El 21F demostró su potencia, más allá de Moyano. Aunque las
provocaciones oficialistas brotaron desde varios flancos, la violencia no estuvo presente. Ni tampoco los borrachos de tetra o birra que buscaban los medios cómplices del saqueo amarillo. El descontento
por casi todo desbordó la 9 de julio, a pesar de los intentos del Gerente y sus
secuaces por desalentar la adhesión. Un torrente opositor que no tiene una sola
bandera, sino la voluntad de torcer un
rumbo que está deteriorando la vida de la mayoría para multiplicar los privilegios de una minoría que no necesita nada.
Como fue más gente de la que
calculaban los organizadores, los medios hegemónicos se preocuparán por mostrar los micros utilizados para acarrear a fuerza de choripanes o por pasar a otro tema lo más rápido posible.
Desde hace unos días, instalaron en sus enloquecedoras pantallas la idea del
Moyano corrupto que descansaba en el congelador desde su ruptura
con Cristina en 2011. Con la ingratitud que caracteriza a la oligarquía,
olvidaron cuánto contribuyó el camionero en la Operación
Desgaste con los paros por ganancias durante el último gobierno
kirchnerista, el intercambio de flores con Macri y la inauguración de la
estatua de Perón que lo avergonzará por
siempre. No fue el único funcional al camino del Cambio, pero ayudó
bastante.
Cosa de no creer pero al Macri de
antaño le gustaban las protestas de
Moyano. "El paro y la
movilización convocados para el próximo miércoles son un llamado de atención para la Presidenta", decía el Jefe
de Gobierno porteño en 2012. En
cambio ahora lo acusa de ser mafioso. Justo él habla de mafias, que tomó para
su agrupación política la sigla PRO, la
misma que utilizó la logia italiana P2 para su sucursal en Argentina. Él,
que fue perdonado por la Corte Suprema
menemista de la condena por contrabando de autopartes. Él, que confabula
con los poderosos y aprieta, soborna y
amenaza a los que no obedecen sus caprichos. Un presidente con chomba que
se siente un ciudadano más pero con la
autoridad suficiente para retar a los jueces que no acatan la nueva
doctrina del fusilamiento exprés.
El Macri de hoy apuesta al diálogo, que no es más que el acatamiento a su plan de profundizar la
desigualdad y sacrificar nuestra
soberanía al establishment mundial. Tanto que invitó a los sindicalistas
dóciles a un viaje por Europa para flexibilizar
la condiciones laborales a fin de tentar inversiones en nuestro país. Tanto
que el Ministerio de Trabajo apeló la resolución de un juez chaqueño de aplicar
la cláusula gatillo a los bancarios, antes
que los dueños de los bancos que deberán pagar los incrementos. ¿Qué
diálogo puede haber con los que conquistaron La Rosada gracias a promesas que
no pensaban cumplir y siguen engañando
con medidas que jamás beneficiarán a la mayoría?
Guía
para la incomprensión
Ellos dicen que no entienden,
aunque no es más que una pose. Si la
inflación no para de crecer, las inversiones no llegan, el déficit comercial es
histórico y los negocios o fábricas que no cierran están a punto de hacerlo, ¿qué es tan difícil de entender? No
entienden el procesamiento a Chocobar, si actuó de acuerdo a una nueva doctrina que no dialogaron con nadie y se contradice con
la Constitución y el Código Penal. Ni tampoco dónde está el problema de reprimir y asesinar mapuches por la espalda,
si molestan los negocios de los terratenientes foráneos. No entienden por qué las cosas salen mal si están haciendo las cosas
bien.
El Jefe de Gabinete, Marcos Peña
consideró que a los sindicalistas que convocaron el 21F “los une una mirada opositora
con Moyano, el kirchnerismo y la izquierda. No hay una consigna clara”. Una
observación muy lúcida, sobre todo de
alguien que forma parte de una fuerza política que allanó su camino a fuerza de cacerolazos inspirados en patrañas
mediáticas: cacerolazos por el dólar, por el miedo, por la fragata, por el
deseo de preguntar y hasta marcharon bajo la lluvia para convertir un suicidio en un crimen político. Y en el colmo del
cinismo, agregó que “desean que este
gobierno fracase porque les cuesta explicar su patrimonio”, cuando el fracaso lo están construyendo
Ellos con sus medidas y las cuentas off shore sin declarar salpican a casi
todos los funcionarios.
Eso tampoco lo entienden: ¿cuál
es el problema de esconder patrimonio en paraísos fiscales? El caso de Valentín Díaz Gilligan es
emblemático. Primero, negaron y se abroquelaron como escuderos del cómplice de un evasor, pero después aceptaron la
renuncia para simular honestidad, como
el decreto anti nepotismo por el que sólo dimitieron doce familiares. Con este episodio, se entramparon solos.
