La pluma más obsecuente del
oficialismo, Joaquín Morales Solá, en su columna del último domingo, destacó
que, de acuerdo a una reciente medición
de Poliarquía, la imagen positiva del empresidente
Macri subió seis puntos en lo que va
del mes. Algo funciona mal en esto: el número desentona no sólo con el
ánimo que se palpa a diario sino también con
los resultados de este desquicio del Cambio. Si la desocupación supera los nueve puntos, la inflación traspasa el dos por ciento y afecta más
a los que menos tienen, negocios y PYMES acusan una abrupta caída de la actividad y las tarifas de los servicios
públicos atentan contra el confort de
los usuarios, ¿qué motivos hay para que la imagen presidencial ascienda de
manera favorable? O estamos ante una
estafa informativa monstruosa o han
duplicado la dosis de alucinógenos que ponen en el agua. Si hasta los funcionarios aseguran que se
vienen meses duros, ¿qué motivos puede haber para que la imagen de Macri
mejore?
Los resultados de un sondeo de opinión
no pueden considerarse en términos de
verdad o mentira: los números no tienen validez por sí mismos sino por el método de elaboración. Por
eso, para encontrar optimismo habría que indagar sólo entre los beneficiados
con el Cambio. ¿Qué parte de La
Revolución de la Alegría puede enamorar a
un ciudadano de a pie? ¿Acaso puede seducir un mandatario que felicita a su saliente ministro de Energía
por haber materializado un tarifazo histórico, y que después, en una
entrevista amigable, confiesa que no
había considerado su impacto en la inflación? ¿Cómo puede encantar el
Ingeniero que afirma que el gradualismo
beneficia a los más vulnerables y que después promete el abandono del
gradualismo? Al que se entusiasme con la idea de empobrecer a los más
pobres habría que inyectarle unas
cuantas dosis de sentimientos.
Esa encuesta que cita Joaquín
Morales Solá debería ser sometida a un
riguroso control de calidad. O habría que sentar en un diván a una parte importante de nuestros
conciudadanos, como esa panadera que atiende a sus clientes muy abrigada porque
cree que consumiendo menos energía
contribuye al futuro del país o ese trabajador dispuesto a renunciar a su aguinaldo para que la
economía mejore. ¿Cómo han permitido estos individuos que el discurso hegemónico deteriore tanto su
entender? ¿Por qué han dejado que el
pensar de la clase dominante haya invadido su espíritu de dominado? ¿Acaso
no perciben que mientras el ajuste
afecta su dignidad, las fortunas de los privilegiados se multiplican? ¿Qué
parte de esta película de desigualación
social tan didáctica no quieren comprender? ¿Qué hizo Macri en estos dos años y
medio para que las picadas zanahorias
que sacude se conviertan en un delicioso plato de optimismo para las narices
que las huelen?
La
maldad al desnudo
Nada. Al contrario, gobernó para castigar a gran parte de los que votaron
por él. Y si, a pesar de eso, los afectados siguen confiando estamos ante una distorsión perceptiva muy
seria. Pero antes de considerar los problemas psicológicos de los encuestados,
habría que pensar en una operación de
prensa para debilitar el paro; que sea un nuevo titular plagado de falacias
para desalentar la adhesión a la huelga que
se convirtió en contundente o al menos, para profundizar los prejuicios que algunos tienen hacia los huelguistas.
Ya salieron los PRO a recitar las
tonterías de siempre: “que una
protesta no resuelve nada”, “que nuestro país necesita que todos pongamos el
hombro”, “que el dinero que se pierde”… Y hasta llegan a decir –con
desbordante cinismo- que hay que apostar al diálogo, cuando imponen sus nefastas medidas con el monólogo de los poderosos.
¿Con quién dialogaron antes de
decidir la quita de retenciones, la
eliminación de subsidios o los recortes en salud y educación? ¿Acaso
consultaron con alguien la liquidación
de terrenos públicos a sus amigotes o
la entrega sin costo de la base aérea de Moreno –de tres millones de metros
cuadrados- a la empresa Vía Bariloche? Si hay tanto déficit, ¿por qué regalan tanto lo que es de todos?
¿Alguien puede creer que esto contribuye al ascenso de la imagen positiva de un
presidente, por más Macri que sea?
