Que se sepa, un funcionario
chapea apenas un uniformado detiene su auto y no media hora después. Y dice que es funcionario sin necesidad de
interrogación alguna. En el famoso video, Juan Cabandié responde que es
legislador cuando el gendarme le pregunta “¿de
qué trabaja?”. ¿Qué tenía que decir para que los carroñeros no se enojen,
que es costurera? Pero lo más inhumano es poner en duda su condición de víctima
de la dictadura. Si que secuestren,
torturen y desaparezcan a sus padres y después robarle su identidad y someterlo
a tratos brutales no es ser víctima de la dictadura, no entienden nada o se
hacen los distraídos. Para no decir otra cosa. Después de treinta años, ya
no hay lugar para discutir estas cosas porque significa poner en duda todo lo reconstruido
sobre ese nefasto período. En realidad, lo hacen a propósito para confundir,
como lo han hecho siempre. Su objetivo
es constituir un público integrado por individuos a-históricos, a-políticos,
insolidarios y sobretodo, prejuiciosos y odiadores. Y muy desinformados,
además. Una minoría inconciliable con la idea de un país inclusivo. Si hay
una división en nuestro país, son ellos los que la realizan y con su
resistencia, la convierten en abismo. Si rechazan cualquier invitación, si se
niegan a acompañar a la mayoría, si
boicotean cualquier iniciativa para profundizar nuestro camino, ya se están
pareciendo mucho a un obstáculo. Y a los obstáculos se los esquiva o se los
aparta, pero no pueden interrumpir este sueño que comenzó diez años atrás.
Una aclaración: no todos los
que consumen los medios que representan al Poder Fáctico forman parte de esa
minoría, pero con su incomprensible adhesión resultan funcionales a sus
intereses. Una simpatía que destinan a los poderosos por simple mojigatería, porque no recibirán beneficios, sino todo
lo contrario. Tanta confusión padecen estos manipulados consumidores que no
pueden comprender que muchas veces han
sido víctimas de las angurrias de estos siniestros personajes. Y otra vez,
parece que han caído en la trampa. Las generalidades con forma de consignas
parece que han seducido a parte de los votantes. Los spots edulcorados resultan
efectivos aunque prometan la nada, aunque sean inconsistentes, insustanciales,
pueriles. Cuando se escucha en serio a
los candidatos opositores, existe un riesgo de urticarias.
¿O qué clase de persona hay que
ser para simpatizar con el método Massa de control de adicciones? Si cagaría a trompadas a su hijo de encontrarlo
fumando un porro, ¿qué haría contra un adulto desconocido? ¿O si descubre que,
además de consumir marihuana, su hijo es homosexual? En las bromas –decía
Freud- se puede encontrar lo más profundo del pensamiento subjetivo. No hay inocencia en estas humoradas de
asado dominguero. No hay posibilidad de disimular la oscuridad que se asoma
en los ojos del creador del Frente –ya nada- Renovador. Una mirada que asusta, que no inspira más que rechazo. Y si a esto
se suma a sus aliados, el coctel es indigerible. No hay confusión posible.
Rico, los Duhalde, los Barrionuevo, Cariglino, Redrado y muchos pescados que se
han enganchado en algunos distritos, fósiles
hediondos que no encuentran reducto donde volcar sus pestilencias. ¿Qué puede
tener eso de seductor?
Si esto no traspasa esas vendas
que ciegan, los hechos de violencia que se produjeron en campaña, como el
ataque a militantes kirchneristas y otras muestras destructivas, deben conducir a la desconfianza hacia
estos nostálgicos de los peores momentos de nuestra historia. ¿Queda alguna
duda de que pega el que no tiene razón? En el trabalenguas de sus cortos de
campaña, decir lo que quieren escuchar o
escuchar lo que tienen para decir, se evidencia una demagogia tan
extemporánea que exhibe colgajos de telarañas.
Pero no todo ocurre en Buenos
Aires. El atentado padecido en Jujuy por los militantes de la Tupac Amaru,
Milagro Sala incluida, también forma parte de la misma campaña porque el blanco
es el mismo. Aunque parece provenir de
un espacio partidario diferente, se planifica en la misma usina. Como
quieren recuperar un poder apenas limado, los carroñeros disparan desde
diferentes flancos. El director de esta peli de terror utiliza a muchos actores
y su campo de operaciones se extiende mucho más allá de los límites del país.
