Ya
no hay dudas: las corporaciones han tomado el poder y toda ilegalidad se convertirá en ley. Una norma anhelada durante
treinta años, debatida en más de cuatro, aprobada en el Congreso por amplia
mayoría y declarada constitucional en todos sus artículos por la Corte Suprema puede ser borrada con el capricho de una
firma y la complacencia –o temor- de un juez. A partir de ahora, podemos
afirmar que estamos en problemas. Y
encima, Hernán Lombardi se da el gusto de catalogar al gobierno de Cristina
como ‘régimen’. O todos han enloquecido
o estamos en manos de una patota dispuesta a todo. Una tropa de ocupación
hubiera actuado con más prudencia y respeto pero los Amarillos, con apenas
un 51 por ciento en un balotaje y sin mayorías parlamentarias pretenden
fundar una República a la medida de las necesidades de una minoría. Cuando la
mayoría circunstancial que regaló el
triunfo al neopatricio Macri comience a ver afectados sus derechos, ya será bastante tarde.
El
discursito amoroso de la asunción quedó como una más de las hipocresías del empresidente. A pocos días de
asumir, ni una sola medida ha tomado para favorecer a los más vulnerables,
salvo los míseros 400 pesos que se
diluyeron por los desaforados aumentos en los precios de la canasta familiar.
La angelical promesa que recitaba Macri en campaña –“conmigo no vas a perder nada de lo que tenés”- queda como una burla frente a los miles de despidos
que desde el Estado se están produciendo, como un aliento para que los
privados tomen medidas similares. Desde ya, la Pobreza Cero y la baja de la
inflación serán imposibles por mucho tiempo gracias a los incrementos de tarifas que ya se están produciendo.
La
guadaña, más que por ahorro es por
venganza. Como en los noventa, el
discurso hegemónico instala en la sociedad la idea de un Estado
sobredimensionado que reparte empleos a cuatro
manos. Sin embargo, la mayoría de los empleados del Estado son docentes,
médicos y policías; los administrativos
–los que podrían ser ñoquis o militantes- apenas alcanzan el 28,5 del plantel estatal –tres de cada diez- en
todos sus niveles, municipal, provincial y nacional. Este dato surge de un
estudio elaborado por la Dirección de
Análisis de Información Presupuestaria y Estudios Fiscales, dependiente del
Ministerio de Economía de la Nación.
El
Centro de Estudios Distributivos,
Laborales y Sociales de la Universidad de La Plata, en el documento “El empleo público en América Latina”,
destaca que el sector cumple un rol
clave como empleador en la región. Si bien en promedio, la proporción ronda
entre el 10 y el 15 por ciento, en nuestro país tiende al 20 por ciento de los
empleados. Pero los investigadores señalan que este indicador es “de enorme relevancia con implicancias sobre
los equilibrios macroeconómicos, la
eficiencia asignativa y la distribución del ingreso”.
Los
países más desarrollados reunidos en la OCDE tienen entre el 15,3 y el 45,2 por ciento de empleos públicos. Para el
Banco Interamericano de Desarrollo, "el
porcentaje de la fuerza laboral que trabaja para el Estado constituye un indicador de cómo se prestan los
servicios públicos y puede que también tenga consecuencias en cuanto a la calidad y al costo de la prestación de
los mismos". Y, como último elemento en este recorrido numérico,
el Boletín de Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo revela que en el primer trimestre de 2014, el sector
público representa el 17,4 por ciento de los ocupados contra el 81,8 de los
asalariados del sector privado y sólo el 0,8 son beneficiarios de planes
sociales. Con todos estos datos, continuar
con los pueriles argumentos amarillos para justificar los recortes es otra
muestra del más perverso cinismo.
