lunes, 13 de mayo de 2019

Las revoluciones amarillas


No es bueno reírse de las desgracias ajenas, aunque da un poco de ganas. Que la mafia de los gitanos se transforme en unos improvisados vengadores podría ser un buen gag. Que al éxito editorial de “Sinceramente” y a la numerosa concurrencia a la presentación del libro se sume una inesperada Cadena Nacional que enloqueció a algunos periodistas hegemónicos puede ser otro. Sin dudas, el más gracioso de todos es que el empresidente Macri nombre como revolucionarios los logros que no ha alcanzado en casi tres años y medio de gestión. Gracioso para una comedia, pero en la vida real está provocando un drama inconmensurable que no da para reírse.
Pero todo parece parodia: hasta que el juez perseguidor de la expresidenta deba tratar su enfermedad con un medicamento llamado Vincristina lo es. Parece el juego de “¿cuál es el colmo de…?”. Parodia en medio de una crisis artificial sin precedentes y todo terreno. Una caricatura tan obscena que los actores se esfuerzan al extremo para demostrar que lo es. El jueves amanecimos con el ataque al funcionario riojano Miguel Yadón y al diputado Héctor Olivares en los alrededores del Congreso. El video demostró que los atacantes eran dos borrachos que ni sabían lo que hacer ante una cámara en una zona liberada con dos extras que entraban y salían de la escena sin acabar su parlamento.
En serio, tan torpe que despierta toda suspicacia, como que era una forma de opacar a CFK en la Feria del Libro; provocar un duelo nacional para forzar la suspensión del acto; la vieja treta de tirar un muerto para sugerir que el adversario es violento. En definitiva, una nueva acción mafiosa de los PRO presentada como mafia ajena, algo que siempre hacen. Ya sabemos que son muy posmodernos y se reciclan de manera permanente: por eso pasaron de decir que era un crimen político a venganza gitana para terminar en noche de copas; y esto respecto a los pistoleros, no a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Y después, los funcionarios se felicitaron en la conferencia de prensa por algo que habían resuelto los propios delincuentes con sus torpezas.
Pero lo más siniestro de los PRO es que con cada definición estigmatizan. En este extraño episodio, vomitaron contra los gitanos todo su odio de clase, como si convocaran a su público a recorrer las calles para apedrear a cualquier miembro de esa comunidad. Algo parecido a lo del Secretario de Cultura, Pablo Avelluto que desde que fue abucheado por un puñado de personas en la apertura oficial de la Feria del libro y después de ver el multitudinario acto de la expresidenta, no para de acusar a los organizadores de falta de “pluralismo”. Hasta llegó a decir que la Fundación El Libro fue “oficialista en dictadura y oportunista en democracia”, lo que habilitó a los trols de Marcos Peña para que atacaran virtualmente a su presidenta, María Teresa Carbano. La pluralidad para los amarillos significa que los demás no se expresen y eso es lo que manifiestan siempre.
Comparaciones nada odiosas
Macri y sus secuaces están desconcertados: no pueden entender que a pesar de tantos esfuerzos, CFK siga en carrera. No sólo eso, sino que sea la referente política que más mide en las encuestas y más poder de convocatoria conserva. Pero sobre todo, que sus palabras –tanto escritas como orales- sean seguidas con tanta atención y se conviertan en esperanza para muchos conciudadanos. El Ingeniero, acostumbrado a actos casi privados y gestos serios, no podrá nunca competir con los encuentros K, cargados de pasión y rostros felices.
Pero lo intenta. Aunque salude al vacío y se dirija a la nada, trata de que los extras se conmuevan con los breves parlamentos que otros escriben para que él recite con entonación parecida a lo humano. Mientras Cristina describe su relación con Néstor desde el amor y la convicción, el tipo dice que Juliana es una hechicera universal. A los cuestionamientos que ella esboza al modelo neoliberal de colonialismo con exclusión, él responde con un lacónico “éste es el camino”.
O sino, en un delirio de grandeza injustificado, destaca “el momento de alegría que estamos viviendo”. Momento que no se nota y menos en los rostros de sus acompañantes. En la inauguración de una de las pocas obras públicas realizadas, el buen Mauricio aseguró que así empieza “la revolución de los trenes” para la Argentina del futuro junto a la “revolución de los aviones, de las autopistas y rutas seguras, de la energía y de la conectividad”. La liviandad con que utiliza el término ‘revolución’ da pavor. Y hasta un poco de pena: creerse revolucionario cuando se es un absoluto retrógrado.
Tampoco es revolucionaria la propuesta de CFK porque no plantea romper con el sistema capitalista, sino volverlo algo más amable. Si esta propuesta pone loco al establishment, difícil imaginar cómo se pondrían ante proclamas más rupturistas. Cuando Cristina dice “yo no soy neutral, no lo fui nunca ni lo quiero ser ni lo voy a ser”, se posiciona respecto a las opciones del sistema y si habla del “contrato social de ciudadanía responsable” está alentando una refundación republicana. De lo que no hay dudas es que desea abandonar el salvajismo del Cambio y volver a los tiempos del crecimiento con inclusión social. Algo que, en comparación con esto, sería un paraíso.
Como sea, la expresidenta volvió a mostrar su tamaño. Ineludible por la pasión que despierta, tanto a favor como en contra. Gravitante, porque todo se organiza después de cada aparición. Inspiradora de análisis profundos y de absurdos desechables. Capaz de limar sus asperezas, de abandonar la pedantería del pedagogo y de contener su elocuencia para no exasperar a los impacientes como formas de autocrítica. Ya volvió a entrar en escena para esta crucial contienda electoral y no está “vieja, sola y enferma”, como algún mercenario periodístico pronosticó, sino dispuesta a dar batalla para torcer el cruel rumbo tomado por los bandoleros que usurparon La Rosada.

