lunes, 11 de abril de 2016

El fraude de Cambiemos



Con Macri en La Rosada, hemos perdido la virginidad en muchos aspectos. Jamás habíamos tenido un Primer Mandatario involucrado en más de 200 causas desde mucho antes de asumir. Nunca antes un presidente entrante había extirpado horas al saliente, salvo en los golpes de Estado. Tampoco existe en nuestro álbum a alguien de tan desvergonzada impronta empresarial ni tan obscenamente imperial. Menos aún tan despectivo, mentiroso y destructivo. Hipócrita, además. Pero, por sobre todas estas cosas, nunca habíamos tenido a tan excelente actor sentado en el Sillón de Rivadavia, que ahora parece ser de Balcarce. Tan buen actor que muchos están empezando a despreciar ese personaje de muchacho extraviado pero bien plantado, rico pero campechano, enérgico pero bondadoso. Estos son los riesgos de elegir globos inflados por el machacón aire viciado que los medios dominantes soplan a diario por las orejas de un público cautivo.
Y lo siguen haciendo al intentar minimizar la vergüenza internacional que significa tener un Presidente con cuentas en paraísos fiscales sin haberlas declarado. Esto no es una pavada. Hasta el New York Times considera –horrorizado- que es el caso más grave de los revelados por los Panamá Papers. Revelaciones tan trascendentes que han desembocado en la renuncia del Primer Ministro de Islandia y tan indignantes que miles de ingleses han salido a las calles para exigir la dimisión de David Cameron. Todos los medios del mundo están escandalizados con los mandatarios con intenciones de fugar divisas, mientras los nuestros siguen con las telenovelas de siempre, las fábulas que desde hace años envenenan el sentir de muchos argentinos.
Por primera vez tenemos un Presidente off shore que –con toscos disimulos- sólo representa a empresarios ansiosos de fugar divisas como han hecho siempre, aunque muestren interés por el desarrollo del país. Empresarios que, desde que la última dictadura inauguró el más brutal neoliberalismo, han fugado un monto similar al de nuestra deuda externa. Fuga que nunca se ha podido impedir. Tampoco recuperar las cifras que descansan a salvo en el menú de paraísos que dispone el mundo. Y Macri forma parte de ese empresariado que acrecienta sus fortunas a costa de nuestro empobrecimiento. Lo ha sido desde siempre y por eso intentó, apenas asumido como Jefe de Gobierno porteño, convertir la CABA en un paraíso fiscal. Una ley porteña –la 2875- sancionada en octubre de 2008 proponía la creación de un Registro Público de Comercio y Contralor de Personas Jurídicas, artificio necesario para crear cuentas off shore. Una norma que fue frenada por una medida cautelar presentada por la entonces fiscal general ante la Cámara Nacional en lo Comercial. Decir el nombre aclara los enconos que ha manifestado Macri desde el momento en que triunfó en el balotaje. Alejandra Gils Carbó, la actual Procuradora General de la Nación, impidió esta maniobra y por eso él, que la considera militante, quiere castigarla como sea.   
Las mentiras y sus patas
Nunca antes nos habíamos topado con algo similar: un entramado tan peligroso camuflado con una densa filigrana de mentiras. Detrás de cada palabra oficial se esconden cientos de falacias. Cuando logramos de-construir una, otras nuevas nos esperan; al quitar una máscara, encontramos otra más. Como si fueran horripilantes mamushkas de un amarillo arrollador. Las sonrisas de pasta dental abundan en los rostros PRO, pero ya no resultan tan dulces y fiables como durante la campaña, sino siniestras.
Mientras el Gran Equipo actúa como si nada pasara, nuevos datos despuntan una añeja sospecha: Héctor Magneto, Mauricio Macri y Paul Singer son socios en el extranjero, aunque acá aparenten actuar por separado. Y detrás de ellos, se escuda un acaudalado grupo que no se detiene en el miserable afán de incrementar sus suculentas fortunas. Estos son los que se han beneficiado con cada una de las medidas que Macri ha tomado hasta ahora y los que se seguirán beneficiando con las que vendrán. Por eso intentan, como sea, minimizar el escándalo. Por eso, las principales estrellas de Cambiemos tratan de convencernos de que todo ha terminado. Por eso, Guillermo Marijuán acusó a La Presidenta a partir de los dichos de Leonardo Fariña. Por eso, el juez Claudio Bonadío espera a CFK en una cita absurda. Por eso, los medios hegemónicos están enloquecidos.   
Así pasan las mentiras, tan consecutivas que atropellan la comprensión. Desde que asumieron, los despidos en diferentes áreas del Estado han sido una constante. Con el objetivo de ahorrar recursos y con las excusas más demonizadoras –ñoquis, grasa militante, estorbo- han echado a miles. Con gesto severo, evocan la tenebrosa frase de la dictadura “achicar el Estado es agrandar la Nación”. Sin embargo, todo es simulacro. No están ahorrando nada. De acuerdo al Boletín oficial, hasta el 10 de diciembre había 71 secretarías de Estado y ahora hay 88; de 165 subsecretarías que había antes, ahora hay 205. No están reduciendo el número de empleados estatales; sólo están cambiando las camisetas. Lo preocupante, como siempre, es que no lo dicen.
En todo está el cinismo. “Me duele tomar las decisiones necesarias para ordenar el desaguisado heredado, pero es el camino de la verdad”, recitó Macri en una de sus actuaciones de esta semana. El desaguisado lo están generando ellos con sus medidas y no es el camino de la verdad, sino el de la catástrofe. La inflación que se ha cuadruplicado desde la asunción del empresidente no es el resultado de la Pesada Herencia y hasta ellos mismos lo reconocen. Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, confesó que “es posible que el régimen de metas de inflación implique en lo inmediato mayores dificultades, pero llevará a un esquema más sostenible en el largo plazo”. Una especie de sufra ahora y disfrute después, con el que nos han engañado tantas veces los economistas del establishment.
Sin dudas, lo único que puede sostener el accionar gubernamental es la mentira porque cualquier proximidad con algo veraz los aniquila, como si fueran vampiros ante la luz del sol. El viernes pasado se realizó la 157 audiencia de la CIDH de la OEA, en Washington, donde las organizaciones que confluyen en la Coalición por una Comunicación Democrática presentaron argumentos en contra de las políticas del Ejecutivo respecto al sistema de los medios. La comunicación como derecho está en peligro con la impronta mercantil que impone el PRO. Ante la sólida postura de los defensores de la Ley de SCA -aniquilada por la gerencia de Macri- el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, Claudio Avruj sólo pudo balbucear falacias. Indiferente a la seriedad del lugar, declaró que la política en materia de medios de CFK “estuvo dirigida enteramente a imponer la hegemonía comunicacional del gobierno nacional por sobre la pluralidad de voces que exige todo sistema democrático”. Mentira, pues si lo hubiera logrado, al menos en una cuarta parte, ellos no estarían gobernando el país. Pero después, vino lo peor. Sin ponerse colorado, denunció que esas políticas llevaron a que hubiera “periodistas hostigados y encarcelados” y agregó el latiguillo de la cadena nacional y alguna pavada más. ¿Periodistas hostigados y encarcelados? ¿No es, al menos, irresponsable mentir de esa manera ante un organismo internacional con carácter tribunalicio?
Los amarillos ganaron gracias a las mentiras y por ellas se sostienen. Aunque legales en apariencia, a todas luces, son un fraude. Una pandilla de farsantes que ejecuta una venganza de clase. Una tropa de técnicos cuadrúpedos dispuesta a ejecutar un experimento siniestro. Una oligarquía con trajes más modernos que ansía succionar un poco más de nuestra sangre. Estos son los horripilantes rostros que se esconden detrás de la máscara de Cambiemos. Esta es la verdad cuando se desmonta el simulacro. Las mentiras tienen patas cortas, sólo hay que esperar que no provoquen muchos estragos cuando se tropiecen.

