Las pesadillas recurrentes incomodan. Para identificar ésta, podríamos
ponerle nombre: “Futuro por Pasado”. La
Campaña del miedo se transformó en terror experimentable. Después de una
semana con corridas cambiarias, anuncios de más ajustes y amenazas de Cavallo, nada mejor que dormir con el enemigo y
convocar al FMI para que nos tire un
salvavidas de plomo. De manera pueril, la Revolución de la Alegría desafía la frágil memoria colectiva. Con
perversidad, el empresidente Macri
provoca hasta a sus admiradores. Hay que ser muy militante para defender el fantasma que retorna a Argentina y hace falta ser
demasiado voluntario para creer que este
deja vù parirá algo bueno para todos.
Quien cuente con más de 40 años
no puede aplaudir este retroceso. Sólo un veinteañero inmune a los alaridos de la Historia renueva sus esperanzas con
este nuevo paso del Cambio. Un paso
amargo, suicida, criminal, que encierra la
mentira del imprevisto, la patraña de la solución y la cantinela de la Pesada Herencia. Con un discurso para tontos, el Ingeniero posó como un
timonel en medio de una tormenta salvaje y artificial, exhibiendo en menos de dos minutos el as de una derrota planificada.
“Esto nos va a permitir reforzar este crecimiento y desarrollo –tartamudeó
Mauricio- para evitar crisis como las que
hemos tenido en nuestra historia”. Puro verso: no se puede reforzar lo que han destruido con decisiones que siempre
han terminado en catástrofe.
Si la desazón puebla los ánimos
es porque no hay espacio para el
optimismo. En todo caso, para la indignación justificada de los que amamos en serio
nuestro país. De prosperar este acuerdo del
que no veremos un centavo, el FMI será el que decida nuestro futuro hasta
que no lo tengamos más. Adiós soberanía
y hasta siempre democracia. Si el primer requisito para este auxilio es
sacrificar el ingreso de los jubilados, “nuestros
queridos abuelos”, como decían Los
Hipócritas en campaña. Y el segundo, será recortar salarios. Ahorrar más y
más para reducir el déficit provocado por las
exenciones impositivas a los más ricos, el drenaje de las importaciones, los
despidos públicos y privados y el bombardeo al mercado interno. Y todo para
tentar inversiones que terminan en bicicleta financiera.
Menos mal que este nefasto anuncio
recibió el rechazo de gran parte de la
sociedad y de casi todos los opositores. Aunque un poco tarde, ya no hay lugar para apoyar este tortuoso
camino que, como muchos advertíamos, nos conduce al abismo. Ya es momento
de poner palos en la rueda para
interrumpir este latrocinio tan anunciado.
La
punta del ovillo
Para no eludir la costumbre, Macri miente. Siempre presenta como un
desastre o un fracaso la gestión anterior, sin
datos ni argumentos, sino con lemas insustanciales para alimentar los prejuicios de sus seguidores.
Sin embargo, hasta sus propios números desmantelan el mito. El INDEC amarillo
–el que ahora sí dice la verdad-
realizó una revisión de los datos desde
2003 a la fecha y, para sorpresa de los que se enteraron, verifica con énfasis la Década Ganada.
Hasta encontraron menor desigualdad de
la que medía el INDEC K. A partir de esta revisión, el Banco Mundial
elaboró un informe en el que destaca que “el
período de mayor producción de riqueza y
de menor desigualdad fue la segunda
presidencia de Cristina Kirchner”. Además, a partir de 2003, “el país crece económicamente y baja la desigualdad de manera sistemática y
sin precedentes”. Por si esto fuera poco y para despabilar a los
hipnotizados, desde el bailecito en el balcón, “aumentó el índice de desigualdad
y hubo una menor producción de riqueza”.
Así, la Pesada Herencia toma
forma de desarrollo con equidad y el
Cambio, de todo lo contrario. Sin dudas, el kirchnerismo es más cuestionado por sus aciertos que por sus errores.
Las falaces denuncias de corrupción abonaron el rechazo a un proyecto de país más humano que el actual modelo de
despojo. Los medios hegemónicos construyeron
las sensaciones necesarias para que el votante decida cambiar algo que debería haberse profundizado: la sensación de
inseguridad, inflación, aislamiento, dictadura, cepo, crispación y muchas más
que aparecían en titulares rimbombantes
sin anclaje real. Hoy, que la situación es angustiante y promete no
mejorar, el discurso mediático pone
paños fríos para que las sensaciones no invadan el sentir de los colonizados.