La renuncia del funcionario es un
reconocimiento de la anomalía en la que muchos están involucrados, hasta el
propio Macri. Eso sí lo entienden, pero
no dicen nada para no alborotar el avispero.
Ellos no entienden por qué las
protestas y movilizaciones se están
haciendo cotidianas en casi todo el país pero la explicación la da uno de sus aliados: el gobernador
mendocino y presidente del radicalismo, Alfredo Cornejo, en una cumbre
partidaria, expresó la necesidad de “un
incremento de la cantidad y calidad del empleo, sostener un fuerte consumo interno, que baje la inflación más
rápido y que la deuda que tomemos sea exclusivamente
para infraestructura y no para gastos corrientes”. En síntesis, que hagan todo lo contrario de lo que están
haciendo. Por eso las protestas, pero Ellos no entienden.
El ministro de Hacienda, Nicolás
Dujovne –que dura más de lo esperado- salió a defender el modelo que nos está llevando al desastre. Como para que
nadie dude de qué lado está, salió a pedir “prudencia
en las paritarias” y desalentó el uso de la cláusula gatillo que sí
aplican para los especuladores de las Lebacs. Y para anticipar lo que se
viene, arengó que “vale la pena estar expuestos al riesgo global si eso implica estar más
integrados al mundo”. Claro,
porque Ellos no padecen las crisis financieras; al contrario, se enriquecen más. Y, sin recibir el mote de ‘soberbio’
que utilizaban con CFK, esputó que tienen “muy
claro lo que estamos haciendo y estamos convencidos”. Por eso, son cada vez más los que se están ‘desconvenciendo’.
Si no entienden, una síntesis
puede ayudar: las promesas incumplidas a
conciencia, la honestidad que no tienen, el desparpajo con que desmantelan el Estado a favor de los
privados, la concentración económica que alientan, el despojo a los bolsillos con los tarifazos, la transferencia
hacia los más ricos, las mentiras constantes, el endeudamiento innecesario, el desprecio hacia los trabajadores y
porque cierran escuelas en lugar de inaugurar nuevas. Y el engaño a los jubilados –“nuestros
queridos abuelos”, como decía el Ingeniero en campaña- no sólo con la quita de medicamentos, reducción de las
prestaciones, la Reparación Histórica y la nueva fórmula de movilidad –que les
hace perder contra la inflación- sino también con la discriminación hacia los que completaron aportes con moratoria.
¿Acaso los que saldan sus deudas con el fisco en cuotas son menos ciudadanos que los que están al día? El ajuste es tan
despiadado que hasta serruchan los
subsidios por discapacidad.
Ellos no entienden, pero tanto en
las canchas como en los ascensores están evocando a la madre del empresidente. No para destinarle piropos, precisamente, sino para manifestar lo que el Gran Equipo se empecina en no
entender.
mil gracias por tu "guía para la incomprensión"un poco de cordura me da esperanza para no "perderla", besos u comparto
ResponderBorrarHay un problema, Gustavo, tenemos una mirada muy sesgada y no nos llama la atención - peor, nos alegra - que se junten 10 millones de ingratos a putear al virrey, el que, pobrecito, expone su averiada anatomía a los sinsabores de manejar este paisucho inmanejable.
ResponderBorrarNi usted ni yo nos animaríamos a jugarle un partido de nada a la ministra de locademia de inseguridad, él sí, y no tiene miedo a que le aplique la doctrina chocobar por un mal saque, una pelotita dudosa.... héroe cívico, y el pobre se hernió o algo así, claro, los malpensados encima pretendemos que trabaje.... ¿queemos que se infarte?, sí, mejor no contestar esa pregunta, aunque tenga cierta "atractividad", no?.
Lo notable - además de valioso - es esa capacidad de juntar apoyo, de movilizar al parque jurásico al Obelisco. así sean 4, van sin bondi, sin chori, sin coca, sin nada, sólo entusiasmo por chocobar y ni una, sola, solita, excusa para apoyar esta porquería.... digamos la verdad, es admirable, al menos éso dice un amigo psiquiatra, que entiende más que yo de estas cosas.
No sé bien que entiende usted cuando dice que el amarillaje "no entiende", mi impresión es que entienden muy bien, ¿sabe qué pasa?, el mandato es breve, la fecha de vencimiento se acerca rapidito y todo el tiempo es poco para éso de "a afanar que se acaba el mundo....". Lo demás es decorado y durancito el apuntador.