lunes, 25 de junio de 2018

Manotazos de ahogadores


La pluma más obsecuente del oficialismo, Joaquín Morales Solá, en su columna del último domingo, destacó que, de acuerdo a una reciente medición de Poliarquía, la imagen positiva del empresidente Macri subió seis puntos en lo que va del mes. Algo funciona mal en esto: el número desentona no sólo con el ánimo que se palpa a diario sino también con los resultados de este desquicio del Cambio. Si la desocupación supera los nueve puntos, la inflación traspasa el dos por ciento y afecta más a los que menos tienen, negocios y PYMES acusan una abrupta caída de la actividad y las tarifas de los servicios públicos atentan contra el confort de los usuarios, ¿qué motivos hay para que la imagen presidencial ascienda de manera favorable? O estamos ante una estafa informativa monstruosa o han duplicado la dosis de alucinógenos que ponen en el agua. Si hasta los funcionarios aseguran que se vienen meses duros, ¿qué motivos puede haber para que la imagen de Macri mejore?
Los resultados de un sondeo de opinión no pueden considerarse en términos de verdad o mentira: los números no tienen validez por sí mismos sino por el método de elaboración. Por eso, para encontrar optimismo habría que indagar sólo entre los beneficiados con el Cambio. ¿Qué parte de La Revolución de la Alegría puede enamorar a un ciudadano de a pie? ¿Acaso puede seducir un mandatario que felicita a su saliente ministro de Energía por haber materializado un tarifazo histórico, y que después, en una entrevista amigable, confiesa que no había considerado su impacto en la inflación? ¿Cómo puede encantar el Ingeniero que afirma que el gradualismo beneficia a los más vulnerables y que después promete el abandono del gradualismo? Al que se entusiasme con la idea de empobrecer a los más pobres habría que inyectarle unas cuantas dosis de sentimientos.
Esa encuesta que cita Joaquín Morales Solá debería ser sometida a un riguroso control de calidad. O habría que sentar en un diván a una parte importante de nuestros conciudadanos, como esa panadera que atiende a sus clientes muy abrigada porque cree que consumiendo menos energía contribuye al futuro del país o ese trabajador dispuesto a renunciar a su aguinaldo para que la economía mejore. ¿Cómo han permitido estos individuos que el discurso hegemónico deteriore tanto su entender? ¿Por qué han dejado que el pensar de la clase dominante haya invadido su espíritu de dominado? ¿Acaso no perciben que mientras el ajuste afecta su dignidad, las fortunas de los privilegiados se multiplican? ¿Qué parte de esta película de desigualación social tan didáctica no quieren comprender? ¿Qué hizo Macri en estos dos años y medio para que las picadas zanahorias que sacude se conviertan en un delicioso plato de optimismo para las narices que las huelen?
La maldad al desnudo
Nada. Al contrario, gobernó para castigar a gran parte de los que votaron por él. Y si, a pesar de eso, los afectados siguen confiando estamos ante una distorsión perceptiva muy seria. Pero antes de considerar los problemas psicológicos de los encuestados, habría que pensar en una operación de prensa para debilitar el paro; que sea un nuevo titular plagado de falacias para desalentar la adhesión a la huelga que se convirtió en contundente o al menos, para profundizar los prejuicios que algunos tienen hacia los huelguistas. Ya salieron los PRO a recitar las tonterías de siempre: “que una protesta no resuelve nada”, “que nuestro país necesita que todos pongamos el hombro”, “que el dinero que se pierde”… Y hasta llegan a decir –con desbordante cinismo- que hay que apostar al diálogo, cuando imponen sus nefastas medidas con el monólogo de los poderosos.
¿Con quién dialogaron antes de decidir la quita de retenciones, la eliminación de subsidios o los recortes en salud y educación? ¿Acaso consultaron con alguien la liquidación de terrenos públicos a sus amigotes o la entrega sin costo de la base aérea de Moreno –de tres millones de metros cuadrados- a la empresa Vía Bariloche? Si hay tanto déficit, ¿por qué regalan tanto lo que es de todos? ¿Alguien puede creer que esto contribuye al ascenso de la imagen positiva de un presidente, por más Macri que sea?
¿Cómo puede subir la imagen positiva de un gobernante que firma un perjudicial acuerdo con el FMI justo el día de la Bandera? Si unas semanas atrás casi todos los sondeos revelaban que más del 70 por ciento de los argentinos rechazaba la vuelta al fondo, ¿por qué afirman que se recuperó la imagen del entregador? Si la fuga de divisas superó en mayo los 6000 millones de dólares, ¿qué de bueno puede aportar este plan? Y menos cuando una investigación publicada por los diarios norteamericanos The Washington Post y The New York Times revela que el ministro de Modernización Andrés Ibarra estuvo mal sobreseído por la compra de maquinaria para el voto electrónico antes del rechazo legislativo a la reforma electoral. Según estos medios, “las máquinas que se utilizarán para votar en los próximos comicios nacionales del Congo fueron creadas para las elecciones argentinas de 2017”. Además, estas “máquinas de votación generan desconfianza pues expertos en sistemas emitieron alertas sobre la transparencia y credibilidad”. Sin dudas, los amarillos querían adulterar las elecciones y sin embargo, nos dicen que subió la imagen positiva.
Y si estas cosas no alteran la mirada positiva hacia esta banda de saqueadores, debería hacerlo la andanada de promesas incumplidas, no sólo las de campaña sino también las que formularon después del bailecito en el Balcón: el shock de confianza, la lluvia de inversiones, el segundo semestre, la luz al final del túnel, lo peor ya pasó. ¿O esperan que Macri diga “qué lindo es dar buenas noticias” para saltar a los botes? ¿Cómo puede mejorar la imagen positiva del empresidente si su flamante ministro de la Producción, Dante Sica advirtió que este segundo semestre va a ser mucho más difícil, como si estuviéramos en una sala de guardia”?
Si la valoración positiva del presidente asciende a pesar de sus propios esfuerzos por boicotearla, estamos frente a encuestados crueles o masoquistas. O, lo que es más seguro, ante una torpe artimaña para seguir engañando a los engañados y recuperar a los que se están desengañando. Por estos manotazos de ahogado, no hay dudas de que están en retirada. Lástima el lamentable estado de vulnerabilidad en que dejan a nuestra economía, dependiente de la ayuda externa para subsidiar las fortunas fugadas que pagaremos entre todos. Un país como el nuestro se levanta en poco tiempo cuando la convicción, el compromiso y la solidaridad vuelvan a iluminar el sentir de gran parte de los argentinos.

