Nada
que aplaudir. Pocos están a salvo. La Revolución de la Alegría es una lágrima gigante que va a terminar
ahogando a muchos de los que confiaron en ella. La traición a la voluntad
de los ciudadanos comenzó hace casi dos años, con medidas que el empresidente Macri
había prometido no tomar. Decisiones que no han sido fructuosas y nos
conducen a una crisis fabricada que exigirá nuevos sacrificios para superarla.
Un ajuste que se presenta como Reformismo
Permanente, el flamante envoltorio
con que el Gran Equipo quiere seguir embaucando a los argentinos. Con esta
prometedora etiqueta, los ceócratas continuarán aplicando recetas de
laboratorio que malogran nuestras vidas y transfieren
fortunas a los que acumulan sin invertir un centavo. Mientras confundidos y
acomodaticios consienten el drama que se presiente, la pluralidad de voces tan
cacareada amenaza convertirse en un
discurso único que aniquila cualquier principio democrático.
El
despido de Víctor Hugo Morales del canal C5N es el clímax de una política de
medios que sólo busca la complacencia y
la crítica controlada. Que nadie lo ponga en duda ni engalane el conflicto:
la Gerencia Amarilla utiliza los fondos
del Estado para premiar a los medios cómplices y apologistas y castiga a
los críticos con presiones financieras. Las deudas de los anteriores
propietarios no justifican la expulsión de Roberto Navarro y Víctor Hugo, cuyos programas superaban el rating del
clarinista TN. La mirada de estos periodistas es “irreconciliable
con la nueva línea del canal”. No es para menos, si el canal
fue adquirido por el fondo OP Investments de EEUU y su nuevo administrador es
Ignacio Rosner, compañero de estudios de
Macri y de currículum ligado a la empresa familiar Sideco y al Grupo
Clarín. Un perfil a la medida del
oficialismo.
Tal como prometieron en
campaña, no persiguen al que piensa
distinto sino que lo silencian.
Y los periodistas que antes clamaban por la libertad de expresión hasta cuando
una paloma defecaba en su hombro, hoy
apenas susurran un ¡qué barbaridad! con
un forzado gesto de preocupación. Mientras el cierre de medios ha dejado en
la calle a miles de trabajadores de prensa, el titular del Sistema Federal de
Medios Públicos, Hernán Lombardi celebró
las muestras de solidaridad con el inventor del Barrilete Cósmico: “está buenísimo que todo el mundo se pueda
expresar”. Una burla del
funcionario que ha pisoteado ese derecho
desde el primer minuto de su asunción. Tanto
cinismo circula por las venas PRO que quizá le ofrezcan al locutor charrúa un espacio en la TV Pública,
pero no para hacer política, sino para conducir un programa de
manualidades.
La
mordaza amarilla
CFK se solidarizó con VHM y deslizó una sentencia alarmante: “se consolida el apagón informativo en
Argentina”. La opinión pública estará a merced de la manipulada agenda y las caprichosas interpretaciones de los
medios hegemónicos y sus plumas ilustres. Si no hay voces críticas que puedan desmontar las patrañas que expelen esas
usinas apologistas, el pensar de los ciudadanos se convertirá en un cóctel psicodélico que vomitarán en las
urnas. Para muestra, la telenovela de
Nisman inclinó la balanza en 2015 y los nuevos capítulos se emiten cuando la crueldad amarilla necesita desviar la atención
del público. Y una evidencia más: la tapa de Clarín del último domingo
presente como buena noticia la suba de
la edad jubilatoria debería avergonzar a sus fieles lectores.
Gracias a tanto chupamedismo mediático
disfrazado de periodismo independiente, las medidas más antipáticas se
convierten en necesarias, desde los descomunales tarifazos hasta el blanqueo de
los familiares, desde las empresas offshore hasta las trapisondas de los amigotes,
desde los recortes hasta la eliminación
de impuestos a los más ricos. La reforma laboral del siglo XXI aparece como
la solución mágica para el desempleo creciente, aunque es similar al cercenamiento de derechos que ya se probó muchas veces con
dañosos resultados. Las amenazas a jueces y fiscales que no conviertan en
procesamientos a las denuncias
domingueras contra los K o se atrevan a emitir fallos contrarios a los
deseos del Gerente de La Rosada SA surgen
en los titulares como la búsqueda de una justicia independiente.
La destitución del camarista
Eduardo Freiler, además de un adefesio institucional,
es la venganza de Héctor Magneto, el capo mafia de Clarín. Este juez
sentenció que la apropiación de Papel Prensa se produjo con delitos de Lesa Humanidad y pidió a Julián Ercolini
que cite a declaración indagatoria a los dueños de Clarín y La Nación. Por
supuesto, no los citó y además, cajoneó
la causa porque intuía que transitar ese camino le traería serias jaquecas.
Como a Freiler, que lo expulsaron por mal desempeño usando como excusa un enriquecimiento ilícito del que había sido
sobreseído. Si a esto agregamos que la acusación se votó cuando uno de sus miembros estaba secuestrado
por el Supremo Lorenzetti y que Pablo Tonelli usurpa el puesto que corresponde a un kirchnerista, debería
anularse todo lo actuado por el Consejo
de la Magistratura desde que comenzó la Hecatombe Amarilla. Pero el público
cautivo jamás se entera de estas cosas
porque apenas accede a un titular: “Echaron a un juez K por enriquecimiento
ilícito”. Y con eso ya se
siente un experto.
Más que un experto, un cautivo que se niega a salir de la
caverna; un colonizado que transita por el mundo propalando los argumentos del amo; un esclavo del sentido común que
consiente su explotación. Tan todo esto y mucho más porque es capaz de asimilar como sentencia arcana la catarata de sandeces que
Macri vierte a diario. Tanto que no le sorprende que el Ingeniero pida a
los gobernadores algo tan infame como “si
le competimos con salarios más altos, el
sector privado no va a poder generar la mano de obra que necesita para su
crecimiento”. El paladín de la libertad de mercado quiere bajar los salarios
públicos para que sus empresarios
cómplices puedan contratar cuatro o cinco personas. El que se quejaba del
intervencionismo estatal interviene para
beneficiar a los privados. No hay que hacer mucho esfuerzo para comprender de qué lado está el Estado del Cambio.
Un click basta para empezar a
recuperar la conciencia.
El
derecho a la información ya está
vulnerado desde el momento mismo en que el Grupo Clarín expandió sus tentáculos
con el beneplácito gubernamental, convirtiéndose en una potencia comunicacional única en el mundo. Además, peligroso,
porque siempre estaremos a merced de sus
caprichos para desordenar nuestros pensamientos. Y eso es lo que quieren
para que aplaudamos con fervor a los que
nos están despojando de todo.
hola Gustavo, ahora mas que nunca termine de comprender el significado total de "la alegoría de la caverna" que tanto tuve que estudiar cuando cursaba en la facu, esta gente con su brutal accionar y los muertos vivientes que los siguen lo hicieron posible, mil gracias por tus apuntes, son un hilo conductor, un regalo de racionalidad y cordura, lo comparto como siempre-besos y gracias
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