jueves, 27 de septiembre de 2018

Historia con amor y espanto


Si quedaba alguna duda sobre las prioridades de Macri, considerar que anunció oficialmente su carrera por la reelección en un medio norteamericano podría despejarla. En realidad, hay tantas señales que las sospechas se convierten en evidencia. Si le importa más lo que opine Wall Street, el FMI, Washington; si repite en sus once minutos en la ONU el discurso de Donald Trump en castellano; si desgasta sus rodillas ante los buitres para obtener más crédito; si nos pide que nos enamoremos de Christine Lagarde es que nuestro futuro le importa un rábano. Y nuestra dignidad, menos que menos.
Después del cuarto paro al Cambio, los chamuyeros amarillos se preocuparon por recitar las zonceras de siempre con un ineficaz envoltorio: que un paro no soluciona nada, que hay que apostar al diálogo, que no encuentran los motivos. Pamplinas para colonizados que se desmontan por sí solas. Los argumentos para rebatir estas frases de stickers surgen apenas las pronuncian: el paro es un reclamo de solución a problemas generados por los PRO, el diálogo que Ellos proponen es el sometimiento a las angurrias de los timberos y los motivos están en los estragos que provoca pasar del “sisepuedismo” a la imposibilidad absoluta.
Pero, ayudados por la prensa hegemónica, apelan a la cifra que, como buenos especuladores que son, es lo que más les importa. Por eso los apologistas denuncian que un paro general le cuesta al país más de 30000 millones de pesos. Si tenemos en cuenta que el pago de la deuda insume más de un millón de pesos por minuto, unos 1500 millones por día, conviene más hacer paro que dejar que sigan gobernando. Con la lógica inversora de los Gerentes de la Rosada SA, una huelga general es un negoción a futuro. Más aún cuando los popes de la CGT anuncian un plan de lucha sin tregua hasta que el gobierno cambie el rumbo.
Que sea la titular del FMI quien decida la política económica argentina es motivo suficiente para el enojo colectivo. Y que sea ella quien sonría ante el nuevo presidente del Banco Central, Guido Sandleris, no habla muy bien de la tan cacareada independencia de ese organismo. En realidad, desde el Bailecito en el Balcón hasta hoy, el empresidente Macri no ha hecho más que debilitar la soberanía del país. La postal más recordada será la tibia celebración por el Bicentenario de la Independencia, cuando pronunció aquel atroz discurso de los héroes angustiados por romper las cadenas con la corona española. Del “querido rey” pasamos a la “amada Christine” en un par de pestañeos y sin lubricante.
La asfixia que se viene
El vértigo del Cambio no deja respirar. Mientras el país se detuvo por una protesta histórica, el Ingeniero exhibía sus inexistentes dotes coreográficas en la Gran Manzana, ante la sorpresa de los anfitriones. No es para menos: recibió el premio del Atlantic Council para líderes políticos, empresariales e intelectuales y nadie sabe en cuál de estas categorías entró. Su carrera política existe gracias a la manipulación mediática, y la empresarial, a su padre, la dictadura y el menemato. En cuanto a su faceta intelectual, la Revolución de la Alegría, la Pobreza Cero, los Brotes Verdes, las ‘atractividades’, la caída en la escuela pública no pueden considerarse como genialidades, pues apenas son versos destinados a fanáticos.
Quizá por eso bailó, para que los organizadores no adviertan el error de premiar al fraude electoral más escandaloso de nuestra historia reciente. Un engaño que continúa para perpetuar el modelo de despojo neoliberal, para instaurar un sistema de distribución regresiva que deja afuera a un porcentaje importante de la población. Quien todavía considere que la ampliación del crédito del Fondo va a aliviar la acosada economía familiar se está ilusionando en vano. La deuda es un viaje de ida que sólo disfrutan unos pocos pero pagamos entre todos. Esos miles de millones que alucinan nuestro entender permiten que los que más ganan tributen menos y puedan fugar más. Así como llegan, esas divisas vuelan a la casa matriz de las empresas extranjeras o a cuentas paradisíacas. Para nosotros queda el agujero que deberemos rellenar durante décadas.
El Cambio llegó gracias al fraude –prometer lo que no pensaban cumplir- y así se mantiene, con una espiral fraudulenta que enreda la comprensión de los alelados. En un contexto así, Luis Toto Caputo puede pasar de ser un jugador de la Champions League a alguien que “no tenía vocación de ejercer ese cargo”; un Messi de las finanzas con un patrimonio de “apenas” tres millones de dólares, a pesar de haber devaluado el dólar a la medida de su ambición y apostar en la ruleta sabiendo el número que saldrá. Un “patriota”, en el decir de Macri, que liquidó casi 15000 millones de dólares de reservas para que sus amigotes puedan seguir acumulando. Y ésta no es la excepción sino la norma de los PRO, que se están repartiendo el botín antes de huir en estampida.
Y eso no es exagerado: la prensa internacional que aplaudió la llegada del ex alcalde a la presidencia ahora anticipa una hecatombe. Hasta la revista de finanzas Forbes –adoradora de especuladores y buitres- asegura que “Argentina podría descarrilar tan rápido como el titular del Banco Central saltó del barco”. El especialista Kenneth Rapoza revela que los ‘inversionistas’ llaman Buenos Aires Titanic a nuestro país y sentencia: “si de alguna manera la historia sirve de guía, la economía argentina y su liderazgo político podrían explotar en cualquier minuto”.
Pero el “Mejor Equipo de los Últimos 50 Años” sigue como si nada, orgulloso del oscuro y peligroso túnel por el que peregrinamos. “Nuestro país transita un período de cambios profundos –declamó Macri en la ONU- y decidimos atravesarlo con la humildad para aceptar las dificultades y con la convicción de hacer los esfuerzos correctos”. Dificultades que no padece y esfuerzos que no realiza. El que prometía una Revolución de la Alegría con más trabajo, menos pobreza, más desarrollo y puertos en Santiago del Estero, ahora dice que sabía que “no sería fácil porque estamos cambiando sin atajos y sin comprometer el futuro”. Si endeudarnos como nunca y a cien años para alimentar la fuga de capitales y el consecuente vaciamiento no es comprometer el futuro, que alguien aclare qué es.
Tan acostumbrado está a hablar con domesticados que ya no se preocupa por el sentido de sus balbuceos. Tan habituado a aprovechar la distracción de su público cautivo que no evita las contradicciones en las que incurre. Tan mal se avizora lo que viene que será más conveniente tomar el atajo ése tan denostado por este farsante.

