¿Qué pasó en los últimos días para terminar la
semana hablando de guerra y servicio militar? Tan raro que un senador proponga la colimba como solución de un
problema social como que un intendente esté al borde de un conflicto bélico por
estatizar la recolección de residuos. Quizá Mario Ishii previó esta
situación con los Moyano y por eso consideró la necesidad de convocar a las
tropas. Extraña manera de celebrar el
Día de los Trabajadores. Menos mal que el miércoles La Presidenta inauguró
las nuevas instalaciones de Siam, agonizante en los noventa, finada en 2003 y
resucitada en 2014. Más trascendente aún la
media sanción recibida por el proyecto de ley para combatir el trabajo no
registrado, una contienda mucho más interesante que la planteada por los
camioneros. No hay dudas, mientras muchos vamos por el camino más luminoso que
encontramos, otros tratan de
arrastrarnos por los atajos más enrevesados hacia la oscuridad de la que
todavía no terminamos de escapar.
Parece una fotografía vieja la de los Moyano
hablando de muertos y de guerra. Parecen extraterrestres los que afirman sin
pudor que estamos peor que antes. Parecen nostálgicos los que comenzaron a
evaluar la utilidad del Servicio Militar Obligatorio para los jóvenes que no
estudian ni trabajan. Todo resulta extraño desde hace algún tiempo. Una especie de Cambalache del siglo XXI se está re-escribiendo en estos días,
en una versión tan alocada que incluye violentos, mentirosos, extorsionadores y
destituyentes, en el mismo lodo, todos
manoseados.
Si la propuesta del senador Mario Ishii era una
broma, deberían haber puesto risas grabadas para que nos riamos todos. Si la
idea de derivar a los jóvenes desorientados a las filas del ejército es un
anzuelo para que se enganchen algunos bagres, que desmonten la operación porque
la pesca fue escasa. Esto de buscar las
soluciones en el arcón de la abuela resulta poco productivo porque en su
interior se acumulan los errores que nos condujeron a la ruina. A todas las
que hemos padecido desde mediados del siglo pasado. Entonces, que quede claro:
allí no hay nada que nos pueda servir. Nada en serio. Quien no tenga arcón o lo
haya extraviado en la baulera, podrá echar una mirada a algunos de los países
europeos, cuyos ciudadanos padecen los
recortes más severos para satisfacer la angurria de los que han provocado las
crisis.
Una familia
muy normal
Anclados en el extravío, los Moyano no saben qué
hacer para sacudir el tablero. Si no es un paro, es una marcha y si no, una
guerra. Todo vale a la hora de ser
admitidos en el club de los elegidos, hasta disfrazar intereses
empresariales con defensa de derechos. ¿Acaso alguien cree que estos dirigentes
sindicales están protegiendo la dignidad de sus representados? De ser así, estarían dirigiendo sus reclamos a la
empresa Covelia y no al municipio de Quilmes, que prometió integrar a los
trabajadores como estatales con el mismo sueldo. Eso sí, después de que la
empresa de residuos indemnice a los trabajadores. Perdón, hay un apresuramiento
en este análisis. Los empleados aún no
han sido despedidos y recién el lunes vence el contrato por la recolección de
residuos. Están amenazando con muertos y guerras por algo que todavía no
pasó. Y no en defensa de los más desprotegidos sino de los poderosos. Es decir,
ellos mismos. Ahora hay un principio de acuerdo entre Francisco Gutiérrez y el
sindicato, pero lo que quedó es el
exabrupto verbal, desproporcionado para un conflicto tan pequeño.
Y de ese licuado no puede salir otra cosa más
que una batería de dardos dirigidos a La Presidenta, culpable sin juicio de
todo lo que ocurre y está por ocurrir. “Ellos
están buscando -vociferó el hijo- y
lo digo: si tiene que haber un muerto,
va a haber un muerto, dos, tres muertos, porque la gente está dispuesta a
defender su puesto de trabajo y su dignidad”. ‘Ellos’, por supuesto, está
constituido por Cristina y sus funcionarios, intendentes, diputados, senadores,
concejales y, por extensión, nosotros.
Y el padre, simulando
poner paños fríos, recalentó el episodio porque no había tenido suficiente
repercusión en los titulares. Entonces, redobló la apuesta. “Que sepa el Gobierno que si quiere guerra –amenazó- los
camioneros estamos preparados y que vamos a defender hasta los últimos puestos
de trabajo. No me interesa que quieran joder a Moyano, yo me la banco, no
soy un cagón como son ellos”. ‘Ellos’
también en este caso se está refiriendo a nosotros. Pero qué importa
recibir una declaración de guerra en medio de un fin de semana largo y, en el
mismo pack, una evaluación clínica y a distancia de nuestras funciones intestinales.
