La Presidenta se equivocó al usar la metáfora de los cantos de sirena. Detrás del encanto irresistible de la bellísima voz de las sirenas de Homero se escondía la monstruosidad voraz de esos bichos horribles. Encanto y monstruosidad forman un conjunto en el episodio homérico. Ulises enloquece porque puede escuchar la melodía pero permanece atado y no puede acudir al encuentro con la ferocidad de las bestias. Por eso se compara la salmodia neoliberal con los cantos de sirena, aunque ya las voces están tan cascadas y son tan insistentes que no hacen falta ataduras ni tapones de cera para resistirse a las cantinelas de los agoreros. En lo que no se equivocó CFK es en todo lo demás. Esos cantos siempre anuncian catástrofes ante cada medida del Gobierno Nacional, generalmente, en defensa de capitales transnacionales especulativos. Y sin embargo, nada catastrófico está pasando. Todo lo contrario. “Nunca nos caímos del mundo –dijo Cristina- pero el mundo se nos está cayendo encima”. No todo el mundo, sino aquél que aplica a rajatabla las recetas que benefician más al sistema financiero que a la economía real. “Que afortunados al no haberles dado bolilla” afirmó, distendida. Todo esto en el contexto de la entrega de los últimos créditos del Programa de Financiamiento del Bicentenario, que ya supera la cifra prevista de 8000 millones de pesos. Para fortalecer esta alianza productiva con el empresariado local, en breve se anunciará una segunda etapa de este programa por una suma similar. Compromiso, inversión y responsabilidad es lo que se le pide a los destinatarios de este esfuerzo que el Estado Nacional está haciendo para que el país continúe con la curva de crecimiento sostenido de los últimos años.
Sin embargo, algunos no lo entienden, a pesar de que los resultados del modelo en curso saltan a la vista. O no lo quieren entender y en lugar de invertir parte de sus ganancias para sintonizar la producción con el crecimiento de la demanda, fugan capitales, evaden, circulan dividendos en el circuito de la especulación financiera. O tal vez no pase por el entendimiento, sino por la ética. Muchos siguen con el piloto automático de la lógica expoliadora de la convertibilidad. Una sistemática acción que conduce a aumentar precios para obtener mayores ganancias en lugar de incrementar la producción. Especulación, lisa y llanamente. Una actitud que no se condice con estos tiempos.
Primero, hay advertencias. La Presidenta, desde la asunción del segundo mandato, ha sido clara en su mensaje. Todos deben acompañar el crecimiento y reinvertir las ganancias en el país para ampliar los puestos de trabajo e incentivar el consumo. Por eso CFK advierte, en cada una de sus exposiciones, que los empresarios argentinos “deberán saber que también tendrán que ajustar muy bien sus costos, porque tampoco se van a pagar precios ridículos, que pueden ser mucho más baratos en otra parte, por el solo hecho de que sean industria nacional”. También resaltó que no le asusta una buena rentabilidad empresarial, con la que colaboran los subsidios oficiales, siempre y cuando esté acompañada con la correspondiente reinversión en el país. Por si no se entendió el mensaje, lo dejó aún más claro: “En estos últimos nueve años se la llevaron con pala”.
La intervención de YPF y la expropiación de parte de las acciones de Repsol pueden tomarse como medidas disciplinarias hacia los que pretenden boicotear el rumbo elegido por el Gobierno Nacional. “Con aquellos que se portan bien, el Gobierno se porta mejor”, aclaró, por las dudas. El caso de esta empresa petrolera reveló que una facción de la burguesía nacional se asoció con un grupo extranjero para depredar los recursos, repartir dividendos extraordinarios, fugar capitales, atentar contra el peso, disminuir la inversión, entre otras acciones nocivas. Desde hace mucho tiempo, el Estado ha tomado las riendas de la economía y nada indica que pretenda soltarlas. Una pequeña muestra de ello es que en el último fin de semana largo, los titulares de los medios con hegemonía en decadencia no se dedicaron a pronosticar la falta de combustible en las estaciones de servicio. Por el contrario, el abastecimiento incrementó en un 22 por ciento la oferta de naftas y gasoil y es por eso que no dijeron nada.
