lunes, 19 de diciembre de 2016

Embusteros y estafadores



Que alguien le avise al empresidente Macri que su Jefe de Gabinete Marcos Peña aseguró, hace unas semanas, que “no dedicaron el año a hablar mal del gobierno anterior. O que le sugieran que actúe de acuerdo a esa gran mentira, al menos por unos días. Nadie le pide que se convierta en un apologista del cristinismo, apenas que deje de enredarse en circunloquios incomprensibles para denostarlo. Que algún colaborador más o menos coherente le recuerde que no está en la fiestita de un club selecto, sino al frente de un país con más de 40 millones de personas adentro. Que sus burlas y patrañas lo que menos hacen es abonar la concordia tan prometida, el diálogo tan cacareado, la paz tan deseada: sólo despiertan el enfermizo aplauso de odiadores y prejuiciosos. Que alguien le recuerde que ganó el balotaje por menos de dos puntos y que, de seguir así, no obtendrá más adherentes, sino todo lo contrario.
El Ingeniero no pasará a la historia por sus dotes de orador y eso es indiscutible. De cualquier modo, lo recordaremos por algún tiempo gracias a sus frases más destacadas. No por su brillo, precisamente. Si en el Bicentenario del Día de la Independencia nos sorprendió con la estupidez de los héroes angustiados por romper con la corona y la obsecuencia del querido rey, cualquier cosa saldrá de su boca mientras arruina nuestra vida. Pero en estos días superó todas las expectativas.
Primero, elogió al ministro de Energía de la peor manera por haber favorecido a sus amigos con los tarifazos pasados y por venir. Uno es Nicolás Caputo, compañerito de banco desde la primaria, y el otro el británico Joe Lewis, dueño de una estancia con un lago de uso exclusivo y recientemente favorecido por un loteo de tierras en una reserva de la zona de El Bolsón. En esa frase puso en evidencia sus prioridades: “Juanjo –por Aranguren- este año te ha tocado bailar con la más complicada”. Claro, el baile más complicado le tocó al funcionario que multiplicó la tarifa de los servicios y operó para beneficiar a la petrolera Shell, de la que era gerente y accionista. Los usuarios, que tuvieron que ajustar sus cinturones para satisfacer a los más ricos, ya no pueden bailar con nadie.
Después, expelió una seguidilla de palabras cargadas tanto de originalidad como de desprecio. Aunque circuló por los medios y las redes, acompañada de ingeniosos chistes, vale la pena recordarla: “el aire acondicionado es uno de los elementos más disruptivos que ha venido a integrarse a este cóctel explosivo y siniestro que dejó el gobierno anterior”. Una extraña manera de definir un artefacto que no fue inventado por Cristina sino por Willis Haviland Carrier a principios del siglo XX.
Multiplicar la desigualdad
Macri sabe que el aire acondicionado no es un invento kirchnerista ni tampoco disruptivo. Lo disruptivo, lo que rompe con la lógica del Gerente de La Rosada es que no sea de uso exclusivo de las clases más acomodadas. Eso sí es disruptivo y, por tanto, lo que más molesta. Para Macri –y muchos como él- el confort debe ser un privilegio, como las vacaciones, los autos 0 Km, el lomo, los celulares y los televisores más novedosos. En esa frase, el presidente off shore sintetiza su pensamiento de clase, además de expresar el desprecio hacia sus predecesores por la osadía de expandir los disfrutes a los sectores medios y medio bajos. Para Él – y muchos como él- que un trabajador medio goce en una sociedad capitalista es inadmisible, explosivo, siniestro. Eso es lo imperdonable que debe ser castigado.
Y los exponentes de la oligarquía gobernante tienen todas las herramientas para hacerlo, además de La Palabra y los micrófonos para difundirla. La persecución política por esa osadía toma la forma de una justicia independiente. Jueces tan comprometidos con la justicia que perdonan delitos de Lesa Humanidad que involucran a los instigadores y beneficiados civiles de la dictadura, como Héctor Magneto, Ernestina Herrera, Bartolomé Mitre, Pedro Blaquier y muchos más. Una oportunidad que nos perdemos de condenar a los verdaderos artífices de la perversidad pasada, presente y futura. Tan independientes que excusan a los funcionarios del actual gobierno que compraron dólar futuro y decidieron la cotización para incrementar sus ganancias.
Tan razonables y juiciosos que suspenden un juicio de Lesa Humanidad para sentar en el banquillo a una militante social por arrojar huevos a un senador ocho años atrás. Aunque no haya estado presente ni haya alentado la afrenta, ese senador convertido en gobernador está decidido a vengarse. Milagro Sala explicó la escena que nos avergüenza ante el mundo: “siento que la molestia de él –Gerardo Morales- es que los negros nos pudimos organizar y que inculcamos a los compañeros que tenían que estudiar y prepararse y que no teníamos que bajar la cabeza por nada del mundo”. Construir casas, piscinas, polideportivos para los pobres es lo mismo que usar aire acondicionado o viajar: para la minoría que nos gobierna eso es disrupción o, como dicen cotidianamente, corrupción. Fugar, evadir, explotar no es corrupción; redistribuir el ingreso para dignificar la vida de los que menos tienen sí lo es.
Aunque digan lo contrario, no soportan la tan pregonada igualdad de oportunidades. Ellos, poseedores de todos los privilegios, detestan los derechos de los desposeídos y hacen lo imposible para cercenarlos, desde lo más elemental hasta lo más simbólico. Después de encarecer los productos de nuestra mesa y transformar en un lujo los servicios públicos, ahora van por los inmigrantes que vienen a estudiar a nuestro país. La comisión de Educación de Diputados pidió a los rectores de las universidades públicas que informen sobre la cantidad de estudiantes extranjeros, qué carreras cursan y de qué países provienen. “Queremos saber a quién le ponemos la plata”, explicó Eduardo Amadeo, uno de los impulsores PRO de la medida.
Los ciudadanos también tenemos esa preocupación, pero en un sentido bien diferente. Mientras este diputado se inquieta por los estudiantes extranjeros, nosotros deberíamos preguntarnos adónde van los recursos que el Gran Equipo dejó de recibir por las retenciones, los aranceles de los productos importados, el impuesto a la riqueza, las deudas perdonadas y los subsidios que benefician a las distribuidoras de energía, que todavía persisten. Eso también es dinero que ponemos entre todos para beneficiar a los que no necesitan ni un centavo pero quieren mucho más. Esos millones que hemos perdido en este nefasto año del cambio se explican en la fuga de divisas que bate el record de más de 30 mil millones de dólares, en la timba de las Lebacs con casi 300 mil millones de pesos y en el endeudamiento que es el más alto del mundo.
Ellos ostentan un cinismo tan obsceno que son capaces de denunciar al que se roba una moneda mientras ocultan millones en los paraísos fiscales que tan bien conocen. Ellos son tan viles que denuestan al que obtuvo una vivienda social o usa un aire acondicionado mientras viven rodeados de lujos de ensueño. Ellos son tan hipócritas que pontifican sobre la cultura del trabajo sin saber lo que eso significa. Ellos son tan crueles que exigen sacrificios a los que ya no tienen nada a lo que renunciar mientras transfieren cifras millonarias a los que les sobra de todo. Ellos son tan ajenos a la vida cotidiana que no se imaginan lo que es una carencia. Ellos provienen de una otredad para conquistar nuestras vidas y enajenarnos de todo. Por una perversa confusión en la conciencia popular nos gobierna la pandilla más impopular de la historia.

