El discurso oficial incrementa la
subestimación a sus destinatarios de forma proporcional inversa a la cercanía
del abismo. Mientras más próximo, más
exigencia de estupidez, fanatismo y voluntad. Una muestra de esto es la simulación de desmemoria del alcalde
PRO, Horacio Rodríguez Larreta, al afirmar que nunca escuchó a Macri decir en campaña que “bajar la inflación es lo más fácil”. Quizá ésa se le haya
escapado, pero “la bajo en dos minutos”,
“en mi gobierno, la inflación no va a ser un tema” o “la inflación es la muestra de la
incapacidad de gobernar” han sido ampliamente difundidas en estos casi
tres años eternos. Tal vez sea distraído o no escuche a su líder. Imposible: actúa como todos, encarnando a un personaje siniestro, embaucador y cínico que, como
todos, desata su lengua falaz a sabiendas de ser intocable.
Impune. Tanto
como para encargar la importación de Pandi,
el peluche-mascota de las Olimpíadas a una empresa que declaró que eran guirnaldas para tributar menos,
quintuplicaba su precio de venta y ostentaba el descarado nombre “Quiero ver guita SRL”. Rodríguez Larreta es muy distraído o tan
irresponsable como esos buenos muchachos. Nada puede terminar bien con una banda
que se llame así, salvo que se dedique a
proporcionar placeres sexuales. Cualquier cosa, menos para comercializar el
muñeco oficial de los JJOO, al que pusieron
más empeño –económico y promocional- que el necesario para derramar más circo
que pan.
Creer en la palabra de los Iluminados del Cambio requiere una memez crónica o una
infravaloración patológica. Una colonización tan atroz que permite que la víctima se esperance con los brotes verdes provocados por la lluvia
de inversiones del ‘tercer’ semestre del año. Tan zombi para tomar como explicación plausible que la crisis es
producto de una tormenta y no de la
intencionalidad del Gran Equipo. Tan ingenuo para disfrutar del crecimiento
invisible o para emocionarse
con la angustia del empresidente Macri.
Tan manipulado para considerar que la patraña de los cuadernos provocó la recesión. Tan prejuicioso para
asimilar que la inflación que estamos
padeciendo es kirchnerista.
Mucha fuerza de voluntad requiere
tomar los dichos oficiales con seriedad. Mucha sumisión a las zonceras, mentiras y promesas que a cada rato
esputan. Poco respeto por sí mismo el que asume
su deterioro como un sacrificio necesario para un futuro mejor. Poca
dignidad el que renuncia a sus derechos
para potenciar los privilegios del patrón.
Pregones
de pamplinas
De todo esto y mucho más hace falta
para percibir que la inflación está
bajando porque lo sentencie el ministro Dujovne, aunque todos los datos que
indican lo contrario. Con seguridad, los
cautivos no se han enterado de que multinacionales como Unilever, Nestlé,
Ford, Johnson & Johnson y otras más advierten a los accionistas que Argentina tiene una economía
hiperinflacionaria. Y la inflación no
es el único problema: la destrucción de la producción, el incremento del
desempleo, la caída del mercado interno, la multiplicación de la pobreza y el
horizonte recesivo desalientan todo
optimismo. Si a esto sumamos la tensión social que se palpa en las calles y
la reaparición de episodios de clara inclinación autoritaria, no es muy difícil deducir que el paraíso
queda para el otro lado.
Para el lado que la colonización
mediática demoniza a cada rato. Ahora el cuco
es Bolivia, porque el presidente Evo Morales decretó el doble aguinaldo y el tratamiento gratuito para los enfermos de
cáncer. En lugar de recortar, distribuye.
Lejos de ajustar, expande. Como eso
es inaceptable para el establishment gobernante, lo mejor es mostrarlo como un indio que se inmiscuye en la política interna del país y realiza una visita que
no incluye al Ingeniero. Como si eso fuera más trascendente que recibir un premio Doctor Honoris Causa
de la UMET.
Mientras Macri abona el terreno
para una reforma laboral, muchos argentinos cruzan la frontera para encontrar en Bolivia un destino más amable.
Otros irán al Norte o cruzarán el charco de acuerdo a las posibilidades o al
imaginario que persiguen. El pensar
dominante difunde ejemplos y anti-ejemplos para des-educar a sus alienados.
