Páginas de opinión bien informadas para comprender lo que pasa y resistir lo que vendrá.
miércoles, 30 de octubre de 2013
lunes, 28 de octubre de 2013
Elecciones y aniversarios
Los
tentadores desvíos en este luminoso camino
Los datos confirman los
resultados de las PASO. El FPV ganó, pero no tanto. O perdió un poquito desde lo simbólico. Algunos comenzarán a hablar
de una transición que no existe y convertirán estos dos años en un infierno. A pesar de la Década Ganada, el
kirchnerismo está condenado a remar siempre con corrientes enloquecidas.
Claro, nada es fácil cuando se quiere gobernar en serio. Seamos sinceros: muchos de los que ganaron no lo merecían.
Bergman, Carrió, Michetti, Del Sel no pueden aportar nada serio en la
construcción de nada. Algunos argumentarán con esa célebre frase de que el
pueblo nunca se equivoca. Ajá, muy bonito, pero
cuando elige como pueblo, como colectivo para el beneficio de todos, no
como un manojo de individuos prejuiciosos y manipulados. El pueblo tiene la razón cuando vota por un proyecto, no cuando
vota en contra, porque no comprende o no quiere comprender. No hubo derrota, como
interpretan algunos, sino una victoria tibia. Inmerecida, por supuesto. Estos años de transformaciones impensadas
deberían conseguir un apoyo mucho más rotundo para sofrenar a las bestias que
nos quieren ver nuevamente de rodillas.
Cuánto habrá influido el cerco
mediático a los candidatos del establishment es difícil de cuantificar. Pero
influye. ¿Cuántos se habrán enterado del cuadro descolgado, de los ataques a
militantes en algunas ciudades bonaerenses, del video completo del no-chapeo de
Cabandié, de las desmentidas constantes
a las mentiras prepotentes y gritonas? ¿Cuánto habrá pesado la mala
costumbre de insultar, bastardear, ningunear desde las pantallas dominantes? ¿Cuánto habrá convencido el discurso
descafeinado de los candidatos complacientes con los intereses de la minoría?
¿Cuánto habrá jugado el deseo de pertenecer
en los que nunca pertenecerán?
También hay que pensar que
muchos candidatos del oficialismo no eran de lo mejor. En Santa Fe, el
ingeniero Jorge Obeid evidenció una tibieza mayor a la del candidato
socialista. La verdad, parecía más un
opositor. Imposible saber en qué habrá pensado Cristina cuando lo coronó
como cabeza de lista aquel 20 de junio en Rosario. No importa. Quizá el ex gobernador traicione y menee su
rabo detrás de Reutemann. O tal vez no asuma. Debe haber muchos candidatos
así diseminados en las provincias, dispuestos
a pensar la identidad ideológica como una caótica ruleta.
Nada de lo que uno pensaba que
podía influir positivamente en los resultados influyó. Ni la operación de La Presidenta o el aniversario del fallecimiento de
Kirchner conmovieron los números. Tampoco las modificaciones dispuestas
para el impuesto a los ingresos ni los nuevos créditos del Pro.Cre.Ar. Los
votantes pensaron en el distrito y por eso hubo triunfos locales. Extraño lo de provincia de Buenos Aires,
porque ganó un candidato opositor a pesar de la alta imagen positiva del
oficialismo. De los dos, tanto Gobernador como Presidenta. En cambio, en la
CABA, la cosa fue más coherente porque el votante porteño es adverso al
peronismo en cualquiera de sus versiones.
