Con
Macri en La Rosada, hemos perdido la
virginidad en muchos aspectos. Jamás habíamos tenido un Primer Mandatario involucrado en más de 200 causas desde
mucho antes de asumir. Nunca antes un presidente entrante había extirpado
horas al saliente, salvo en los golpes
de Estado. Tampoco existe en nuestro álbum a alguien de tan desvergonzada impronta empresarial ni
tan obscenamente imperial. Menos aún tan despectivo, mentiroso y destructivo.
Hipócrita, además. Pero, por sobre todas estas cosas, nunca habíamos tenido a tan excelente actor sentado en el Sillón de
Rivadavia, que ahora parece ser de
Balcarce. Tan buen actor que muchos están empezando a despreciar ese personaje
de muchacho extraviado pero bien plantado, rico pero campechano, enérgico
pero bondadoso. Estos son los riesgos de elegir globos inflados por el machacón aire viciado que los medios dominantes
soplan a diario por las orejas de un público cautivo.
Y
lo siguen haciendo al intentar minimizar la vergüenza internacional que
significa tener un Presidente con
cuentas en paraísos fiscales sin haberlas declarado. Esto no es una pavada.
Hasta el New York Times considera –horrorizado- que es el caso más grave de los revelados por los Panamá Papers. Revelaciones
tan trascendentes que han desembocado en la renuncia del Primer Ministro de
Islandia y tan indignantes que miles de ingleses han salido a las calles para
exigir la dimisión de David Cameron. Todos
los medios del mundo están escandalizados con los mandatarios con intenciones
de fugar divisas, mientras los nuestros siguen con las telenovelas de
siempre, las fábulas que desde hace años
envenenan el sentir de muchos argentinos.
Por
primera vez tenemos un Presidente off
shore que –con toscos disimulos- sólo representa a empresarios ansiosos de fugar divisas como han hecho siempre,
aunque muestren interés por el desarrollo del país. Empresarios que, desde que la
última dictadura inauguró el más brutal neoliberalismo, han fugado un monto similar al de nuestra deuda
externa. Fuga que nunca se ha podido impedir. Tampoco recuperar las cifras
que descansan a salvo en el menú de paraísos que dispone el mundo. Y Macri forma parte de ese empresariado que
acrecienta sus fortunas a costa de nuestro empobrecimiento. Lo ha sido
desde siempre y por eso intentó, apenas asumido como Jefe de Gobierno porteño, convertir la CABA en un paraíso fiscal.
Una ley porteña –la 2875- sancionada en octubre de 2008 proponía la creación de
un Registro Público de Comercio y Contralor de Personas Jurídicas, artificio necesario para crear cuentas off shore. Una norma que fue frenada
por una medida cautelar presentada por la entonces fiscal general ante la
Cámara Nacional en lo Comercial. Decir
el nombre aclara los enconos que ha manifestado Macri desde el momento en que
triunfó en el balotaje. Alejandra Gils Carbó, la actual Procuradora General
de la Nación, impidió esta maniobra y por
eso él, que la considera militante, quiere castigarla como sea.
Las mentiras y sus patas
Nunca
antes nos habíamos topado con algo similar: un entramado tan peligroso camuflado con una densa filigrana de
mentiras. Detrás de cada palabra oficial se esconden cientos de falacias. Cuando logramos de-construir una, otras
nuevas nos esperan; al quitar una máscara, encontramos otra más. Como si fueran horripilantes mamushkas de
un amarillo arrollador. Las sonrisas de pasta dental abundan en los rostros
PRO, pero ya no resultan tan dulces y
fiables como durante la campaña, sino siniestras.
Mientras
el Gran Equipo actúa como si nada pasara, nuevos datos despuntan una añeja
sospecha: Héctor Magneto, Mauricio Macri
y Paul Singer son socios en el extranjero, aunque acá aparenten actuar por
separado. Y detrás de ellos, se escuda un acaudalado grupo que no se
detiene en el miserable afán de incrementar sus suculentas fortunas. Estos son
los que se han beneficiado con cada una
de las medidas que Macri ha tomado hasta ahora y los que se seguirán
beneficiando con las que vendrán. Por eso intentan, como sea, minimizar el
escándalo. Por eso, las principales estrellas de Cambiemos tratan de
convencernos de que todo ha terminado. Por eso, Guillermo Marijuán acusó a
La Presidenta a partir de los dichos de Leonardo Fariña. Por eso, el juez Claudio Bonadío espera a CFK en una
cita absurda. Por eso, los medios
hegemónicos están enloquecidos.