Más allá de estos detalles, en este nuevo
sainete se percibe una constante: gritan
tanto que un conflicto municipal trasciende todas las fronteras y se transforma
en una amenaza nacional. No sólo niegan la realidad sino también la
geografía. Porque ahora, como si fuera un revólver sobre el escritorio,
prometen una marcha el 14 de mayo y un paro de camineros que va a afectar todo
el territorio. Esto, más que un reclamo
por derechos laborales, es una extorsión y será un castigo que padeceremos
todos por un confuso y minúsculo incidente. Este tipo de sobreactuaciones verbales
deberían tener una sanción inmediata, una
especie de tarjeta que deje fuera de juego a estos malos actores para que la
discusión pueda elevarse y no quede empantanada en los malos parlamentos.
¿O será que es una escaramuza más de la
resistencia al fortalecimiento del Estado? De
ser así, estamos presenciando un perverso juego. A principios de esta
semana, CFK destacó por Cadena Nacional la importancia del Estado como garantía
de derechos y crecimiento en todo sentido. “Menos
mal que hay Estado en la Argentina –explicó- cada vez que el Estado se retiró, el pueblo fue devastado”. Porque el Estado siempre debe estar del
lado de los menos favorecidos para mejorar su situación, para distribuir
bienes, para otorgar dignidad. Y también debe buscar la equidad, esa
palabra que está en boca de todos pero sólo en el ideario de algunos.
Porque para que la equidad se convierta en acto,
los que más tienen deben renunciar a una parte de sus ganancias y, si no
alcanza, de sus bienes. Más aún aquellos
que se enriquecieron a costa de nuestras crisis, ésos que detestan la
intromisión del Estado en sus asuntos. Esos son los que mandan a sus patoteros
disfrazados de comprometidos dirigentes sindicales para provocar un caos que
descontrole al Gobierno Nacional. Esos
son los que quieren volver para succionar, una vez más, la mayor parte de la
riqueza generada con nuestro trabajo. Esos quieren recuperar el poder para
borrar de un plumazo los derechos conquistados en esta década.
Pero esta vez no les será tan fácil. Nos hemos acostumbrado a estar cada vez
mejor, más allá de lo que digan los manipuladores mediáticos. La creciente
dignidad de la que estamos gozando tiene una sonrisa tan bella que la
extrañaremos mucho si la espantan de nuestro lado. No hay dudas: cuando un derecho se convierte en cotidiano,
resulta muy difícil extirparlo. Y si esto se logra, quedará como un
recuerdo, como una ausencia, que no es
lo mismo que la inexistencia. Cuando algo no existe, no puede extrañarse.
Se extraña lo que se conoció y ya no está a nuestro lado.
Menos mal que hemos aprendido mucho en estos
años. Tanto conocemos a los carroñeros
que detectamos al instante todas sus tretas. Tan atentos estamos a sus
movimientos que ya podemos descifrar sus gruñidos. Esta vez no van a volver,
por más que disfracen su avidez con los más inocentes camuflajes.
Los que todavía siguen la consigna de algún padre que se salvó por número bajo o por único sostén de familia, Ya vas a ver cuando hagasla colimba!!!, deberían ir al psicólogo, urgente, especialmente los granados, ishis, y similares ejerciendo funciones públicas, ni hablar de el zanguango, ex vice presidente impresentable, ( https://www.youtube.com/watch?v=r9dXXXPXa3g) . Los moyanos, especialmente el hijo mayor, casi un fredo pero mas peligroso, también están huérfanos de análisis o quizás no dio resultado, ("analízame", "los soprano"), hoy en día hay una señora que SI practicó las lecciones para ser, el viento del sur le dijo a donde ir, y hay unos cuantos que por ahora parece que están con ella, eperemos que sigan así, que no nos decepcionen, que sigamos abriendo las fábricas que otros cerraron y dándole trabajo, espacios, a los que otros mandaron a lavar los platos.
ResponderBorrarOtra iniciativa positiva es el estímulo a las empresas que inviertan en investigaciones.
Así es, tenemos futuro aunque estos personajes nefastos pretendan boicotearlo. A no angustiarse. El año que viene seguiremos transitando por este camino.
BorrarExcelente artículo Gustavo ! Y como bien decís,somos Muchos que conocemos sus "Jugadas",nada originales por cierto...Siempre reflotando "Viejas recetas". Lo penoso es que haya algunos argentinos,carentes de Criterio Propio evidentemente,que los apoyen,los defiendan... En fin,será un arduo y conflictivo camino hacia el "2015" .
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