Lo
más divertido que nos han dejado estas legislativas es el inicio de la carrera
presidencial para 2015. Por ahora, hay tres candidatos. Antes de
abordar este más que jugoso punto, urge hacer una aclaración. La idea de la transición que tratan de
instalar desde algunos sectores es indiscutiblemente falaz. La transición
es el período que precede a un cambio de gobierno y acá no pasa nada de eso. CFK seguirá siendo presidenta con el aval
del 54 por ciento de los votos y conserva la mayoría en el Congreso. No hay
debilidad política ni nada que se le parezca. Tampoco hay algo que se asemeje a
un fin de ciclo. Cuanto mucho, esto puede interpretarse como una señal de
alerta si el kirchnerismo quiere continuar más allá de Cristina. Para lograr
ese objetivo, deberá seguir construyendo
adhesión, pergeñar estrategias y construir alianzas. Y, por supuesto,
seguir transformando nuestro país como lo ha hecho hasta ahora.
Volvamos a lo divertido: los
tres presidenciables. Macri es el más ansioso. Su compromiso se basa en el hartazgo. Como siempre, imagina que el
distrito que le regala los triunfos es la totalidad del país; supone que su
asco expresa el de todos los argentinos; jura
que es el cambio cuando en realidad, es sólo la restauración; se presenta
como plural para esconder su clasismo. Exultante por un triunfo que no es tal,
pues sólo alcanzó menos del nueve por ciento a nivel nacional, una cifra
insignificante para aspirar a la presidencia. Massa, por su parte, tiene más motivos para soñar con nuestras
pesadillas. Con más del 16 por ciento de las voluntades y la posibilidad de
sumar al peronismo recalcitrante y algunos mutantes, le sobra material para
trazar su camino a La Rosada. Por si esto fuera poco, cuenta con el eficaz –y destructivo- apoyo de los medios dominantes y de
la minoría que quiere recuperar el control del país. Más que un
representante del pueblo, será un vocero del Poder Fáctico. Quizá por eso, en
su discurso triunfal expresó que ahora se
ve “obligado” a trasponer las
fronteras de la provincia. Y los que obligan lo hacen porque tienen poder. ¿Quién obligará
a Massa para ser presidente?
Y el tercer presidenciable es
el ex gobernador y ahora diputado, Hermes Binner, que logró un contundente –e inexplicable- triunfo en Santa Fe. Socialista, liberal, conservador,
progresista y todo lo que el lector imagine es lo que carga el ex anestesista
en su discurso. Puede ser lo que haga falta para preservar las
instituciones, aunque el país se incendie. Binner
ganó prometiendo lo que nunca hizo durante su gestión ni la de su sucesor.
La consigna más absurda –la del país normal- es la que sedujo a los votantes.
De continuar con su decisión de acceder a La Rosada deberá construir alianzas
con las distintas expresiones del radicalismo. Un dato: en 2015 cumplirá 72
años y aunque se lo ve lozano, quizá no tenga la energía suficiente para
gobernar un país como el nuestro. El
país normal que promete quizá sea el que ya conocimos en las últimas décadas
del siglo pasado, el de un presidente gobernado por los angurrientos y un
pueblo sometido al saqueo.
Los tres presidentes a futuro
tienen algo en común: un rotundo rechazo
al estilo K de hacer política. A tono con la realidad dibujada desde los medios hegemónicos, atacan la confrontación que –según ellos- se
origina en el Gobierno Nacional y adornan sus intervenciones con floridas
imágenes en donde reina la armonía, el diálogo, el consenso y la tolerancia. Una postal que sólo será posible si el
Poder Político se somete al Económico, si las instituciones están al servicio
de los poderosos, si el país vuelve a ser el coto de caza de los insaciables.
Ese es el país normal que están pergeñando.
Un país con una normalidad
diferente al prometido por Kirchner cuando asumió, allá por 2003. Porque cuando
Néstor nos propuso un sueño, también
habló de un país normal pero en oposición al infierno que se desató en 2001.
