La realidad PRO es tan
incomprensible que ni su creador,
Mauricio Macri, la entiende. Tanto que hasta el reaparecido Jefe de Gabinete, Marcos Peña aconseja “no
caer en la lógica de los pronósticos del gobierno”. Tan incongruente
que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne está “muy tranquilo” porque la
economía “está muy encarrilada”. Según parece, que la Argentina del
Cambio atraviese la segunda recesión en
tres años, que el consumo caiga, que el
hambre crezca y que hasta los empresarios se quejen de la malaria no es motivo de preocupación para el funcionario. Ni para aquellos
transeúntes que antes se quejaban por
medio punto de inflación, caceroleaban contra el “cepo al dólar” y repudiaban la
Cadena Nacional, pero hoy practican la calma
zen ante un incremento de más del 5 por ciento mensual, la fuga de divisas
indomable y las desconcertantes
explicaciones de los popes del Gran
Equipo.
Ya se ha dicho hasta el cansancio
en estos días: la suspensión de la Final nos avergüenza ante el mundo pero no
que nuestro sistema previsional esté en
el último lugar entre 30 después de la reforma de diciembre de 2017; nos
abochorna que unos inadaptados arrojen piedras contra el bus que trasladaba a
Boca pero no que los efectivos de Seguridad
reduzcan la pobreza a fuerza de balas; nos ruboriza que el partido se
juegue fuera del país pero no que se
haya hundido un submarino durante una misión que nadie reveló; nos agravian
unos hinchas violentos pero no las bravatas del empresidente Macri y la ministra Bullrich cuando alientan la ejecución exprés.
Las lecturas sobre ese episodio
transitaron desde el “todos somos
culpables” a “los errores que hay que
corregir”, incluyendo la tan exitosa
“esto pasa sólo en Argentina”. Frases de sobrecito de azúcar que se desarman con media lectura más. Si
todos fuéramos tirapiedras tendríamos terremotos todos los días y la topografía
sería difícil de estudiar por la variación cotidiana. Además, en otros países del mundo también ocurren episodios
violentos en procesiones, ceremonias, fiestas y hasta en los días de oferta. Y los ‘errores’ que cometieron en el operativo eran tan predecibles que se encuadran en el errorismo de Estado que practican desde el principio. Pocos,
muy pocos analistas se atrevieron a sugerir la posibilidad de estar ante un acto premeditado. El porqué de todo
esto es complejo de dilucidar pero no
debe reducirse a la distracción o la obtención de la Copa sin jugar por
parte del cuadro oficial. Hay algo más, pero todavía no puede olfatearse qué.
Demagogia
con énfasis
Entonces, el Ingeniero se puso el país
al hombro de la peor manera, como siempre. Con una sucesión de no entiendo, manifestó su indignación
porque la suspensión del partido malogró
su finde en Chapadmalal. También se deslindó de toda responsabilidad porque
en su lógica clasista, la culpa es de
los otros, ya sean piqueteros, opositores o dioses. Y como un sheriff, amenazó
“ir a fondo contra todos los violentos que se nos pongan enfrente”. Y como buen
demagogo, anunció que tratarán una “ley
contra los barrabravas” –a la que muchas veces se opuso- para tomar como delitos las acciones violentas
ocurridas en los estadios. Pura demagogia: ser barra no puede ser delito en sí mismo; la lapidación del micro ocurrió a varias cuadras de la cancha;
cualquier cosa que haga un espectador que pueda ser considerado delito como
agresión, daños y lesiones ya está contemplada, salvo que quiera castigar con
la pena máxima al que entone cualquiera
de los hits de temporada contra el Gerente de La Rosada SA.
También la ministra de
in-Seguridad Bullrich brindó una explicación similar a la que dio el lúcido Mauricio: protestó porque todos ponen el foco en las fallas en el operativo
y no en los que tiraron las piedras. Precisamente, un operativo de seguridad debe prever la posibilidad de que haya
desubicados, si no, no haría falta. Por eso han militarizado la CABA ante
la realización de la Cumbre del G20, para evitar que los manifestantes acerquen su aversión a los gerentes de los
succionadores. Quizá este malogrado episodio tenga como fin redoblar la
vigilancia y reprimir sin excusas a los
que pretendan traspasar la zona de
exclusión.
