lunes, 27 de noviembre de 2017

La osadía de correr el velo

Las tropelías de los amarillos tienen, todavía, pocas consecuencias en la percepción positiva de una parte importante de la sociedad. Nada la afecta, ni los chanchullos económicos del Gran Equipo, el furor represivo contra los que se ponen en su camino ni la succión vampírica de nuestros bolsillos. Nada extirpa la angelical imagen de Macri y su ballet que los cautivos incrustaron en sus retinas ni destierra las esperanzas que abrazan, aunque La Revolución de la Alegría ya no despierta ninguna. Cuando los muertos se empiezan a amontonar no debe haber lugar para la indiferencia. Si en tiempos de Cristina vociferaban por la inseguridad hasta por el fallecimiento de una mascota y marcharon bajo la lluvia por el falso homicidio del fiscal, ahora no mueven ni una célula ante la pulsión gubernamental de asesinar compatriotas.
El público globoadicto parece inflado a imagen y semejanza de sus gobernantes y por eso, las reacciones son monstruosas. Que el empresidente aproveche un finde largo para descansar y jugar al tenis en medio de la crisis del submarino es una muestra de eso. Quizá no tenga mucho para aportar en un incidente tan específico, pero al menos que disimule lo poco que le interesa. Una foto bien dispuesta con funcionarios preocupados ante un mapa no alcanza para gobernar el país, aunque los trolls de Marcos Peña la multipliquen por las redes. Sin embargo, muchos cautivos se conmueven ante las puestas en escena que construyen el simulacro amarillo. Aunque la imagen sea en extremo obscena -tanto en su composición como en sus fines-, alcanza para alimentar a los seguidores del Cambio. Los crispados de otrora son los híper relajados de hoy, a pesar de que sobren los motivos para estar como antes.
Ahora que los problemas son reales, las quejas parecen desterradas o al menos, contenidas, como si el consejo con forma de orden “hay que darle tiempo” tuviese validez eterna; como si ignorasen que la sensación de metida de pata comienza a trepar a la categoría de certeza; como si el narcótico fuese incapaz de adormecer por siempre todo atisbo de conciencia. El encantado sabe que cuando se rompa el hechizo, el horror explotará ante sus ojos. Por eso se aferra a los jirones de optimismo que los ceócratas tejen con dificultad. Cualquier filtración negativa podrá ser neutralizada con unos cuantos sí, se puede y seguirá por la vida feliz por haber contribuido al fin de la tiranía K.
El hábito del terror
Desde que 42 gendarmes dieron su vida por la causa represiva en un accidente de tránsito en Salta, la tragedia empezó a salpicar estas tierras. Así comenzó a gobernar Macri, poniendo todas sus piezas sobre el tablero, aunque tenga que sacrificar algunas. Según la Correpi –Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional- las tropas amarillas baten el triste récord de casi un muerto por día. El gatillo fácil se ha convertido en obligación para los uniformados que se despliegan en todas las latitudes. Los familiares de Santiago Maldonado no habían terminado de despedirse de sus restos cuando una nueva bala detonó en nuestros corazones. Rafael Nahuel, un mapuche de 22 años, es otra víctima de esta Conquista del Desierto siglo XXI que, como la del siglo XIX, sólo busca resguardar a los terratenientes.
Esta vez fue prefectura la encargada de desalojar a una comunidad mapuche de un lote en Villa Mascardi, a dos días de promulgada la ley 26160, que suspende por cuatro años los desalojos en tierras ancestrales. Y como el peor pasado confluye en este presente, las versiones oficiales toman por valedera la excusa del enfrentamiento. Un enfrentamiento extraño de hondas y boleadoras contra fusiles y metralletas; tan extraño que la víctima recibió un disparo que entró por un glúteo y salió por el tórax. En tiempos de la dictadura, los titulares ponían combate cuando relataban oscuros secuestros, homicidios y fusilamientos. La diferencia es que las tapas de ahora son a todo color. En aquel entonces, los lectores no tenían a su alcance información contra hegemónica, pero ahora sí. Si todavía quedan crédulos incondicionales es porque están guiados por una voluntad malsana.
Los cautivos televidentes del asfixiante relato oficial consumen a diario los argumentos de los poderosos. Los conflictos generados por la guadaña impiadosa de la Gerencia PRO son interpretados como palos en la rueda en este camino al paraíso neoliberal. Los mapuches son terroristas peligrosos que pretenden apoderarse del país con piedras y lanzas, los trabajadores impiden la competitividad con sus pretensiones de una vida digna y los jubilados provocan el déficit fiscal que tanto desvela a los funcionarios. En la mirada patronal de los canales más vistos, el salario es un gasto, la seguridad social, un desperdicio y la desigualdad, un principio arcano. Los voceros de la pantalla deben justificar este purgatorio que padece la mayoría por el pecado de haber gozado de algo parecido a la equidad. Los apologistas mediáticos ponderan a los pobres que agradecen, sumisos y humillados, los mendrugos que caen de la mesa del amo y señalan como enemigos a los que reclaman por sus derechos. Los monigotes detrás del vidrio se emocionan con gestos dadivosos y comedores comunitarios exitosos y condenan con furor las acciones solidarias y la organización horizontal. La programación tiene como fin aglutinar individuos para evitar que la comunidad se consolide como pueblo.
El televidente que antes recibía sobredosis de indignación hoy inunda sus venas con una paciencia de rumiante. Los venenos que regurgita contagian el cinismo de la clase gobernante, tanto que es capaz de celebrar el resultado de una autopsia y festejar como si fuera un gol, la puntería de un balazo en el glúteo de un joven.

3 comentarios:

  1. gracias Gustavo, termino el dia leyendo tu apunte, lo comparto y que bonito el fondo nuevo, da ganas de escaparse aun lugar asi-abrazos

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  2. No sé, Gustavo, usted es tan pesimista que da miedito, fíjese que han pasado 24 horas y la carrió no dijo ninguna asquerosidad y éso, bien lo sabe usted aunque insista en disimularlo, es un gran, gran, acontecimiento que debiera llenarnos de esperanzas..... de otros no le digo porque el médico me lo prohíbe.

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  3. Es muy esperanzador saber que hay patriotas que son capaces de escribir todas estas verdades pues este gobierno como oligarcas liberales contemporáneos que son, están destruyendo sin piedad al estado y endeudandolo por muchas generaciones, veo con mucho dolor como se está perdiendo el gran esfuerzo y muchas veces la vida de nuestros próceres, anónimos y conocidos que hicieron grande nuestra Patria. Este gobierno es nefasto y no le interesa el daño que están haciendo, son traidores criminales de lesa humanidad. No tienen perdón ni de Dios, ni del pueblo trabajador. Con la actual política liberal, el Presidente Macri, deja a la Nación sin el cumplimiento de un destino histórico común. Hoy ya no es necesario ocupar militarmente a los países. La ocupación es cultural y económica, y con eso basta para tener sometida a una Nación. Cuando el pueblo no puede comprender su identidad, conforme a su ser nacional, ha perdido su conciencia de Patria y deja de ser una Nación en busca de un destino histórico común, esto nos lleva a la mayor de las corrupciones políticas de la sociedad y el más peligroso vaciamiento de la Nación, negando la posibilidad de instaurar el bien común de la argentinidad.

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