La cantidad de libros que va a generar este calamitoso gobierno
es incalculable. Dentro de treinta o cuarenta años, los historiadores tratarán
de dilucidar cómo se incrustó en la
línea de tiempo semejante engendro. No sólo por haber conquistado las urnas
gracias a patrañas mediáticas y promesas
sin voluntad de cumplir, sino también por haberse mantenido en funciones a pesar de los desastres evidentes. Y
de las bravatas que despliegan a diario. Lo del ministro Dujovne además de una burla,
es una invitación. Pero éste es sólo
un episodio. Desde el primer día, Macri y su Gran Equipo se mofan de fans, opositores e indiferentes y provocan a todos para
precipitar su huida. Y esto no sólo lo hacen con palabras y gestos, sino también
con las torpezas y maldades que ostentan
y de las que se vanaglorian.
El Ingeniero presentó a su
gabinete como el mejor de los últimos 50
años, con Patricia Bullrich, Sergio Bergman, Oscar Aguad, Jorge Triaca y
muchos más que demostraron no estar
preparados -ni técnica ni éticamente- para ocupar cargos públicos. Ni él ni
la Vice Michetti lo están. Por esto estamos
como estamos y como estaremos. A pesar de esto, con la soberbia de clase
que los desborda, afirman que todo está bien porque es el único camino. La palabra creadora de un bienestar
inexistente y de un futuro venturoso que jamás va a llegar.
Con la clasista palabra blindada
crean una realidad que hoy sólo puede
convencer a unos pocos pero indigna a cada vez más. En una situación de
normalidad informativa, todos estarían armando sus maletas para volver al oscuro agujero del que han salido.
Pero como todavía quedan periodistas que arriesgan lo poco que queda de su
carrera para hacer que esto parezca un gobierno en serio, el proceso de ruptura con el Cambio se hace más lento que lo previsible.
Un ejemplo de esto es la entrevista que Luis Majul mantuvo con la ministra de
in-Seguridad Bullrich. Que la etílica
funcionaria recomiende a los porteños
que “se tomen el fin de semana largo para
irse” no sólo mereció el
asentimiento gestual de Majul, sino también una muestra de obsecuencia en una frase: “no va a haber espacio para hacerse el loco”.
Manifestar
contra la Cumbre del G 20, ¿es hacerse el loco? Demostrar ante los
líderes del mundo el desacuerdo con
el rumbo global, ¿es hacerse el loco? Evidenciar
que estamos contra el modelo del Ingeniero, ¿es hacerse el loco? Además de
lo pueril de la frase, quita contenido
al descontento que se manifestará en las calles. La alineación vergonzante
por parte de un comunicador con un
personaje tan impresentable es una irresponsabilidad. Avalar que la
ministra expulse a los habitantes de una ciudad para que las tropas de ocupación hagan las delicias de los odiadores
reprimiendo a los disconformes es un golpe más a la democracia tan mancillada en estos tres años.
Cómo
nutrir el descontento
Este nefasto proceso que estamos
padeciendo no sólo tiene personajes inadmisibles. La mayoría de los episodios –por no decir todos- no se quedan atrás.
Un petardo en una tumba, un rompe-portones en la puerta de Bonadío, un
sospechoso televisor viejo abandonado en el obelisco, un paquete con sábanas y
una bolsa con pollo podrido aceleran la
adrenalina de los servicios de Inteligencia, valga la paradoja. Anarquistas
y musulmanes se convierten en ‘tan
terroristas’ como los mapuches. La funcionaria que hace unos días declaró
que en Argentina hay libertad para tener armas, encuentra culpabilidad en la tenencia de unos apolillados matagatos de
colección. Si esto ocurriera en una comedia de enredos, resultaría
inverosímil, pero todo es posible en
Macrilandia.
Y mucho más: el hallazgo del
submarino ARA San Juan habilita el despliegue de sandeces a las que no nos deberíamos acostumbrar y pone sobre la mesa el desapego por los dramas que ellos mismos
provocan. El Gerente de La Rosada SA grabó un video con frases de ocasión
para simular empatía con un accidente del
que ni se preocupó durante un año. Cuántas veces habrá repetido su
discursito para poder pronunciar ‘solidaridad’
sin que su lengua se haga un nudo.
Si los tripulantes son héroes o víctimas se sabrá cuando se conozcan las condiciones en que el submarino zarpó y
la misión que tenían que cumplir.
Si las autoridades sabían dónde
podría encontrarse y estiraron el tiempo
para especular con el olvido lo establecerá la información que se vaya
conociendo. Lo que sí se sabe es la
indiferencia con que los amarillos y los medios acólitos abordaron el tema.
Lo que sí se sabe es que tanto el empresidente
como el ministro de Defensa se
preocuparon más por tapar que por esclarecer. Lo que sí se sabe es que los
familiares tuvieron que encadenarse a
las rejas de la Casa de Gobierno durante dos meses para que Macri les
concediera un poco de atención. A pesar de eso, el buen Mauricio ahora sentenció que “no están solos” y que cuentan
con él “como desde el primer día”. Fiel a su estilo, apeló al cinismo que
exuda y sostuvo que “ahora se abre una etapa de serias investigaciones para
conocer la verdad”.