Lo normal no es un calificativo en sí
mismo. La normalidad es caprichosa y depende del sentido común dominante. La normalidad de Kirchner se anteponía a la
independencia devaluada que había descubierto
De La Rúa. Pero durante muchos años, esa independencia devaluada se convirtió en la normalidad que algunos
quieren restaurar. Las palabras no son
neutrales y funcionan en un contexto, con la intencionalidad del que las
pronuncia. Esas dos normalidades
no pueden convivir en un mismo país. Una nos conduce a un pasado doloroso; la
otra, al futuro con el que todos soñamos. Dos
años nos separan del momento de decidir qué normalidad queremos para nuestro
país: la de la pesadilla o la del sueño. Por eso, en todo este tiempo,
deberemos estar más despiertos que nunca.
viernes, 25 de octubre de 2013
Un apunte silencioso para esquivar la veda
Aunque resulte redundante, nada es lo mismo
desde 2003. Ahora, descolgar un cuadro
significa mucho más que un cambio en la decoración. Hace un tiempo, con ese
acto se cerró una herida del pasado para dar un paso hacia el futuro. En estos
días, envalentonado por los números, uno de los candidatos se atrevió a bajar
un cuadro de Néstor en el contexto de una conferencia de prensa. Por un lado,
duele. Por otro, mejor, para que nadie
se confunda. Tanta sinceridad puede
ocasionar vómitos, pero es necesaria. Y en la misma ciudad, las huestes de
ese candidato amenazan a una periodista a las puertas de su casa y con tanta
impunidad, que quedaron registrados por las cámaras de video. Eso da miedo en
serio. Lo otro, lo que declaran visionarios
en decadencia desde programas de oscuras finalidades, no es miedo, es sobreactuación, para no decir estupidez. O cinismo,
con todas las letras. El candidato del
establishment y todo lo que lo rodea sí causa miedo. Sus palabras, sus
aliados, su mirada causan miedo. Trompadas,
amenazas y atentados es todo lo que se esconde detrás de sus endulzadas
propuestas. Pero como estamos en plena veda electoral, mucho no se puede
hablar de estas cosas. Lo mejor: temas livianos, lejos de la política y, sobre
todo, que no tenga que ver con consignas de campaña a favor de candidato
alguno.
Después del accidente
de Once versión electoral, el ministro del Interior y Transporte, Florencio
Randazzo, tomó la decisión de estatizar la línea Sarmiento. Algunos mal
pensados dirán que el Gobierno Nacional pone parches ante situaciones extremas.
Bueno, es un proyecto, no un modelo. La
aplicación de un modelo violenta la realidad, que debe amoldarse a sus dictámenes, aunque las consecuencias no sean
beneficiosas para la mayoría. Un proyecto, en cambio, se adapta a la realidad y responde a los requerimientos de la coyuntura
sin perder de vista la inclusión, la equidad y el desarrollo. Y este
proyecto, más todavía. Si se recupera la administración estatal de los ferrocarriles
es porque los privados lo hacían mal. Y no es la primera vez que pasa: Aguas,
gas, YPF, Aerolíneas y muchas más. No se
puede negar que este gobierno da muchas oportunidades a los empresarios antes
de dejarlos afuera. ¿O acaso la autorización de la fusión entre Cablevisión
y Multicanal no fue un gesto de confianza del ex presidente Néstor Kirchner?
Confianza traicionada, por supuesto, a partir de 2007, cuando desde sus medios
comenzaron a realizar una oposición tibia a la candidatura de Cristina. Oposición que se transformó en intentos
destituyentes a partir de 2008 en la Rebelión de los Estancieros. Oposición
que mutó a odio con la LSCA y la recuperación de los fondos de las AFJP. Odio
que creció hasta… No se puede profundizar mucho en estos puntos porque hay que
respetar la veda.
Pero el hartazgo en el asunto de la línea
Sarmiento de los trenes metropolitanos y la nada sana costumbre de provocar
accidentes para romper con la rutina condujo a Randazzo a dejar a los
concesionarios fuera del negocio. Después
hay algunos que salen a cacarear inconsistencias sobre la falta de diálogo y
demás tonterías. ¿De qué se puede dialogar con un “choca-trenes” y todos
los que lo consienten? Extraño que a cierto candidato no le dan ganas de cagar a trompadas a personajes así,
además de a su hijo de ocho años si lo encuentra con un porro. Sugestivo, pero
esto puede transgredir la veda. El lector deberá olvidar las últimas líneas,
por las dudas.
