lunes, 10 de abril de 2017

El disfraz del dialoguismo



Si en nuestro idioma no existiera la palabra ‘diálogo’, no conoceríamos la voz de muchos funcionarios amarillos. En ese caso, el presidente off shore necesitaría imponerla por decreto con la amenaza, en caso de objeción, de acusar de kirchneristas a los integrantes de la Real Academia Española. Los PRO han convertido una práctica habitual entre los mortales en una fórmula mágica para resolver el embrollo en que nos metieron. Todo se soluciona con el diálogo que, en boca de los ceócratas que nos gobiernan, parece la orden de un patrón envenenado por la avaricia. ¿De qué se trata ese diálogo cuando incrementan las tarifas de manera bestial, acrecientan los privilegios de una minoría cada vez más enriquecida o destruyen la industria con importaciones que no necesitamos? ¿Cómo mantener un diálogo serio y productivo con los que siguen mintiendo con la pesada herencia y la necesidad de normalizar el país? ¿Cómo dialogar con los que se burlan de las consecuencias de sus nefastas medidas y sólo responden con balas, palos y gases a las demandas de los afectados? Mientras Ellos se muestran como cínicos dialoguistas, un clamor crece en muchas gargantas que no avizoran nada armonioso en el futuro.
Si el empresidente dice que “no tiene plan B”, ¿qué posibilidades de intercambiar ideas para modificar el rumbo presenta? Ninguna. Entonces, ¿para qué dialogar, para realizar una puesta en escena o para dilatar la situación hasta que las víctimas acepten su infausto destino? Además, lo dice como si el plan A fuera un maravilloso sendero a un florido paraíso. En estos quince meses de gerencia, subió el desempleo, la producción industrial está en decadencia y el poder adquisitivo cayó como nunca. Encima, apuesta todas las fichas al arribo de las inversiones extranjeras pero, son tantas las condiciones y agachadas que no aportarán nada a nuestro bienestar. Si los grandes empresarios locales fueran más responsables y menos angurrientos, no necesitaríamos esa peligrosa lluvia que tanto prometen.   
Irresponsables como los dueños del supermercado La Anónima, que contribuyeron a la tragedia de Comodoro Rivadavia remarcando el precio del pan, la leche y el agua embotellada en casi un 100 por ciento. En lugar de ‘diálogo’, merecen la expropiación, por cruentos especuladores. O al menos, ser condenados a regalar la mercadería por varios meses a los damnificados de las inundaciones, como una forma inmediata de trabajo social. Pero, como el secretario de Comercio, Guillermo Braun pertenece a la familia, apenas recibirán un rapapolvo para que aprendan a estafar de manera más sutil a sus clientes. Esa es apenas una muestra de cómo afecta nuestra vida la avidez incontenible de los grandes empresarios y el conflicto de intereses que inunda a la Gerencia de La Rosada SA.
El plan B está en nuestras manos
Ya no quedan dudas: el rechazo al plan A no sólo proviene de los que no votaron por Macri. Muchos de los que confiaron en la baratija de La Revolución de la Alegría empiezan a arrepentirse. Hasta algunos propios sienten que los globos están desinflándose. El presidente de la Juventud PRO de Santa Fe, Juan Cruz Recalde Iturraspe, expresó su disconformidad con una carta pública que tituló “Macri, me decepcionaste”. A través de esta misiva, el joven renunció a la militancia oficialista porque, entre otras cosas, el Ingeniero “demostró que no está a la altura de las circunstancias”. Y no es como otros seguidores amarillos que piden más ajuste y mano dura: cuestionó las contradicciones, los escándalos de corrupción que salpican la gestión y el discurso de confrontación que utilizan los funcionarios. Además, criticó el 1A porque no acepta “salir a poner la cara por vos mientras la gente está sufriendo”. Lo esencial es que manifiesta “sentirse desilusionado porque muchas de las cosas prometidas durante la campaña fueron sólo mentiras y más mentiras”.
Pero Macri insiste: “la herramienta más importante que tenemos todos los días que poner en valor es el diálogo”. Si así fuera, el conflicto docente no habría existido. Si, como el año pasado, el ministro de Educación Esteban Bullrich hubiera acordado paritarias con todos los gremios de alcance nacional, las clases habrían comenzado con puntualidad. La jueza Dora Eva Tamis tuvo que imponer un plazo para que se cumpla la instancia legal que desde el oficialismo se pretende eludir. Tanto cacarear sobre el diálogo pero Bullrich dice que no convoca la paritaria “porque ya fue”. Según él, “ya aumentamos el piso salarial, ya transferimos a las provincias. Ya hicimos lo que había que hacer. Queremos discutir otras cosas”. Sin dudas, el diálogo toma la forma de un monólogo en la boca de los amarillos.
Tan dialoguistas son que a la jueza le cayeron como caranchos. Además de pedir su recusación, la están condenando sin juicio. “Una jueza laboral no debería equivocarse tan groseramente –sentenció Bullrich sin argumentos- por eso la recusamos, porque creemos que hay animosidad”. ¿Qué diálogo es posible con alguien que interpreta como inquina la exigencia de cumplir una ley? La senadora del PRO, Laura Rodríguez Machado justificó la recusación de Tamis “por ser de Justicia Legítima”. Y otros funcionarios y dirigentes de la alianza Cambiemos acusaron a la magistrada de tener antecedentes kirchneristas. ¿Qué diálogo es posible con estos proscriptores?
¿Qué diálogo se puede entablar con provocadores seriales? El día del primer paro general contra el gobierno, Macri inauguró el Foro Económico Mundial para América Latina con una frase bélica: “qué bueno que es estar acá, trabajando”. La evaluación que hicieron del paro no se queda muy atrás. La vice Michetti consideró política la medida de fuerza porque “algunos dirigentes sindicales siguen eligiendo meterse en la pelea electoral y hacer política de la que no ayuda a nadie, en lugar de defender a sus trabajadores”, como si las políticas de Macri ayudaran a todo el mundo. El experto en provocaciones, Marcos Peña aseguró que el paro “no ha sido una expresión mayoritaria de los trabajadores ni de los argentinos”, como si los que decidieron no trabajar fueran zánganos marcianos. Una medida legítima de reclamo sindical fue calificada como inoportuna, innecesaria, fuera de diagnóstico y hasta como una interna de la CGT y el peronismo por los esclarecidos funcionarios.    
¿Cómo dialogar con quienes alucinan tanto la realidad? Para Macri, el paro “fue un activador del cambio, porque vivimos como nunca vivimos antes, una toma de conciencia, una profundización del debate, lo que sirve para construir futuro". Mientras el INDEC de Todesca revela que el uso de la capacidad industrial se retrajo al nivel más bajo de los últimos catorce años, una joven pierde su primer embarazo por la represión inexplicable en el comedor Los Cartoneritos y muchos exaltados PRO acusan al garantismo de Zaffaroni por la muerte de Micaela García, el Gerente celebra: “queda claro que lo que comenzó hace 15 meses en nuestro país es mucho más profundo que un cambio económico, es un cambio cultural”. ¿En qué nos quieren convertir, en Ellos, ombliguistas patológicos incapaces de empatía; en bárbaros perfumados con fragancias importadas; en mafiosos históricos que denuncian mafias; en aplaudidores de las desgracias ajenas?
Nadie se opone al diálogo cuando se da entre iguales interesados en fines similares. Pero con los PRO todo diálogo se transforma en un recitado unilateral de falacias enloquecedoras, aunque es el mejor disfraz que encontraron para llevarnos hacia el país más desigual del que tengamos memoria. Si el plan A es este constante simulacro mientras nos privan del país, el plan B no debería hacerse esperar tanto. Las urnas de octubre deberán anunciar cuándo lo ponemos en marcha.

