La Estrategia de la distracción figura
entre las diez técnicas de manipulación detectadas por el filósofo y lingüista
norteamericano Noam Chomsky y consiste en presentar
una bomba mediática que desvíe la
atención del público colonizado de
los temas importantes. Los medios hegemónicos presentan temas atractivos y
fáciles de asimilar para que los
ciudadanos cautivos propaguen en ascensores, taxis o en las cada vez
más diminutas colas de supermercado. Crímenes escabrosos, mensajes de
alienígenas o escándalos de divas figuran entre los tópicos favoritos de estos
contenidos chatarra, que incrementan su
volumen de acuerdo al tamaño del asunto a ocultar. Esta es la parte más
obvia de la treta, la más sencilla de eludir por un sujeto atento cuando
advierte que, mientras la pantalla se puebla de griterío, sangre y colorinches,
el frágil equilibrio de su vida
cotidiana se sacude peligrosamente.
Otros
procedimientos para la construcción de una conciencia distraída son un poco más
sutiles y requieren un esfuerzo del
televidente para no convertirse en blanco de ellos. Tal vez por eso, los
medios dominantes de América Latina están logrando desterrar –a fuerza de
patrañas y operaciones- aquellos procesos políticos que abandonaron la lógica del Consenso de Washington para mejorar la vida
de sus pueblos. El establishment mediático demoniza los gobiernos populares
con abundantes y falaces denuncias de corrupción para facilitar el arribo de
administraciones más puras y
transparentes, que terminan siendo
corruptas en serio y sólo preocupadas por reconstruir la desigualdad de antaño.
Argentina es un
caso. Ya sabemos: Clarín y sus satélites lograron instalar como presidente a
uno de los peores candidatos después de horadar
durante años la legitimidad de un proyecto que –con sus más y sus menos-
alcanzó metas insólitas en nuestra historia. Con machacona insistencia, convirtieron la sospecha permanente en una
confusa vara para elegir candidatos. Un parámetro tan capcioso que deja a
un lado las ideas que pretenden llevar adelante. En el caso de Macri, no sólo contribuyeron a mimetizar sus
ideas, sino que blanquearon su prontuario. El resultado está a la vista: la
Casa Rosada convertida en la administración
de las empresas más importantes del país. No es para menos, si de los 367
cargos de ministro, secretario y subsecretario disponibles, 114 están ocupados por sus ceos. Tres de
cada diez funcionarios son representantes de empresas y eso genera conflicto de
intereses. Y a pesar de eso, nadie habla
de capitalismo de amigos, como sí hicieron durante los gobiernos
kirchneristas. Los prejuicios incrustados
desde la enloquecedora parafernalia mediática en el imaginario de ciertos
sectores de la sociedad resultan muy
difíciles de erradicar, aunque sean absurdos indemostrables.
Las torpezas de la desesperación
Cada vez resulta
más evidente que el maquillaje PRO se está descascarando y que los expertos
apolíneos resultaron horrendos esperpentos. Quizá por eso, los
apologistas y manipuladores vernáculos tuvieron que apelar esta semana a todo su arsenal de farsas para contener algo
del 51 por ciento que, desde hace un tiempo, se está desgranando. Tanto el
recital del Indio Solari en Olavarría como los misteriosos anillos de Carmen de
Areco, sirven para sustraer la atención
de los serios conflictos que desata el Gran Equipo con sus demoledoras
medidas. O, al menos, para atenuarlos. Entonces, destacar un tema ínfimo para ocultar otro de relevancia es la artimaña
de manipulación más previsible de los medios que tienen potencial para imponer la agenda informativa.
Pero además de
los temas sobre los que el público debe hablar, también imponen la interpretación. Desde que se produce el hecho
hasta su reconstrucción narrativa, se filtran aquellos elementos que sugieren al lector cómo integrar el
acontecimiento a una secuencia. Esto explica que, para muchos colonizados, la muerte del fiscal
Alberto Nisman fue un asesinato ordenado por CFK y ejecutado de manera
magistral para que los 19 peritos de la Corte
Suprema concluyan que fue un suicidio. Tan efectiva es la manipulación de
este caso que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich puede deslizar la
posibilidad de que se haya utilizado un “piolín”,
después de haber visto una serie televisiva, sin que nadie ponga en duda su idoneidad para el cargo. Tan
enloquecedora es la manipulación que muchos han encontrado los motivos del homicidio en la famosa
denuncia de Nisman, desechada por seis
jueces por inexistencia de delito y
considerada por muchos juristas un mamotreto inadmisible para iniciar una causa.
