La pintoresca diputada Carrió
aclaró que sus amenazas a Macri eran en
broma. Claro, la reacción mostró que se había excedido en su acting de distracción y tuvo que dar
un par de pasos atrás para que el
estropicio no sea mayor. Algunos analistas, incluso los críticos al Régimen
M, evaluaron los dichos de Carrió como una
falta de respeto a la figura presidencial. En verdad, con el Bailecito en
el Balcón y la foto del perro Balcarce en el Sillón de Rivadavia el buen
Mauricio demostró no tener demasiado respeto por la investidura. Y
menos por el patriotismo, por el que no
juró. Si a esto sumamos mentiras, patrañas, cinismos, entregas, falsedades,
simulaciones y demás delicias del Cambio, respeto
es lo que menos merece. Carrió tampoco. Ambos no merecen respeto porque no respetan nada. Ninguno de los
amarillos lo merece porque son farsantes
y no de los simpáticos, sino de los más peligrosos. Si en medio de la
crisis auto-provocada tienen tiempo para hacer chistes, no estamos ante un Gran
Equipo sino una banda de desenfrenados
saqueadores que se burlan de sus víctimas.
Lo único que falta es que digan
que el chiste empezó el 10 de diciembre
de 2015 o un poco antes y que confiesen el buen humor que desplegaron en las promesas de campaña. Que era
un chiste “no vas a perder nada de lo que
tenés” o “no vamos a perseguir al que
piensa distinto”. ¡Cómo se habrán
reído con eso de “no voy a devaluar”,
“no voy a endeudar el país”, “no voy a abrir las importaciones”! El clímax del stand up lo alcanzaron
con eso de “en mi gobierno, ningún
trabajador va a pagar impuesto a las ganancias”. Pero el más ingenioso es
el de “no aumentar las tarifas”,
porque el Macri chistoso decía que en
muchos países del mundo el Estado subsidia a los usuarios. Y ahora dice lo
contrario: ¿no es un muy buen chiste?
Y son tan chistosos que lo que antes criticaban con vehemencia
ahora lo adoptan sin culpas, como el swap con China, Vaca Muerta, el
PROCREAR y Precios Cuidados. Tan buenos son para la comedia que la inflación que
iban “a bajar en dos minutos” la llevaron a un nivel que nos coloca entre
los primeros del podio. Ellos siempre repetían el gag de “estamos aislados del mundo” y ahora de tan
integrados, nuestros números negativos
arrastran a toda la región. Estos tipos son tan incontenibles que hasta nos
dicen –en broma, por supuesto- que nos
tenemos que enamorar de Christine Lagarde. Y piensan seguir de chiste en
chiste hasta que terminen el mandato o nos
cansemos de tanta hilaridad en La Rosada SA.
Una
broma de mal gusto
Así es: ellos se presentan como
la nueva política, aunque sus ideas huelan a naftalina;
aparecen como innovadores, dinámicos y distendidos, pero no pueden disimular la tensión despreciadora que emana de su ancestral
mirada; actúan como recién bajados de la nave nodriza, aunque están
presentes en nuestra vida desde hace más de veinte años. El peor de los
chistes es que muchos conciudadanos creen en estas falacias y están convencidos de las buenas intenciones
de los amarillos. Y asimilan como verdades los dislates que brotan a borbotones de sus coucheadas bocas, como
la lluvia de inversiones, los brotes
verdes, el segundo semestre y el crecimiento invisible. Hasta creen que lo
que estamos padeciendo es producto de la
mala suerte del Ingeniero o un coletazo de la Pesada Herencia y que si estamos
así es porque pasaron cosas.
Lo mejor que podría pasarnos es
que mañana en Cadena Nacional, el empresidente
Macri revele que todo ha sido una broma;
una representación distópica con intenciones pedagógicas; un sinceramiento de lo inadecuado que sería votar por él y su proyecto
destructor. Como una película del futuro que inyectaron en nuestro cerebro
con algún artilugio tecnológico. Pero esas cosas no pasan en la vida real: nos empujaron a un tobogán gigante cada vez
más empinado y en el fondo no hay nada para tomar en broma.
