El
empresario Elon Musk prometió en el Congreso Internacional de Astronáutica de
Guadalajara que “el futuro es poblar
Marte”. Pero no será en lo inmediato, sino
de acá a 40 o 100 años. Mientras tanto, lucrará con su proyecto contratado
por la NASA y muchos soñarán con un futuro de ciencia ficción. Él y algunos de
los que lo escucharon no estarán al momento de la partida de los primeros
colonos. Por lo tanto, no es saludable
tener en la mira al planeta rojo para escapar de la Argentina amarilla,
ahora gobernada por Macri, un empresario que también nos llena de promesas.
Después de poner su mejor cara para las fotos del colectivo y el timbreo, el
presidente off shore se maquilló de
humano dolorido y anunció los nuevos números de la pobreza. Como si no
tuviera nada que ver en el asunto, desplegó
su habitual hipocresía para un nuevo capítulo de la Operación Sinceramiento.
Que
tres de cada diez argentinos sean pobres no
significa que nuestro país lo sea. Al contrario, producimos alimentos para
450 millones de personas y avergüenza
que haya conciudadanos que tengan problemas para nutrir su mesa. No hace
falta que nos vayamos a Marte para vivir bien. Con que gobierne un terrícola basta y sobra. Uno con un poco de
corazón, cuanto mucho. Y algo de coherencia, honestidad, inteligencia,
conocimiento y empatía. Y que jure con patriotismo, aunque sea cruzando los
dedos. De ser posible, que su patrimonio
no haya crecido en complicidad con la dictadura ni gracias al contrabando
ni que le hayan perdonado deudas que después pagamos entre todos. O al menos, que sea agradecido. Que no
se haya hecho el vivo durante toda su
vida para después, cuando se convierte en presidente, decir a sus pares: desde ahora no se hagan más los vivos. Con eso alcanza.
Pero
tenemos a Macri, alguien difícil de
definir sin manchar la oración. En conferencia de prensa, el Ingeniero
habló de un número como si no tuviera
nada que ver con él. Casi con orgullo, como si se tratara de un título
universitario recién obtenido. Como si gritar ese número eliminara todo lo que
se esconde detrás de él. De Macri y del
número. Una parte es herencia, ya que tanto les gusta hablar de eso. El
kirchnerismo redujo el número de pobres en casi treinta puntos y si no se pudo
más fue, en parte por limitaciones del
proyecto –para incluir la necesaria modestia- y en gran parte por la resistencia y las celadas producidas
por los que hoy nos gobiernan. Mientras se tomaban medidas para
redistribuir la renta que generamos entre todos, los formadores de precios pugnaban para apropiarse de ella y no para
invertirla, sino para fugarla. Lo mismo que hacen ahora con la facilidad
que les brindan los ceos del gobierno. Macri no es ajeno al número anterior ni
al nuevo; ni él ni a los que representa.
Ayer, hoy y siempre.
Más zanahorias para este boletín
Al
empresidente le gustan las fotos. En
conferencia de prensa, mostró una con incontenible orgullo. Como si fuera un conjuro, anunció la cifra.
Y después vino lo que vino. Aunque no había ninguna palangana a la vista, se
lavó las manos. Al contrario, refrendó
el camino y reformuló su promesa. Que ningún oído se confunda, que ninguna
memoria se extravíe: la Pobreza Cero fue su caballito de batalla durante la
campaña. No reducirla o atenuar sus
consecuencias, sino eliminarla, convertirla en cero. En diez meses la
potenció… y se enorgullece.
Además,
mezcló las cosas, como hace siempre. Con una torpeza que no puede soslayarse, transformó la meta en camino. Lo dijo
sin rubor: “nosotros convocamos pobreza
cero como un camino”. Mentira. Imposible. No hay ideología ni sistema de
pensamiento que avale semejante barbaridad. El objetivo es la utopía que nos invita a caminar. Y confirma esto
a los pocos segundos: “caminar juntos
hacia pobreza cero”. ¿En qué quedamos, Ingeniero? ¿Es meta o recorrido? Y eso de ‘juntos’ es una hipocresía más. ¿De qué manera van juntos un agroexportador beneficiado con la
devaluación, la quita de retenciones y la eliminación de cupos de exportación con los desocupados, los ajustados o las víctimas de la consecuente
inflación?