3 comentarios:

  1. A medida que uno lee sus posts - y ya van unos cuantos - terminan sumándose sensaciones, casi nunca agradables y siempre con ese indisimulable sentido del retroceso que vivimos, todos y cada uno de estos días.
    Claro, las desventuras ocurren - nos ocurren - a pesar de que nuestros deseos van por otros lados muy distintos y acá, permítame meter un bocadillo.
    Que el virreinato es una porquería es algo científicamente demostrable (e insoportable de soportar) pero hasta acá ya es medio redundante, casi que no tiene sentido seguir enumerando sus "logros" y tal vez sea hora de enumerar precisamente aquello que nos distingue, si el virreinato es una porquería, qué es lo que hace que nuestras ideas NO lo sean?... por qué ser "kuka" es para el orgullo y no para sufrir el insulto del imbécil?.
    Es sintomático que por estos días haya sido un cómico - Dady Brieva - quien pusiera argumentos serios acerca de un debate ausente sobre la bendita "grieta" y el mal oculto racismo de estas gentes, de la pobreza como coartada (y razón de ser) de sus fortunas.... mire, saberse o suponerse kirchnerista no implica pensarse como angelito recién bajado del cielo pero, sí es gratificante estar más preocupado por jubilados con platita en el bolsillo y remedios en el botiquín que en el dólar a 42, hoy, el lunes a 44..... en chicos con netbook, escuela y panza llena con buena comida, lejos de andar buscando excusas para "enamorarse" de un bagayo siniestro como doña lagarde, ya lo dijo el recientemente borrado marquitos, "no somos lo mismo". Cierto, no somos como esa porquería infame. Más que suficiente para empezar, no?. La grieta, o el lado de, no tiene por qué ser una casualidad, es identidad.

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  2. ""A mayor abnegación, mejor recompensa."" ... si todo sale como tedecimos q va a salir, si no pasan cosas, si no hay tormentas!

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