2 comentarios:

  1. que complicidad los medios oficialistas como TN, dan asco ya, zapping mediante entre "los hechos verdaderos y lo que estos cómplices del saqueo decían al aire", de no creer hasta donde pueden seguir inventando mentiras y tergiversando la verdad con tal de seguir apuntalando este desgobierno mientras las imágenes confirmaban la brutal represión, son como una plaga bíblica, esto no se puede sostener por mucho mas tiempo-gracias Gustavo

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  2. Desde aquel lejano (y fue apenas ayer) 2015, en que el actual virrey comenzó sus recitados del "diálogo", para mí y supongo que para unos cuantos mal pensados también, era elemental que estábamos en presencia de otra palabra, LIBRETO.
    El tipo repetía, como repite ahora, algo que le escribieron para llegar a sus votantes... claro, antes tenía que repetir aquello que querían escuchar, palabras bonitas, sensatas y promesas de bienestar y progreso, todo mechado con caritas de papi joven y bueno, gestitos amables, hablar suave y promesas, promesas y más promesas..... realmente, el coso era el barril de oro al final del arco iris, una imagen lejana (en cualquier sentido que prefiera) respecto a la máscara infame de hoy en día.
    Más bien obvio, ya no necesita seducir (como sedujo a tanta maestra que uno conoce, en el pecado la penitencia, no?), ahora se impone conservar al núcleo duro, a esos marchitos "demócratas" que salieron a pasear su odio el 1A y marcarlo como su dictadorcito consuelo, a falta del mejor videla, venís vos, mau... y controlá la negrada, por favor!.
    Y el coso hace caso y cambió, ya no se presenta como Blancanieves, no, la "dialoguista" se transformó en Cruella bullrich, la montonera de gendarmería y sus boys, unos charlistas bárbaros, claro, salen diálogos picantes, desde el gas pimienta, los garrotes y, ya llega la novedad, las táser.... muy lógico todo, viene el frío, calentemos las calles.
    No es muy meritorio ni signo de gran inteligencia el que en aquel 2015, uno pensara que tanta "bondad" desplegada era una gigantesca impostura, un fraude; lo peor no era saberlo, lo peor fue ver que era efectivo, que funcionaba.... que uno era el sapo de otro pozo que decía que Scioli era el mal menor (aún la mona Chita lo sería) como candidato, el "dialoguista" parecía la opción perfecta, decían (y eran , éramos poquitos los desconfiados ante ese "casual" hallazgo mediático).
    Nacimos pa´sufrir, Gustavo.
    Y la "campaña del miedo" no asustó a nadie, mister diálogo y no vas a perder nada, ganó y, a falta de lluvia de inversiones hubo lluvia de opositores responsables y tenemos la maravilla actual.... ¿de qué nos quejamos?, está todo joya, la gente dialoga, hay una discusión civilizada entre los "yo no lo voté" y los "¿cómo pude votar esta porquería?" con el sano arbitraje de los majules, leucos y alimañas similares... un paraíso, lástima los aporreados pero, no hay revolución perfecta, no?, menos una tan dialogada como ésta, la de la carestía....

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