No nos sorprendamos. Así como apareció algún zopenco mediático cuestionando las
pecheras de los chicos solidarios, seguramente aparecerá otro que diga “lanzamos el segundo satélite geoestacional
y no podemos contener inundaciones”. No, lo que no podemos contener es la avaricia de algunos que quieren sacar suculentas
ganancias de donde sea. Porque lo que más molesta de estos tiempos es que
aprendimos a descubrir quiénes son los
que nos patean en contra. En una emergencia como las inundaciones, ya
comprendimos que la explicación no viene solamente por la fiereza de los
elementos o la desidia estatal. Una tercera pata sostiene este dramático
desequilibrio, conformada por empresarios
inescrupulosos que construyen en humedales, talan montes y canalizan sin
autorización. Todo sin criterio colectivo, reparos ni arrepentimiento. El individuo en estado puro. Por eso
quieren terminar con este ciclo, porque aprendimos a conceptualizar y saben que
el concepto es el primer paso para
solucionar un problema.
Por eso los medios tratan de desconcertarnos, de
alejarnos del blanco, para que no descubramos quiénes son los que dificultan nuestro avance. La estrategia es
apuntar lo más lejos posible del núcleo del problema, hablar de temas
tangenciales, instalar la crítica banal, cuestionar el detalle menos
significativo, hacer de la contradicción
un sistema de pensamiento. Por un lado, lamentarse por las víctimas de la
catástrofe pero, por el otro, denostar a
los jóvenes que se acercan a tenderles una mano. Difundir las causas del
cambio climático pero salir en defensa
de un empresario que es sancionado por talar un bosque. Quejarse por la
inflación pero defender el libertinaje de los mercachifles. Y así con miles de
ejemplos que el lector podrá elaborar en sus ratos libres.
De un lado o del otro, podemos poner muchas fotos
sobre la mesa. La de María Eugenia Vidal, candidata a gobernar la provincia, chapoteando con sus botas a pocos pasos de
una vereda puede ser una. La de Scioli volando a Italia en medio de la
emergencia, será la otra. Como en un mecánico juego, interminable y monótono y
mientras estamos así entretenidos, los
verdaderos autores cuentan sus ganancias en la oscuridad de sus cuevas. Que
Vidal pose para una foto ilustra su oportunismo y que Scioli se haya ido de
viaje sugiere indiferencia, pero ninguno
de los dos ocasionó el desborde. O tal vez sí, pero no por esas fotos sino
por otras, tal vez. Otra cosa que estamos aprendiendo es a mirar las fotos,
pero no para quedarnos sólo en ellas, sino
para armar una película, de esas
épicas que cuentan la historia de un pueblo que encuentra su camino.
Anticuerpos para el engaño
Esa peli también servirá para detectar las bajezas
de los que nos quieren engañar. Si apenas un par de semanas atrás, el líder del
PRO, Mauricio Macri, aseguraba que será
más nacional y popular que nadie, después de las PASO ha retornado a su previsible formato neoliberal. En un
escenario de negocios, entregó a los empresarios la cotización del dólar y prometió poner en sus manos el Banco
Central, en caso de llegar a la presidencia. Por una sonrisa del Círculo
Rojo -conformado, tal vez, por sus mejores amigos- dispuso sobre la mesa y envuelta para regalo nuestra moneda y con ella,
la soberanía.
Con Macri en La Rosada, el Mercado
será gobierno. Esta será su
impronta: primero satisfacer la avidez de los empachados y después, si quedan recursos
y si lo permiten, quedará algún mínimo
resquicio para atender las demandas de los sumergidos. Tanto el candidato
como los asistentes a tan revelador acto, consideran
que los kirchneristas son intrusos y no ven la hora de desalojarlos.
Cristina, sus funcionarios y todos los que brindan su apoyo son despreciables para esta casta patricia.
Y el futuro ex Jefe de Gobierno de la CABA, ante ese auditorio, lo sintetiza:
ya es imposible armonizar la relación entre “ellos
que nos gobiernan y nosotros, los ciudadanos”. Por si no queda claro, para
esta mirada patricia, la ciudadanía es
una parcialidad conformada por los más privilegiados. ‘Nosotros, los ciudadanos’ no es una proclama republicana sino un retroceso monárquico.
