viernes, 7 de octubre de 2016

El cambio amarillo recrudece



Un fiscal de la Nación, Germán Moldes, se explayó, algunos días atrás, sobre la necesidad de desratizar los Tribunales Federales de Comodoro Py. Más allá de que el edificio pueda estar invadido por esos vectores molestos, la metáfora refiere a aquellos jueces y fiscales que no obedecen la tendencia oficial de acosar con causas amañadas a todo aquel que destile algún tufillo K. La plaga que infectó nuestro país durante doce años todavía inspira este tipo de exabruptos. Algunos funcionarios hablan de virus y otros, de la necesidad de extirpar el cáncer que se instaló en nuestra sociedad. Las analogías biológicas no son nuevas, pues provienen del positivismo y desempolvarlas ahora, cien años después, sugiere poca creatividad. Pero la restauración conservadora que estamos padeciendo es así: tan odiadora que no se detiene en las sutilezas. Si anhelar un país más equitativo es síntoma de alguna enfermedad, el antibiótico que prescriben las Fuerzas Amarillas es la amnesia colectiva y la confusión simbólica.
Hasta no hace mucho, parecía que lo estaban logrando. El blindaje mediático y el jolgorio triunfalista impedían que gran parte de la sociedad comprendiera el peligro de las medidas que se estaban tomando. La lógica angurrienta del establishment penetraba en la de algunos conciudadanos, aunque fuera perjudicial para su vida cotidiana. Algunos aplaudieron la brutal devaluación, la renuncia recaudatoria de las retenciones, el desmantelamiento de la AFSCA y los despidos indiscriminados en casi todas las áreas de la administración estatal. O tomaron como buenas noticias el pago a los buitres y la integración al mundo vía endeudamiento irracional. Quizá sonrieron complacidos ante el encarcelamiento de Milagro Sala y muchos miembros de la agrupación Tupac Amaru. Tal vez se esperanzaron con una Justicia más justa cuando vieron en prisión a Lázaro Báez, el único empresario entre rejas por irregularidades que deben tener todos los que comparten su actividad, los Macri incluidos.
Los medios hegemónicos, ahora oficialistas, se encargan de instalar la idea de que a pesar de que estamos mal, lo otro fue peor. Aunque no lo haya sido, por supuesto. Ante esta mirada, los bolsos de López revisten una gravedad mayor que la empresas off shore de Macri, que brotan como hongos todos los días y hoy alcanzan las 19. El vicepresidente K es más corrupto que la vicepresidenta M, aunque el primero haya sido sobreseído en casi todas las causas y no encontraron bolsas con dinero sin declarar junto a su cama. El Centro Cultural Kirchner era inseguro para brindar espectáculos gratuitos a la comunidad, pero es ideal para reuniones partidarias y foros empresariales. Tecnópolis era llamado negrópolis por algunas plumas apologistas y ahora es exhibido con orgullo y se ha convertido en centro de muchas actividades organizadas por el macrismo. Hasta se dan el lujo de vedarlo al público durante unas cuantas horas para el disfrute de algunos funcionarios y sus familias, previo acondicionamiento especial y desinfección, por las dudas.
La luz está en otro lado
Que nada bueno traen bajo el poncho lo estamos advirtiendo desde hace mucho. Que las fuerzas de seguridad están desbocadas y reparten palos por doquier responde a la lógica represiva de la derecha gobernante. Que los números de la economía están en caída libre ante el aplauso cómplice del FMI, ya es notorio. Que lo único que pueden hacer es llenarnos de esperanzas y promesas que no piensan cumplir, lo hemos dicho desde el primer momento. Que explicaciones como nos mandamos un moco, estamos aprendiendo, es culpa de la pesada herencia o ya terminamos el trabajo sucio debería colmar la paciencia de muchos de sus votantes y es lo que puede cambiar las cosas.
Los que no votamos por Macri estamos enojados, asustados y ansiosos, algo que resulta razonable. Actos, marchas y protestas se producen todos los días. Algunos dirigentes opositores acompañan, otros gruñen pero terminan lamiendo suelas y los demás se debaten entre la indiferencia y la complicidad. Pero el deterioro está alcanzando a casi todos. Y la impaciencia se esparce porque la luz al final del túnel está a punto de extinguirse.
Porque engaños y estropicios no sólo están destinados a los no votantes. Entre los votantes de Macri debe haber muchos despedidos y ajustados; también jubilados que no esperaban que la reparación histórica se convierta en burla; trabajadores de las economías regionales, que escucharon hablar de ellos durante la campaña; dueños de Pymes y negocios importantes que ven hoy caer sus ventas día a día; industriales que descubren en la inexplicable y desenfrenada importación a un vencedor en la competencia; padres de chicos que esperaban sus netbooks; matrimonios jóvenes que confiaron en el cambio para acceder al primer hogar. Estos conciudadanos están decepcionados y no saben cómo reaccionar. Las excusas pueriles y las promesas a largo plazo de los funcionarios no aportan soluciones a los problemas cotidianos. La demonización permanente de la Década Ganada no alcanza como consuelo a las penurias presentes y las que están por venir. Todavía se resisten a sumarse a los que ya están reaccionando porque eso sería reconocer cuánto se han equivocado.
Pero no se han equivocado: han sido engañados. El exponente de una minoría se disfrazó de interesado por la mayoría. El candidato prometió mantener lo que estaba bien y corregir lo que estaba mal y el presidente terminó desmantelando todo hasta desequilibrar un país que comenzaba a levantarse. El votante de Macri debe reclamar que se cumpla el contrato vulnerado después de la asunción del Ingeniero. Él juró cumplir con lealtad y lo primero que hace es traicionar a quienes confiaron en él. También mencionó la honestidad, pero la oscuridad de su historia emana por todos sus poros y las mentiras se hilvanan en gran parte de sus balbuceos. Eso sí: nadie le debe reprochar el patriotismo, porque ni lo mencionó. Como dijo a poco de asumir, con el desprecio de siempre, “ésa te la debo”.