Por eso esta
semana lograron entretener a la
opinión pública con el recital de Olavarría, donde las dos muertes se
produjeron por causas ajenas a toda
responsabilidad del Indio y los organizadores. Hasta es probable que muchos
periodistas de esos medios lamenten –al
menos en la intimidad del baño- que no haya habido más muertos. Pero lo más
perverso es que utilizaron el caso para demonizar
al músico por su manifiesta adhesión al kirchnerismo. En eso se centra
todo: en convencer al amable vecino
que está del otro lado de la pantalla que, aunque la calle esté dura, cualquier cosa es mejor que el retorno
de Cristina; que los doce
años de kirchnerismo en los que el empleo crecía, el consumo redistribuía y la
felicidad era posible constituyen la
barbarie a la que Argentina no debe retornar.
A tal punto que
la vicepresidenta Gabriela Michetti pueda sugerir sin ruborizarse una suspensión de las elecciones
legislativas porque la competencia electoral le parece medio destructiva. Michetti comete tamaño papelón verbal porque –además
de consultar encuestas- sabe que tiene un
colchón mediático que suaviza las barbaridades que salen de su boca. No hay
que ser muy brillante para imaginar cómo presentarían estas declaraciones si
las hubiera dicho Amado Boudou cuando era vice: desde tildar de dictadores hasta exigir el destierro de todos los K en
un solo titular; magnificarían el episodio desde todas sus propaladoras de estiércol y lograrían que hasta las mascotas hablen del
tema en la plaza donde descargan sus residuos orgánicos. Pero la manipulación es tan enloquecedora
que logra que un presidente que ha vulnerado la Constitución a fuerza de decretos
y una vicepresidenta que reniega de las elecciones sean considerados como perfectos demócratas.
El contraste
entre lo prometido y lo realizado es tan abismal, que el establishment
mediático no sabe cómo hacer para que el
kirchnerismo sea borrado de la memoria colectiva. Intentar que el ciudadano
común considere que esa fuerza política hace todo lo posible para
desestabilizar y hasta destronar a Macri incluye desde presentar a todo opositor como K hasta concluir que los periódicos
y organismos internacionales que consideran ilegal la prisión de Milagro Sala o
que Argentina camina hacia una profunda crisis están influenciados por ese ideario. Y como el verso de la Pesada Herencia no alcanza, probaron con la mentira del diálogo entre
el empresidente Macri y Felipe González. Una falsedad que fue desmentida
por los dos involucrados: ni el español puede inmiscuirse en los asuntos
internos ni Macri puede presionar a la Justicia. Al menos, en principio.
Pero detrás de
esta infantil travesura informativa se
esconde una nueva exigencia del Poder
Económico: que el populismo no vuelva
nunca más. Para eso necesitan un punto
final para la condena mediática que se ha construido durante tantos años.
Aunque todavía no han demostrado ninguna de las insostenibles acusaciones,
quieren que Cristina esté presa, porque
sería la confirmación de todos los prejuicios que han potenciado. La nueva
patraña que subyace en esta última operación es que Cristina es la culpable de la falta de inversiones. La catástrofe
que se avecina es responsabilidad de Ella, por la Pesada Herencia o por la futura
sequía. Macri, el peor candidato y
el más pernicioso presidente, no tiene nada que ver. Total, siempre hay voluntarios dispuestos a creer
cualquier cosa.
EXCELENTE, QUE IMPORTANTE ESTE TRABAJO!
ResponderBorrarGracias, pero también es importante la participación de los lectores y la difusión de estas ideas. Abrazo enorme
Borrargenial!!! hasta me hiciste reír "lograrían que hasta las mascotas hablen del tema en la plaza donde descargan sus residuos orgánicos"...gracias y seguí acompañándonos con tus apuntes sanadores, así no terminamos de perder la cordura entre tanta insania de quienes nos gobiernan o mejor aplica "farsantes-delincuentes-chantas-inmorales-ineptos..."abrazo!
ResponderBorrarGracias por el aporte. Muy claro
ResponderBorrar