jueves, 11 de octubre de 2018

Más episodios macabros


El Cambio nos conduce muy lejos de la Revolución de la Alegría pero al menos ofrece el pintoresquismo de un carnaval sombrío que por momentos nos divierte, por otros nos apabulla, a veces nos perturba y siempre nos perjudica. Las fiestas populares que se celebraban en el medioevo eran el descontrol de los horizontales antes de los rigores de la cuaresma y permitían la parodia de nobles, curas y autoridades. Esto que estamos padeciendo no se parece en nada: el jolgorio de la oligarquía jamás derrama nada bueno porque es una siniestra mascarada que se burla de los más pobres. Tanto que, con torpezas de bobalicones, maldades de comic y contradicciones de principiantes, los concurrentes se convierten en parodias de sí mismos.
En un mismo hecho –los JJOO de la Juventud- se puede encontrar un ejemplo de cada clase: de la primera, el apagón de la llama olímpica en medio del enredo del gas; de la segunda, el costo de su organización, unos 8000 millones de pesos, lo que representa unos cinco años de Fútbol Para Todos, unas 500 escuelas y varios millones de pizzas Prat Gay; y la contradicción, que el espectáculo de inauguración estuvo a cargo de Fuerza Bruta, grupo artístico tan criticado por los que hoy son oficialistas después los festejos del Bicentenario de la Revolución de Mayo y acusado por Carrió de haber organizado la multitudinaria despedida a Néstor Kirchner.
Este ejercicio puede realizarse con muchos de los episodios que los amarillos nos entregan a diario. Si el empresidente Macri o alguno de sus funcionarios apelan a una ensayada expresión angelical al hablar del diálogo, la concordia y el consenso, los que menos obedecen son los comunicadores de sus propias tropas. Y nadie los tilda de militantes o fanáticos, aunque demuestren serlo en cada uno de sus fervientes editoriales. Si algún kirchnerista expresara algo similar a lo dicho por el ex-critor Federico Andahazi, todos los voceros lo estarían dilapidando. El novelista y conductor televisivo fracasado calificó a Crónica Anunciada de Juan Amorín, como "un programa casi clandestino, conducido por una persona cuyo nombre la superstición me impide mencionar". Y tildó a El Destape Radio, la plataforma multimedia creada por Roberto Navarro, como "los baños mugrientos del kirchnerismo, en cuyas paredes los usuarios escriben las procacidades más inmundas con los dedos roñosos". Hermosa plataforma para construir un país en paz sin perseguir al que piensa distinto.
Estafas al entendimiento
Los claroscuros del Cambio –mucho más de lo uno que de lo otro- conforman un aluvión cotidiano. La explosión de Carrió no sólo amenaza con su candidatura presidencial sino que revela una de las grandes patrañas del discurso oficial: la independencia del Poder Judicial. Sus denuncias contra Daniel Angelici como operador de Macri en los Tribunales pone la falacia sobre la mesa. La pelea entre las divas de la Corte Suprema es la consecuencia de incrustar dos emisarios del establishment para influir en los fallos. La perinola que asciende o destituye jueces es la evidencia de que quieren más magistrados obedientes que independientes. Las sentencias infundadas y a la carta contra los ex funcionarios K es el camino a la proscripción que busca su broche de oro con una condena a Cristina. Y así, dejar a más del 30 por ciento del electorado sin representación, como ha hecho el autoritarismo corporativo en otros tiempos.
El discurso oficial supura confusión porque es la única forma de preservar este plan de despojo. El barullo conceptual que emana del Régimen vuelve un revoltijo cualquier conversación cotidiana. Esclarecer tiene sus riesgos pues uno puede ser marcado con la K si no advierte, como al pasar, que no está de un lado ni del otro. Al menos como un pasaporte para poder pronunciar cinco palabras seguidas antes de recibir una catarata de incoherentes titulares. A veces, el contexto ayuda, como cuando el FMI anticipa las catástrofes venideras por seguir las medidas que exige para obtener su asistencia. En otras no, como la sentencia a Julio de Vido, no como responsable penal de la Tragedia de Once sino por administración fraudulenta, a pesar de que en el juicio se demostró que todo funcionaba bien.
Tanto desconcierto evacúa la vocinglería gubernamental que hace posible un sainete como el de la compensación a las distribuidoras de gas por lo que perdieron con la devaluación. Primero, quisieron cargar en las espaldas de los usuarios el costo de la estafa; después, como la repulsa fue contundente, simularon dar marcha atrás para endosar los diez mil millones de pesos al próximo gobierno. Otro ítem de la futura Pesada Herencia en serio. Los analistas más pícaros trataron de encuadrar esto en la doctrina del si pasa, pasa, como una forma amigable de definir un fracaso. Sin embargo, no fracasaron nada: las empresas igual se llevan un botín indebido. Antes, los medios hegemónicos hacían un escándalo por los subsidios a los servicios que aliviaban el bolsillo de los usuarios; ahora que el Estado desvía esos subsidios hacia las empresas que se beneficiaron con el 1800 por ciento de incremento en las tarifas, emanan elogios por la sabia decisión de desactivar el Ahora 24. Y los propios usuarios, que antes se quejaban por pagar poco ahora sienten alivio por no tener que pagar tanto.
En primer lugar, que el Estado se haga cargo de las pérdidas de los privados está muy lejos de la libertad de mercado que pregonan. Las distribuidoras de gas se privatizaron en los noventa porque en manos estatales daban pérdidas. Con esta lógica, en lugar de llenar sus agujeros, habría que estatizarlas. Los meritócratas no deberían premiar a los que pierden. Y si no les da el cuero para distribuir gas, que sigan el consejo de Esteban Bullrich y que se dediquen a la fabricación de cerveza artesanal o a pilotear drones.
Pero esto no es nada comparado con lo que puede venir. Con la excusa de la pérdida por devaluación pueden llover reclamos de empresas nacionales y trasnacionales, productores, comerciantes. Hasta nosotros, los asalariados podríamos ir con nuestros recibos a demostrar cuántos dólares ganábamos en enero y cuántos ganamos ahora. Tanto hemos perdido que, de tener los salarios más altos de la región pasamos a la mitad de los de Chile.
Claro, si vamos con ese reclamo se van a reír a carcajadas. En esta partida y en todas, la perinola nos marca como perdedores. Y cuando salga Ponen todos, los miembros del Gran Equipo estarán rumbo a los paraísos donde esconden sus fortunas mal habidas. Ya no quedan dudas de que compensar a los gasíferos no es una decisión acertada. Esta ni ninguna de las tomadas por los que se presentaron como apóstoles del Cambio y terminaron embutiéndonos en un túnel que nos conduce al pantano tantas veces conocido. Quizá, chapaleando en el lodo y el estiércol, muchos de los confundidos descubran de una vez por todas, qué lado de la Grieta les asegura el mejor futuro.

