De la memoria colectiva se habla mucho porque es un tema muy
importante. Sin dudas lo es porque, como se dice de manera cotidiana, no hay
que repetir los errores del pasado. Y muchas veces, esos errores tienen nombre
y apellido. En estos días, algunos medios televisivos tuvieron como invitado
estrella al ex ministro Domingo Cavallo, quien, no conforme con estar libre,
despliega consejos sobre el manejo de la economía. Y no sólo eso: amenaza con volver a formar parte de la escena política
argentina. De autocrítica, nada. Entonces, es bueno recordar que fueron sus
ideas las que nos llevaron a la peor crisis económica, social y política que ha
tenido nuestro querido país en toda su historia. Y sería bueno que los que lo
entrevistan recuerden esas cosas. De lo contrario, confunden. Ya lo mostraron
como salvador en 2001 y así terminamos. Mostrarlo
hoy en ese rol es un exceso de cinismo por parte de algunos periodistas que lo
idolatran en los estudios televisivos y que explotan su currículum para oponerse al modelo en curso. Pero la figura de
Cavallo esconde un símbolo que lo excede como persona. Cavallo representa un
modelo de país al que de ninguna manera debemos volver. Sin embargo, hay
algunos exponentes que recitan las
recetas de ese modelo como una salmodia aséptica cuando en realidad encierran
la defensa de intereses mezquinos y peligrosos para cualquier construcción
colectiva.
Aunque se lo presente como un experto, como un iluminado portador de la verdad, Cavallo
es un defensor de la libertad de mercado. Y en su peor concepción. Aunque suene muy linda, la palabra
‘libertad’ asociada a la voracidad del sistema financiero es por demás de siniestro.
La libertad de mercado es la opresión de los pueblos, la negación de toda
dignidad, la supremacía de los angurrientos, la ausencia de la política. La
libertad de mercado conduce a diciembre de 2001 cuando, con la complicidad de
un gobierno inepto, los personeros del sistema financiero se llevaron todo. En
Suiza y las Islas Caimán está ese Todo que nos condujo a la ruina. Un todo que nos pertenece y asciende a 400
mil millones de dólares, casi tres veces nuestra deuda. “Ellos –dice Cavallo en referencia al
Gobierno Nacional- creen que la economía
se maneja con restricciones, y esto es lo que hicieron los comunistas”. Más
allá de la demonización facilista, que demuestra la falta de argumentos y de
escrúpulos, Cavallo recrimina las restricciones que intentan controlar la
economía doméstica. La ausencia de
restricciones para acumular que defiende Cavallo es una usina de restricciones
para las mayorías. Cuando ellos no
tienen restricciones, los ciudadanos padecen de las carencias más esenciales.
Europa es la repetición de nuestra crisis. Los ciudadanos
deben pagar la fiesta de unos pocos. Y ese pagar, significa padecer. Porque la
crisis no es una catástrofe natural, como se ha dicho muchas veces en estos
Apuntes, sino el resultado del accionar predatorio de los especuladores
financieros. La ausencia de
restricciones provoca estas crisis. ¿O acaso es un logro de la economía la
desocupación bestial que exhibe España? Pero Cavallo, lejos de llamarse a
silencio después del desastre que ha dejado en nuestro país, habla. “Los próximos tres años van a ser
interesantes para conformar una alternativa a los Kirchner en el país y por eso
me gustaría estar ayudando en eso”, Cavallo dixit. ¿Ayudando a quién? No a los ciudadanos, por supuesto, sino a
las hienas que se regocijan con las angustias que provocan las crisis. Y él
nombra a los Kirchner cuando en el Gobierno hay sólo una, la Ministra de
Desarrollo Social y hermana del ex Presidente. Cristina es Fernández y Kirchner
por adopción. Cuando menciona –y muchos apelan a esta estrategia- a los Kirchner de manera casi despectiva,
se refiere a un modelo contrario a lo que él defiende. Los Kirchner vs los Cavallo, sería la ecuación.
Dos modelos contrapuestos, sin ninguna duda. El modelo de los
Cavallo no se reduce a la ausencia del Estado –falta de restricciones- sino a
su complicidad. El Estado argentino no
ha estado ausente durante las últimas décadas del siglo XX, sino muy presente,
pero del lado de las minorías voraces. Tampoco era un Estado bobo, como se
dice habitualmente. El Estado neoliberal
sabía muy bien lo que estaba haciendo y en beneficio de quién. El modelo K,
por el contrario, propone un Estado fuerte, activo y presente en cada esfera de
la sociedad. “Lo que queremos es más y mejor Estado –explicó el Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina- Un Estado más presente para combatir la desigualdad.