Y no sólo en este rubro se muestra la indeclinable decisión de conducir la economía con un beneficio para todos. En estos días, el Ministro de Planificación Julio De Vido anunció las sanciones que recibirá la empresa Movistar por la caída masiva de su servicio ocurrida el lunes 2 de abril, que afectó a más de 18 millones de usuarios. La Comisión Nacional de Comunicaciones fijó una multa de casi siete millones de pesos y estableció un resarcimiento económico de diez pesos por cada usuario afectado. En total, esa falla técnica en las comunicaciones significará para la compañía unos 185 millones de pesos, casi el diez por ciento de las ganancias netas que obtuvieron el año pasado. De Vido sostuvo que la sanción es “ejemplificadora y preventiva” y exigió a todas las empresas del sector que inviertan más en la calidad del servicio y en la seguridad de las redes. “Las inversiones deben ser acordes con las ganancias –manifestó- no puede haber ganancia legítima sin inversiones que la apalanquen. La falta de seguridad, continuidad y calidad es lo que estamos sancionando hoy”.
Otro caso es el de la yerba. Unas semanas atrás, las principales fraccionadoras y distribuidoras pretendieron trasladar a los precios en góndola el incremento aprobado a los productores. No todo resultó como querían. La Presidenta amenazó con abrir la importación de yerba si las empresas mantenían esa actitud especulativa. Finalmente, se aceptaron las reglas y todo volvió a la normalidad. Pero el conflicto permitió hacer visible el incumplimiento del plan de inversiones en una de las principales empresas. El Ministerio de Economía le retiró al Establecimiento Las Marías todos los beneficios del Régimen de Promoción No Industrial que mantiene desde 1998. Además, deberá pagar una multa de más de 77 mil pesos y devolver el equivalente a una serie de impuestos diferidos en el marco del incentivo fiscal.
Y el último ejemplo de amonestaciones por no cumplir las reglas es el del diario Clarín. El 5 de julio del año pasado, La Presidenta firmó el decreto 936/2011, que prohíbe “los avisos que promuevan la oferta sexual, con la explícita o implícita referencia a la solicitud de personas destinadas al comercio sexual por cualquier medio, con la finalidad de prevenir el delito de trata de personas con fines de explotación sexual y la paulatina eliminación de las formas de discriminación de las mujeres”. La Oficina de Monitoreo, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, emitió cinco apercibimientos al matutino, que fueron desoídos sistemáticamente. Por el contrario, a pesar de haber retirado de los clasificados el famoso rubro 59, en las páginas de Clarín aparecen más de 400 publicaciones diarias de oferta sexual encubierta en rubros como salud y belleza, oficios y ocupaciones varias, solos y solas. Por el incumplimiento reiterado de una prohibición tan clara, el pasquín de tirada nacional deberá pagar 362.534,40 pesos, lo que le permitirá a sus escribas sentirse perseguidos y censurados por unos días.
Especulación, desaprensión, descuido, incomprensión. En otros casos, también provocación o tanteo de los límites. Por lo que sea, el Gobierno Nacional está dispuesto a hacer cumplir las reglas del juego. El objetivo es construir una economía que esté al servicio de todos los argentinos y no de unos pocos. Si no se entiende el mensaje –o no se quiere entender- quedarán fuera de este juego. El manual de instrucciones está a la vista y la historia reciente demuestra que está dando buenos resultados.
Estoy de acuerdo en todo menos en lo de los avisos, que es una estupidez por haber "comprado" el paquete cerrado de cierto feminismo rancio. Dejen a las chicas trabajar. La trata y la esclavitud no se combate así.
ResponderBorrarSuprimir los avisos de oferta sexual no atenta contra el trabajo de las chicas, sino que evita que otros se llenen de plata a costa de ellas. De cualquier modo, sería bueno que el cuerpo femenino y masculino deje de ser objeto de consumo. No es "feminismo rancio" sino conquista de derechos.
BorrarDiscrepo con puertacine. La ideologìa no debe confundirse con la normativa. Por màs que no le guste a quien sea se debe cumplir. Las amonestaciones deben seguir. A los tamberos tambièn los afanan los acopiadores.
ResponderBorrarHay que seguir así, "Sin prisa pero sin pausa".
Tenemos un Estado K, keynesiano, que empìeza a cumplir con su rol específico : intervenir para evitar abusos. Esa es la función primodial del Estado : evitar que en las sociedad rija la ley del más fuerte, evitar que el chico se coma al grande ... tanto en la vida social como en economía... Un Estado que no se mete en la economía es un Estado que da completa libertad al zorro en el gallinero. Sólo podemos reprocharle una cosa al Estado kirchnerista : que no intervenga MÁS ... Como dice el comentario anterior: Sin prisa pero sin pausa ... Vamos por más...