Por
supuesto, en su antojadiza mirada,
no fueron sus medidas las que incrementaron el número de pobres. Los despidos
públicos y privados, el cierre de negocios y fábricas y la cancelación de
innumerables programas sociales que buscaban la inclusión parece que no producen pobreza en su neopatricia visión de las cosas.
Destinar recursos a los que más tienen vía renuncia recaudatoria y devolución
impositiva no amplía la brecha de la desigualdad, según él y sus ceócratas. Al contrario, sigue insistiendo que en
algún momento se producirán inversiones que derramarán para “generar empleos de calidad”, dice
Macri, mientras presiona para
flexibilizar las condiciones laborales y abaratar el salario. Como si no
supiera que los empresarios como él tienen la
pulsión de acumular y fugar en lugar
de invertir, salvo que tengan las garantías de multiplicar las monedas que destinan sin tributar un céntimo.
Al
cinismo y la hipocresía, agrega mucha
prepotencia. La misma que demuestra a diario al imponer como sentencias sus opiniones sobre temas que desconoce.
El puede reescribir la historia con sólo apelar a la colección de Billiken que conserva desde su infancia.
Él puede avalar a los ejecutores de choros o cuestionar que Nisman se haya suicidado sin conocer una letra de
los expedientes. Él puede asegurar que la inflación ya bajó drásticamente, aunque recién empieza a frenar la que el
Gran Equipo generó con sus medidas. Él puede dialogar sin escuchar al otro,
avanzar retrocediendo, desarrollar subdesarrollando. Hasta puede decretar
cuándo comienza su gestión: si el año pasado le escatimó doce horas a Cristina,
ahora quiere borrar los casi diez meses que
lleva gobernando.
Después
de haber transferido millones a los ricos, de haber provocado la caída de la
industria y la construcción, de haber ocasionado el cierre de negocios con la
baja en el consumo y los tarifazos, dice que “éste es el punto de partida en el
cual acepto ser evaluado como presidente y como gobierno”. Después de
haber despoblado la mesa de los argentinos con la apertura de exportaciones y
aniquilar pymes y economías regionales con las importaciones sin aranceles, quiere ser evaluado a partir de ahora.
Como si la foto que muestra no formara parte de la película en la que es guionista, protagonista y director. A
pesar de sus pretensiones, el Pueblo ya
lo está evaluando desde el momento en que asumió y, como muchos anticipamos,
está muy lejos del aprobado. Y en esta ronda examinadora ya no quedan recuperatorios.
la simulacion en la sociedad y la delincuencia la planteo como hipotesis el psiquiatra y moralista argentino, tmbien difusorde la obra de nuestro gran cientifico florentino ameghino asi como autor de bromas y ocurrencias.
ResponderBorrarlocierto que l que simula puede hacerlo en la forma mas basica aparentando una imagen con caras y gestos las famosas puestas en escena pero quien es vivo se apiola de lo que pasa es imposible disimular sus gestos torpes e infantiles de no conozco del tema solo te repito mi curro , te estoy mintiendo voy ha hacer lo contrario o estoy enojado y con rabieta o estoy preocupado de lo que esten diciendo razon real para vivir paranoico y desconfiar de todos acaso mi guardaespalda se dio cuenta entonces el malo es el otro el que me puede agredir porque lo estoy currando paranoia pura y realidad , hay miles de quebrados y empobresidos entre los que lovotaron cualquiera podria estar a mi lado y queres vengansza son las proyecciones del estaador sobre los estafados por eso, los ataques de nervios del jefe y de la vidalita el estar rodeados de mil guardaespaldas el vivir en una base militar en refaccion el alejarse de los peligros que rondan por su mente que espera reacciones ante su traicion, ataques de panico la angustis que ha llevado a bajar de peso o lo contrario son una bola de nervios y con razon su conciencia no es tonta nadie sabe en que rincon se esconde quien es su enemigo dice el martin fierro pero los funcionarios pro saben que son muchas sus victimas y alguno puede reaccionar mal alguno el mas cercano el menos pensado .