Lo del diálogo sí que es todo un tema. Los que lo invocan, son los que más se
niegan a concederlo. Claro, entre iguales, el diálogo se produce sin
problemas. Pero, como se piensan entronados por encima del resto, lo que exigen es recuperar la potestad
para dictar órdenes y recibir obediencia. Esa es la única forma de diálogo
que aceptan los poderosos, por eso sus exponentes políticos ponen este tema en
primera línea. Nada inocente, por
supuesto, pero entrador para un votante distraído. Lo mismo ocurre con los
que hablan del país unido y en paz. ¿Qué unidad se puede construir con gente
que pergeña accidentes, atentados, corridas cambiarias, desabastecimiento para
satisfacer sus angurrias? ¿Qué consenso
puede haber con los que confabulan con el Imperio y expelen chimentos en su
embajada? ¿O con los que hablan pestes de nuestro país ante organizaciones
internacionales, fabulando una inexistente violación a los derechos que ellos
sí violan? Y después, algunos monigotes disfrazados de candidatos denuncian que
los conflictos son generados por las Autoridades Nacionales, aunque seguramente saben que todo conflicto
se origina en la resistencia de los patricios a ceder parte de lo que nos han
sustraído durante años.
Para no violar la veda, será mejor que cambiemos
de tema. Días atrás, el Autor de estos Apuntes entrevistó a un candidato a diputado
local de la misma línea del candidato que bajó el susodicho cuadro en un local
partidario. Sin dudar, cuestionó el llamado cepo
al dólar y los peligros que puede traer.
De no ser por esa medida tan oportuna tomada a finales de 2011, nuestra estabilidad sería cosa del pasado.
Esta semana, los que apuestan compulsivamente al dólar ilegal intentaron poner
su granito de arena en la campaña y los medios amplificaron la insignificante
jugada. Claro, quieren provocar una
corrida cambiaria para forzar una devaluación. Una clara actitud extorsiva,
como un facineroso de la peor calaña.
Pero para los ciudadanos de a pie, el dólar ya no es un tema tan importante. Un paso más hacia la construcción de
nuestra soberanía.
Y de esto sí se puede hablar, a pesar de la veda
electoral. Nuestra Joven Democracia
crece a pasos agigantados y poco a poco gana más experiencia. Como está
abandonando su rol de pantalla para ocultar los más descomunales latrocinios, se torna más vigorosa y se respira en el
ambiente, con una fragancia primaveral, acorde con la época. Por fin la
democracia está confirmando su sentido. Todavía falta, porque hay individuos
que se niegan a acatar sus leyes. Y no estamos hablando de los delincuentes
comunes, solamente, sino de los que nunca han sido considerados como tales. Y
con su accionar, se ganan con honores el mote. En el reino del revés, están
protegidos por los jueces. O a la inversa. Y juntos –jueces y patricios- se
burlan de la democracia y sus instituciones, sobre todo, de sus leyes. Claro,
como tiene 30 añitos, se abusan de su inexperiencia.
Se
equivocan: confunden paciencia con debilidad. Aunque parezca tierna, tiene la solidez del
colectivo que apuntala su raíz desde hace diez años. Porque con Kirchner
recuperamos el sentido de la democracia, no como formalidad, sino como valor. El sueño que vino a proponer es el camino
que estamos transitando, en el que brotan flores a cada paso. Con él
aprendimos qué cuadros hay que descolgar, para que ningún traidor venga a
confundir los símbolos de nuestra historia. Y no mucho más, para no transgredir
la veda. Sólo una cosa queda para decir: La
Presidenta espera algunos votos más para consolidar todo esto y seguir con lo
que falta. Un mimito se merece en el tercer aniversario de la partida de
Néstor.