Prejuicios en acción
Además
de todas las medidas totalitarias que
ha tomado hasta ahora, con los despidos en el sector público –inspirados más en la persecución que en la
racionalidad- el gobierno de Macri está siendo sumamente irresponsable. Primero,
porque refuerza un prejuicio doloroso de
lo que en realidad es un delito. En los noventa, surgió el término ñoqui para etiquetar al que cobra un
salario sin ir a trabajar. Tanto se
extendió el calificativo que todos los políticos terminaron enlodados y la despolitización inauguró el nuevo
siglo. La fuerza gobernante tiene como bandera su procedencia no-política,
aunque eso sea uno más de sus
innumerables simulacros. Hoy, sus exponentes alternan ‘ñoqui’ con ‘militante’
para extirpar todo rastro de
kirchnerismo en las dependencias del Estado. Sin embargo, esos dos
calificativos también son aplicables a
los que tanto los usan: Gabriela Michetti encabezó los récords de ausencia a las sesiones del Congreso cuando
oficiaba como diputada o senadora; Laura Alonso –que asumió con fórceps la
oficina anticorrupción- es tan militante
como cualquier joven de La Cámpora. Y éstos son apenas dos casos. Si hay
ñoquis en el Estado, la solución no es despedir a todos los empleados sino indagar quiénes son y denunciarlos ante la
Justicia. Y lo de los militantes es la
excusa más perversa para camuflar la
persecución política.
En
segundo lugar, esta pulsión despedidora puede
ser tomada como ejemplar para muchas empresas privadas, que no ven la hora de reducir su plantel o
utilizar el puesto como extorsión para
bajar salarios e incrementar sus ganancias. Más aún si, como parece, el
mercado interno se verá sacudido por la espiral inflacionaria que comenzaron a generar cuando estaban en
campaña.
Desde
el momento de su asunción, Macri y el mejor
equipo de los últimos cincuenta años –según sus propias palabras- no han
hecho más que convertirse en un mal
ejemplo para toda la sociedad. Grave que compare su equipo con el de
la autodenominada Revolución Libertadora –Fusiladora, para el pueblo- que
es la que derrocó a Perón en 1955. O haciendo bien los números, con la Revolución Argentina de Onganía. Y más grave aún que en nombre de la democracia y las instituciones, cometa las tropelías que
ha cometido a fuerza de decretos contra leyes, organismos y funcionarios
elegidos en el Congreso. Macri y su gobierno se han convertido en un mal
ejemplo porque si desde la Rosada incumplen con las leyes, se fomentan los
prejuicios y se alienta la desocupación, ¿qué
queda para el resto de los ciudadanos?
Gustavo, sos un fenómeno. Tu creatividad no tiene límites, no veo la hora de que escribas nuevos artículos.
ResponderBorrar"Ya no hay dudas: las corporaciones han tomado el poder y toda ilegalidad se convertirá en ley"
"Todo", en serio "todo"? Que irresponsabilidad de tu parte.
"A partir de ahora, podemos afirmar que estamos en problemas."
A partir de ahora? O sea, llegaron a suicidar a un fiscal que iba a declarar en el congreso 2 días después, pero el problema lo tenemos ahora? Que irresponsabilidad de tu parte.
"O todos han enloquecido o estamos en manos de una patota dispuesta a todo. "
"Hemos", Gustavo, "hemos enloquecido" . O sos extranjero?
"pretenden fundar una República a la medida de las necesidades de una minoría"
Posta? Definime "fundar la república", porque no es común que vos hables de fundar una república, y la otra mitad de volver a la normalidad. Uno de los dos se equivoca. Que inocente de mi parte! Se equivocan los manipulados!
"Los países más desarrollados reunidos en la OCDE tienen entre el 15,3 y el 45,2 por ciento de empleos públicos"
No pude encontrar el informe. Tenés el link para compartir? Me gustaría saber cuales son esos países desarrollados, y su política, economía y sociedad. No vaya a ser que estés favoreciéndote de ciertas métricas para armar un argumento en base a lo que te conviene mirar, y criticando implicitamente a los países que llamás "desarrollados".
"Además de todas las medidas totalitarias que ha tomado hasta ahora, con los despidos en el sector público"
Que gracioso, yo conozco gente que trabaja en el estado y dice "AL FIN!" ahora tienen que venir a laburar.
"Cometa las tropelías que ha cometido a fuerza de decretos contra leyes, organismos y funcionarios elegidos en el Congreso"
Claro, en un congreso en el que los K han llegado a tener mayoría y votaban leyes sin dar discusión. Hasta cuando la oposición se retiraba del precinto!