En estos días se conoció la declaración de la 69° Asamblea de la SIP en Denver,
Colorado, donde los principales
empresarios mediáticos del país dibujaron una escena de atentados a la libertad
de expresión. Difícil imaginar con qué cara trataron de convencer a los
asistentes sobre la gravedad de la situación argentina ante los 14 asesinatos a periodistas ocurridos en otros países, como
México, Brasil, Colombia, Guatemala, Haití, entre otros. Si acá, cuanto
mucho, los atentados se originan
desde 678, Duro de Domar o TVR. Ridículo
que los que ejercen la censura en serio se quejen de la censura inexistente. Y
por si esto fuera poco, a principios de noviembre un grupo de periodistas
argentinos -sicarios del establishment- acudirán ante la Comisión Internacional
de Derechos Humanos para denunciar su condición de víctimas del gobierno K. Una falta de respeto a los que padecieron persecución
y censura en serio. Una vergüenza.
Mientras estas despreciables
alimañas sólo tratan de generar caos y desaliento, el Gobierno Nacional sigue
gobernando, totalmente ajeno a estos intentos destituyentes. Pero muy ajeno,
vale aclarar. Porque más de 158 mil
familias han sido las beneficiadas por el nuevo sorteo del plan ProCreAr para
concretar el sueño de la casa propia. “Vamos a
llamar pronto a otro sorteo porque seguramente hay más familias que quieren
inscribirse”, informó el titular de la Anses, Diego Bossio, porque este sueño no debe
detenerse, le faltó decir.
Un sueño que comenzó en 2003, cuando nadie
pensaba en sueños, rodeados como estábamos de tantas pesadillas. Pesadillas con las que obtuvieron
cuantiosas ganancias los que hoy, nuevamente, quieren provocarlas. Con
asesinatos, atentados, kamikazes, incremento de precios y corridas cambiarias.
Por eso el video homenaje al ex presidente Néstor Kirchner trajo un oportuno aire fresco en medio de tanta
amenaza de podredumbre. El discurso de asunción convertido en himno, en canto festivo, militante, triunfal. Caras
conocidas, rostros anónimos, saltos y brazos levantados, pero no con gestos
amenazantes, sino alegres, felices, esperanzados. “Vengo a proponer un sueño, vengo a proponer
un sueño”, son los versos que más se celebran, como en un triunfo
futbolero. Un corto convocante, conmovedor,
energizante. Una invitación a la
memoria y al compromiso, pero también una advertencia. Muchos estamos de
este lado, convencidos de que éste es el sueño que nos corresponde, el que
merecemos, el que conquistamos. Porque éste es el camino para construir ese
país que tantas veces sabotearon los que hoy se muestran como custodios de la
República, pero de la que garantiza la multiplicación de sus cuantiosas
riquezas. Fortunas que han salido de
nuestras venas, que se han incrementado con nuestras lágrimas. Por eso el
video advierte que este sueño no se verá alterado ni por las trompadas de un
padre desaforado.
Y nadie notó que no usa en su auto particular la chapa-patente de legislador a la que tiene derecho, y que la inmensa mayoría de sus colegas Legisladores sí usan, lo que los pone a cubierto de antemano de las asechanzas de los milicos coimeros.
ResponderBorrarlo que es triste es que alguien, haya o no sido victima de la dictadura, use la chapa de "fui victima asi que hago lo que quiero", para escudarse de, por ejemplo, no tener los papeles del auto en regla. Usar el hecho de haber sido victima es un INSULTO a la seriedad de lo que paso en nuestro pais. Y eso, es imperdonable.
ResponderBorrarEstimado anónimo: hay mucha desinformación y prejuicio en tu comentario. Lo que le pedían ni siquiera es una contravención. Para circular hace falta carné, tarjeta verde, póliza de seguro y pago de patente. Lo que no tenía era el último recibo del seguro, que, según la Agencia Nacional de Seguridad Vial, no es necesario portar. Lo retuvieron 40 minutos, le revisaron sus pertenencias, le preguntaron diez veces lo mismo y recién al final, cuando le preguntaron, dijo que era legislador. Un consejo: hay que estar informado antes de opinar, para no quedar como un manipulado.
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