Serias investigaciones, dice,
aunque las presiones a los jueces cada
vez son más notorias. Presiones como las que recibió el juez de Avellaneda,
Luis Carzoglio para que encarcele sin
causas al dirigente gremial Pablo Moyano. O las que deben haber hecho para
que la denuncia de la fiscal Paloma
Ochoa contra la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso por
desvincular a Macri de la causa Correo quede en manos del Fiscal Gerardo
Pollicita y el juez Ariel Lijo, que aún
no han indagado a nadie. Menos mal que ahora el oficialismo ha perdido la
mayoría automática en el Consejo de la Magistratura, por lo que no podrá destituir sin causa a los jueces
que no respondan a sus órdenes de persecución a los opositores.
Mientras los desaguisados que se
filtran entre el silencio cómplice de los medios sorprenden a los alelados televidentes, el Ingeniero y su Gran
Equipo disponen el escenario para la Cumbre del G 20. Que nuestro país sea el
anfitrión de la reunión de los mandatarios de los países más desarrollados es una paradoja en el contexto de decadencia
en el que estamos inmersos. Los funcionarios del área de Seguridad están
preocupados por detectar terroristas pero, ¿quién
va a hacer un atentado si el propio Macri está destruyendo todo? Un
gobierno que, como señaló la senadora CFK, “va
a dejar un país infinitamente peor del
que recibieron”.
¿Qué cara va a poner Macri cuando
declame que apuesta al desarrollo industrial,
tecnológico y científico? ¿Cómo va a pedir controles a los paraísos
fiscales si tanto él como sus familiares
ocultan sus fortunas en ellos y hasta pretenden instalar uno en la propia CABA?
¿Qué reacción tendrán sus oyentes cuando pontifique contra la evasión
impositiva, justo él que es un obsceno
evasor? Todavía faltan unos días para esta puesta en escena, en la que
tratará de demostrar el resultado de las
‘fantásticas transformaciones’ que ha
realizado desde el Bailecito en el Balcón.
Si se enorgullece por haber empobrecido a la población, aniquilado la industria
y endeudado al país como nunca a cambio de nada, estamos ante un impresentable que los historiadores del futuro no
sabrán cómo catalogar.
que pena estimado Gustavo quedamos todos pegados a ese futuro análisis histórico del futuro, me da vergüenza ser parte de este tiempo, mas pena me da tener que sobrevivirlo con recursos cada vez mas escasos, mil gracias y comparto-besos
ResponderBorrarLa verdad, Gustavo, lo suyo es optimismo incurable, mire que ponerse a pensar en historiadores y libros de acá a 40 años... e'mucho, y si al actual desgobierno "le va bien"?, existirán los libros entonces?, los historiadores?. qué quiere que le diga?, yo desconfío de esas cosas, sobre todo porque estos cosos son devotos de la incertidumbre y 40 años son una eternidad.... y ojito, que si miramos con cierta atención, esta porquería tuvo y tiene cría en el ambiente nac and pop, adolf picheto, sanguchito bossio y otras vírgenes por el estilo y de yapa, para ponernos en serios y prospectivos... ¿habrá gente que lea o que escriba de acá a 40 años? porque el ideal de deseducación de esta "modernidad" viene al galope, no?.
ResponderBorrarPara pensar en 40 años pa'lante, tenemos que sacarnos el cáncer HOY.
Por estos días en que hay una notable actividad de CFK con discursos que tal vez pudieran ser delicias de historiadores del futuro, acá nomás, cerca de uno, lo más notable es que no se la escucha ni, menos, se razona o intenta razonar sobre si habla en serio o son sandeces, gente que ni se mosquea cuando la vice troncomóvil abre su incontenible manantial de sandeces de libretos mal memorizados...
Ahora está de moda el submarino y las infinitas excusas para no sacarlo y dejarlo "descansar" por los siglos de los siglos amén... hay una "lección" para ciertos sectores acerca de lo lindo que es perder un familiar y no te den bola, que te pudras sin levantar la voz y te quedes chocho con las migas y los chamuyos falsos que te tiren... ¿qué escribirán los historiadores?, no lo sabemos y por lo que se puede ver no será gran cosa, el ruido de los familiares, algunos comedidos y paremos de contar....y en el mientras tanto, o sea ahora, tenemos una Armada sin una pizca de autoestima, responsabilidad y ese "honor" tantas veces cacareado, de no plantearse el rescate total o parcial del submarino, de desarrollar capacidad propia de Rescate y Salvamento, de poner en servicio (o sea, devolverle capacidad operativa) al Santa Cruz, el otro submarimo hoy al cuete... cierto, cuesta plata, pero da la casualidad que tener una Armada no es lo mismo que tener un quiosquito...
El "mejor equipo", sí, claro... una selección de malandras ineptos, ¿de veras cree que la Historia puede interesarse en estas porquerías?, tal vez en el paquete entero pero si entran a discriminar prócer por prócer... no sé si entonces habrá historiadores, pero capaz que le renuncian al laburo insalubre....
te felicito, escribís muy bien tanto en forma como en contenido. Comparto 100% lo que decís, no te des nunca por vencido, seguí escribiendo , me gusta mucho como lo haces , muchas gracias.
ResponderBorrarGracias, Eduardo. Nunca me daré por vencido mientras haya al menos un lector por día que entre a este blog. Abrazo enorme
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