Aunque ya lo ha hecho hasta Laje, un sencillo
ejercicio ayudará a comprender mejor la
incidencia de los medios de comunicación en el ánimo de la ciudadanía:
imaginar cómo hubiera presentado Clarín, en su tapa, el nombramiento de dos
miembros de la Corte Suprema por decreto si, en lugar de Macri, la firma la
hubiera estampado Cristina. Los
titulares diseñarían un escenario de catástrofe institucional, de un acabose de
atropellos, de copamiento de la Justicia; hasta alarmarían al lector sobre
la presencia de una dictadora. Seguramente, ante una decisión así, jamás veríamos un título tan anodino
como: “Cristina cubrió las vacantes en la
Corte Suprema”. Pero como el sujeto
es distinto, con Macri el tono es sólo
informativo y hasta complaciente. En otros tiempos, sin duda, todos los
opinadores de la otrora cadena del desánimo –que ahora son muy optimistas- habrían convocado a cacerolazos y
todo tipo de movidas destituyentes. Y lo
han hecho, por supuesto, con motivos más insignificantes.
Uno de los episodios más memorables de la manipulación mediática ocurrió a mediados de
septiembre de 2012. Todo comenzó con la Cadena Nacional del jueves 6, ante
denuncias de favoritismos por parte del juez Luis Armella en la limpieza del
Riachuelo. Este magistrado amenazaba a
los funcionarios que denunciaban estos ilícitos y La Presidenta expresó: “sólo hay que tenerle miedo a Dios… y a mí
un poquito los funcionarios que de mí dependen”. Por supuesto, el titular de Clarín omitía la última parte
y se convirtió en una amenaza para todos
los argentinos. Periodistas, políticos, analistas y demás siervos del establishment saltaron al
unísono: no se puede gobernar con el
miedo. A los pocos días, un masivo cacerolazo sacudió las plazas de muchas
ciudades del país. Todos los
manifestantes anunciaban a los gritos no temer a Cristina, en medio de un
creativo abanico de insultos y agravios.
Una tormenta perfecta para unificar todos los problemas mediáticos –el dólar, la inseguridad, la dictadura, los
planes, los impuestos- en uno solo. Desde entonces, lo intentaron siempre
con más o menos éxito hasta desembocar
en el 10 de diciembre de 2015 con un presidente impensado, como un cacerolazo
convertido en voto.
Ahora, esos
mismos medios son más que oficialistas: casi apologistas. Difícil que no sea de
esa manera, pues el programa de gobierno
de Macri no es otra cosa que la materialización de los deseos del Multimedios y
todos los que se escudan detrás de él. En los cinco días que lleva
gobernando, el empresidente no ha hecho más que satisfacer las angurrias del Poder
Fáctico: quita de retenciones para favorecer a unos pocos y eliminación
gradual de subsidios para compensar la
pérdida en la recaudación; endeudamiento para ayudar a los bancos con el dólar a futuro y liberar el cepo para seguir
endeudándonos y facilitar la fuga;
planear una devaluación para transferir recursos, alejándonos una vez más del anhelo de disminuir la desigualdad.
Aunque todo esto favorece a unos pocos, el
clima festivo de titulares y editoriales intenta contagiar a todos. Estos
son los elefantes que avanzan a paso
ligero mientras el público se entretiene
con el triunfalismo mediático.
Un rosario provocador
Camuflaje, justificación o simple ocultamiento. A
eso apelaron estos días en que pasaron muchas cosas: un accionar presuroso producto de una ansiedad contenida durante unos cuantos
años. Todo a fuerza de decretos y con el Congreso en receso. Algunos
justificados, porque tienen que ver con nombramientos y algunas modificaciones
ministeriales; otros, cuestionables,
como la quita de retenciones a las exportaciones industriales y agropecuarias;
y los más escandalosos, como el que mitiga
la autarquía del AFSCA y el que cubre las vacantes en la Corte.
Pero además de lo visible, está lo
invisibilizado. El sábado cerca
de la medianoche, con patrulleros sin patente, un grupo de policías irrumpió en un Centro Cultural barrial de Vicente
López. El objetivo era clausurarlo sin orden judicial, aunque cuenta con
habilitación municipal y, de paso, amedrentar
un poco a los militantes. Para “abollar
ideologías”, diría Mafalda. Algunos de los chicos fueron golpeados y
apresados, a pesar de ser menores.