miércoles, 23 de octubre de 2013
A las trompadas contra un sueño
Que se sepa, un funcionario
chapea apenas un uniformado detiene su auto y no media hora después. Y dice que es funcionario sin necesidad de
interrogación alguna. En el famoso video, Juan Cabandié responde que es
legislador cuando el gendarme le pregunta “¿de
qué trabaja?”. ¿Qué tenía que decir para que los carroñeros no se enojen,
que es costurera? Pero lo más inhumano es poner en duda su condición de víctima
de la dictadura. Si que secuestren,
torturen y desaparezcan a sus padres y después robarle su identidad y someterlo
a tratos brutales no es ser víctima de la dictadura, no entienden nada o se
hacen los distraídos. Para no decir otra cosa. Después de treinta años, ya
no hay lugar para discutir estas cosas porque significa poner en duda todo lo reconstruido
sobre ese nefasto período. En realidad, lo hacen a propósito para confundir,
como lo han hecho siempre. Su objetivo
es constituir un público integrado por individuos a-históricos, a-políticos,
insolidarios y sobretodo, prejuiciosos y odiadores. Y muy desinformados,
además. Una minoría inconciliable con la idea de un país inclusivo. Si hay
una división en nuestro país, son ellos los que la realizan y con su
resistencia, la convierten en abismo. Si rechazan cualquier invitación, si se
niegan a acompañar a la mayoría, si
boicotean cualquier iniciativa para profundizar nuestro camino, ya se están
pareciendo mucho a un obstáculo. Y a los obstáculos se los esquiva o se los
aparta, pero no pueden interrumpir este sueño que comenzó diez años atrás.
Una aclaración: no todos los
que consumen los medios que representan al Poder Fáctico forman parte de esa
minoría, pero con su incomprensible adhesión resultan funcionales a sus
intereses. Una simpatía que destinan a los poderosos por simple mojigatería, porque no recibirán beneficios, sino todo
lo contrario. Tanta confusión padecen estos manipulados consumidores que no
pueden comprender que muchas veces han
sido víctimas de las angurrias de estos siniestros personajes. Y otra vez,
parece que han caído en la trampa. Las generalidades con forma de consignas
parece que han seducido a parte de los votantes. Los spots edulcorados resultan
efectivos aunque prometan la nada, aunque sean inconsistentes, insustanciales,
pueriles. Cuando se escucha en serio a
los candidatos opositores, existe un riesgo de urticarias.
¿O qué clase de persona hay que
ser para simpatizar con el método Massa de control de adicciones? Si cagaría a trompadas a su hijo de encontrarlo
fumando un porro, ¿qué haría contra un adulto desconocido? ¿O si descubre que,
además de consumir marihuana, su hijo es homosexual? En las bromas –decía
Freud- se puede encontrar lo más profundo del pensamiento subjetivo. No hay inocencia en estas humoradas de
asado dominguero. No hay posibilidad de disimular la oscuridad que se asoma
en los ojos del creador del Frente –ya nada- Renovador. Una mirada que asusta, que no inspira más que rechazo. Y si a esto
se suma a sus aliados, el coctel es indigerible. No hay confusión posible.
Rico, los Duhalde, los Barrionuevo, Cariglino, Redrado y muchos pescados que se
han enganchado en algunos distritos, fósiles
hediondos que no encuentran reducto donde volcar sus pestilencias. ¿Qué puede
tener eso de seductor?
Si esto no traspasa esas vendas
que ciegan, los hechos de violencia que se produjeron en campaña, como el
ataque a militantes kirchneristas y otras muestras destructivas, deben conducir a la desconfianza hacia
estos nostálgicos de los peores momentos de nuestra historia. ¿Queda alguna
duda de que pega el que no tiene razón? En el trabalenguas de sus cortos de
campaña, decir lo que quieren escuchar o
escuchar lo que tienen para decir, se evidencia una demagogia tan
extemporánea que exhibe colgajos de telarañas.