3 comentarios:

  1. "a los botes"...gracias Gustavo como siempre excelente,comparto-besos

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  2. No sé, Gustavo, pareciera que se levantó generoso hoy, llamando "pluma" a don jazmín morales solá... la palabrita que lo define más exactamente es FRAUDE, todos sus escritos desde que era un joven pelilargo en Tucumán está asociados a vender gato por liebre, supongo que por una módica suma, y quizás sus más grandes éxitos "periodísticos" sean el diplomita, medalla y beso que le concediera -por sus servicios - el criminal de ocupación de Tucumán, bussi.... así, que ahora, que le esquiva a la jubilación, escriba loas y notas de poesía creativa al excelentísimo virrey es casi una nadería, una jodita amarilla, por alguna otra módica suma seguramente, pero apenas el enésimo folletín de propaganda de sus ídolos del momento... versos y mentiras en automático, digamos.
    En realidad tiene suerte porque sus ídolos (es decir, los que pagan) no leen, agarran los embustes en bloque y se los dan a otros escribas más "modernos" para que los perfeccionen y distribuyan en forma de relato potable al tontaje particular que los vota... ya sabe, los románticos como leuco, los chiroleros como majul o lanata y toda esa fauna pautera y sus opciones diferentes de gorilismo... el tipo es un fraude, sus lectores y jefes lo saben; el problema son todos aquellos que no se quieren dar por enterados y toman los embustes y tergiversaciones como "información". Ésa es la madre (y la tía) de todas las batallas en este alegre virreinato.
    No son masoquistas, son algo peor, pobres seres que no les importa padecer si a la vez pueden ver padecer a sus iguales, o maumenos, morirse de hambre está bien si así tienen una pátina de "nivel" social, ínfulas culturales y algún que otro elemento de status, un Citroen C3 en vez de un triste Palio de modelo pretérito.... o algo así. Son gente "superior", vió?
    Don jazmín es insignificante, hablar de él es darle aire a su vanidad, y la verdad, es tan poca cosa como un feimann apenas menos bruto, más amanerado y de lenguaje más elaborado pero a la hora de la verdad, la porquería es la misma, la fetidez ídem.
    Disculpe, pudiendo comentar lo mucho que hay en su post, me entretuve con don jazmín, es que entre tipos como ése y yo, hay algo personal.

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  3. Tratar de ignorar la espectacular siembra de estupidez y posterior cosecha de votos de cambiemos es tan peligroso como cambiemos mismo. Luego de octubre del 2017 comencé a considerar que ya no es saludable vivir en este país pero no solo por los de arriba sino también por los que aún hablan de "las negritas que se embarazan por las dos lucas", esos tipos caminan a mi lado. Pero cuando en diputados se aprobó la ley del aborto y en las calles se festejó como un gol en el último minuto de la final del mundial de futbol, ahí me di cuenta que estamos perdidos...

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