¿qué queda para el resto de los ciudadanos?
En una democracia, aunque dudo que sea la forma de gobierno de tu preferencia, ser oposición, escribir blogs, y esperar a las próximas elecciones.
Nada que responder a tu comentario, porque te deja mal parado. Los países Nórdicos tienen altos porcentajes de empleo estatal, como Noruega o Finlandia, que alcanzan el 30 por ciento. Lo del fiscal suicidado, ni lo comento porque es parte de la manipulación de la que fuiste víctima. En política se considera que fundar la república es cuando se arranca de cero sin tener en cuenta las normativas que anteceden. Y lamento decepcionarte: vas a tener que esperar hasta el 20 de enero para leer nuevos textos porque me voy de viaje.
BorrarBuen viaje.
BorrarNo entiendo porque me deja mal parado. Simplemente quería el reporte para comprobar algo.
Sobre el fiscal. Que vos me llames manipulado a mi y a su vez realmente creas que Nisman se suicidó, quisiera que me genere gracia, pero no. Me da bronca porque vos fuiste quién me preguntó si te estaba tomando de boludo. Y ahora vos lo estás haciendo conmigo.
Sólo me baso -como te dije hace un par de semanas- en las pericias de la fiscalía, donde se afirma la imposibilidad de que en su muerte haya participado otra persona. Ahora bien: si el arma era de Lagomarsino (la última persona que entró al departamento), un colaborador que vivía sobre un local del PRO, las últimas personas que se comunicaron con él para presionarlo porque no se quería presentar el lunes en el congreso fueron Laura Alonso y Patricia Bullrich y nadie más ingresó al edificio, ¿qué hay que ser para creer que Cristina mandó a matarlo? ¿No sería más lógico pensar que la bala provino del sector que más se benefició con su muerte? Pero yo sostengo que es un suicidio porque hay más pruebas en ese sentido. Y no hablo más del tema.
BorrarEs increible. Yo no digo que lo haya matado Cristina. Critico la inocencia de quienes no dudan cuando leen las pericias de Arroyo Salgado, la polvora que deja el arma, la falta de una carta o nota de suicidio, la situacion extraña con su custodia, la campaña de desprestigio por parte del gobierno actuando mas como culpable que como inocente, la lista de compras, la falta de comportamiento suicida en el, hasta un misterioso cuerpo calcinado.
BorrarNo me importa si pensas que lo mato Macri en persona, por lo menos pones en la mesa el hecho de que lo mataron.
Yo pongo en duda todo, pero incorporo más elementos. Sandra Arroyo Salgado es parte interesada y si su ex marido se suicidó no cobra el seguro; y a la madre Sara Garfunkel, en lugar de llorar a su hijo muerto, recorre los bancos para vaciar las cajas de seguridad; que un arma de esas características y en el estado en que estaba no deja rastros de plomo ni de pólvora. Y que lo mataron no es un hecho, ni siquiera una posibilidad. Pero si no leés el dictamen de Fein, seguirás manipulado. Y bueno chau. Esto no es el tema de mi texto.
BorrarLuciano, ¿hace mucho calor en el call center? Salí a tomar un poco de aire fresco. Es sólo una sugerencia. Cuando regreses a tu puesto de trabajo, pedile a quien te escribe los guiones que sea algo más creativo y, sobre todo, que lea algunos libros sobre política, filosofía y ciencias. Porque, la verdad sea dicha, sus/tus textos carecen de sustento intelectual alguno. ¡Son pura sanata! Dale. Justificá tu sueldo de charlatán al servicio de los fascistas. Que te garúe finito. Pero no mucho. No me lo agradezcas. Yo soy un militante del campo nacional y popular. Es mi mayor orgullo.
ResponderBorrarO por lo menos que se informe un poquito con algo diferente de los sobrecitos de azúcar marca Clarín. Abrazote.
BorrarSu debilidad es caer siempre en esa. Si yo los acuso de lo mismo, nos quedamos ahí. No lo permitan. Saludos
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