¿Cómo puede subir la imagen
positiva de un gobernante que firma un
perjudicial acuerdo con el FMI justo el día de la Bandera? Si unas semanas
atrás casi todos los sondeos revelaban que más
del 70 por ciento de los argentinos rechazaba la vuelta al fondo, ¿por qué
afirman que se recuperó la imagen del
entregador? Si la fuga de divisas superó en mayo los 6000 millones de
dólares, ¿qué de bueno puede aportar este
plan? Y menos cuando una investigación publicada por los diarios
norteamericanos The Washington Post y
The New York Times revela que el
ministro de Modernización Andrés Ibarra estuvo
mal sobreseído por la compra de maquinaria para el voto electrónico antes del rechazo legislativo a la reforma
electoral. Según estos medios, “las
máquinas que se utilizarán para votar en los próximos comicios nacionales del
Congo fueron creadas para las elecciones
argentinas de 2017”. Además, estas “máquinas
de votación generan desconfianza pues expertos
en sistemas emitieron alertas sobre la transparencia y credibilidad”. Sin
dudas, los amarillos querían adulterar
las elecciones y sin embargo, nos dicen que subió la imagen positiva.
Y si estas cosas no alteran la
mirada positiva hacia esta banda de saqueadores, debería hacerlo la andanada de promesas incumplidas, no sólo las de
campaña sino también las que formularon después del bailecito en el Balcón: el
shock de confianza, la lluvia de inversiones, el segundo semestre, la luz al
final del túnel, lo peor ya pasó. ¿O esperan que Macri diga “qué lindo es dar buenas noticias” para
saltar a los botes? ¿Cómo puede mejorar la imagen positiva del empresidente si su flamante ministro de
la Producción, Dante Sica advirtió que “este segundo semestre va a ser mucho más
difícil, como si estuviéramos en una sala de guardia”?
Si la valoración positiva del
presidente asciende a pesar de sus
propios esfuerzos por boicotearla, estamos frente a encuestados crueles o masoquistas. O, lo que es más
seguro, ante una torpe artimaña para seguir
engañando a los engañados y recuperar a los que se están desengañando. Por estos
manotazos de ahogado, no hay dudas de
que están en retirada. Lástima el lamentable estado de vulnerabilidad en
que dejan a nuestra economía, dependiente de la ayuda externa para subsidiar las fortunas fugadas que
pagaremos entre todos. Un país como el nuestro se levanta en poco tiempo
cuando la convicción, el compromiso y la
solidaridad vuelvan a iluminar el sentir de gran parte de los argentinos.
"a los botes"...gracias Gustavo como siempre excelente,comparto-besos
ResponderBorrarNo sé, Gustavo, pareciera que se levantó generoso hoy, llamando "pluma" a don jazmín morales solá... la palabrita que lo define más exactamente es FRAUDE, todos sus escritos desde que era un joven pelilargo en Tucumán está asociados a vender gato por liebre, supongo que por una módica suma, y quizás sus más grandes éxitos "periodísticos" sean el diplomita, medalla y beso que le concediera -por sus servicios - el criminal de ocupación de Tucumán, bussi.... así, que ahora, que le esquiva a la jubilación, escriba loas y notas de poesía creativa al excelentísimo virrey es casi una nadería, una jodita amarilla, por alguna otra módica suma seguramente, pero apenas el enésimo folletín de propaganda de sus ídolos del momento... versos y mentiras en automático, digamos.
ResponderBorrarEn realidad tiene suerte porque sus ídolos (es decir, los que pagan) no leen, agarran los embustes en bloque y se los dan a otros escribas más "modernos" para que los perfeccionen y distribuyan en forma de relato potable al tontaje particular que los vota... ya sabe, los románticos como leuco, los chiroleros como majul o lanata y toda esa fauna pautera y sus opciones diferentes de gorilismo... el tipo es un fraude, sus lectores y jefes lo saben; el problema son todos aquellos que no se quieren dar por enterados y toman los embustes y tergiversaciones como "información". Ésa es la madre (y la tía) de todas las batallas en este alegre virreinato.
No son masoquistas, son algo peor, pobres seres que no les importa padecer si a la vez pueden ver padecer a sus iguales, o maumenos, morirse de hambre está bien si así tienen una pátina de "nivel" social, ínfulas culturales y algún que otro elemento de status, un Citroen C3 en vez de un triste Palio de modelo pretérito.... o algo así. Son gente "superior", vió?
Don jazmín es insignificante, hablar de él es darle aire a su vanidad, y la verdad, es tan poca cosa como un feimann apenas menos bruto, más amanerado y de lenguaje más elaborado pero a la hora de la verdad, la porquería es la misma, la fetidez ídem.
Disculpe, pudiendo comentar lo mucho que hay en su post, me entretuve con don jazmín, es que entre tipos como ése y yo, hay algo personal.
Tratar de ignorar la espectacular siembra de estupidez y posterior cosecha de votos de cambiemos es tan peligroso como cambiemos mismo. Luego de octubre del 2017 comencé a considerar que ya no es saludable vivir en este país pero no solo por los de arriba sino también por los que aún hablan de "las negritas que se embarazan por las dos lucas", esos tipos caminan a mi lado. Pero cuando en diputados se aprobó la ley del aborto y en las calles se festejó como un gol en el último minuto de la final del mundial de futbol, ahí me di cuenta que estamos perdidos...
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