Así
pasan las mentiras, tan consecutivas que
atropellan la comprensión. Desde que asumieron, los despidos en diferentes
áreas del Estado han sido una constante. Con
el objetivo de ahorrar recursos y con las excusas más demonizadoras
–ñoquis, grasa militante, estorbo- han echado a miles. Con gesto severo, evocan
la tenebrosa frase de la dictadura “achicar
el Estado es agrandar la Nación”. Sin
embargo, todo es simulacro. No están ahorrando nada. De acuerdo al Boletín
oficial, hasta el 10 de diciembre había 71 secretarías de Estado y ahora hay
88; de 165 subsecretarías que había antes, ahora hay 205. No están reduciendo el número de empleados estatales; sólo están
cambiando las camisetas. Lo preocupante, como siempre, es que no lo dicen.
En
todo está el cinismo. “Me duele tomar las
decisiones necesarias para ordenar el desaguisado heredado, pero es el camino de la verdad”, recitó
Macri en una de sus actuaciones de
esta semana. El desaguisado lo están generando ellos con sus medidas y no es el
camino de la verdad, sino el de la catástrofe. La inflación que se ha
cuadruplicado desde la asunción del empresidente
no es el resultado de la Pesada Herencia y hasta ellos mismos lo
reconocen. Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, confesó que “es posible que el régimen de metas de inflación implique en lo inmediato mayores
dificultades, pero llevará a un esquema más sostenible en el largo plazo”. Una
especie de sufra ahora y disfrute
después, con el que nos han engañado
tantas veces los economistas del establishment.
Sin
dudas, lo único que puede sostener el accionar gubernamental es la mentira
porque cualquier proximidad con algo veraz los aniquila,
como si fueran vampiros ante la luz del sol. El viernes pasado se realizó la
157 audiencia de la CIDH de la OEA, en Washington, donde las organizaciones que
confluyen en la Coalición por una
Comunicación Democrática presentaron argumentos en contra de las políticas
del Ejecutivo respecto al sistema de los medios. La comunicación como derecho está en peligro con la impronta mercantil
que impone el PRO. Ante la sólida postura de los defensores de la Ley de
SCA -aniquilada por la gerencia de Macri- el secretario de Derechos Humanos y
Pluralismo Cultural, Claudio Avruj sólo
pudo balbucear falacias. Indiferente a la seriedad del lugar, declaró que
la política en materia de medios de CFK “estuvo
dirigida enteramente a imponer la
hegemonía comunicacional del gobierno nacional por sobre la pluralidad de
voces que exige todo sistema democrático”. Mentira, pues si lo hubiera
logrado, al menos en una cuarta parte, ellos
no estarían gobernando el país. Pero después, vino lo peor. Sin ponerse
colorado, denunció que esas políticas llevaron a que hubiera “periodistas
hostigados y encarcelados” y agregó el latiguillo de la cadena nacional
y alguna pavada más. ¿Periodistas hostigados y encarcelados? ¿No es, al menos, irresponsable mentir de
esa manera ante un organismo internacional con carácter tribunalicio?
Los
amarillos ganaron gracias a las mentiras y por ellas se sostienen. Aunque legales en apariencia, a todas
luces, son un fraude. Una pandilla de farsantes que ejecuta una venganza de clase. Una tropa de técnicos cuadrúpedos dispuesta a ejecutar un experimento
siniestro. Una oligarquía con trajes más modernos que ansía succionar un poco más de nuestra sangre. Estos son los
horripilantes rostros que se esconden detrás de la máscara de Cambiemos. Esta es la verdad cuando se desmonta el simulacro. Las mentiras
tienen patas cortas, sólo hay que
esperar que no provoquen muchos estragos cuando se tropiecen.
Verguenza internacional para usted es una cuenta en el exterior, pero no lo fue que hayan asesinado a un fiscal de la nación un par de días antes de declarar en el congreso. Tampoco que otro fiscal denuncie amenazas por haber imputado a la ex presidenta. Seguramente usted sea de los que mañana van a Comodoro Py a presionar a la justicia para defender a una delincuente que tiene que ir presa. Ojalá que sea pronto. Ella, usted, y todos los que van mañana a presionar a la justicia son la lacra de este país.
ResponderBorrarNadie asesinó a ningún fiscal. Por ahora, de acuerdo a las pericias, es un suicidio. La mala información lo ha convertido en un asesinato. Las amenazas a Marijuán fueron hechas por el padrino de sus hijos, tan truchas que sólo un trucho las puede tener en cuenta.
BorrarCreo Gustavo que te equivocaste, fue precisamente Rivadavia el primer gran delincuente.
ResponderBorrarEn ningún momento hablé bien de Rivadavia. No es ningún prócer, sólo el dueño del sillón presidencial.
BorrarTal cual Gustavo, pero mientras ellos se resquebrajan(el buitre"amigo" ya reclamo ) nosotros recibimos el oxigeno q necesitabamos , a CFK esplendida y recorriendo las trincheras.ABZO
ResponderBorrarjuan pierantoni