Los estropicios amarillos son
tantos que no se pueden tapar ni con las
operaciones de la mafia comunicacional. Como no hay logros para exhibir, el
Cambio necesita sangre para reafirmar las convicciones de su núcleo duro y reconquistar a algunos
desencantados. Las acusaciones recicladas en los titulares y los
procesamientos a la carta de los jueces cómplices no bastan para distraer a los cautivos de la hecatombe que nos
acecha. La prisión preventiva –aunque calma la ansiedad de la tribuna- no se
parece en nada a la combustión en la
hoguera que los devotos de la Revolución de la Alegría esperan desde hace
casi tres años. En medio de los fracasos
económicos, la prepotencia política y las fisuras internas, el FMI
desembarca en el Banco Central para hacer realidad la independencia tan
cacareada por Macri y su Gran Equipo.
En verdad, esa ‘independencia’
que ponen como un valor mágico para garantizar el futuro de la República no es
más que la intención de convertir a las
instituciones en el felpudo donde el establishment sacude el barro de sus
chanchullos. Cuando los PRO prometen independencia –económica, legal y
jurídica- sólo piensan en un entramado
funcional al enriquecimiento interminable de la minoría a la que representan.
Ellos dicen que el Banco Central
es independiente cuando está al servicio
de la especulación financiera. Una independencia que consiguió que los
bancos se alzaran con más de 26 mil millones de pesos de ganancias sólo en
agosto, lo que representa un 263,7 por
ciento más que el mismo mes del año pasado. Los jueces son independientes
cuando descafeínan o cajonean las causas
que involucran –con sobradas pruebas- a los actuales funcionarios y firman
sentencias caprichosas contra los adversarios políticos. Los diputados y
senadores son independientes –o racionales- cuando convierten en leyes los más desigualadores proyectos que tengan
en mente los hacedores de esta pesadilla recurrente. Quienes no respondan a
esta lógica, serán tildados de
corruptos, mafiosos, militantes o en el
peor de los casos, de kirchneristas. Todo lo que se oponga a los deseos
conquistadores será denostado por el
discurso oficial desde todas sus cloacas.
Algo así le pasó al juez de
garantías Luis Carzoglio por no encarcelar al dirigente camionero Pablo Moyano después de las inconsistentes declaraciones
de un barrabrava. No sólo eso: el magistrado se animó a denunciar las
presiones de los diarios Clarín, La Nación y todos sus medios y las filtraciones que sólo pudieron
producirse desde la Procuraduría de la Provincia de Buenos Aires, a cargo
del militante M Julio Conte Grand. La
trama es tan oscura que incluye amenazas
telefónicas a la esposa de Carzoglio. Y algo similar puede pasarle al
integrante del Tribunal de Casación Penal, Víctor Violini por denunciar filtraciones a la prensa de datos de una
investigación que lo involucra en escuchas telefónicas. Y los amarillos
vienen con eso de combatir a las mafias cuando
en realidad, sólo quieren eliminar a la competencia.
El
comienzo de las fugas
Las cosas están cada vez peor y
eso no sólo se nota en los fríos números estadísticos sino, más que nada, en el rostro de los transeúntes. Tan mal que
los medios cómplices y los funcionarios PRO no paran de actuar como opositores al gobierno anterior. Y
Cristina, a la que consideraban un cadáver político, no para de subir en la preferencia de los votantes. Tanto que
algunos comunicadores obsecuentes amenazan
a sus fans con irse del país en caso de que CFK vuelva a la presidencia. Una advertencia de fuga de cerebros que
incluye a Pamela David, Mariana Fabbiani, Baby Etchecopar y Luis Novaresio. Que vayan preparando las maletas y que se
olviden de mandar postales.
El malestar es tan creciente que las trapisondas del Gran Equipo trascienden
el blindaje mediático y se suman a los fracasos económicos y sociales. El
que aún no se ha enterado de que la
causa de los aportantes truchos de las campañas electorales del Cambio pasó del
fuero penal al electoral es porque insiste en no mirar. Y esta treta no es
sólo una formalidad geográfica: si la
patraña de los cuadernos habilita interrogatorios medievales y cárcel
arbitraria, este episodio que contiene los delitos de asociación ilícita, incumplimiento de deberes de funcionario público,
lavado de dinero, falsedad ideológica, evasión, falsificación de documentos y
robo de identidad no puede castigarse sólo con una multa. Y los que se
indignaban por una bóveda de cartón en un programa dominguero hoy dibujan en su rostro una desconcertante
sonrisa de ornitorrinco.
Tampoco enoja demasiado que la
vice rodante, Gabriela Michetti, haya desterrado con su firma la investigación por el intento de estafa
al Estado de la empresa presidencial por el Correo Argentino. Si esto no
amerita un juicio político a ambos personajes, despidámonos de instituciones más serias. Esto no es una
desprolijidad, sino el blanqueo de una
estafa. Para eso pugnaron por la presidencia, para legalizar sus delitos. Y para cometer nuevos, por supuesto. Detrás
del verso de luchar contra la impunidad se
esconde la intención de hacerla propia y de destruir al populismo, de castigar a sus figuras por delitos que no
han cometido. Como con Dilma y con Lula, la primera destituida por una
irregularidad que no existió y el segundo, encarcelado por una propiedad que no
es suya.