Nadie se escandalizó, salvo los propios. Si
apareció en los medios dominantes, fue para justificar el accionar
disciplinador.
Otro hecho tapado fue la manifestación que se
realizó en distintas ciudades del país para defender la Ley de SCA, amenazada por el flamante ministro de
Comunicación, Oscar Aguad. Si a esto sumamos que uno de los nuevos Supremos
es abogado de Clarín, la adecuación del
Grupo a la ley tiene fecha de vencimiento. En el medio, un micro con
efectivos de Gendarmería se accidentó cuando
acudían a auxiliar las pulsiones represivas del nuevo gobernador de Jujuy,
Gerardo Morales. Ante la muerte de más de cuarenta gendarmes, Macri culpó al gobierno anterior –el de
Cristina, no el de Pinedo- por el estado de las rutas. Sin embargo, el vocero
de Vialidad Nacional, Ernesto Arriaga, desmintió
al ex Alcalde. Finalmente, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich
confirmó que el accidente fue producto
de la pinchadura de una cubierta y que la "ruta donde sucedió el accidente estaba bien y lisa, así que no se
puede decir que fue porque el micro esquivó un pozo”. A pesar de todo esto,
el Huésped Temporal de La Rosada no
pidió disculpas por expresar sus prejuicios. Tampoco lo hará, porque los patricios no hacen esas cosas.
Otro asunto que no tuvo mucha difusión es la solicitud de filiación ideológica y política realizada a los trabajadores del Ministerio de Seguridad. “La ideología no tiene nada que ver con las
tareas que desarrollan los trabajadores”, explicó Daniel Catalano,
secretario general de ATE Capital. En realidad, para Ellos sí: sueñan con un país sin rastros de
kirchnerismo y son capaces de cualquier cosa para lograr el objetivo. La
unión que planean necesita la proscripción, si no es por decreto, será por cansancio. Sin dudas, cambiamos futuro por pasado.
Quizá por eso este aluvión de
hechos y medidas. Por
lo que parece, la estrategia se basa en la vertiginosidad
multidireccional a repetición para
enloquecernos o extenuarnos. Entre tantos pelotazos, algunos pasan sin que
lo advirtamos. Tal vez esté en sus planes la
provocación constante, para agotar nuestra paciencia y después victimizarse con
nuestra reacción. Como siempre, los violentos seremos los violentados. Con todos los medios a favor, pueden
convencer a la sociedad de cualquier cosa. Con gran parte de los jueces de
su lado, jamás tendremos la razón.
Con todas las fuerzas en sus manos, hasta nuestra vida puede correr peligro.
Seguramente, mientras discutimos sobre la constitucionalidad de sus decretos, el Gran Equipo esté planeando nuevas
tropelías, como la emergencia energética sacada de la galera.
A menos de una semana con un nuevo presidente, algunos deben estar arrepintiéndose por
haberlo votado. Otros tardarán un poco más, pero seguramente, lo harán.
Para las próximas presidenciales, en lugar de una campaña, habría que diseñar un simulacro de gobierno con cada
candidato. Como un reality
show televisado en vivo para que el
pueblo pueda apreciar el efecto de las decisiones que tomará el candidato
cuando esté en funciones. Si hubiésemos utilizado este sistema en las
elecciones pasadas, no tendríamos que
padecer a esta banda de irresponsables que lo único que busca es generar
caos para justificar el ajuste
permanente que nos dejará cada vez más lejos de cualquier forma de dignidad.
Sabe una cosa Gustavo?no creó q esto funcione x demasiado tiempo,la "gente" como les gusta decir a muchos,se acostumbró a beneficios otorgados estos años,los q votaron a estos personajes siniestros q gobiernan y quiénes no lo hiciéron.Tienen el poder nacional,el d la pcia +rica del pais y CABA q sabemos es una excelente caja....pero no tienen "la calle",y es "una calle mucho más dura,q la d "cacerolas d teflón".Si los ajustes y atropellos con que desayunamos estos 6 días continuan....sin temor a equivocarme.....hasta los q "los votaron....los botarán",ojalá no se derrame sangre.
