viernes, 26 de diciembre de 2014

Enormes motivos para descartar candidatos



Una vez más, Macri no nos sorprende. Lo hemos escuchado muchas veces afirmar que el Gobierno debería “bajar el nivel de agresión”, sin explicar demasiado lo que quiere decir con eso. Sin embargo, cada vez que abre la boca, no hace más que agredir a todos los que sienten afinidad por este proyecto de país. En estos últimos días decidió destilar sus conceptos sobre las políticas de DDHH profundizadas en los últimos años. Primero, refiriéndose a la estafa de la que fue víctima Sueños Compartidos como el “curro de los DDHH”, desprestigiando así el trabajo y compromiso de las Madres de Plaza de Mayo. Ahora, para aclarar, introduce la palabra ‘revancha’, algo que está muy lejos de la búsqueda de memoria, verdad y justicia. Revancha es a lo que se dedicará la clase a la que representa si es que llega a conquistar la presidencia. La revancha impulsó los golpes de Estado que hemos padecido en nuestro país. Cada vez que los privilegios de esa minoría se vieron apenas amenazados, se vulneró la constitución para dar paso a la más sangrienta restauración. Ahora que no tienen los brazos ejecutores de los militares y los serviles candidatos no miden ni para conquistar una vecinal, tratan de trasplantar la pulsión revanchista al pueblo, que resistió durante años la agresión social, económica y política pergeñada por los que se creen dueños del país.
Con el cinismo de Massa pero unos días después, Macri sentenció que “hay que ocuparse de los derechos humanos del siglo XXI, ocuparse de lo que está pasando hoy”. El tigrense reclamó por los nuevos derechos y el Alcalde Amarillo por los del siglo XXI. ¡Cuánta creatividad para poner nombres a los tópicos que ocuparán un lugar secundario en sus agendas de gobierno! En el supuesto caso de llegar a la presidencia, claro está, algo cada día más difícil, por lo que se puede apreciar. En los distritos que sirvieron como plataforma de despegue a estos candidatos, mucho no se ocupan del tema. Con sólo recordar el fallido spot de campaña en el que un tigre elegía de un menú una “hamburguesa de motochorro” basta para definir a Massa. No sólo para comprender que con él los derechos no serán para todos, sino para no elegirlo nunca.
Lo de Macri contiene cinismo de clase, además de una profunda hipocresía, como siempre. De más está decir que eso de los derechos del siglo XXI no tiene más fundamento que su descarada superficialidad. Eso no existe más que en el marketing con que diseña su accionar, como una manera novedosa de esconder la mirada histórica, que siempre perjudicará a los que se enriquecieron durante la dictadura. Desde que asumió el Gobierno de la CABA en 2007, el monto destinado a los servicios sociales ha descendido gradualmente en cada presupuesto anual. Salud, acción social, educación, cultura, trabajo, vivienda, agua potable y alcantarillado recibirán unos 6 mil millones menos de lo que recibían hace siete años. Y como un exceso de coherencia, los trabajadores de la Subsecretaría de DDHH porteña denunciaron “precarización laboral y vaciamiento de los diferentes programas de atención a las víctimas y el Parque para la Memoria”. Sin dudas, todos los derechos serán ninguneados por este neo patricio en el hipotético caso de llegar a la presidencia.
El regreso de las pirañas voladoras
No sólo en este aspecto el líder del PRO representa un peligro. Cuando se desató el conflicto con los fondos buitre, fue el primero que salió a cuestionar la desobediencia de Cristina y su equipo. Nunca debemos olvidar que su propuesta es la sumisión absoluta ante esos intereses minoritarios y angurrientos que saquean todo a su paso. Poner la cabeza ante el Tribunal Imperial de Thomas Griesa sin importar las consecuencias. Consecuencias que, como muchas veces en la historia, las padeceremos casi todos los argentinos. Macri será muy patricio y, como tal, no tiene nada de patriota, sino todo lo contrario.
Seguramente por eso, por su alianza con lo peor del sistema financiero internacional, la deuda en dólares de la CABA se triplicó desde su llegada a la jefatura de gobierno. Si en 2009 representaba el 56 por ciento de la deuda total, el año pasado significaba el 91, a pesar de que su discurso siempre apunte a la austeridad. Endeudamiento externo y ajuste es la constante en su gestión, todo camuflado con un descomunal maquillaje publicitario, cuyo presupuesto aumenta escandalosamente de un año a otro. Imaginar cómo estará nuestro país de caer en sus garras, estremece.
Todo el esfuerzo realizado en estos años para re-estructurar la deuda externa se irá por la alcantarilla en cuanto Macri pose sus glúteos en el sillón presidencial. Los buitres y los caranchos esperan con ansiedad el momento en que comience a vestir banda. Con él no habrá límites para el salvaje mundo de la globalización. Hasta debe haber celebrado la reciente resolución de la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York, que avala una orden que Griesa dictó el año pasado. De esta manera, tanto el Gobierno Nacional como las distintas entidades financieras deberán brindar información sobre bienes y activos argentinos en EEUU y otros territorios cuando los fondos buitre lo soliciten.
Un avasallamiento a la soberanía argentina, una prepotencia imperial que deberá ser resistida por toda la región. La paradoja es que los magistrados que firmaron esta atrocidad aconsejaron que Argentina debe ser tratada con “consideración y respeto” en su calidad de soberano extranjero. ¿En qué quedamos? Primero habilitan a los buitres para que nos practiquen una autopsia y después aconsejan respeto. Si estos sirvientes con toga pensaran en el respeto, hubieran frenado esa insultante orden del senil Thomas Griesa. Si en EEUU primara el respeto, gran parte de los conflictos que infectan nuestro planeta no existirían.
Eso sí, con Macri no habrá fallos adversos de jueces arbitrarios porque jamás se llegará a esa instancia: la integración al mundo que propone desintegrará nuestra soberanía y las relaciones carnales se transformarán en procaces. Nadie que persiga estos fines podrá declarar su amor por el país. Todos los que argumentan a favor de estos terroristas económicos no sienten más que desprecio por los intereses nacionales y colectivos. Mentira que los que pregonan por el retorno neoliberal son argentinos. No pueden ser más que infiltrados. Quien sienta amor por nuestra Argentina debe rechazar de plano cualquier intento de legitimar el saqueo que pretenden estos especuladores. En estos temas, no hay posibilidad de matices: soberanía o colonia.
Por lo tanto, los que todavía consideran votar a Macri o Massa, deberán tener en cuenta dos asuntos fundamentales en los que hemos profundizado estos años. La política de DDHH con juicio y castigo a todos los responsables militares y civiles y la defensa incondicional de los intereses de nuestro país. Democracia o dictadura corporativa. Patria o buitres. Disyunciones sintéticas pero muy significativas. Pero, sobre todo, muy fáciles de recordar.

2 comentarios:

  1. Esquizofrenia política de nuestros medios

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  2. Una cosa que omití en este texto: la revancha no sólo vino de la mano de las dictaduras, sino también del menemato, cuando se profundizaron las políticas económicas pendientes de la dictadura. Eso también es revancha, como la que prometen los candidatos del establishment

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