Pero no todo ocurre en Buenos
Aires. El atentado padecido en Jujuy por los militantes de la Tupac Amaru,
Milagro Sala incluida, también forma parte de la misma campaña porque el blanco
es el mismo. Aunque parece provenir de
un espacio partidario diferente, se planifica en la misma usina. Como
quieren recuperar un poder apenas limado, los carroñeros disparan desde
diferentes flancos. El director de esta peli de terror utiliza a muchos actores
y su campo de operaciones se extiende mucho más allá de los límites del país.
En estos días se conoció la declaración de la 69° Asamblea de la SIP en Denver,
Colorado, donde los principales
empresarios mediáticos del país dibujaron una escena de atentados a la libertad
de expresión. Difícil imaginar con qué cara trataron de convencer a los
asistentes sobre la gravedad de la situación argentina ante los 14 asesinatos a periodistas ocurridos en otros países, como
México, Brasil, Colombia, Guatemala, Haití, entre otros. Si acá, cuanto
mucho, los atentados se originan
desde 678, Duro de Domar o TVR. Ridículo
que los que ejercen la censura en serio se quejen de la censura inexistente. Y
por si esto fuera poco, a principios de noviembre un grupo de periodistas
argentinos -sicarios del establishment- acudirán ante la Comisión Internacional
de Derechos Humanos para denunciar su condición de víctimas del gobierno K. Una falta de respeto a los que padecieron persecución
y censura en serio. Una vergüenza.
Mientras estas despreciables
alimañas sólo tratan de generar caos y desaliento, el Gobierno Nacional sigue
gobernando, totalmente ajeno a estos intentos destituyentes. Pero muy ajeno,
vale aclarar. Porque más de 158 mil
familias han sido las beneficiadas por el nuevo sorteo del plan ProCreAr para
concretar el sueño de la casa propia. “Vamos a
llamar pronto a otro sorteo porque seguramente hay más familias que quieren
inscribirse”, informó el titular de la Anses, Diego Bossio, porque este sueño no debe
detenerse, le faltó decir.
Un sueño que comenzó en 2003, cuando nadie
pensaba en sueños, rodeados como estábamos de tantas pesadillas. Pesadillas con las que obtuvieron
cuantiosas ganancias los que hoy, nuevamente, quieren provocarlas. Con
asesinatos, atentados, kamikazes, incremento de precios y corridas cambiarias.
Por eso el video homenaje al ex presidente Néstor Kirchner trajo un oportuno aire fresco en medio de tanta
amenaza de podredumbre. El discurso de asunción convertido en himno, en canto festivo, militante, triunfal. Caras
conocidas, rostros anónimos, saltos y brazos levantados, pero no con gestos
amenazantes, sino alegres, felices, esperanzados. “Vengo a proponer un sueño, vengo a proponer
un sueño”, son los versos que más se celebran, como en un triunfo
futbolero. Un corto convocante, conmovedor,
energizante. Una invitación a la
memoria y al compromiso, pero también una advertencia. Muchos estamos de
este lado, convencidos de que éste es el sueño que nos corresponde, el que
merecemos, el que conquistamos. Porque éste es el camino para construir ese
país que tantas veces sabotearon los que hoy se muestran como custodios de la
República, pero de la que garantiza la multiplicación de sus cuantiosas
riquezas. Fortunas que han salido de
nuestras venas, que se han incrementado con nuestras lágrimas. Por eso el
video advierte que este sueño no se verá alterado ni por las trompadas de un
padre desaforado.