ResponderBorrar"El cuerpo como objeto de consumo" es un concepto tan abstracto que no dá para normativas, a menos que estemos hablando de esclavos. Estoy de acuerdo en que el estado intervenga, pero no en la vida privada de las personas adultas. La normativa de los avisos, cuanto menos, no dá en el fondo del problema y generaliza una confusión sin dejar claros los límites. Si una persona dá masajes, cómo los dá, de qué manera, no es asunto del estado.
ResponderBorrarPrimero, la cuestión de los masajes es relativo, porque detrás de eso se esconde la oferta sexual. Los masajes, en todo caso, tienen que estar habilitados por una institución. Pero el problema no pasa por la vida privada de las personas, si no por la posibilidad de negocio por grandes empresas. El cuerpo como objeto de consumo no es una abstracción, sino una cosa muy concreta. El Estado no interviene en la vida privada, sino en los negocios públicos. El Estado no prohibe la prostitución, siempre y cuando el beneficiado sea sólo el trabajador sexual.
BorrarEl comentario de puertacine hace gala de la misma abstracción politico-ideológica que critica. Estira el significado de la norma hasta quitarle todo su valor. Podemos escribir varios volúmenes -aunque ya lo habría dicho antes Foucault- y seguiríamos en el plano de la especulación teórica. La cuestión es sencilla: la oferta sexual en los diarios no incrementa el trabajo y bienestar de las compañeras prostitutas sino que engorda los bolsillos de los cafiolos como Clarín. Cafishios de tercera mano que ni siquiera se dedican a una supuesta protección y agremiación de las prostitutas sino que sólo embolsan buena parte de los dividendos que producen esos cuerpos consumidos socialmente, sin que ese usufructo redunde en un beneficio para l@s trabajador@s sexuales. Parece ignorar que la prostitución no es sólo cosa de mujeres, ni siempre es trabajo. Parece ignorar que sólo la explotación de esos cuerpos puede generar la masa de dinero que paga esos avisos. Parece ignorar, en definitiva, que en la prostitución es donde más claro se ve al cuerpo enajenado como mercancía. ¿De qué abstracción me habla? ¿Del dinero que se maneja o del cuerpo mercantilizado? La peor abstracción es separar la teoría de la praxis. Creo, y con esto termino, que puertacine mea fuera del tarro.
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BorrarEste comentario ha sido eliminado por el propio autor. Aclaro esto para que no se piense que el autor de estos apuntes censura a los comentadores
BorrarNo es mi intención prolongar este debate. Sólo aclarar primero que lo que todos queremos es que no se vulneren los derechos de nadie, eso no se duda. Si la medida sólo afecta los beneficios de clarín, me parece muy bién, aunque con dudas, podemos dejar ese tema a un lado. No ignoro ninguna de las cosas concernientes a las situaciones injustas e intolerables, y me parece bien si la intencionalidad de la medida apunta a contener la industrialización y por ende la explotación. En lo demás sólo veo contradicciones e interrogantes. No conozco ningún trabajo que no se haga con el cuerpo. Separar la teoría de la praxis es no reconocer que el límite donde una persona deviene de sujeto a objeto, no está dado por la actividad que -paradójicamente- "ejerce", ni creo, por la existencia de avisos, aunque quizas sí, en el imaginario. El centro de mi cuestionamiento también es sencillo: si se ataca la "oferta sexual", no se está atacando específicamente la trata. Es decir, no soy yo el que estira el significado, justamente, lo que cuestiono es que esté estirado. Hay una actividad que es lícita, pero no es ofertable. Los interrogantes son múltiples. Este debate no lo inventamos nosotros obviamente, cuando lo he visto, siempre ví mujeres discriminando a otras mujeres por sus elecciones. Si fuera por la parte masculina, parece que a nadie le inquieta demasiado. Y este debate es previo a cualquier posición política y normativa de gobierno. Hasta aquí llegué. Saludos.
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ResponderBorrarEste comentario de Perra Intelectual fue suprimido porque repetía su mismo comentario anterior, quizá por un error en la manera de colocarlo. La discusión con Puertacine omite algo importante: el incumplimiento de un decreto presidencial. Respecto a la prostitución, sería bueno que nadie se vea obligado a ejercerla porque el sexo, desde todos los lados posibles, debe ser un placer y no un negocio o una necesidad con tarifa.
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