6 comentarios:

  1. Excelente Gustavo,nada para añadir ,solo la esperanza de que el votante Pro engañado reaccione y se una al otro 49 y en las próximas elecciones haya un verdadero cambio y no sea demasiado tarde.abrazo.

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  2. Posteo de oro, como el acto de Atlanta del jueves pasado.

    En este caso, la democracia entraña una peligrosa trampa. Una vez que LA DERECHA DE MIERDA alcanzó - por primera vez mediante elecciones libres - el trono del gobernante (no del PODER, aunque en este caso particular COINCIDEN perfectamente), se conviertió en un viva la pepa, en una carta blanca por la que pueden desbaratar, destruir y perseguir a piacere. Y encima, con la advertencia severa de que OPONERSE, PROTESTAR o RECLAMAR se convierten en ejercicios desestabilizadores o destituyentes. Ergo, debe CASTIGÁRSELOS. Y para respaldar semejante prepotencia cuentan, en primer término, con SUS MEDIOS multiplicados hasta el infinito y luego con las "fuerzas de seguridad" que han sido dejadas a su propio arbitrio para perseguir, castigar, golpear, balear, gasear y tratar de disuadir en la forma que sea, a quienes osen cuestionar la mierda en la que nos están sumergiendo.

    El plan que pusieron en ejecución siempre es el mismo. Cambió el decorado y el vestuario, pero el argumento de la tragedia sigue siendo exactamente igual. Lo que SÍ CAMBIÓ es la forma en que se encaramaron al trono: ESTA VEZ, LA DERECHA DE MIERDA FUE VOTADA.

    Creo que el votante desinformado, despistado, abombado, ingenuo o simplemente crédulo, está advirtiendo (aunque a pesar de las advertencias previas haya necesitado 10 MESES para reaccionar) que se está repitiendo la leyenda del flautista que fascinaba a las lauchas, las que terminaban arrojándose al río. En esta oportunidad no es un flautista sino una BANDA DE DELINCUENTES BIEN EMPILCHADOS y los que se están ahogando en el río NO SON LAUCHAS, SINO MILES DE CIUDADANOS ARGENTINOS.

    Ya no debemos esperar absolutamente nada más para poner un límite a este asalto depredador desvergonzado.

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  3. Qué manejo de la palabra; cuánta claridad para desnudar la hipocresía del discurso macrista y complicidad de los medios hegemónicos. Cómo luchar contra el impacto mediático que produce ver a un tipo tirando bolsos de dinero sobre un tapial, cuando el dinero sucio de Macri y sus secuaces podría llenar habitaciones enteras...

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    1. Gracias a todos por los elogios, pero es tan fácil desnudar los entuertos amarillos que no tengo mérito alguno. Quien no se da cuenta es porque mira para otro lado o es cómplice. Abrazo a todos

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  4. ������ genio Gustavo!! Tu mérito es grade!ordenas y resumís todo tan bien que uno puede digerirlo y asimilarlo hasta con agrado, a pesar del duro contenido, porque le pones condimentos como onda, humor, sarcasmo....como hacía rato bores, punto, dolina...seguí asi! Yo soy Martín kortez en el facebook, te leo hace mucho y dos de los mejores, haces un gran trabajo para concientizar a la gentey gratis, que no es poco, felicitaciones!!!

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  5. Gratis, no. Los lectores se encargan de retribuirme. Eso es más que suficiente. Aunque algunas propinas no vendrían mal.

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