Muchas veces se ha resaltado en estos apuntes la importancia de las transformaciones que estamos protagonizando en estos años. Transformaciones que no pasan solamente por la holgura que gran parte de los trabajadores siente en su economía doméstica. Hay mucho más que eso. Como nunca antes, hay futuro, sin amenazas a la vista, salvo el accionar de algunas hienas en retirada. Pero ya no tienen demasiada capacidad de daño porque aprendimos a conocerlas mejor, a evitar sus pestilentes dentelladas, a ignorar sus persistentes y disonantes ladridos. Además, estamos comprendiendo las ventajas de actuar como un conjunto y eso nos da una potencia difícil de mitigar. Desde hace unos años, comenzamos a experimentar la alegría de la construcción colectiva y poco a poco nos despojamos del piyama que nos ataba a la pesadilla neoliberal. La nuestra es una historia de recuperación y eso significa que nosotros también nos recuperamos. Por eso nos sentimos enormes, inflados de orgullo, tan sonrientes que corremos el riesgo de que se nos vaya hacia atrás la cabeza, como si fuese la tapita de un alhajero. El viernes pasado, La Presidenta anunció la promulgación de la ley 26741 que establece la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF. Al día siguiente, este ignoto profesor de provincias participó de “La Primera Jornada de Comunicación Popular”, organizada por Kolina del Riachuelo. El orgullo por lo recuperado atravesó las ocho horas de debate y sirvió como un poderoso impulso para seguir avanzando por todo lo que falta.
Si el uso de las redes sociales y blogs puede considerarse o no militancia política no puede resolverse fácilmente, ni tampoco hace falta. Lo importante es que exista y tenga su efecto. Lo demás es cuestión de nombre, no de existencia. Cuando surgió facebook estaba destinada a convertirse en vidriera, en competencia numérica, en la exposición pública de las insignificancias individuales. Algo similar ocurría en los blogs, con algo más de rigor y elaboración. Sin embargo, poco a poco, esta herramienta fue copada para un uso imprevisto: la discusión política y el fortalecimiento de una interesante contracultura mediática. Los estáticos receptores se transformaron en activos lectores. La exposición de la individualidad se convirtió en un bullir de subjetividades con intenciones colectivas. Millares de usuarios comprometidos crecen y comparten su propio crecimiento con los otros. Entre todos desenredamos la información para desmalezar el camino. La red difunde desmentidas, imprecisiones, ampliaciones, ocultamientos. Y también difunde argumentos, ideas, propuestas, desafíos. No es casual esta explosión comunicativa ni la dinámica de este intercambio: hay un entusiasmo para compartir y muchos logros para celebrar. En la red hay ciudadanos que encontraron un rol, que recuperaron la voz, que confluyeron con otros. Ya no son individuos que disfrazan su soledad con un simulacro de participación superficial. En la red hay ciudadanos que aprendieron a consolidar un contra poder a través de una construcción horizontal, colectiva y completamente democrática. Aunque Jorge Lanata trate de demostrar la escasa influencia y confiabilidad de Tweeter con denuncias insignificantes.
La jornada organizada por la agrupación Kolina de la Comuna 8 de la CABA proponía analizar la importancia de los blogs y las redes sociales como herramientas en esta batalla cultural contra los medios con hegemonía en decadencia. Una de las conclusiones más importantes fue que las redes sociales cobraron trascendencia porque se llenaron de política. Gerardo Martínez, autor del blog “Tirando al medio”, sostuvo que “los grandes medios no dimensionaron la importancia de las redes”. El filósofo Dante Palma, del blog “El infierno del Dante”, explica que el periodismo ya no es el cuarto poder porque el periodista deja de “representar a los ciudadanos ante los otros tres poderes para representar otra cosa”. También afirmó que el kirchnerismo comienza en 2008 cuando se ponen en evidencia los intereses defendidos por los medios dominantes. Javier Garín, de “derechoshumanosxjaviergarín” y miembro del Foro Nacional de Derechos Humanos, destacó que “antes militábamos contra el gobierno pero ahora militamos con el Gobierno”.