lunes, 21 de octubre de 2013
Un país lanatizado
Carroñeros
al borde de un ataque de nervios
Pobres, los golpistas. Antes,
voltear un gobierno era más fácil. Con acudir a las puertas de un cuartel,
bastaba. En cambio, ahora tienen que
aguzar el ingenio y utilizar sicarios ubicados estratégicamente en lugares
clave para boicotear la vida diaria de los argentinos. Como generales
reunidos en un campamento en medio del fragor de la batalla, despliegan mapas
para detectar los flancos más vulnerables donde atacar. Claro, no se juntan en
una tienda de campaña, sino en alguna oficina de Puerto Madero. En realidad,
las grandes cadenas informativas siempre aprietan a sus respectivos gobiernos. Y la principal estrategia es la difusión de
informes de veracidad dudosa que permanezcan en la memoria colectiva a pesar de
las esforzadas desmentidas de las voces oficiales. Según la CNN, la CIA
confirmó la existencia del Área 51, gracias a la descalificación de unos
documentos, aunque nada se dice, por ahora, de toda la historia de
extraterrestres que circuló durante tanto tiempo. Tema que inspiró novelas,
comic, series y películas desde “Los
invasores” para acá. Al menos, la prensa norteamericana contribuye al
desarrollo de la industria cultural. La
de acá, miente sólo para destruir. Y esto sin incluir las oscuras alianzas de la fuerza no-política que los representa ni
las sospechas de sabotaje en los tres accidentes ferroviarios. Tanta
creatividad destinada a las operaciones, que se deberían haber dedicado a la cirugía para hacer un notable
aporte a la comunidad.
Cuando en febrero del año
pasado ocurrió la tragedia de Once, las explicaciones apuntaban a un abandono
del transporte ferroviario por parte de la empresa concesionaria y la ausencia
de controles por parte del Estado. Unos meses después, el ministro Florencio Randazzo impulsó importantes mejoras en el
servicio, pero otro accidente en la misma línea parecía indicar que nada
era suficiente. Sin embargo, las pericias y las cámaras demostraron otra cosa: un maquinista transformado en kamikaze.
Al poco tiempo, las pericias judiciales revelaron que el tren accidentado en
Once tenía el sistema de frenado y seguridad en buen estado, lo que permite sospechar de la actitud del
conductor. El sábado, un nuevo y oportuno siniestro ubica a este servicio
público en el centro de la escena en la última semana de campaña electoral. Un
experto en inteligencia podría decir que el
primer incidente es casualidad, el segundo, coincidencia, pero el tercero es
confabulación.
Que se haya quedado dormido no exime
de responsabilidad al motorman, más aún cuando venía demostrando imprecisiones
en las últimas escalas. Si tenía dificultades para mantenerse despierto, debería haber informado a la torre de
control para que se efectúe un relevo o, al menos, una dosis intravenosa de
café. Uno, que es mal pensado, imagina alguna droga introducida en el organismo
de Julio Benítez sin que lo advierta. Un somnífero, por ejemplo. Pero, el intento de destruir el disco de
grabación lo convierte en partícipe necesario de la operación. Ni hablar
del sindicalista Rubén Sobrero, que siempre sale a recitar consignas
malintencionadas ante los medios hegemónicos, con denuncias y pruebas
insostenibles. No sólo hay que sospechar de estos tres maquinistas, sino llegar hasta la mano negra que los
está inspirando.
Ni hablar del papelón de Pino
Solanas, que a los pocos minutos del suceso, apareció en el lugar con un estrambótico look turístico con la
intención de buscar protagonismo ante las cámaras. Apenas logró esbozar algunas
generalidades oportunistas, cuando un grupo de usuarios y damnificados
comenzaron a abuchearlo por su carroñera actitud. De más está decir que debió
abandonar el lugar con mucha pena y sin ninguna gloria. En su desesperación por conquistar un lugar que garantice su
permanencia evanescente, se ha contagiado con los vicios de sus aliados. Y,
por supuesto, ha adoptado el estilo vociferante exigido por la cadena ilegal de comunicación que
siempre amplifica sus inconsistencias.
