Menos
mal que en medio de tantas banderas con estrellitas aparece, cada tanto, alguna
argentina, para no confundir el país en
el que estamos. We love you, Mr
President. Esos carteles faltaron en las paredes de la misteriosa Buenos Aires, tan multifacética, cosmopolita,
ciclotímica. Pero abundó el Nunca más, firmado por presidencia de la
Nación. Como los visitantes extranjeros demuestran interés por el valor de la
Memoria en nuestro presente, el gobierno
amarillo debe simular preocupación por aquello que Macri consideró un curro y Darío Lopérfido, una estafa. Una hipocresía más, una cita de póster que los PRO no comprenden.
Si la comprendieran en toda su dimensión, descubrirían que ese Nunca Más significa un rechazo a todo lo que impulsan. Macri es el ideario económico del ’76
con las intenciones y las formas del ’55. Bicicleta financiera y endeudamiento
brutal combinados con censura, persecución y deskirchnerización. Hermoso
cambio padecemos gracias a los engaños mediáticos y a los incautos que se
dejaron engañar. Y apenas van cien días.
Con
la visita a Cuba como un señuelo y a Argentina como conquista, Obama está comenzando a domesticar el patio
trasero del Imperio. Tantos años de horadar la legitimidad de las
experiencias populares comienzan a rendir sus frutos. El ariete orquestado por
la embajada yanqui, los medios hegemónicos y la oposición servil logró debilitar el sueño de la Patria
Grande y suspenderlo por un tiempo. Qué diferencia con aquellos tiempos en
que mandaron al carajo a Bush y su
ALCA en la Cumbre de Mar del Plata. Ahora, quienes
se sienten dueños del mundo desembarcan en estas tierras para cosechar lo
sembrado y los recibe un virrey
dispuesto a rematar el país para recibir una tierna mirada del conquistador.
Mientras
Obama visita el país, los amarillos recitan Nunca
Más, como si ese mantra bastara para simular un
compromiso que no tienen. Si lo tuvieran, no celebrarían tanto la
desclasificación de los documentos del Departamento de Estado sobre la
dictadura sino que preguntarían el
porqué de tanta demora. Si lo tuvieran, preguntarían por qué la Embajada y
la CIA mantenían contactos secretos con
miembros del ejército desde la muerte de Juan Domingo Perón para pergeñar el
golpe de Estado. Si lo tuvieran en serio, le preguntarían al presidente
Obama por qué la Embajada y la CIA tienen planes secretos para controlar nuestra región con la excusa de
combatir al narcotráfico. El Nunca
Más que los amarillos recitan como un mantra
para respirar mejor, no significa ningún compromiso con la historia del
país, su presente y su futuro, porque si
lo tuvieran abandonarían, sin más, la Casa Rosada que han invadido.
Si no es revancha, se parece
bastante
Esto
no significa la promoción de un movimiento destituyente ni nada que se le
parezca. Tampoco calificar al gobierno de Macri como una dictadura ni cosas por
el estilo. De hacerse, sería, en todo caso, la más vulgar versión vernácula del ojo
por ojo bíblico; devolver con la misma moneda los vómitos mediáticos que consideraban a Cristina dictadora,
autoritaria, nazi y demás denostaciones injustificadas. Hoy parecería más
preciso utilizar esos adjetivos después de los
decretazos inconstitucionales, los despidos cotidianos, la persecución política
y la censura. En pleno debate sobre la Ley de SCA, Clarín se lamentaba
porque algunos de sus canales podían desaparecer. Ahora que la ley está desmantelada de manera irregular, no
sólo el Grupo Clarín va a tener más poder –y negocios- sino que muchos medios ahora opositores están en vías de extinción
por las presiones gubernamentales y bombardeos de los medios ahora
oficialistas.
En
tiempos de Cristina se horrorizaron cuando Jorge Capitanich rompió una hoja de
Clarín en una de sus conferencias de prensa pero sonríen satisfechos ante el allanamiento a C5N y la cancelación del
informe de Roberto Navarro sobre Nicolás Caputo. Por si alguno no entendió,
la hoja de Clarín pudo circular libremente, a pesar del gesto del entonces
funcionario, pero el programa Economía Política del domingo pasado
nadie pudo verlo. Desde hace muchos años, los medios de Clarín entretienen
a su público con la telenovela “La ruta
del dinero K” pero nadie puede
hablar de La autopista de las fortunas M. En aquellos tiempos, llamaban
‘censura’ al cuestionamiento de un funcionario a cualquier contenido mediático
pero ahora, a la ausencia de muchos
periodistas en medios públicos y comerciales no lo llaman de ninguna
manera, porque de eso no se habla.
