Defender Macrilandia traspasa la identificación
política para sumergirse en un pantano
de crueldad. Con un recetario que condujo
a más de un tercio de la población a la pobreza y deja casi 11 puntos de
desempleo –comparable al tercer trimestre de 2006-, no hay nada para aplaudir. Sin embargo, algunos personajes
mediáticos aseguran que, en caso de que gane la fórmula del Frente de Todos,
abandonarán el país y hasta el senador Federico Pinedo promete que se tirará por el balcón. Que nadie se asuste ni celebre:
sólo son gestos desesperados de los que apuestan a la continuidad de este
engendro para confundir a los que aún no
están ni de un lado ni del otro.
El que no confunde es el
presidente de Fiat, Cristiano Ratazzi, que consideró como “cosas que pasan” la suspensión de 2000 trabajadores de la
planta de Córdoba. Sin titubeos, le restó gravedad al asunto al celebrar
que “siguen cobrando el 75 por ciento del
salario”, como si él supiera lo que
es vivir con la tres cuarta parte de un sueldo acosado por este saqueo.
Para que no queden dudas de lo malo que es el lugar en donde está situado este
nefasto empresario, calificó la gestión de Macri como “la mejor de los últimos 90 años”. Igualar el gobierno amarillo con el inicio de la Década Infame es toda
una definición. Como si la suspensión de trabajadores fuese un hecho
aislado, explicó que “la economía empieza a sincerarse, a abrirse un
poquitito y se combate la inflación con términos lógicos y no con
payasadas”. Tan lógicos son esos términos que el índice minorista de mayo superó los tres puntos y el mayorista, rozó
los cinco. Y si hablamos de ‘payasadas’,
nada mejor que su conclusión: “estamos
saliendo de una cleptocracia”, omitiendo el latrocinio que Macri y su banda están ejecutando desde su asunción.
Pero claro, ya sabemos que la
agenda mediática aporta estos argumentos absurdos. En estos días, la delantera judicial conformada por el
arbitrario juez Claudio Bonadío y el fiscal extorsionador en rebeldía Carlos
Stornelli elevó a juicio oral la
insostenible causa de Los Cuadernos Inexistentes. Esta fantasía literaria
sirvió para imputar a 47 exfuncionarios y empresarios como parte de una
asociación ilícita con CFK como jefa sin
haber encontrado un solo billete ilegal. ¿Qué pasará cuando estos dos magistrados
se enteren de las fortunas que Macri y
sus amigotes esconden en paraísos fiscales o cuando examinen el crecimiento patrimonial de muchos de sus
transparentes funcionarios?
Comparación
de homenajes
El cocoliche Ratazzi desdeña las payasadas, pero no se inmuta con las etiquetas extemporáneas que el candidato a
vice del Cambio, Miguel Ángel Pichetto distribuye por doquier. O quizá le agrade la estigmatización de
inmigrantes, pobres y comunistas. Esas sí son cosas de la década del
treinta del siglo pasado y suenan tan vetustas como descalificar al gobernador electo de Tierra del Fuego, Gustavo Melella
por ser gay. Los PRO atrasan tanto que no
alcanza la historia para situarlos.
Por supuesto, el principal ‘atrasador’
es Macri, que desiguala la sociedad para
enriquecer a los más ricos. Aunque todos sabemos que la caída del empleo es
la treta neoliberal para precarizar
los salarios y justificar una salida por la flexibilización, sigue emperrado
con sus otrora aliados los Moyano.
Este año, el empresidente decidió no
conmemorar el día de la bandera en el emblemático monumento, sino en un club de barrio que atraviesa penurias
por los tarifazos. Ante alumnos y padres que poblaban la cancha de básquet,
el desubicado mandatario denunció que "la
mafia del transporte impide que
generemos empleo en todo el país". Ni siquiera es un absurdo para
necios: sólo el vómito de un odiador que
no encuentra cómo explicar tanto estropicio. Eso sí: muchos vecinos acompañaron
al Buen Mauricio entonando el inspirado hit que ya traspasa todas las
estaciones del año y con un gigantesco cartel que rezaba Macri=hambre colgado en la fachada de un
centro cultural comunista enfrente
de la entidad deportiva.
Una
diferencia enorme con la recepción que los rosarinos dieron a la
presentación del libro Sinceramente, de
Cristina Fernández. Ante miles de entusiastas, la expresidenta hizo un
recorrido apresurado sobre algunos momentos de su obra, tanto literaria como gubernamental. Ese pareció ser el verdadero acto cívico en homenaje a
Belgrano. Estas no son cosas que
pasan, sino construcciones para
recuperar algo de lo perdido en estos tres años y pico de gobierno del
establishment. Y nadie debería
desdeñarlas.
gracias en nombre de Don Manuel Belgrano, comparto y abrazos
ResponderBorrarLa verdad, uno debe entender la furia subvirreinal con esa mafia de los camiones, fíjese nomás cómo se distorsiona la situación del país, por el camión se hizo moco los trenes (en un país grande y largo, pero casi perfecto para el tren) y que ahora con el combustible dolarizado y los costos, ínfimos por cierto, financieros del negocio, dolarizados y con tasas peor que usurarias.... así no se puede progresar, además esos morochos que van dentro de esos bichos, llenos de privilegios y sueldos millonarios, sólo faltaría que les den tratamiento gratis del hemorroides... no es que nuestro héroe esté desubicado, es el agobio por un esquema insostenible, con cualquier camionero ganando fortunas y los miembros de su propia y exclusiva mafia fugando unos pocos dólares a guaridas más seguras, no seamos insensibles, entendamos al pobrecito.
ResponderBorrarY dice usted que los chicos no entendían el gritoneo, tá bien, pero yo lo veo a mi sobrinito con el celular y el monstruito es una luz, entonces si no entiende lo de las mafias moyanistas es que no quiere entender, seguro por el adoctrinamiento de laKámpora cuando manejaba las escuelas, digamos todo así simulamos que somos justos con los desvelos del subvirrey delegado de madam nosgarcha.
También tenemos que procurar entender al signore lauchazzi, pobre ser al que su familia exilió en estas pampas ingratas, imagínese, los de la FIAT serán garcas pero no idiotas, entonces los bagayos mejor que estén lejos y, claro, como somos unos suertudos bárbaros, cayó aquí.
De todos modos, no está tan mal el operativo contraste de ayer, un desaforado gritando a chiquitos y asqueando a 9 de cada 10 adultos contra la evidente devoción de miles con la chorra, vieja, sola (no tanto, precisamente hablando) y enferma (que afortunadamente no) como diría nuestro filósofo de cabecera, lanata, la la-rata, no recuerdo bien... algunas caras de las allí presentes, aún viéndolas de lejos nos dejan esa dulce sensación de que tan solos no estamos, sinceramente...