Más aún cuando el senador
‘opositor’ Miguel Ángel Pichetto afirma –en su afán por parecer oficialista-
que los que cuestionan la represión
tienen los “valores distorsionados”. Pichetto, otra pieza incomprensible
del Cambio, un opositor que juega de oficialista o un oficialista que simula ser opositor. Más PROchetto que otra cosa. Tan PRO que acusó a los detractores de la
represión de estar “bajo el influjo de una visión cultural de izquierdas y por eso
es muy difícil este país”. ¿Qué es lo que propone, un exterminio
ideológico como la dictadura? ¿Acaso una
reeducación para los ‘oriundos’ del
marxismo? ¿O no será que este país es difícil porque desde siempre ha sido dominado por una minoría oligárquica que se ha
enriquecido a costa del resto? Si la timba financiera se transformó en un
subibaja entre tasas y dólar, ¿la culpa
es de las izquierdas o de los sectores que alientan ese macabro juego?
Mientras el oficialismo ladra para desalentar protestas durante
la Cumbre y los ubica lo más lejos posible
del lugar neurálgico del global encuentro, organizaciones sociales y
partidos políticos ya se están preparando para hacerse oír. El estadio de
Atlanta quedó chico para las 70 mil
personas que asistieron para sintetizar su posición: además de rechazar la
reunión de los más poderosos manifestaron su rechazo al FMI y sus recetas destructivas y saqueadoras.
Algunos se entusiasmaron en demasía, como Emilio Pérsico, del Movimiento Evita,
al afirmar que están “construyendo nuestro 17 de octubre” y destacó que “la oleada de participación de
los movimientos populares en la política busca lograr una democracia más
participativa, donde los humildes
recuperen su lugar de mayoría”.
Ese es un buen principio,
recuperar la democracia como gobierno para el pueblo, como lo que debe ser y desde diciembre de 2015 no es. La crisis que
estamos padeciendo no es técnica, sino
ideológica. Mientras aplican un ajuste bestial para trabajadores, jubilados
y pensionados, compensan a las empresas
de los amigotes por la devaluación con millones de pesos que se fugarán sin
derramar un centavo. Mientras la mayoría
se empobrece a torrentes, los funcionarios prometen que el derrame está a
la vuelta de la esquina. Mientras casi todos
vemos cómo destruyen todo en poco tiempo, Ellos aseguran que están
construyendo un futuro. La demagogia habitual de los populismos de derecha que llegan con engaños para multiplicar la
desigualdad. Una lección que de una vez y para siempre debemos aprender.
excelente un bálsamo de cordura leerte siempre es! abrazos y compartido
ResponderBorrarNo sé, Gustavo, me pone en una disyuntiva, hasta hace poquito creía que nuestro excelentísimo apátrida, no es que no entendía, se hacía el que no entendía y con el auxilio infinito de los medios, muchos le creían, sólo que ahora, mientras discurre el papeloneo del G20, sí, la cosa es más fulerona, o de veras no entiende o es más inepto de lo sospechado, o sea, tamo'fritos con el coso éste.
ResponderBorrarPero bueno, no deja de ser interesante nuestro paisito, junto a la cadena de bloopers oficiales, tipo viejo programa de tinelli, no faltan los....desprevenidos?, que imaginan un tinelli presidente... la joda loca y bastante opa, de paso.
Tiempos raros éstos, sorprendentes, uno nunca hubiera pensado que el Boca de sus amores sea (encima importante) culpable de la desgracia amarilla que nos acontece a casi todos, pero bueno, consumada la estafa del no-partido al menos nos salvamos del bochorno de ganarlo vía escritorio, la verdad, ¿qué le hace una mancha más al tigre o que River pueda ganar?, nada, pero sí que nos contamina (boquenses o no) esa radiografía del amor al "éxito", como sea y si es trucho, mejor...
¿Vió la foto de doña malbec al lado del autito de trump?, enternecedora, no?, qué lindo es el espíritu colonial!!, claro que como uno es mal pesado cree que nuestra heroína habría preferido una botella de Jack Daniels, así de grandota, en fin, el patriotismo exige sacrificios asì...
Bueno su resumen pero, ya sabe, el médico desaconseja leer esas cosas...sólo en dosis homeopáticas, una línea por hora...
Desde un comienzo lo economico o mejor los negocios del "Mejor Equipo" no fue un error, salvo en los tiempos que lo hicieron y no empalmaron con el kilombo mundial. Yo quiero que se vayan ya. Gracias por lo tuyo Gustavo.
ResponderBorrarGracias por participar de este espacio. Desde el primer día he dicho que este gobierno es inadmisible y dañino y trato de despertar la conciencia de los que aún están confundidos. Abrazo enorme
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