Finlandia es un modelo de bienestar y educación, pero omiten decir que los impuestos son muy altos de acuerdo al
ingreso y que ya está desterrada la
gestión privada en todos los niveles educativos. Tampoco dicen que el
Estado tiene una presencia muy fuerte
como motor de la economía.
Al contrario de lo que estamos
padeciendo: un Estado que abandona,
saquea y explota a sus ciudadanos; un
Estado-patrón cómplice de otros patrones; un Estado que sub-desarrolla para instaurar una colonia.
Para lograr consenso con este accionar, hay que hacer mella en el entendimiento
de gran parte de los votantes, desorientar
su pensar y bombardear con lemas que desinforman
la reflexión. Y mentir a mansalva. Todo para que la víctima defienda un derrame que nunca se produce.
Si lograron que gran parte de los
usuarios de servicios se queje porque
las tarifas eran baratas, pueden lograr cualquier cosa. Para eso machacaron
en contra de los subsidios y pugnaron por un
incremento de las tarifas que redundaría en inversiones. Hasta hablan de
servicios gratis en tiempos de Cristina, algo
que nunca ocurrió. Tan infames son en la elaboración de las excusas de este
saqueo, que aseguran que las empresas perdían plata cuando, en realidad, ganaron más de 780 por ciento en 2015 y
ahora, apenas más de 300. A pesar
de que la cifra es monstruosa, las
inversiones han caído ante la indiferencia de las autoridades.
El discurso oficial es tan
manipulador que convierte a muchos de los afectados por el Cambio en apologistas de su propio deterioro. Ya
lo vimos en los tiempos de “les hicieron
creer…”, lo vemos en la necesidad del sacrificio y
ahora con la instalación de la culpa de
los trabajadores por querer ganar mejor. Algo que, según el empresidente
Macri, afecta la creación de 100 mil
puestos de trabajo. Palabras que embrutecen, que humillan porque alienta la explotación laboral, algo
inaceptable en un mandatario. Como si pretender vivir con comodidad gracias
al salario fuese un delito y no lo fuera
la evasión, la especulación y la fuga de capitales que nos están vaciando con énfasis.
Si no se es un beneficiario del
plan desigualador amarillo, hay que
hacer mucho esfuerzo para coincidir con todo esto. Tanto como para ignorar la
concentración de más de 800 mil personas
en Luján o interpretarla como una picardía
del Papa. Las cosas están mal y es muy difícil mejorarlas. Menos con estos saqueadores que invadieron La Rosada. La tarea de
todos los días es despabilar alelados para que comprendan de una vez por todas
que los patrones son succionadores del
esfuerzo de todos, aunque cada tanto se muestren campechanos y bailen con
nosotros una cumbia.
Hasta acá, Gustavo, tenía una leve, mínima esperanza en que no todo estaba perdido, ya no, es evidente su imposibilidad del disfrute del fino humor virreinal, usted siempre tan serio, tan tendencioso y concentrado en esas cosas aburridas de leyes, democracias, imposturas y las cosas no son así, lo natural ahora es que las carcajadas se escuchen hasta en Salta..... mire, no puede negar que el señor calvo capitalino negando las mentiras de campaña virreinales ("la inflación la bajamos en 2 minutos y etc."), es una maravilla, si hasta el loro de mi tía lo vió, lo escuchó y se lo aprendió, es genial tanta convicción en la confianza de la estupidez del prójimo... y que conste que ni le menciono los recientes chascarillos supremos sobre el MÁS preocupado por generar desem.... perdón, trabajo o de la libertad de prensa... ¿se acuerda de Henry Ford?, ése de "Usted puede elegir el color de su Ford T, siempre y cuando sea negro".... claro, es obvio que para captar la poesía profunda uno tiene que poner de su parte, sí, hay que hacer como el votante amarillo típico, ¿declaran estupideces?, ser sordo... ¿dan cifras delirantes y mentirosas?, simple, olvídese de sumar, restar y demases cosas con que nos torturaban en 2do. grado.... sí, en el fondo es tan lindo sentirse como un bebé..... hacés lo tuyo y te cambian el pañal, toallita húmeda y el mundo sigue andando solito, divino, ¿quién le ofrece hoy SER un bebé?, el virreinato, el problema es suyo por resistirse.... pero bueno, aún está a tiempo de redimirse, lo esperamos.
ResponderBorrargracias Gustavo y comparto! besos
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