jueves, 28 de marzo de 2019

Mucho más que un iceberg


El Poder Real está entrando en pánico: el presidente que impusieron es un desastre indisimulable, las espadas judiciales están al desnudo, los medios hegemónicos tienen cada vez menos audiencia, las recetas aplicadas llevan al país a una crisis histórica y las figuras de recambio pierden potencia a la hora de engatusar a los electores. Aunque el rey de España felicite a Macri por las reformas, la hecatombe está entre nosotros. Por prudencia, algunos explican que el fracaso se debe a la torpeza de los miembros del Gran Equipo que, desconcertados, tratan de calmar los ánimos con frases esperanzadoras; la idea es que hacen casi todo bien pero las cosas salen mal y es por eso que “hay que aguantar” un poco más para que la Revolución de la Alegría surja en el camino como un premio a tanto esfuerzo. Otros, en cambio, pensamos que el plan económico marcha de maravillas, que nos están llevando a donde quieren, que el objetivo es provocar el shock que necesitan para escribir de cero una nueva Historia. Un truco que estrenaron en el 76, reciclaron en los 90 y hoy lo vuelven a intentar. Primero como tragedia, segundo como farsa y se va la tercera, como una combinación burlesca de las dos anteriores.
Quien no advierta que todo lo hicieron para desembocar en esto, peca de ingenuo; quien no comprenda que el túnel oscuro es un desagüe a un pozo ciego, le falta información. Por eso no hay que sorprenderse si nos topamos con un transeúnte que aún recita que “hay que darle tiempo”, “también, con el desastre que dejaron” o “no hay que poner palos en la rueda”. O peor, que despliegue el rosario denunciador al que apela en cualquier “discusión política”. Un discurso hermético compuesto por excusas para rechazar lo que no conoce y seguir abrazando el modelo que lo llena de imposibilidades. Un recitado de lemas sin fundamento y un arsenal de denuncias mediáticas que hace aguas en los tribunales.
Nada hace dudar al individuo que aún espera algo bueno del Cambio. El banquero, el financista, el especulador, el agrogarca no forma parte del grupo que aún no está decepcionado por haber votado a Macri. Por el contrario, estos cuatro y alguno más están felices porque la timba les llena los bolsillos y no se van a decepcionar nunca. Estos son los únicos que encuentran alegría en este engendro. Con éstos no nos cruzaremos nunca porque viven en otra esfera de la realidad. Sí con el primero, con la más variopinta fisonomía, como operario, taxista, jubilade, niñera, chofer, vendedor o muchas más. Ése es el que no encaja entre los votantes del PRO, que desprecia lo que es mejor, que alimenta su intelecto con una misma pantalla, que se emociona cuando ve a Macri simular empatía o recitar una frase de un villano de Batman. Que se deja llevar por un túnel oscuro a la cima de una montaña y sin asustarse del “momento más oscuro de la noche que es el segundo antes del amanecer”.
Nido de ratas
La mafia está expuesta y por eso la desesperación. Las fanfarronadas de Marcelo D’Alessio y el material encontrado en su casa revelan un entramado mafioso insólito en nuestra historia. Y, como afirma el ex abogado del extorsionador, Rodrigo González, “el escándalo no termina en el fiscal”. Carlos Stornelli está experimentando el fin de su poder: de héroe oficial está por convertirse en villano todo terreno. Los chats revelan que D’Alessio espiaba a sus órdenes a empresarios, políticos y hasta la ex pareja de su actual mujer. En medio de tanto embrollo espiador, apareció la utilización de fondos reservados de la gobernación de Buenos Aires para adquirir parte del canal América. La protección mediática de Vidal es cada vez más cara. Justo cuando están candidateando a la “bondadosa María Eugenia” para la presidencia, aparece esta revelación tan oportuna.
Claro que el escándalo no termina en el fiscal, sino más allá. Por eso los amarillos hacen lo que sea para protegerlo: si no organizan un jury exprés para destituir al juez Alejo Ramos Padilla, lanzan una carta de apoyo firmada por 30 diputados oficiales, aunque muchos de ellos ni se hayan enterado. Porque saben que después de Stornelli, caerán muchos más. Como siempre, los voceros mediáticos del establishment tratan de confundir a la opinión pública. Primero con que todo era una operación de prensa armada desde la cárcel, un absurdo que se desmorona con una neurona a media máquina. Y ahora con que el objetivo final de estas denuncias es tirar abajo la Causa de los Cuadernos.
No hace falta mucho esfuerzo para que eso pase, porque los cuadernos no existen, no hay pruebas, el testimonio de los arrepentidos no fue registrado con soporte técnico según la ley y sobre todo, porque ahora sabemos que servía para recaudar fondos, perseguir opositores y quitar del juego a muchos empresarios locales. La declaración de Mario Cifuentes ante el juez Ramos Padilla no sólo confirma el tridente extorsionador –D’Alessio, Stornelli y Santoro- sino que incluye a Vialidad Nacional, YPF y la AFIP para apropiarse de su empresa, la petrolera OPS. Y todo esto con documentación y mensajes de texto, además de su relato.
Los que están tan preocupados por la corrupción y las mafias, deberían estar consustanciados con este caso y no tratar de neutralizarlo. Las pruebas son tantas que no debería demorar mucho la sentencia. Si se toman 27 años como con la venta a precio vil del predio de La Rural jamás lograremos la transparencia tan anhelada. Y menos aún un país más justo, que no es ninguno de los que proponen los impulsores del Cambio en cualquiera de sus versiones.

2 comentarios:

  1. Quien lee sus apuntes, Gustavo, no demora en percibir la dureza, casi mineral, de sus conceptos acerca de la gestión del excelentísimo domador de reposeras que nos desgobierna.... una pena porque así se pierde apreciar esas imágenes de arrobado embeleso del susodicho con el rey de España,....éso es amor, sumisión, entre otras repugnancias que nos muestran, cabalmente, la clase de apertura al mundo que vivimos bajo su guía, tenemos que ser más amplios y menos crueles, y aguantar, claro, aprender de los tipos sabios estilo kovadlof y que no importe morirse de hambre si es con dignidad... como supongo es la él, una dignidad muy digna con la que paga en el super, no?, no sea incrédulo, ¿no le vió la cara de limón exprimido al coso?, éso es dignidad y no macanas. En el pobrerío no la consigue, claro que no, si es más dificil que sachet de leche "La Armonía" o milanesa de nalga...
    A mí me cuesta pensar en el votante de esta porquería como "ingenuo", me es inevitable verlos como una mezcla (digamos "blend" así queda más cheto) de estupido con mal intencionado.... que eligió lo que eligió para castigar, a los negros porque sí, para "ubicarlos" y a sí mismo y a los que como yo, blanco y de ojos verdes pero que no le molestan los negros progresando para "aprender"... nunca alguno de estos especímenes me arrimó una buena razón, siempre chamuyos anti peronistas, anti morochos (y éso que más de uno es color chocolate y caoba, hay cada gaucho en estas pampas....).
    De todos modos se está poniendo divertida la cosa, el agente 86 abrió una linda caja de pandora y ya va resultando que el fiscal cuadernístico 'taba celoso de un bagayero peruano y le armaba una camita de novela... no sé bien si era porque pasaba algo con la señora o porque, por más bagayo que sea, se encariñó. Sí, todo muy bonito, pero la joda sigue, los presos siguen y la porquería sigue, nacimos pa´sufrir, no?, aunque falta menos...

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