Los
primeros días del año están poblados de innumerables imágenes, algunas inverosímiles, como la
persecución de los tres prófugos y otras
vergonzantes, como la salutación de Año Nuevo de la familia presidencial
con fondo de cabezas de animales ejecutados por salvajes niños ricos. Otras
son indignantes, como los cortes de energía que afectaron parte de la CABA y
sus alrededores, más una extorsión a los
usuarios que producto de fallas técnicas. Y están las que producen náuseas, como el video Comunicación y Misericordia,
emitido por la Conferencia Episcopal Argentina y el mensaje del ministro Prat
Gay a los trabajadores en la previa del venidero acuerdo social. Las primeras postales del año que se inicia no
difieren mucho de lo que anticipábamos antes del balotaje: el cinismo en estado puro para desatar sobre nosotros una tormenta que
nos dejará al borde del desamparo. Todavía estamos a tiempo para frenarla
o, al menos, tomar las precauciones
necesarias para que los estragos no nos afecten tanto.
Todos
los veranos, la empresas que “prestan
servicio” en la Capital y el área metropolitana celebran el Año Nuevo con cortes de luz para recordar a los vecinos quién es el que manda. El año pasado,
el ministerio de Planificación, además de las multas correspondientes por la
falta de inversión en las redes, instaló generadores para aliviar el ambiente.
Esta vez, en lugar de eso, el flamante
Estado Amarillo sólo se victimiza, echa culpas y promete la quita de subsidios
como única solución. Un absurdo porque las
empresas recibirán las mismas cifras y sólo las arcas públicas se verán beneficiadas,
salvo que los aumentos sean superiores a las “dos pizzas” calculadas por Prat Gay. Encima, ya se sabe que el problema no es de generación de energía,
sino de distribución y que el consumo de verano es casi similar al de invierno, por lo que las altas temperaturas influyen
poco y nada en la crisis. Pero como los medios son tan eficaces en esto de
operar a favor de los privados, logran
que los damnificados reclamen casi gustosos un incremento en las tarifas.
Envalentonados
por la protección mediática y la argumentación neoliberal de la que muchos
periodistas se hacen eco, los
ceo-funcionarios PRO se sienten como peces en el agua para justificar cualquier
cosa. En breve, los veremos diseñando esperanzas en medio del caos que la angurria empresarial
desplegará en nuestras vidas. Por ahora, sólo están tanteando el terreno. La
advertencia que el fugador de divisas
que oficia como ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, es una clara muestra de
eso: “me parece que acá no es solamente la dimensión del salario
sino también cuidar el empleo. Cada
sindicato sabrá dónde le aprieta el zapato y hasta qué punto puede arriesgar
salarios a cambio de empleos". Los
dirigentes gremiales, en cambio, lo interpretaron como lo que es: una clara amenaza y una señal de que este
gobierno jamás se pondrá de parte de los trabajadores.
Los agrietadores pontifican sobre el
amor
Si
estas postales incomodan, el video de la Conferencia Episcopal descompone hasta el aparato digestivo más
resistente. En Comunicación y
Misericordia, la hipocresía se
convierte en dogma. En la cinta, unos cuantos periodistas identificados con
el Grupo Clarín –Nelson Castro, Joaquín Morales Solá y Fernando Carnota- junto
a otros laderos menos trascendentes, abandonan el veneno destilado hasta unas
semanas atrás para convertirse en
angelicales portadores de la palabra
divina. La comprensión al otro, el tendido de puentes y el perdón son
los conceptos más recurrentes de estos
belicosos embaucadores que, desde las pantallas, profundizaron la famosa
grieta. Lo que no se sabe es si están tratando de reconciliarse con el
kirchnerismo o si están pidiendo
clemencia anticipada por los desastres que ocasionará el gobierno que
contribuyeron a instalar en La Rosada.
Como
es de suponer, el Papa Francisco está presente en los más de seis minutos que
dura el empalagoso producto pero, como hábiles manipuladores, sólo toman del Pontífice su aspecto más
descafeinado. De ninguna manera recuerdan los duros conceptos en contra del
capitalismo salvaje, la angurria de los
poderosos y la desigualdad como resultado necesario del enriquecimiento de unos
pocos. Como si el Jefe del Estado Vaticano estuviese de acuerdo con la
nueva dirección que está tomando su país de nacimiento.
En
una carta dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal, José María
Arancedo, el Grupo de Curas en Opción por los Pobres expresó su “profundo desagrado” por
el video. El colectivo coordinado por Eduardo de la Serna considera que “los
cristianos elegidos para el video son
responsables de complicidad en todo lo contrario de lo predicado, desde
participación en la dictadura hasta el neoliberalismo y la campaña negativa provocadora de ‘grietas’ sociales en tiempos
recientes”. Pero eso no es todo porque en la misiva agregan
que “los comunicadores elegidos gozan, en
general, de nuestro más profundo
descrédito”.
Estos sacerdotes comprometidos en serio con el otro
lamentan “la falta de pluralidad” del
video y la toma de posición clara “con lo
que rechazamos y consideramos
responsable del hambre, la desocupación y la muerte”. Pero lo que más
les preocupa es que los obispos no hayan emitido ningún mensaje sobre “la
intervención ilegal, ilegítima y
violenta de la AFSCA y la anulación de la ley de SCA”. Por el
contrario, se alían con el más fuerte, que es el Grupo Clarín y todo lo que
representa: la Ceocracia que invadió La
Rosada.
Como antaño, los sectores más
conservadores de la Iglesia Católica
avalan los atentados contra los derechos de la mayoría. Postales viejas,
remasterizadas para este año que se inicia, como un anticipo de las horrendas imágenes que en los próximos meses
pasarán ante nuestros ojos.
No estaba al tanto del video. Me produjo un profundo desagrado ver y escuchar a Nelson Castro y a Morales Solá hablando de "perdonar al otro" cuando ellos fueron algunos de los responsables de instalar el odio en ciertos sectores de la sociedad. Cuánta hipocresía. No pude terminar de verlo. Estoy profundamente asqueado.
ResponderBorrarHay que hacer el esfuerzo para llegar hasta el final, pero es muy exigente. No se puede creer que sean tan ladinos.
BorrarLlegar hasta el final d q?xq si es hasta el final d nuestra paciencia,no creo q falte demasiado.Son ladinos,perversos,angurrientos,egoistas o cualquier otro calificativo ("virtuoso"ja) q se les ocurra.Ojalá me equivoque esta vez,y q no vuelva a correr sangre...
ResponderBorrarHasta el final del video, no del gobierno. Eso ya sería demasiado.
BorrarCUANTA VERDAD !!
ResponderBorrarHola Gustavo, mira, a este Títere me lo vengo fumando más de 8 años y quisiera que antes de que lo saquen a las patadas - porque como siga así la cosa en eso va a desembocar - hacer una Biblia de todas las imbecilidades en contra de las clases populares, tenemos varios capítulos por diseñar. Muy bueno tú análisis en tus notas.
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