ResponderBorrarEsa es una hipótesis que sostengo desde que se conocieron los resultados del balotaje. Ellos mismos se están boicoteando. No les doy mucha vida. Pero yo pensé que eran más sutiles, pero la brutalidad de esta derecha es indisimulable.
BorrarLo de Clarín es tremendo e indiscutible. Tienen una clara tendencia a favorecer a Macri y ablandar sus medidas, no hay duda.
ResponderBorrarEl argumento es válido siempre y cuando aceptemos que Página 12 hace EXACTAMENTE lo mismo, pero para el otro bando. Anticipando tu respuesta, Gustavo, me refiero al método, y no al tamaño del medio.
Sino vemos eso, caemos en lo que comentaba el post atrás de medir todo con la vara que más les conviene.
Respecto al miedo a Cristina, es cierto que la edición hizo modifica el mensaje. Indiscutible.
Aunque debo decirte que el gobierno K llamó al maestro de la edición, Diego Gvirtz, para que haga lo mismo pero al revés.
Cuando te declaran la guerra, la aceptás, y la perdés. Ahora es tarde para quejarse.
Es más viejo que el mundo. No hagas lo que no te gusta que te hagan.
Vos afirmás que “Sin dudas, cambiamos futuro por pasado”. Yo tengo muchas dudas respecto a eso, y creo que una gran parte de la población también.
Que los medios, que los jueces, que quieren eliminar al kirchnerismo. Por favor, el papel de víctima no les queda para nada. Recuerden que su líder decía, y ahí si sin edición: “VAMOS POR TODO”, y recalcaba “POR TODO!”.
Por último, ojo cuando hablan de que no le ven mucha vida, yo no arrancaría subestimando tanto a Macri.
Abrazo
Estimado Luciano: en tu comparación con los dos diarios hay algo en lo que coincidimos: no existe la objetividad, sólo mirada sobre los hechos. Comparar las tapas te da un indicio de la posición del medio. Hoy es ineludible hablar de las medidas económicas anunciadas por Prat Gay. Clarín festeja, Página 12, anuncia el drama. Como soy un trabajador y estas medidas perjudicarán a muchos como yo, coincido con la mirada de Página 12. De eso hablamos. Clarín operó durante cuatro años para desembocar en la tapa de hoy, que afectará a muchísima gente mientras ellos festejan. Esa es la grieta
BorrarEl tema es también buscar un punto intermedio, encontrarnos a mitad de camino. El término "grieta" es un invento y no tenemos que usarlo de excusa para no hablar.
BorrarAsí como vos decís que te perjudica como trabajador, a mi me perjudicaba el cepo porque vendo equipos que no se fabrican acá y se importan de Estados Unidos. Vendimos en Mayo cosas que aún no pudimos entregar porque no nos aprueban la DJAI. El cliente está iniciando acciones legales.
A mi no me gusta tomar casos particulares porque siempre vas a encontrar argumentos válidos de los dos lados. Hay gente que no podía importar medicamentos, ellos también tienen un argumento para eliminar el cepo a las importaciones. Hay mucha gente afectada por el cepo también.
Veremos que pasa en el futuro.
Saludos
Como dice el dicho, a veces pagan justos por pecadores.Una medida para evitar la fuga de capitales ilegales puede perjudicar a importadores honestos. Ahora que no hay límites ni controles...
BorrarDos aclaraciones, Luciano: "cambiamos futuro por pasado" es el fallido de Vidal cuando celebró su triunfo como gobernadora. El "vamos por todo" de Cristina sí estuvo editado y desviado, porque venía precedido de la enumeración de derechos y conquistas de estos años y el remate era "vamos por más". Claro, los agoreros tomaron como latrocinio lo que en realidad era conquista de derechos camino a la equidad.
ResponderBorrarAh, cierto! lo interpreté como un comentario tuyo.
ResponderBorrarO sea que Vidal dijo "cambiamos futuro por pasado" y Macri "pobreza para todos", estamos al horno!
Respecto a lo del "vamos por todo", analizando como se transforma la expresión en la cara de Cristina, dejame dudar que esté hablando de ampliar los derechos. Salvo que tengas alguna prueba, pero no encontré un video más largo. Lamentablemente la expresión corporal dice mucho, pero no es un análisis concluyente. Abrazo