En el Billiken de Macri,
Rivadavia repatrió los restos de San Martín desde el más allá. En su código de ética, ¿qué problema hay con tener varias off shore? En su visión de la
seguridad, un sospechoso debe ser
fulminado por la espalda. Para él, los mapuches son invasores que molestan a los terratenientes foráneos, la equidad se logra desigualando y la Justicia
se alcanza con jueces a dedo. En su perspectiva de la economía, el crecimiento se consigue con fugadores,
especuladores y evasores. El empresidente
está convencido de que las instituciones se consolidan pisoteándolas y la soberanía se defiende de rodillas.
Su ira se desata cuando un K es liberado de la injusta prisión pero cuando un genocida recibe el beneficio del arresto
domiciliario guarda un ominoso silencio. Su palabra es mentirosa desde
cualquier ángulo y sus promesas tropiezan con las más oscuras intenciones. La ignorancia todo terreno brota de cada poro pero nadie le exige el título.
A pesar de todo esto, muchos argentinos siguen confiando en él y hasta pueden votarlo en las próximas
presidenciales.
La pluralidad de voces se termina
cuando asoma alguna crítica. Medios que cierran y muchos periodistas que quedan
sin trabajo porque se niegan a ser cómplices
de esta pandilla de vándalos. No conforme con la protección de la prensa
dominante, subsidia tropas de trolls que copan las redes para propalar
falsedades y despellejar a los que intentan desmentirlas. Así, el presente es asfixiante y el futuro, tenebroso. Pero “lo peor ya pasó”, repite el Ingeniero a
cada rato. Y, en la entrevista concedida a Mariana Fabbiani, se ufanó de su
mayor logro: “hoy dependemos del mundo”.
Y, en una muestra más de su incontenible cinismo, reconoció que “no
podemos seguir endeudándonos como lo estamos haciendo”.
Cinco minutos de sus balbuceos
bastan para indignar al más colonizado, pero las cacerolas están bien guardadas. Tan
transparente es que parece una radiografía. Y muy caradura. Sin ponerse
colorado, Macri sentenció que “el
crecimiento del país depende de los empresarios y de los trabajadores”, como si no formara parte del primer grupo.
En su explotadora concepción de la vida, exigió a los trabajadores que bajen “el ausentismo y se comprometan a trabajar
mejor, a producir todos los días un poco mejor o en el mismo tiempo más unidades”. Sólo le faltó intimarlos a
que se conviertan en esclavos. Y a pesar de todo esto, la repulsión a tanta infamia no ensordece al Gerente de La Rosada
SA.
Un
desastre en la incubadora
En el territorio amigable de la
Quinta de Olivos y ante los entrevistadores militantes
del Trece, el empresidente Macri malversó conceptos y hechos para justificar
los estropicios realizados. Con calcetines de colores diferentes para simular preocupación por los niños con
síndrome de Down, desplegó incoherencias con
la seguridad de que no serían rebatidas. Como gran negador de las historias
inconvenientes e ignorante de la Historia
que hace falta, justificó las guaridas fiscales como si fuesen inevitables:
“si el que entra (al Estado) tiene
que andar explicando toda su radiografía de vida, qué es lo que hizo antes, con quién se asoció, con quién no, los
tipos enloquecen”. Sólo alguien muy
sucio puede sostener esto. Por eso el ministro de Finanzas, Luis Caputo
necesita entrenarse tanto para su interpelación en el Congreso, porque sabe que su trayectoria off shore es
indefendible. Como han puesto tanto énfasis en la búsqueda de inhallables bóvedas
y bolsos –salvo los de López que huelen
a operación- ahora les cuesta cada vez más explicar las cuentas y empresas
fantasma que surgen de cada filtración. Lo que en otros es un delito –esconder fortunas
mal habidas- en Ellos es tan habitual
como tomar yogur por la mañana. Y si lo naturalizan de manera tan obscena
es porque saben que hay un público
cautivo que les perdona todo.
Hasta la inflación que Macri
aseguraba bajar en dos minutos se ha convertido en un adoquín en el zapato. Tanto que tuvo que apelar a una nueva versión de la Pesada Herencia, la “inflación incubada”, producto del atraso tarifario de los
servicios públicos. Y eso que Jorge Todesca –el timonel del INDEC- realiza ciclópeos esfuerzos para que los tarifazos no inflen demasiado el IPC.
Si el experto Mauricio pontificaba
antes del balotaje que la inflación era una muestra de la incapacidad para
gobernar, ahora trata de atenuar su
incapacidad con disfraces que sólo engañan a los que adoran engañarse.
No hace falta mucha experticia
para descubrir que en cada aparición, el Gerente de La Rosada SA vomita una catarata de sandeces, pamplinas
y patrañas. Tampoco hay que ser muy sagaz para asegurar que en la apertura
del año legislativo Macri comenzó la
campaña por la reelección. Si lo logra, es porque no tenemos remedio. Y el problema no está sólo en Macri, sino
también en todos los que lo podrían suceder. El peligro no está en las
variantes, sino en el producto: cualquier nombre que se escude en las promesas
del Cambio y agite amenazantes globos amarillos porta en su ADN generadores de tragedias.
Quien piense que las cosas salen
mal o que de este intestino surgirá un
futuro venturoso, está tan aplazado en historia como el ex alcalde; quien
crea en las buenas intenciones del Gran Equipo, que abandone los alucinógenos; quien esté tentado a votar por la
continuidad de este saqueo con forma de gobierno con cualquiera de sus
ejecutores, padece de incurables
pulsiones suicidas. Si –como dicen- el hombre es el único animal capaz de
chocar dos veces en la misma piedra, los
argentinos insistimos hasta hacernos añicos.
gracias Gustavo compartido! abrazos
ResponderBorrarLa verdad es que usted es un poquitín injusto con el virrey, pobrecito, a él no lo formaron con el Billiken sino son las herramientas de la madre patria, esa madre que es tío - tío sam - y con esa maravilla llamada Hollywood, seamos sinceros, ¿de veras cree que le podría interesar un tipo como rivadavia, traidorcito de segunda del cuarto mundo?, y menos si se murió o resucitó para repatriar los restos de un generalucho renegado del imperio vigente entonces?... a lo sumo podrían usar sus anécdotas pero....¿se imagina el costo en efectos especiales y exteriores en esa cordillera jodida? y sin ellos ayudando a "liberar" países?, no, imposible.
ResponderBorrarEl problema acá es que el virrey, tan ignorante como indiferente de la Historia del país, es acompañado por los formateados en ese mismo esquema y, en el fondo, les importa un rábano si San Martín está vivo, muerto, enterrado no importa dónde, les resbala, éso sí, están felices si una bosta como astiz queda suelto... un milico especialista en besar y secuestrar/asesinar mujeres y rendirse sin ninguna resistencia (claro, eran ingleses, una madre patria del corazón)... el modelito de patriota, como corresponde, nada de tercermundistas chúcaros y audaces.