ganancias con poco esfuerzo. Ahora tienen que poner las neuronas en movimiento para crecer y, sobre todo, invertir, algo que siempre exigen de los demás pero evitan practicar. Si quieren que el kirchnerismo termine es porque saben que uno de los candidatos sería el presidente ideal. Para ellos, claro.
Y aquí entra en juego el Alcalde Amarillo, ese ideal de presidente. No porque sea el más capaz, por supuesto, sino porque es el más dispuesto a cumplir los anhelos de los integrantes del Círculo Rojo, porque es uno de ellos. Mientras sus amigotes fugan los dólares para frenar la economía, él aporta lo suyo con los recortes presupuestarios para profundizar la recesión. Como los medios hegemónicos son operadores y voceros de ese círculo, aportan sus estrategias para amplificar las dificultades y expandir el contagio del mal clima al resto del país.
Casi de manual es esta treta. La única manera que tiene Macri de articular su discurso de campaña es como oposición absoluta de CFK. Para garantizar su victoria, el kirchnerismo debe fracasar mucho antes de las elecciones. Y eso sólo se logra con una crisis contundente. O una chiquita pero debidamente promocionada por los operadores mediáticos y transformada en falaces consignas politiqueras por los bufones de las demás ofertas electorales.
Y la mejor manera que tiene el oficialismo para desbaratar este intento destituyente es con la discusión política y el debate parlamentario. Los proyectos que se discutirán esta semana en el Congreso buscan defender al consumidor de los abusos de las empresas con posición dominante y controlar la tasa de ganancia en la cadena de comercialización. Algunos dicen que se viene el intervencionismo y eso, en sí, no es malo. Al contrario, es lo ideal cuando el sector privado busca destruir lo que hemos construido con tanto esfuerzo. Lo necesario cuando una minoría busca enriquecerse a costa de la mayoría. Lo imprescindible para alcanzar el sueño de un país más justo.

1 comentario:

  1. lo que hace macri en la caba lo tendran que juzgar los que votan en la capital, yo voto en la plata, capital de la provincia de buenos aires, que representa el 40 % de la poblacion del pais y por tanto, algún dia no lejano debiera separarse del resto del pais , porque sus intereses nada tienen que ver con el resto del país.....logicamente la caba debiera entrar dentro de la nueva republica popular de buenos aires .....en cuanto a la loquita "presidenta" y una economia que asegure el "bienestar" de toda la poblacion es una expresion de deseos......inundando el mercado de pesos lo unico que se logra es aumentar el dolar no oficial y aumentar la inflacion....la recesion se aplica entonces en el sector privado porque en el público hay mas de 5 millones de becados "empleados publicos" que son intocables y mas de 3 millones de personas jubiladas que nunca hicieron aportes, mientras crecen impuestos que perjudican tanto a sectores productivos como a los improductivos (impuesto al cheque por un lado y ganancias por otrro)....sin contar el iva que embroma a los mas pobres, cuando vino cavallo de ministro con menem y los k en el gobierno elevó este impuesto de 13 a 21.....asi como estamos ahora....o vamos a una devaluacion lo que traeria mas inflacion.....o se aumentan las tasas de interes retrasadas frente a la inflación ....o todo salto por los aires en tres meses

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