La respuesta ante tanta saña contra el pueblo no debería ser jamás la de reaccionar mal; lo votó el 51% de los Argentinos y eso lo legitima como tal y aunque podríamos decir que el hacer exactamente lo contrario a lo que prometió lo ilegitima en su función esto es también parte de la Democracia, que ésta sí hay que defender a como de lugar. La teacción deberá verse en las urnas y falta poco ya para el 2019 y casi nada para el 2019.
BorrarBueno, quizás por su escaso dominio del idioma castellano, a nuestro querido virrey se le escapan los tiempos y vericuetos del verbo "evaluar".
ResponderBorrarPorque siendo serios, está donde está porque lo evaluaron y no ayer ni anteayer, viene de hace rato la cosa, como lo votaron, algunos lo evaluaron mal (o la estafa vendedora fue exitosa) y quizás haya otros que lo evaluaron como conveniente (no digamos "bien" ni "bueno", que nos propusimos ser serios) y también, y ahí nomás muy cerquita estamos los que no lo votamos (ni lo votaríamos jamás) que obviamente también lo evaluamos - bien y muy bien - o sea, mal y peor.
Evaluación que ya se hizo, que se hace tooooodo el tiempo y, la verdad, a nadie le importa si la "acepta" o no, y menos importa la fecha que a él se le ocurra poner como punto de partida (que pruebe con la fecha de vencimiento, por ái la emboca mejor).... ¿acaso pensará que mirar la realidad según como le va a cada cual es atributo exclusivo suyo?, que los razonamientos egoístas están vedados para el resto no-CEO?, que tiene coronita y/o garantía de impunidad eterna?
"Mina que te manyo de hace rato, perdoname si te bato..", dice un tango y a mí se me presenta la frasecita, pensando en el virrey y evaluando su revolución de la porquería, pésima, evaluándola bien y a conciencia...
29% de pobres dejó el Kirchnerismo. Se terminó el relato.
ResponderBorrarNo, Anónimo. El kirchnerismo bajó la pobreza del 50 por ciento al 20, de acuerdo a la UCA, la UBA, la CEPAL,la OEA y la FAO, entre muchos otros organismos. Macri la incrementó al 32 por ciento en menos de diez meses. ESE ES EL RELATO.
BorrarSí, "se terminó el relato" y empezó el pelotudeo mentiroso macrista.
BorrarLos pobres que haya dejado el kirchnerismo habrán sido muchos, pero fueron muchos menos que los que recibieron de "pesada herencia" (pesada en serio, no para presumir off-shore u off-concentrated media argie y, de paso, todos, los pobres sacados de la pobreza como los que no fueron sacados, eran otra clase de pobres, con muchas maneras de zafar de las peores caras de la susodicha pobreza; existía la changa, labruro informal que no sería lo mejor pero daba de comer, sea en la casa o el rancho pero no en el comedor... claro, para el panza llena que mata el ocio boludeando en interné, éso no vale nada, pero para el pobre dendeveras es un mundo de diferencia; en fin, sigamos disfrutando el relato amarillo, mientras el asco nos deje.
MAESTRO,REFERENTE,DESPERTADOR Y GENERADOR DE CONCIENCIAS; REITERO GUSTAVO Y HASTA EL HARTAZGO TU VISIÓN PARA LEER LA REALIDAD Y TU MODO SENCILLO DE EXPLICÁRNOSLA. ABRAZO DESDE SALTA AMIGO.
ResponderBorrarestamos faltos de certezas para mi vendran de afuera y soplaran a estos ladrones neoliberales como el viento las hojas secas
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