El
empresidente incluyó en su campaña una demonización del programa de la TV
Pública 678, a tal punto que acusó a su competidor, Daniel Scioli, de ser
uno de sus panelistas. Tanto desvelaba su sueño este producto televisivo que,
en muchas entrevistas aseguró que
durante su gobierno no existirían ni 678 ni 876. En algo cumplió: el
primero no existió más y hacen lo
imposible para obstaculizar su retorno. Pero respecto del segundo, se convirtió en una de las tantas promesas
incumplidas porque el domingo pasado, mientras en C5N se cocinaba la
suspensión del programa de Navarro, la TV pública emitió un largo producto que
tuvo a Macri como principal protagonista. Ocho
panelistas en canal 7 a las 6 de la tarde. 876. Y más como provocación que
contradicción, desde el CCK, el viejo
edificio del Correo que fue escenario de otra de las estafas que su familia
realizó al Estado.
Ante
periodistas serviles y amigables, el ex Alcalde se explayó sobre todos los
temas que el guión permitía. Nada de
hablar de despidos, devaluación, distribución regresiva del ingreso ni la
prisión de Milagro Sala. Entre el precipitoso retorno de Lanata para hacer
un programa especial sobre el anterior gobierno y este marketinero producto
no-periodístico, parece que los
ocupantes de La Rosada están necesitados de buena
prensa. Y aunque no les sale
bien, alcanzaron el éxito al convertir a Macri en presidente, con las inconsistencias que expulsa de su
boca y todo.
Ante
la visita de Barack Obama, pronunció la frase más hiriente: “si tenemos tanto antiamericanismo, ¿por qué
cada vez que pueden viajar, viajan a
Estados Unidos? ¿Por qué en la carne triunfó McDonald’s?”. Sin datos,
por supuesto, sólo des-orientado por ese
sentido común tan básico que ostenta. Y su indisimulable cipayismo: un
argentino no diría antiamericanismo porque ‘americanos’
es el término que usan los yanquis
para nombrarse a sí mismos. La más hipócrita: “les tengo que decir a los señores del Poder Judicial que no puede
haber más impunidad en la Argentina.
Tengan coraje. Tengan independencia”. Si tuvieran ambas cosas, él, en lugar de ser presidente estaría tras las
rejas junto a sus inventores y el Grupo Clarín sería apenas un grupito. Y
el absurdo, referido a la inflación: “están
los vivos que tratan de aprovecharse de ese momento. El tratar de sacar ventaja
genera agresión. Es también la
naturaleza humana del individualismo, del egoísmo”. Claro, un ingeniero
no está obligado a conocer la existencia del instinto gregario, que hace que
los humanos vivamos en sociedad. No es
tan instruido para comprender que el individualismo es una concepción ideológica
y el egoísmo, una desviación psicológica. Como oficia de presidente, está
autorizado para decir cualquier cosa, como ha hecho siempre, con esa estrategia
de opinar desde la ignorancia más pueril
sobre todos los temas que tientan su antojo.
El
niño mimado con impostada pertenencia de clase. El niño rico que convirtió en empresa el club de sus amores, en maqueta
la ciudad que gobernó y ahora pretende hacer un supermercado del país que preside.
Cuando termine el idilio, nos encontraremos con un país que no podremos comparar con nada, salvo con un club de
trueque, como una de aquellas postales que creíamos desterradas para siempre.
Excelente Gustavo. Hay que romper el cerco mediatico de todas las formas posibles.
ResponderBorrarTal cual como en el 55 , la unica diferencia es que esta vez los "nuestros " ayudaron a poner en marcha los aviones ,todos los dias los traicionan a los jovenes con el pretexto de no poner palos en la rueda Abzo
ResponderBorrarJ.pierantoni
De cualquier modo, las plazas de ayer demuestran a nuestros dirigentes de qué lado estamos. En Rosario, nunca vi una marcha del 24 tan nutrida, festiva, comprometida. Espero que los senadores hayan advertido el mensaje y no se conviertan en cómplices de los entregadores. Abrazos
ResponderBorrarExcelente descripcion Volvemos a la lucha como como antes como siempre Tal vez esto sirvió para desnudar algunos que se llamaban compañeros y no eran nada más que acomodaticios Humo que se disipa fácilmente ante la menor brisa Quedan los que valen Los que seguro serán las puntas de lanzas de las nuevas formas de este compromiso
ResponderBorrarExcelente descripcion Pero seria interesante hacer un estudio sobre lo que pasa en nuestro movimiento Hoy las bases no estamos representadas por esta dirigencia acomodaticia por ponerles un calificativo Ya están pergeñando la intervención al partido Para que? Quieren que nada cambie? Son interrogantes que debemos resolver
ResponderBorrarExcelente descripción de la epidemia que nos gobierna Ahora me gustaría lee4 algo sobre lo que sucede con nuestra dirigencia Ya no representa salvo honrosas excepciones a las bases De nada sirve que llenemos las plazas si después ellos resuelven lo que nunca quisimos Son lo que no debe ser un compañero "acomodaticios" AHORA HAY EN MARCHA UN PLAN PARA INTERVENIR EL PARTIDO QUIEREN SEGUIR MANEJANDO LOS DINOSAURIOS Y CREO QUE HAY QUE DARLE APOYO A LOS JOVENES BRILLANTES QUE SEGURO HAY Y ESPERAN UNA OPORTUNIDAD
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