La carta de Macri no fue un best
seller ni nadie aplaudió después de su
lectura. Un papelito con destino de cesto. Una de las tantas puestas en
escena de este farsante, como el anuncio de la electrificación del Ferrocarril
Roca que ya estaba casi listo antes de
su asunción. O la pantomima de que ayudaron a mucha gente que convivía “con la mierda”, antes de que el INDEC
asegure que desde que comenzó el Cambio
no se avanzó casi nada en el tema de cloacas. ¿Quién va a firmar un acuerdo
con esta gente tan falaz, tan
destructiva, tan maliciosa? Un acuerdo impuesto por los que están saqueando
una vez más el país. Diez puntos para
que el drenaje continúe. Mientras suplican por un salvavidas, allanan sindicatos y esgrimen las Taser.
Y ostentan su cinismo en las pantallas que ya
se están cansando de ser tan apologistas.
Una de las figuras más decadentes
del Cambio es la diputada Elisa Carrió. Aunque está cada vez más enredada en la
causa D’Alessio –por elaborar y efectuar
denuncias infundadas-, no deja de sorprender por su verba altisonante. Para mal, por supuesto. En sus intentos
por apuntalar la campaña oficialista fuera de la burbuja porteña, cada vez la embarra más. Tan
obsesionada está por señalar narcos en las filas ajenas que no advierte que las propias están plagadas.
Ante tanto tropiezo oratorio, lo único que atina a decir es que está “harta de este país”, aunque hace quichicientos años que vive
holgadamente a su costa.
Muchos conciudadanos también
están hartos, pero no del país, sino de los
que hacen lo imposible por hundirlo. Hartos de las promesas incumplidas, de
la hipocresía de los chetos, de los corruptos que se hacen los virtuosos, de la soberbia de los ignorantes, de los
estafadores con traje y de los que aún
no entienden nada. Hartos de no llegar a fin de mes, de suprimir lo
esencial para satisfacer la avaricia de los empachados, de gastar ingenio en
gambetear la miseria y de no tener ganas
de ilusionarse.
Hartos de la prepotencia de la
ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que más parece patotera que funcionaria. La que, después de una cena
con abundante vino, vomitó la espantosa frase “el que quiera estar armado, que esté armado: éste es un país libre”. La
que ahora presenta como solución a la
invisibilizada inseguridad las pistolas Taser y las califica como no
letales, contra todo lo que dicen los
expertos y hasta los propios fabricantes. Y los casos, que son miles, de
lesiones irreversibles o muertes por electrocución. ¿Cómo no estar hartos de
los que alientan tanta violencia en
defensa de una paz que no pueden garantizar?
Hartos de estar en un túnel en el
que nos embutieron sin advertencias. Hartos de seguir un camino tortuoso ponderado como el único posible para desembocar en
el pantano. Hartos de escuchar inaceptables excusas, metáforas delirantes y
explicaciones incomprensibles. Hartos de
esperar un hartazgo que ya debería haber llegado.
Una política epistolar
El Gran Equipo convoca a un
acuerdo que a todas luces suena extraño: a
pocos meses de las elecciones, sin
conflictos incontrolables a pesar del daño realizado y para seguir haciendo lo mismo que nos condujo hasta acá. Los
famosos diez puntos no son “generalidades
con las que nadie puede disentir”, como explicaron algunos en un intento de despegarse pero no tanto.
No es lo mismo defender “un banco central
independiente” que impulsar la paz en el mundo. Proponer reformas laborales
y jubilatorias para someter la dignidad
a la depredación de los especuladores no es algo en lo que todos deban
estar de acuerdo, sino todo lo contrario: debería
ser delito sostener una idea así.
El ministro del Interior, Rogelio
Frigerio fue el encargado de defender los diez puntos de la peor manera que encontró: "nos
tenemos que poner de acuerdo en qué cosas no
van a formar parte de la discusión electoral, con qué cosas no se
joroba". ¿Quién es él para decir
qué cosas deben formar parte de la discusión electoral? ¿Con qué autoridad
moral puede hablar de las cosas con las que “no se joroba” después de
haber jorobado con hambre, desempleo, inflación, represión y endeudamiento?
Después exigen autocrítica a los demás y ellos se vanaglorian de haber destruido tanto en tan poco tiempo.
La convocatoria a un acuerdo de
estas características puede ser vista como
una muestra de fortaleza, aunque también de debilidad, sobre todo porque
incluye, a regañadientes, a CFK, tan vilipendiada en estos años. En pocos meses,
pasaron del “no vuelve más” a condicionar su futuro –y posible- gobierno.
También puede interpretarse como una muestra más de lo ladinos que son. Si la ex presidenta rechaza los diez puntos,
será tildada de soberbia, egoísta, no
dialoguista o de que no se interesa por el futuro de los argentinos.