Por eso Macri admira a Brasil, porque allá sí, se puede hacer lo que acá no tanto: encarcelar a los líderes del lado bueno de la Grieta
para que aquel lado pueda hacer lo que se le antoja y ganar las elecciones sin tener que mentir tanto en la campaña, a la
manera de Bolsonaro. El buen Mauricio quisiera
ser Bolsonaro, con su sinceridad
bestial, su desprecio hacia el otro y los elogios a los dictadores. Pero no
se anima a tanto porque Argentina no es Brasil. Y porque no puede abandonar el cinismo de clase –más adquirido que
heredado- que tan bien cree que le queda.
El Ingeniero debe sentirse en la gloria al recitar una
frase como “nadie puede pretender cobrar más de lo que vale su trabajo”, una forma más
rebuscada de la célebre “los salarios son
un costo más”. Una sentencia despreciable de alguien que llevó el salario promedio del más alto de la región a uno
de los últimos lugares. En lugar de coquetear con Bolsonaro, debería imitar
al presidente de Bolivia, Evo Morales que decretó
el doble aguinaldo para todos los trabajadores. Esos son decretos para
mejorar la vida de los gobernados e impulsar el desarrollo. Tanto, que algunos argentinos están cruzando la
frontera para un futuro mejor.
Algunos todavía dicen que Macri y
su troupe gobiernan el país como si fuera una empresa. Unos empresarios malísimos –en muchos sentidos- que están
aniquilando la industria, la moneda, la soberanía y la autoestima, además de incrementar el déficit,
multiplicar la inflación, fomentar la desigualdad y promover el subdesarrollo. Si
aplicáramos a su persona todo lo que pregona sobre la meritocracia, la
honestidad, el esfuerzo, la calidad y el valor, Mauricio Macri merecería vivir bajo un puente vendiendo estampitas.
Pero juega a presidente, uno de los
mayores errores de nuestra historia que, en breve, deberemos subsanar.
Todo muy bonito, Gustavo, pero aunque sea duro hay que admitirlo, en estos felices días de regencia efemeísta, tanto el Central como la política económica toda son independientes, sí, totalmente INDEPENDIENTES de Argentina, como corresponde.... no sé de dónde saca que el amarillaje tenga su corazoncito y sus dineritos por estas pampas, es cierto que dan vergüencita pero pensar, piensan en inglés,
ResponderBorrary éso no hay que no olvidarlo ni por un ratito...
Y es injusto con la justísima justicia... mire, un morocho rústico como Moyano junior debe estar en cana porque desentona mucho en esta colonia pastoril, blanca, pura, europea... o me va a decir que cuando niñito su cuento favorito era Hansel y Gretel?, imposible.... seguro prefería historias de indiadas bárbaras y feroces ante la civilización.... usted tal vez lo ponga en duda pero a mí sí me parece lógico que la intelectualidá más valiosa abandone el país.... sin la pamela, el baby y demases luminarias, ¿quién podrá defendernos? (y el chapulín se murió).
Y usted, insensiblemnente, quiere depositar bajo un puente a nuestro ex-virrey, pobrecito, recién degradado a secretario de esa franchuta fea, la presidente de facto cristín..... y es ingrato porque justo él, inaugurando esos ventiladores grandotes aue capaz que ni funcionen, nos trae un debate interesante... preguntarle ¿cuánto VALE SU "TRABAJO", QUÉ MERECE COBRAR como premio por el desastre producido?, claro que no hablo de lo que se lleva sino de lo que MERECE y recordando anécdotas pasadas de su feligresía, hoy trinando la pediculosis, mínimo estarían clamando por una merecida soga, no?. Si fueran consecuentes, claro....
Y no es bueno que sea tan generoso, nunca este desgobierno fue "de empresarios", son hijos de y empleados de empresarios, la guita les llegó por ósmosis, porque ya estaba y trabajar siempre fue un verbo exótico y para traspirar el sauna...
Y no sea tan malo, mire que sugerirles que un indio como Evo podría enseñarles algo... ¿quiere que la ministra entusiasta del malbec lo visite una de estas madrugadas?.`
Por consejo médico, me abstengo de insistir mencionando a la diva tragicómica de la republiquita, doña colesterol, que cuando usted lea ésto ya estrenará delirios nuevos y así no podemos competir....
Gracias, RAM, por tus jugosos y humorísticos comentarios. La ironía hiere más que el enojo. Y es lo que trato con mis apuntes, aunque a veces se me escapa la fiera que llevo adentro. Abrazo enorme y un agradecimiento profundo por estar siempre participando.
Borrargracias Gustavo comparto y esto es una pesadilla muy densa-abrazos
ResponderBorrarSi, Vilma, una pesadilla densa que parece no terminar nunca y encima, la estupidez de muchos de nuestros conciudadanos amenaza con la continuidad. Abrazo enorme y muchas gracias por estar siempre dispuesta.
BorrarRAM: hacía mucho tiempo que no me reía tanto (desde diciembre de 2015) gracias por el buen humor y buena onda. La nota impecable lástima que no pueda compartirla con FB directamenre, en todo caso copiaré, pegaré e indicaré la referencia.
ResponderBorrarGracias, Gino, por interactuar con este espacio. Y gracias, también por tu preocupación para compartir el texto. Abrazo enorme
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