Un Estado más activo para enfrentar a las corporaciones y a los intereses que
una y otra vez han ahogado a la Argentina”. Por lo tanto, y esto es bueno entenderlo, cuando los Cavallo critican
es porque se están haciendo las cosas bien.
Los
Cavallo provocaron una estampida de ciudadanos argentinos que migraron hacia
nuevos rumbos para buscar un futuro mejor. Los
testimonios de muchos de ellos todavía conmueven, porque se sentían expulsados
de su propia patria. Ahora quieren regresar porque los Cavallo europeos
están saqueando el viejo continente. Lois Pérez Leira, coordinador
del Movimiento Argentinos en el Exterior, informó que "en este momento hay más argentinos que quieren retornar a nuestro
país porque ven más perspectivas de crecimiento que en estos países europeos en
recesión”. Esto, más que enojarnos,
nos tiene que colmar de orgullo, porque indica que estamos construyendo un país
más inclusivo.
“Cuando uno escucha la voz del pueblo –confesó Cristina en Santiago del Estero- las voces altisonantes o descalificadoras se
evaporan porque las tapa la voz del pueblo. La gente quiere que sus dirigentes
lleven adelante sus sueños e ilusiones”. El escenario fue en una provincia
olvidada en los noventa, junto con toda la región del NEA y el NOA, considerada
inviable, lo que significa descartable con ciudadanos también descartables. “Justamente, del 2003 al 2011 –declaró
CFK- estas regiones crecieron más que el
resto del país y hoy han quedado en el corazón del Mercosur”.
Cavallo
protesta contra las restricciones a la especulación. En sus días de gloria
privatizó los fondos de la ANSES y creó el latrocinio de las AFJP. No conforme
con eso, en su regreso al ministerio, recortó las jubilaciones en un 13 por
ciento. Ahora, los Cavallo alzan la voz
en defensa del dinero de los jubilados. En estos días, Cristina recordó una
maniobra reciente: “A partir del 18 de
octubre de 2007, todas, absolutamente todas las AFJP compraron más de 25
millones de acciones del multimedio Clarín a un promedio de 23,85 pesos. Pero esas
acciones se compraron por 609 millones y hoy solo valen 200 millones. A los
pocos días de ser cotizadas a 23,85 ya valían siete pesos”. Esta estafa fue denunciada en la justicia, que
aún no desembocó en el inicio de ninguna causa. “¿Cómo puede ser que duren años los juicios cuando se comprueba que
algún grupo empresario privado importante ha cometido acciones que tienen que
ser sometidas a investigación porque están sospechadas de haber defraudado los
intereses de los jubilados y, sin embargo, todavía no tenemos ningún
resultado?”, se preguntó en referencia a la complicidad de algunos jueces.
Más
Cavallo vs Kirchner. El billete de máxima nominación que pergeñó el modelo de
los noventa ostenta la cara de Roca, con todo lo que eso significa. En poco
tiempo, los billetes de cien pesos tendrán a Evita en una de sus caras. Dos modelos de Estado que se enfrentan en
un solo billete. Un Estado genocida y clasista vs un Estado inclusivo y
afectuoso. Y no es sólo un adorno, sino
un mensaje de fuerte contenido ideológico. Evita simboliza el ascenso social,
no sólo individual, sino colectivo. “El
camino que hemos elegido es el de lograr que en la Argentina haya cada vez
menos pobres y esto significa enfrentar intereses”, reflexionó La
Presidenta en el homenaje del 60 aniversario del fallecimiento de la abanderada de los humildes. Cavallo es el mascarón de proa de esos
intereses a los que hay que enfrentar, de esos que provocan pobreza, angustia,
exclusión en beneficio de unos pocos insaciables.
Excelente... ya me relamo pensando en una imagen que lo acompañe... dame un rato...
ResponderBorrarhttp://adriancorbella.blogspot.com.ar/2012/07/cavallo-y-la-impudicia-de-un-modelo-por.html
ResponderBorrarPublicado. Observe la imagen a ver que le parece...
Cavallo debe estar preso. El cínismo de este personaje es tal, porque debería agradecer que esta en liberad. Es lo peor, es la cara civil del modelo de 1976 a 2001, como presidente del Banco Central en la dictadura, como ministro de menem y el otro traidor, De la Ruina; uno traidor al peronismo, el otro traidor a los argentinos. Y ahora quiere volver...si nunca dejó de ser una porquería, un tipo que no puede caminar libre por la calle.
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