Unos días atrás, el buen Mauricio confesó que su locura podría causarnos mucho daño.
Esto significa que no estamos ante un ‘loco lindo’, sino todo lo contrario. Su locura no propone sueños, sino
pesadillas. El mensaje toma la forma de una advertencia: no conviene despertar al monstruo que habita en su
interior. Ni él sabe lo que puede pasar, pero será muy dañoso, mucho más de lo ocurrido hasta ahora.
La locura del empresidente ya no es la alocada hipótesis de periodistas del
establishment, sino confesión del propio
afectado. Sin embargo, a pocos meses de asumir, explicó que “si decía lo que iba a hacer, hubieran
votado para encerrarme en un manicomio”. ¿Contradicción o cinismo? Loco desde siempre o loco por venir.
Como sea, la cordura no gobierna en Macrilandia y lo que se viene podría dejar
a los sobrevivientes a merced de
dementes peligrosos sin chaleco de fuerza.
Si una diputada nacional celebra el cambio de presidente en la Corte
Suprema con la viralización de su imagen con ruleros, estamos lejos de toda cordura. Que Carlos Rosenkrantz haya
desplazado a Ricardo Lorenzetti unos meses antes de lo previsto no augura nada
bueno: además de haber aceptado su
nombramiento por decreto, en su currículum abunda el servilismo a las
corporaciones. Hasta armó una falsa ONG
–Asociación para Defensa de la Competencia- para presentar una medida cautelar contra el decreto que establecía la caducidad de
Fibertel, absorbida por Cablevisión de manera fraudulenta. Si presidió esa
pantalla como abogado de Clarín, asusta
imaginar lo que hará desde la cima del Máximo Tribunal. Y si tomamos sus
fallos en asuntos relacionados con los DDHH, la Memoria está en peligro. Pero la escena se torna más peliaguda
al considerar que el Supremo puede ser
el sucesor del empresidente Macri
en caso de renuncia, destitución o insania. Entonces, si el Ingeniero se vuelve
loco, pronto tendremos a Clarín
presidiendo el país sin intermediarios.
Con sólo cinco tapas, Mauricio volvería a ser Macri y sus
días en La Rosada SA estarían contados. Si decidieran publicar un cuadro comparativo
entre lo que se podía comprar con 100 pesos en 2015 y lo que se puede comprar
hoy, el público cautivo pondría en
movimiento sus estruendosas cacerolas.
La
única salida
Como el blindaje mediático está
muy bien pago, las infructuosas
excavaciones en la Patagonia todavía ostentan su absurdo en letras de molde o
coloridas pantallas. Indagaciones arqueológicas multimillonarias para
encontrar al menos una moneda de la
fantasiosa Ruta del Dinero K. Y si esta telenovela no funciona, las
fotocopias de los no cuadernos de Centeno todavía
esconden unos capítulos atractivos en su medieval trama. Con métodos
inquisitorios condenados por los organismos internacionales de DDHH, las mentirosas confesiones a la carta brotan
en la mesa de tortura del juez Bonadío para regocijo de los odiadores. Todo
porque la inoperancia del Gran Equipo y su DT puso al país una bandera de
remate. Más que inoperancia, la
intencionalidad de servir en bandeja la soberanía para recibir una sonrisa
complaciente del Imperio.
Pero el panorama es tan oscuro
que los constructores de la realidad paralela deben esforzarse cada día más
para tapar con sus tapas las inmundicias
que brotan de las paredes de este túnel. En un medio periodístico
comprometido con el buen destino de los ciudadanos, que la deuda ya representa
el 82 por ciento del PBI debería estar todos
los días como denuncia destacada. Sobre todo porque esa cifra no se veía
desde 2005. Y si el dólar alcanza los 44 pesos, superaría la totalidad del producto. Pero claro, como ya está
instalada la patraña de que los K se
robaron un PBI, sería muy difícil convencer
a los colonizados de que los amarillos están transfiriendo uno en serio.
Detrás del blindaje, el pueblo está clamando contra el ajuste aplicado y
el que se viene. Las víctimas de este saqueo copan las calles de los
centros urbanos para exigir un cambio de
rumbo. Los traicionados se suman –con ciertos reparos- para recuperar la dignidad perdida. Los
decepcionados se asoman al balcón, ya no
para expresar su deprecio a la manifestación, sino para exhibir tímidos gestos
comprensivos, sin abandonar la expresión “al
final son todos iguales”, aunque
internamente sientan que no lo son.
En medio de la sensación de
desastre próximo, la semilla oscura que alimentaron
durante tantos años empieza a mostrar sus primeros brotes. La
estigmatización que pobló titulares y editoriales se está haciendo evidente en
las entrañas de la sociedad. Un programa de radio debate si el carnicero es
culpable o inocente por haber atropellado al delincuente que le
robó. La venganza toma forma de justicia y el dinero es más importante que la vida en boca de los oyentes que
participan. La Doctrina Chocobar
aplaudida por el presidente amenaza con convertirse en ley de facto. El
desprecio por la Educación Pública no
sólo emerge de la palabra clasista de los funcionarios, sino que se hace
carne en la tortura a Corina de Bonis, la maestra de Moreno. Un secuestro, una
capucha, una sangrienta orden y una amenaza para siempre por servir comida caliente a los desamparados. Después se quejan
cuando uno los compara con la dictadura,
pero la persecución política, el encarcelamiento arbitrario, la construcción
del enemigo interno y el empobrecimiento creciente de la población no son propios de una democracia.
La democracia no se defiende garantizando la gobernabilidad de estos
farsantes ni aprobando lo que proponen en el Congreso. La voluntad de las
urnas cobra sentido cuando el gobierno votado expande derechos, alienta la creación de empleos, defiende la mesa de
los ciudadanos, protege su salud y promueve la educación. Si pasa lo
contrario, esa voluntad es pisoteada por los elegidos. Y cuando pasa algo así, no queda más remedio que desalojar a los
traidores y castigarlos como se merecen para retomar el rumbo hacia el país
que soñamos, sin locos peligrosos ni
saqueadores compulsivos.
La verdad, hay que ser comprensivos, si usted o yo tenemos un bolichito y no lo queremos atender - puesto menor ése, de atenderlo - es natural que tengamos a alguien razonablemente capaz, que no lo funda y nos de ganancias suculentas,cosa que es obvio que ya no pasa con el actual virrey, no da muestras de habilidad ni talento en el manejo del boliche y claramente lo lleva a la quiebra.... o sea, si yo fuera dueño, trataría de tener un plan B, un cambio.... y en éso están.
ResponderBorrar".... y en éso están" La verdad que en lo único que creo que están es: haciendo las maletas...
BorrarY no, si hay algo obvio, es que NO están pensando es en hacer maletas si no quedarse como sea y con la figurita que sea, si el virrey es estorbo - como supo ser Alfonsín - hay un comedido nuevo en la corte y seguramente alguno con disfraz peronista siempre habrá disponible.
Borrargracias Gustavo! compartido-besos
ResponderBorrarEXCELENTE!!!!!!!!!! SOS UN GENIO EXPRESANDO LO QUE SUCEDE Y LO QUE NOS DEPARA ESTE FUTURO INCIERTO. ABRAZO!!!!!!!!!
ResponderBorrarMuchas gracias por participar con tantos comentarios y elogios. Abrazotes
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