Pero la discusión mediática no se detuvo en este
núcleo sino en el detalle de la devaluación. Hasta el oficialismo mordió el anzuelo y alertó sobre los peligros de
una brusca subida del dólar. Uno de los asesores económicos de Daniel
Scioli, Miguel Bein, hasta le puso un burlón nombre a la propuesta de campaña
del líder del PRO: “macridevaluación”. Sin
embargo, la crítica de Bein deja una
puerta abierta: “plantear que dejará
libre el dólar, sin proceso previo, sin programa económico, sin cumplir las
etapas que haya que cumplir y sin reforzar reservas del Banco Central es llamar
a una devaluación brusca”. Detrás de este argumento se esconde la convicción de que el dólar, antes o
después, debe ser tan libre como un colibrí. Si Bein llega a ser el
ministro de Scioli emprenderá el camino
necesario para que la moneda verde recobre la libertad perdida. Si Scioli
quiere conquistar nuestros corazones, deberá prometer que el dólar estará tan controlado como el peor de los virus, como la
más peligrosa de las adicciones.
Si una de las opciones para octubre es un enorme
Cambiemos –aunque mute a cada paso- la otra tendrá que ser Continuemos. Pero en serio, sin titubeos. El ex
motonauta debería estar apartando a Bein de su grupo de asesores. Y más aún a
su otro asesor, Mario Blejer, quien, en el afán de atraer inversiones propone
facilitar la remisión de divisas de las empresas extranjeras que operan en
nuestro país. Las inversiones no se
atraen prometiendo el paraíso de la fuga. Eso ya lo vivimos. Ni ganancia fácil
ni bajos salarios. Nuestro país va a
crecer con producción, no con especulación. El que quiere especular que busque
en otro lado.
Los dos candidatos de la oposición –Macri y Massa-
basan su campaña en el engaño: la
convivencia armónica entre intereses contrapuestos; el modelo del derrame
reciclado. No, también hemos descubierto que cuando gobierna el Mercado, el pueblo se empobrece. Pero en nuestra
memoria están los anticuerpos para evitar estas amenazas. En nuestro corazón, también. Por las dudas, los robotitos de YPF nos cantan una
advertencia: “no te distraigas, mirá el
camino, poné la vista donde tiene que estar”.
Impecable descripción, pone sobre el tapete el conflicto que representa a la orbe kirchnerista la presencia y declaraciones de Bein y Blejer y que condujeron a la merma del caudal de votos en las paso, estos tipos respaldando a Scioli resultan como cucharada de Mac o a la hora de tragarse un sapo.
ResponderBorrarLos dichos de Macri sobre el manejo del dólar y bco. Central rememoran epocas de Rivadavia, en ese sentido parece aue hay gente aue su posición política sigue fiel al virreynato de la colonia.
Che Scioli fue a una atención médica producto de su problema del brazo, no es para garrotearlo. Así sumamos a la muerda que pregona Clarín. Tal vez critiquenle que no tomó la dimensión del desastre que expandió Clarín a niveles que hacían suponer una calamidad nacional que no se iba a retirar nunca Y que dejaba a un país entero bajo las aguas, pero que ni bien reaccionó la ciudadanía con sus colaboraciones y apenas bajaron un poquito las aguas quitaron el tema de sus pantallas
La crítica a Scioli es pertinente porque no urgía su viaje. Es una prótesis que no requiere de tantos tecnicismos y menos en medio de una emergencia. Muchas veces criticamos a Macri por encontrarse afuera cuando algo ocurría. En este caso, es justo cuestionarlo, al menos como advertencia
ResponderBorrarSegún algún comentarista medico dice que se generan nodulos en los nervios cercenados que son muy dolorosos y son quitados por cauterizacion por el especialista que fue a ver, en razón de eso es que hice mi comentario, no vi otros medios comentar lo mismo, si alguna confirmación en Facebook de persona con problema similar
ResponderBorrargenial, y me quedo con esta frase "Macri no es el salvador de la Patria ni todo el país está cansado del kirchnerismo" .. lo comparto abrazos mi compañero querido!!!
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