5 comentarios:

  1. Verguenza internacional para usted es una cuenta en el exterior, pero no lo fue que hayan asesinado a un fiscal de la nación un par de días antes de declarar en el congreso. Tampoco que otro fiscal denuncie amenazas por haber imputado a la ex presidenta. Seguramente usted sea de los que mañana van a Comodoro Py a presionar a la justicia para defender a una delincuente que tiene que ir presa. Ojalá que sea pronto. Ella, usted, y todos los que van mañana a presionar a la justicia son la lacra de este país.

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    1. Nadie asesinó a ningún fiscal. Por ahora, de acuerdo a las pericias, es un suicidio. La mala información lo ha convertido en un asesinato. Las amenazas a Marijuán fueron hechas por el padrino de sus hijos, tan truchas que sólo un trucho las puede tener en cuenta.

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  2. Creo Gustavo que te equivocaste, fue precisamente Rivadavia el primer gran delincuente.

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    1. En ningún momento hablé bien de Rivadavia. No es ningún prócer, sólo el dueño del sillón presidencial.

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  3. Tal cual Gustavo, pero mientras ellos se resquebrajan(el buitre"amigo" ya reclamo ) nosotros recibimos el oxigeno q necesitabamos , a CFK esplendida y recorriendo las trincheras.ABZO
    juan pierantoni

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