Un listado para bancar

Aunque parezca mentira, estamos llegando a la mitad de este apasionante año electoral. Después del golpe letal que prometía la denuncia de Nisman y su teatral deceso, la vida retornó a su cauce habitual. El kirchnerismo, que parecía herido de muerte a mediados de enero, hoy ha recuperado su fortaleza y la posibilidad de un cómodo triunfo en octubre desespera a unos pocos. Tanta impotencia reina en las filas opositoras que los medios interesados en retornar al peor pasado ya no saben qué inventar para construir una realidad funesta. Sin embargo, sólo los masoquistas creen en ella. Los demás celebramos los avances y depositamos nuestra confianza en el candidato que garantice lo necesario para avanzar sobre todo lo que falta.

Una docena de condenas a un feroz represor como Luciano Benjamín Menéndez asegura que nadie más intente ese camino, aunque todavía duerman en los cajones los juicios a los empresarios instigadores y beneficiarios de la dictadura. Nunca podremos dejar de hablar de ese infausto momento de nuestra historia si no condenamos como corresponde a los que lo pergeñaron. Nunca estaremos a salvo mientras ese accionar no se castigue y sus autores continúen gozando de sus fortunas conseguidas a fuerza de sangre y represión.  La firmeza política del que suceda a Cristina impedirá que los jueces se duerman en los laureles conseguidos con las sentencias y también reclamará para que quiten las telarañas de los expedientes que aún no se han activado. El futuro no puede estar en manos de un amnésico que mire con desdén esta contundente política de DDHH, única en el mundo.

En otro tópico en el que hemos hecho punta es en la política de desendeudamiento, comenzada por Néstor Kirchner hace ya diez años. El 2 de junio de 2005 el Presidente que vino del Sur cerró el canje de deuda por un total de 81800 millones de dólares y la aceptación de más del 76 por ciento de los acreedores. Después, en 2010 Cristina logró alcanzar al 93 por ciento y los buitres que quedan aleteando no la tienen tan fácil. El Gobierno Nacional rechazó una nueva invitación de los fondos buitre para entablar negociaciones, enviada por intermedio del negociador Daniel Pollack. En verdad, no hay negociación posible cuando tanto el árbitro como el mediador están de parte de los demandantes. Y menos aun cuando los demandantes llevan “adelante conductas que afectan a la República y por falta de confianza en que sea usted quien supervise un proceso de negociación”. Una pena perder semejante muestra de valor en la defensa de nuestros intereses por una mala decisión en la urnas.

Para los que todavía dudan

Más aún cuando los logros comienzan a ser visibles. La FAO –organismo de la ONU que se ocupa de Agricultura y Alimentación- otorgará un reconocimiento a aquellos países que lograron reducir significativamente el número de personas que padecen hambre. En la conferencia anual que se realizará el sábado en Roma, Argentina estará entre las naciones que recibirán un “reconocimiento de los progresos notables o extraordinarios en la lucha contra el hambre”. La Presidenta, ya que estará en la zona por haber sido invitada a un encuentro con Francisco, será la encargada de recoger ese galardón que nos enorgullece a todos.

Esto no sería posible si el Estado no insistiera con la redistribución del ingreso y la pobreza sería menor si cediera la resistencia de los sectores más concentrados de la vida económica del país. En medio de los festejos por la Semana de Mayo se conoció un informe de la Asociación Empleados de Comercio de Rosario en el que se denunciaba las desmedidas ganancias de los grandes supermercados. Remarcaciones cercanas al 200 por ciento carcomen todo intento por alcanzar salarios dignos. Y ese latrocinio hay que frenarlo con enérgicas sanciones y hasta con alguna clausura ejemplar.

Pese a esto, la inflación tiende a decrecer hasta en las mediciones más agoreras. Y la recaudación sigue subiendo: en mayo alcanzó los 138 mil millones de pesos, un incremento interanual de 31,5 por ciento. En los cinco primeros meses del año, los ingresos fiscales se ubicaron en los 580 mil millones de pesos, casi un 30 por ciento más que en el mismo período de 2014. Aunque parezca mentira, el FMI vaticina que nuestro país, junto con Brasil y Venezuela, ingresará en una etapa recesiva. El enojo de Kicillof no se hizo esperar: “los números del FMI tienen un sesgo ideológico”. El ministro de Economía señaló que “cuando se trata de modelos económicos que tienen un carácter redistributivo siempre los revisan a la baja”.

Los números avalan el recorrido que hemos realizado en estos años. Las ficciones periodísticas intentan apartarnos del camino y hasta tratan de confundirnos. Pero los confundidos son aquéllos que tratan de reinstalar nuestros más dramáticos momentos. Y decimos ‘confundidos’ para no utilizar calificativos más intensos. Tan empecinados están en entorpecer nuestro rumbo, que han logrado que Daniel Scioli abandone su habitual tibieza. “Si hay alguien que puede decir que banca a este proyecto, como dicen los pibes, ese soy yo”, afirmó en uno de los tantos actos que protagonizó. Lo que pasa es que hay que aclarar el sentido de ‘bancar’ que estamos utilizando. Mientras millones bancamos este proyecto que nos ha sacado del abismo, hay un puñado de individuos que, por el mismo motivo, no se lo bancan más. Muchos apoyan y unos cuantos ya no aguantan. Lo mejor para el futuro es que sigamos así, sin dudas.