Aunque la inflación –que Macri
aseguraba bajar en dos minutos- está desbaratando todas las metas del Gran
Equipo, la resignación es la consigna.
Ya nadie cree en el 15 por ciento que esgrimieron para aplastar la recomposición salarial y las consultoras auguran más de 20 puntos. A pesar de
que en abril el índice podría alcanzar los tres puntos, la naturalidad que
derrama la cadena apologista apacigua el
ánimo de los que antes se alteraban por incrementos menores. Ni siquiera
mencionan que el poder adquisitivo del salario ha perdido casi el siete por ciento gracias a tantos cambios. Si esto hubiera
pasado en el gobierno anterior, otra
sería la sensación construida desde pantallas y portadas.
Y ni hablar si en medio de
ajustes y despidos, el Boletín Oficial anuncia más de 40 designaciones de cargos medios y altos en el Ejecutivo
Nacional. La austeridad tan pregonada no
incluye familiares, amigos y adherentes que se acomodan en el barco antes
de la colisión. El nepotismo es evidente pero los medios no arman un escándalo similar al que hicieron cuando
Delfina Rossi fue designada como directivo del Banco Nación. Y eso sin
mencionar que muchos de los que ocupan
cargos ministeriales ostentan una ineptitud insólita.
Los medios que antes horadaron
los logros del kirchnerismo para facilitar
el triunfo de esta pandilla de sátrapas son ahora maquilladores de este desastroso camino al abismo. Aunque
esbozan algunas tímidas críticas de forma, jamás cuestionan el fondo: este modelo sólo busca producir decadencia
y más desigualdad. Desde las usinas de estiércol alientan el sacrificio de
la mayoría mientras una minoría esconde
el botín en cuentas secretas ya no tan inescrutables. En tanto precarizan
nuestra vida para tentar inversiones
productivas que jamás llegarán, un puñado de argentinos guarda casi 300 mil millones de dólares en guaridas
fiscales y los agrogarcas retienen gran parte de su producción para
multiplicar sus ganancias. En un país tan rico como el nuestro, un gobierno comprometido con el futuro
debería impulsar el derrame tan prometido en lugar de seguir desecando a los de abajo. El ajuste
debería apuntar a los que se acomodan en la punta de la pirámide para que
contribuyan con algunas gotas de las
fortunas que han acumulado en pala gracias a la evasión, la especulación y la
complicidad de gobernantes tan corruptos como ellos.
Una de las cosas notables de estos días, para quienes sabíamos antes el cómo iban a ser estos días, es la muy amarga "satisfacción" de ver que esos pronósticos eran ciertos, de la necedad y mala fe del votante de la porquería que nos trajo a ésto y que ahora, tímidamente y a disgusto empiezan a asumir, que les llega su cuota, a pagar y, claro, nunca a disfrutar la desventura kirchnerista, no, les hicieron creer que con los globitos y la tontería televisada alcanzaba para vivir bien, tener derechos y la única a joderse era la negrada... ingenuos, engañados?, no, querían ésto, querían jodernos, escarmentar a los negros y que el hijo de la sirvienta sea sirviente... y no está mal verlos joderse, verlos disfrutar sus "logros" bien ganados, por meterse solitos en manos de los próceres de los bienes mal habidos.
ResponderBorrarEste viajecito de chocoarroz a mendigar el "auxilio" del FMI, hace innecesario ya describir las imposturas amarillas y, claro, que la "decisión" del virrey es no decidir nada, nada que no sea deuda, fuga y latrocinio, por supuesto.
Sí, decidir la majestuosa bendición a chocobar es apenas un detallito, una apertura a los buenos modales y el respeto a los derechos humanos.
Está bien, ya no nos sentimos tan solos, ahora, aunque un poquitín tarde, la gigante diputada vacacional carrió parece la farsa que es, chocoarroz, el malandra de cabotaje televisivo conocido y microministro, no consigue pasaje y cuando al fin llega a destino, la dueña del circo no está... o sea, una joya del mejor equipo, humillada antes de siquiera poder mendigar, una bruja la vieja ésa... si hasta feinman el facho se dió cuenta. Mucho, no?.
Días lindos éstos, no hay que decir nada, sólo escuchar y mirarlos con pena y nada más, que disfruten lo conseguido... ah!, ví en otro blog hay una fotito (una de esas cajas vidriadas con un matafuego o una manguera) con esta frase; EN CASO DE EMERGENCIA, ROMPA EL VIDRIO y adentro, ls figura de Cristina, que casualmente se la ve muy poco, no me diga que la están extrañando hasta los que no son K?.
gracias Gustavo compartido! besos
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