Tanto él como muchos otros
exponentes de la oposición se suma a la agenda enloquecedora de las empresas
que se dicen periodísticas. Todos apelan al mismo accionar: opinar al instante sobre lo que no tienen
idea recitando al unísono un mismo lema. Ante cualquier operación pergeñada
desde las madrigueras responden con premura para satisfacer los requerimientos
del Poder Fáctico. En este mes hubo cuatro operaciones principales: la extraviada psiquis de La Presidenta, la
sospecha en la información sobre su salud, la capacidad y ética de Boudou para ejercer la presidencia provisional
y la prepotencia de Cabandié. En todas pusieron sus cínicas máscaras de
preocupación. En todas demostraron desinformación, superficialidad y malicia.
Y, más grave, obediencia absoluta a los intereses de los que se piensan dueños
del país.
O quizá también estén
enloquecidos ante tanta manipulación. No es para menos: los ecos de sus ficciones camufladas como noticias aturden a cualquiera.
El ex gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid, parece ser una víctima más de la
desinformación. A una semana de la difusión del primer video, el candidato a
diputado por el FPV calificó como “lamentable”
la reacción del legislador Juan Cabandié. Si
esto lo hubiera dicho el domingo pasado, cuando nada se sabía del video
completo, cuando no se había escuchado la versión de Cabandié, cuando no se
sabía la antigüedad del hecho, no merecería estas líneas. Pero en siete días,
se conocieron muchas cosas en torno al hecho: que había ocurrido en mayo, que
el legislador no chapeó para evitar
la multa, que le retuvieron el coche por algo que ni siquiera es una contravención,
que le revisaron sus pertenencias y que la ex agente realizó poses sensuales
para un diario opositor por la módica suma
de 30 mil pesos. Demasiado sería que la suma resulte una ironía por su
similitud con el número de desaparecidos. Con
todo esto, ¿en dónde está lo “lamentable”? Más aún cuando el candidato
santafesino pertenece al mismo partido. Quizá Obeid sea complaciente con los
medios locales y evita cualquier confrontación con ellos. O tal vez lo
agarraron distraído. ¿O estará
anunciando su futura traición? Si es esto último, que vaya presentando su
renuncia. Que ni se le ocurra asumir si
ya está pensando mudar su banca a las huestes del Frente anti-Renovador de
Sergio Massa. Si esa banca la conquista por el kirchnerismo, sería una
burla que después se transforme en opositor.
Pero ya estamos cansados de escuchar a ciertos
políticos desplegando los argumentos que se sugieren desde los medios; que ante cada incidente distorsionado
salgan a canturrear las chocheras que les dictan; que ante cada choque
ferroviario sólo tengan algunos caceroleos de catálogo. Realmente, cansan.
Y esto no es colocar un bozal en la boca de nadie, como sugirió un Alfredo
Casero exageradamente reaccionario en el programejo del ex periodista Jorge
Lanata. Si en los noventa, Marcelo Tinelli tinellizaba
la sociedad, en estos tiempos los
políticos opositores se han lanatizado de
manera peligrosa. Y así, el tono protestón contagia a gran parte de los
individuos que se piensan ciudadanos. Sin
exagerar, desde la cloaca dominical de El Trece se reniega de las instituciones
y se propicia la destitución. Un poco de cera en nuestras orejas permitirá
nuestra subsistencia ante los espeluznantes alaridos de estas peligrosas
sirenas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Un viernes negro
La fortuna nos dio una chance. El disparo no salió, pero podría haber salido . El feriado del viernes es un casi duelo. La ingrata sorpres...
-
La fortuna nos dio una chance. El disparo no salió, pero podría haber salido . El feriado del viernes es un casi duelo. La ingrata sorpres...
-
Granitos de arena para desterrar la oscuridad El autor de estos apuntes nunca imaginó algo así. El jueves se realizó la presentación ...
-
El principio de inocencia a veces parece un fin . Quien nos hundió en las tumultuosas aguas del Megacanje goza de la impunidad que br...