Como ya sabemos, los ejecutores
del Cambio usan un lenguaje muy gourmet
para los indigestos platos que nos convidan. Al blanqueo de capitales le
dicen Reparación Histórica; al desguace del Estado, reestructuración; a los
tarifazos, rebalanceo; al cierre de fábricas, reconversión y a las changas de subsistencia, cerveza artesanal. Así encantaron al
electorado, que pensó que era algo nuevo. Tan nuevo que no les alcanza el
vocabulario y necesitan inventar
términos extravagantes y cacofónicos. Tanto que, aunque de espirituales
tienen poco, se enclaustran en un retiro para diseñar otros versos que sostengan la tambaleante imagen gubernamental.
Eso sí: la creatividad sale cara.
Mientras el Gran Equipo serrucha a mansalva y pregona austeridad, esas bocas
que recitan pavadas ingieren en un solo
día lo que una familia de ingresos medios en más de una semana. Como si
esos pequeños espíritus habitaran en elefantes, el servicio de catering costó 2175 pesos por cabeza. “Y lo pagamos entre todos”, como
vociferaba la prensa oficialista cuando
era opositora. A pesar de semejante gasto público, no salieron más sabios.
Ante unos periodistas de la
National Geographic, el empresidente Macri
mencionó las “atractividades” de
Argentina y así nos integra al mundo, con
invitaciones coloniales y neologismos
que no convencen a nadie. Un fallido más del mandatario que en dos años nos ha colocado entre las tres economías
más miserables, junto a Sudáfrica y Venezuela, de acuerdo al reciente
informe de la agencia Bloomberg. Miserable no
por falta de recursos sino por la inflación y el desempleo, cuyos índices
no paran de crecer desde la asunción del Ingeniero. Un podio al que hemos
accedido por la distribución regresiva
del ingreso que efectúan los miserables que nos gobiernan.
Tan miserables que aceleran el
saqueo antes de que se despabilen
casi todos los que los votaron. Como el primo de Marcos Peña Braum, Alejandro
Braum Peña, que a pesar de las intimaciones –tímidas- del Ministerio de Medio
Ambiente, sigue desmontando bosques
protegidos, poniendo en riesgo a más de 17 familias wichi. Después hablan
del daño al ecosistema y el desarrollo sustentable. O salen a disfrazar su cinismo con obviedades costosas,
a la manera de Macri al declarar, después del retiro: “este encuentro tiene como objetivo promover, revalidar el valor del equipo, de compartir. El conjunto es más
importante que el individuo”. Lo que
comparten es la impunidad porque los individuos de este equipo sólo saben
succionar lo que produce el conjunto. Y esto no es un exabrupto del
teclado, pues se evidencia con la proliferación de cuentas off shore a nombre de los que se presentan como
honestos y transparentes. Lo que es motivo de renuncia en funcionarios de
muchos países, acá merece palmadas en la
espalda y una sonrisa socarrona.
El
honestismo hace aguas
Muy bien eso de la lucha contra
la corrupción. Desde hace años está en nuestra agenda y es la causa de todos los
males del país. Pero, para el imaginario colectivo ‘corrupción’ tiene un solo apellido: la política, aunque representa
un mínimo porcentaje del dinero ilegal que
circula por el mundo. Las operaciones ilícitas de las corporaciones globales y
de los grandes empresarios ocupan el
primer lugar y el porcentaje da pavor. Sin embargo, la evasión impositiva,
el lavado de dinero y la especulación no
indignan a la sociedad tanto como el robo de una cartera en la vía pública,
aunque los montos sean infinitamente superiores.
¿Por qué la búsqueda de una
bóveda en la Patagonia se convierte en una condena para el sospechoso y el hallazgo de una empresa no declarada en
una cueva fiscal pasa como si nada? ¿Por qué cuesta tanto explicar que una sociedad
en Bahamas o Islas Caimán es lo mismo
que un bolso lleno de dinero? Más aún cuando las bóvedas no fueron
encontradas pero las cuentas off shore
de los funcionarios PRO brotan en cada filtración desde foros y medios
internacionales. En parte, la imagen parece ser todo: un fiscal excavando como
un arqueólogo o un equipo de la policía científica buscando dinero oculto en un
dragón de metal impactan más en el
telespectador. El video de un empresario contando billetes se convierte en
un acto delictivo que termina en la cárcel. En cambio, una cuenta off shore es tan abstracta que no brinda la posibilidad de
la imagen, salvo con paisajes de ensueño.