No es la intención hacer una detallada crónica de lo acontecido en ese encuentro. Consultar los blogs amigos “Mirando hacia adentro” de Adrián Corbella o “Redacción Popular” de Raúl Isman resultará más productivo. En su modesta exposición, el autor de estos Apuntes señaló que, aunque falta mucho, la batalla cultural se está ganando y es por todo lo expuesto hasta ahora. No sólo porque miles de usuarios transgredieron las fronteras del uso pergeñado para las técnicas digitales, sino porque, en la infinita interrelación surgida a partir del pensar político, los individuos se han convertido en ciudadanos.
Pero todo el mérito no es esencialmente de las redes sociales o de los argentinos que difunden sus ideas por ellas. Lo más importante es que hay algo para compartir y es el apoyo a un Gobierno que, por primera vez en mucho tiempo, está del lado de los representados y en su acción nos enseña cómo constituir un país más sólido. Néstor Kirchner sacudió nuestra modorra y nos sorprendió con medidas insólitas y sumamente comprometidas. Ante un país en ruinas, expuso a un pueblo el camino para reconstruirlo. Y su sucesora –mucho más que eso, por supuesto- supo profundizar esa tarea y construir un fuerte apoyo a pesar de los asedios carroñeros. El viernes, junto al anuncio de la Ley de re estatización de YPF, Cristina demostró su capacidad indiscutible para dar sentido a cada acción dentro de un conjunto.
Ante cada exposición, eleva el tono del compromiso y trata de sumar comprometidos para construir ciudadanía; interpela duramente a los individuos que no han comprendido, ya sean dirigentes sindicales o algunos empresarios que continúan con la lógica especulativa y extorsiva; plantea desde siempre a la economía como un servicio a la sociedad y constituye un Estado que garantice esa relación. Por momentos, CFK asume un rol docente –y muy bien por cierto- para mostrarnos cómo seguir y hacia dónde. En cada discurso, exhibe un compromiso profundo e irrenunciable. También inagotable. Sobre la YPF que vendrá administrada por el Estado, aseguró que no va a ser fácil recuperar el autoabastecimiento y remató “que las cosas fáciles las hagan otros, nosotros estamos para las cosas difíciles”.
Un indicio de que hay mucho más por delante, que esto no se termina ni hay amenazas de retroceso y que, a pesar de los momentos duros vividos en los primeros años de mandato y el profundo dolor por la muerte de Kirchner, el camino emprendido promete un horizonte luminoso. Y los usuarios de las redes y gestores de blogs diremos presente a la hora de desmentir, difundir o defender. También a la hora de aportar herramientas y argumentos a los militantes territoriales para apoyar este modelo y señalar a sus detractores. Porque este camino es de todos y para todos. Y la mejor manera de consolidarlo es pensar en el conjunto. El país que soñamos no se construye con individuos adormecidos por el opio neoliberal sino con ciudadanos bien despiertos y decididos a caminar en comunidad.
me lo llevo y mañana lo subimos abrazo
ResponderBorrarEmociona. Lo subo. Ariel se me adelantó, por lo que veo. Es un viejo perro de presa digital, un sabueso estilo Sherlock Holmes, o Columbo, para ser más moderno.
ResponderBorrarEste país no se arregla solo con un loco y una loca. Hacen falta más locos que se animen . En eso estamos ...
http://adriancorbella.blogspot.com.ar/2012/05/de-individuos-ciudadanos-por-gustavo.html
ResponderBorrarVER IMAGEN
Es bueno lo digital pero debe consolidarse con la piel, el contacto personal. Para sudar la camiseta hay que unirse y militar personalmente. Obviamente no dejo de emocionarme por la agrupación Kolina y lo que se ha logrado materialmente gracias a la militancia digital. Seguir así es proyectarse al futuro y hacia el éxito.
ResponderBorrarMuy buena pùblicación.