4 comentarios:

  1. Hoy es el aire acondicionado, el LCD y los celulares. Mañana será la carne, el pollo, el pescado. Pasado mañana vendrán por nuestras vidas. Estamos viviendo un dejá vu acelerado. El deterioro de los noventa que explotó en 2001 estos bárbaros lo hicieron en menos de un año. De locos. Elida Blanco

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  2. Como soy una persona informada y con memoria y pienso todo esto yo sabía que iba a pasar. No con la velocidad que pasó. Pero lo que no puedo entender es que le escupan a los que lo votaron todo su desprecio y le arruinen la vida y un 45% siga confiando en Macri, segun las encuestas. Soy contadora y esto debería explicarlo algun cientista social. Algo hizo Feinmann en su libro Filosofia política del Poder Mediático,pero creo es de uno o dos años atrás. Este año no encontré algún tipo de analisis a fin. Porque sino se puede entender porque los humillados siguen confiando en quien los humilla, nada cambiará.

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  3. Estimada Olga: Es difícil reconocer el engaño,más aún cuando durante años operaron para que eso ocurra. Al final, la víctima termina siendo cómplice del victimario y hasta le agradece

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  4. mi me gusta escribir , y algo se me va a ocurrir, porque es increible lo que nos está pasando. Te dicen en la cara que sos pobre y no podes tener aire, ni celular y no te importa. Peron me salió muy largo.

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