Patrañas que serán amplificadas en los medios comprados para estigmatizarla de cara a las elecciones
como la más corrupta, la más autoritaria, la más contradictoria. Por ahora, es
la que más ejemplares de “Sinceramente” ha
vendido, un éxito editorial que ya hace
historia, más aún porque su autora es primeriza.
Además de esto, en muchos sentidos son torpes, para no
decir en todos. Como el diputado tucumano Facundo Garretón, que no dudó un segundo en felicitar a la
bióloga Marina Simian por haber ganado 500 mil pesos en un programa televisivo
y destinar el premio a financiar la
investigación contra el cáncer, amenazada
por los ajustes en el CONICET. ¿Acaso no interpretan el episodio como una evidencia del daño que producen las
políticas aplicadas por Macri? ¿O lo verán como un éxito de la meritocracia y del “sí,
se puede”? Un agregado es que su conductor, Santiago del Moro, no pudo
frenar las críticas por los recortes a la ciencia ejecutados por el gobierno al que tanto aportó con su programejo infumable. Lo que menos hay que hacer es
felicitar a la científica-concursante, sino
pedir perdón.
No sólo Cristina, sino toda la
oposición deben rechazar de plano estos
diez puntos y presentar otros que propongan un camino distinto. Una hoja de
ruta que nos lleve a una Argentina desarrollada, sin explotados ni pobres, sin especuladores ni succionadores, con
soberanía y dignidad. Los amarillos proponen todo lo contrario. De una vez
por todas, hay que entender que son
posiciones inconciliables; que la precarización y el empobrecimiento de la
mayoría para enriquecer a una minoría conforman
un recorrido atroz con resultados nefastos, como hemos experimentado muchas
veces; que la “Libertad” de una minoría
es la opresión para los demás; que el modelo del derrame es un fracaso, sobre
todo cuando el Estado es artífice de que
apenas sea un mísero goteo; que el Mercado no debe ser libre, sino rigurosamente regulado para estar al
servicio de todos. Eso es un acuerdo para mejorar las cosas; lo demás es más de lo peor.
muchas gracias estimado Gustavo-compartido-abrazos
ResponderBorrarLa verdad, Gustavo, lo suyo es muy agresivo para sus lectores, mire que someternos a esa imagen del excelentísimo monigote, desnudo!!, e'mucho.
ResponderBorrarNo trate de convencerme con metáforas, licencias poéticas ni rebusques así, uno es literal, de cuore debilucho y sensible a las imágenes de ese calibre, cuídenos, que no le hicimos nada, caramba!.
Siguiendo el clima putrefacto de estos días no podía faltar la insigne fiscal de la patria y sucursales, doña colesterol, para ser sinceros, yo tengo mi teoría y es que como no tiene un pelo de tonta, por instinto, actúa en su nuevo (y eterno) look de declarante de barbaridades y hacerse la loca.... ahora sí, porque siempre parece menos mala la chifladura autodestructiva que la complicidad en esta porquería/Titanic que se hunde y la chica debe creer que entre la desmemoria y la forma esférica hay más chances de reciclarse mañana...
Nadie, salvo extraterrestres, puede tomar en serio ese engendro de "10 puntos", que ni siquiera es de la pluma (justo en la picazón post-librito de ya sabemos quién) del campeón mundial invicto del incumplimiento de lo prometido.... tal "acuerdo" no vale el papel en el que está escrito y sólo servirá para ganar tiempo y dar lugar a tediosas, interminables e irrelevantes "polémicas" mediáticas ....claro, también para que el elenco de alcahuetes estables pueda mostrarse... pobres, si no quién les va a dar bola?.
Pero bueno, en este bendito país, no es raro sentirse en una farsa siniestra, mire nomás, científica que busca "subsidio" en un concurso de la tele... y la felicita por "emprendedora" un salame mal educado, meritorio rugbier y diputado amarillo... divino, divino!!.
Más en serio. no pienso en "toda"...la oposición, sería pedirles mucho después de regalar tanta seriedad, gobernabilidad y sanguchitos, oponerse hoy es fácil, casi un sobreentendido, el tema era antes, 2015, casualmente con la misma que hoy, con lluvia y todo le cambiará la facha a la rural.... la cosa pasa por el que votó esta porquería, sabiendo como sabe que es una porquería y que se lo está llevando puesto pero es más cómodo el prejuicio antiperonista que admitir la propia tontería.
Es verdad: no me di cuenta de que mostrar al virrey desnudo podría herir susceptibilidades. Encima, con la posibilidad de que haya chicos ojeando mis apuntes. Pornografía política pura y dura. Abrazote.
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