Ya estamos saboreando cada vez
más abismo y la reacción tarda en llegar.
Hasta ahora, las calles se pueblan de opositores de la primera hora, algunos
arrepentidos y bastantes desencantados. Esto
es gradual y, por tanto, alentador. Lo que falta es la indignación a flor de piel que se palpaba en las escenas
cotidianas más de tres años atrás. Esos que destilaban bilis después de quince minutos de noticias hegemónicas
hoy están alelados, contenidos en las críticas y desanimados en la defensa, aguantando el otoño que está derramando
el modelo. Hay que rascar mucho y con prudencia para descubrir lo que sienten: que, después de corear el sí, se puede, se encuentran rodeados de
imposibilidades.
Como si no les importara la
entrega de la soberanía con el bestial
endeudamiento innecesario, la sumisión al Imperio, la explotación económica
de Malvinas y la instalación de bases
militares norteamericanas en nuestro territorio. Como si creyeran que pertenecer, tiene sus privilegios. Como
si pensaran que Santiago Maldonado, Rafael Nahuel, Facundo Burgos y muchos más merecieran la muerte que tuvieron. Como
si esperaran que enriquecer a los más
ricos disminuye la pobreza. Como si los vieran transparentes, sinceros y
honestos a pesar de las evidencias de
todo lo contrario.
Impávidos. Así están muchos,
todavía. Peor que acostumbrarse al deterioro es aceptarlo como necesario. La rana que se habitúa a la creciente
temperatura del agua termina en una salsa. Y
no es ningún chiste terminar en la panza de estos glotones. ¿Cuánto más
habrá que esperar para que todos exijamos a estos malandras que empiecen a gobernar en serio o que se vayan
para siempre?
gracias Gustavo, comparto-abrazos!
ResponderBorrar¿Sabe qué pasa, Gustavo?. Usted se esfuerza, pero no tiene sentido del humor y por eso va a la fácil, el show interminable de la principal mala actriz y fiscal de la patria, doña colesterol.... la verdad, un repertorio de chistes tan conocidos que ni para una mueca de desagrado sirve... o el otro clásico, el ex virrey y ahora secretario de madam cristín, presidente en funciones... todo feo, pero ya aburre, no?
ResponderBorrarAsí, se pierde la última gracia imperial, lo vió al enviado del FMI?, es una joda de tinelli, negro, para controlar a los "todos europeos" de por acá y, en el colmo del bochorno, ni siquiera es gringo, sino de otra colonia. Mire, tá bien "abrirse" al mundo pero, que te respeten un poquito...
...¿exijamos a estos malandras que empiecen a gobernar en serio?...
ResponderBorrarSi. Una formalidad para que tengan ocasión de hacer las cosas un poco mejor. Para no decirles directamente que se vayan...
BorrarEl desastre, si quiere llamarlo gobierno llámelo, de estos malandras es muy en serio. Nos joden pero nunca es en joda.
BorrarEl tema pasa por aquel que los votó y, también muy en serio, eligió y aún elige hacerse el distraído de las consecuencias, reconrtrasabidas y de manual... no tiene la culpa el chancho sino el.....
Son tal para cual...un mediocre perverso y una perversa enferma de envidia porque tiene que vivir viendo como Cristina la ama su Pueblo,entera y con dos hijos a cual mejor mientras la mafia política y judicial no la pueden doblegar ,...sin embargo, ella,la DEScarrió ,solo puede ser una fantoche, incompetente y válida unicamente para ponerse del lado de lo peor de este país y rebajarse cada día más,si eso es posible....ella ya tiene su karma en la tierra en lo que más le puede doler, su hijo.
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