Pero hay algo más grave que
involucra cierta mirada aspiracional de los sectores medios: la evasión
impositiva de los ricos es tomada más como
una picardía necesaria que como un
delito que nos perjudica a todos. Por eso, el Subsecretario de la
Presidencia, Valentín Díaz Gilligan puede
afirmar con desfachatez que el millón de euros encontrado a su nombre en Andorra es “de un amigo que tenía problemas con el
fisco”. O que el ministro de Finanzas Luis Caputo se beneficie con los bonos de deuda que él mismo emite. O que casi
todos los funcionarios operen para hacer dinero desde el Estado. O que el buen Mauricio aparezca en más de 40 cuentas en paraísos fiscales
y sea el anfitrión de la próxima Cumbre del G 20, donde los presidentes buscarán la manera de combatir esas formas elegantes de esconder fortunas.
Todo bien, total está la diputada militante PRO Laura Alonso al
frente de la Oficina Anticorrupción para tranquilizar
a los desconfiados. Además, la Unidad de Información Financiera –que se encarga
de detectar el lavado de dinero- está a
cargo de abogados provenientes de bancos que facilitan el lavado de dinero.
Y la Justicia es tan independiente que
otorga un sobreseimiento exprés a
los funcionarios oficialistas pero dictamina prisión a perpetuidad a los del
gobierno anterior, aunque no hayan
encontrado dinero en cajas de zapatos ni en bóvedas. Siempre estará a mano
el extraño video de José López escondiendo bolsos con dinero termosellado del
Tesoro norteamericano.
Y si algún magistrado se atreve a
imputar a un ungido por la mancha
amarilla, recibirá una sanción
del funcional Consejo de la Magistratura o un
balbuceo público de incoherencias por parte de Macri. Con su espíritu recargado en Chapadmalal, el Gerente de
La Rosada SA descargó su enojo con los integrantes de la Cámara del Crimen por ratificar
el procesamiento del policía Luis Chocobar. Desde su barbarismo conceptual,
tildó de asesino a quien no mató a nadie y aseguró que “habrá instancias donde podemos investigar si hizo las cosas bien”. Si
no es en los Tribunales, ¿dónde estarán esas instancias?
Así estamos, en un país comandado
por desaforados que quieren controlar todo y ocultar sus trapisondas con nuevas
trapisondas o con mentiras infames para ingenuos empecinados. Y, por si el
desencanto se vuelca a las calles, amenazan con balas eyectadas por esos
policías que saben hacer las cosas bien.
gracias Gustavo compartido! besos
ResponderBorrarNo sé si llamarlo intuición o simple disparate de un opineitor de entrecasa como soy pero, se me ocurre que esa "indiferencia" generalizada ante la magnitud del latrocinio amarillo, tiene que ver con el blindaje mediático (pero que aún con cuentagotas, informa) y lo que llamaría la escala del botín... si por las LEBAC's se esfumaron 22 mil millones de USD, ésa es una cifra tan enorme que no cabe en el razonamiento promedio del de a pata, no hay (o no se ve) ninguna relación con cifras de nuestras vidas.... ahora, un tipo pillado con bolsos llenos de dólares, nos sacude la estantería porque hay un bolso (y éso sí tiene una dimensión cercana, diaria) y no es casual la insistencia en el personaje (cada vez menos) y, claro, en el bolso (y los fajos de dólares termosellados, te los debo, no importan).
ResponderBorrarY en general el esquema se repite, por ejemplo, ya se termina el episodio de la isla de guilligan, seguirá el redescubrimiento de la negritud de moyano y, lógicamente, se pierde en la neblina la "islita" de caputo y la multimillonada que se lleva...
Revolución de la posverdad... no nos pongamos pretenciosos.
Todo muy lindo pero, ¿Que hacemos con los cocos lavados por Clarín y TN?. Porque eso es una muy dura realidad contra la que hay que luchar. Yo creo que quien quiera que sea que quiera llegar al poder en el futuro deberá aprender de la inmundas tecnicas PRO y, aunque les duelan las tripas, aplicar dichas maniobras "Mac Donaldneanas" (hacer que la gente elija lo peor tapando la inmundicia con espejitos de colores) para llegar...
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