2 comentarios:

  1. La verdad, Gustavo, que es una pena que niegue el carácter revolucionario del subvirreinato del FMI.... dígame si sabe de otra estafa exitosa como ésa - Me acuerdo de infantiles lecturas de Mark Twain,donde a los estafadores los cubrían de alquitrán y plumas, mientras los corrían a patadas.... acá no pasa éso y no falta el que los vota... si no es una revolución, aunque sea subnormal, qué es?.
    Del, sinceramente, horrible acto en la feria del libro, ocupado por un libro, su autora y sus hordas... se le chispoteó una de sus mejores detalles... la cara del SS bonzai feinmann, su mudez cuando descubrió a su jefe en 1ra. fila.... son maravillosos estos humoristas involuntarios, que con tan poquito nos alegren a tantos.
    Y ni hablar del "periodista" entrado en kilos, falopa y achaques "indignado" porque no lo invitaron, pobrecito, justo él que quería preguntar, desechado por la barbarie populista. Bueno, pero también el rating lo desechó, algo habrá hecho, no?...
    Es obvio que algo hay que decir de la "mafia gitana", me contaron que la ministra malbec, hace unos años, les compró un auto usado, un Duna "joya, nunca remis" que se le fundió después de 2 cuadras.... usted no sé, pero yo la entiendo a la ministra aferrada a ese viejo rencor y ahora que es poderosa, se desquita, claro, como somos unos eternos inconformes le encontramos los detalles ridículos al manejo "profesional" de una tragedia atroz. Pero a no desesperar, por radio dicen que un tipo quiso entrar a la rosada para entrevistar al héroe mayor, con una magnum 44, ve?, se viene el "magnicidio", se viene, la prensa seria tendrá para hacerse un festival...
    Para ponernos un ratito en chismosos, tal vez usted se acuerde - ya que mencionó a la "hechicera" - que la hechicera anterior denunció que al quetejedi lo encontró "en la cama con otro tipo". Por supuesto que deben ser habladurías pero, por las dudas, era para desconfiarle a tanta alegría, tanta promesa y tanto globito... digamos que lo que aparece ahora sólo confirma aquellas dudas sobre la impostura amarilla, somos incorregibles, claro. Seguir escribiendo de ésto es cansador, además de redundante... permítame pasar.

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