5 comentarios:

  1. Los que dejan al rey errar a sabiendas,merecen pena como traidores. (Alfonso X, el sabio).



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    1. Lástima que no pusiste el nombre. No importa. Una aclaración: el rey no se está equivocando; está "haciendo lo que hay que hacer", establecer formas regresivas de distribución de los ingresos. Todo un triunfo.

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  2. Cuando uno, sea por mala costumbre o de aburrido nomás, trata de tomar en serio al virreinato, se pierde la parte divertida, porque aunque sea una desgracia en pleno desarrollo (y de consecuencias peores que serias).... la impresión es que todo es una joda para algún programa de chascos a lo tinnelli..... fíjese lo de esa llama "eterna" que se queda sin gas.... justo en el marco de un virrey que tiene guionadas todas las tonterías que lee mal y dice peor... ni Mel Brooks le hace un libreto mejor, vea...
    Lo triste es que usted no crea en la infinita viveza virreinal, si creyera, podría tomar a alguno de los minusválidos que conozca que votó esto y usando la lógica iguaceliana y convencerlo de exigir COMPENSACION por los malos resultados - para él - de la estafa en marcha, donde perdió justamente aquello que le dijeron no iba a perder y sin necesidad de recordarle que hubo un gobierno mejor que esta porquería, ya sabe, suelen ser gentes a las que les cuesta admitir la metida de pata, el prejuicio estúpido o, más difícil, que son estúpidos y se aprovecharon... sí, dicen que hay que "enamorarlos" pero pa'mí que es al cuete, que no se puede, porque no quieren.
    Además, no me niegue que estamos en un tiempo televisivo maravilloso, pletórico de bochornos mal y sobre actuados; la llorona ninci, la eterna diva fósil de la mesaza, el cabo 1ro. feinmann, en fin, la lista es larguísima..... ah, estuvo mal al caracterizar a esa voz y pluma incisiva del excretor andanazi (o es andá, nazi) que fuera tan preciso al definir a los clandestinos Navarro y Amorín... gente de lo peor, por supuesto y que, de no creer, cobijan a un ex (o algo así) bloguero, Rinconete..... disculpe, pero por gente así se nos vacía el país, se nos van la pamela, el baby, un horror!!....

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    1. Además, Novaresio también amenazó con irse si vuelve a ganar Cristina. También, tanto énfasis en el proceso de idiotización del público no puede terminar con un tercer gobierno de Cristina. Un fracaso que alienta la fuga de cerebros. Que tengan buen viaje. Gracias por participar siempre. Abrazo

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