jueves, 17 de octubre de 2019

La necedad de mirar un dedo


Después del primer debate presidencial, la caída cambiemita es estrepitosa. Entre la desmentida de los datos recitados por el empresidente, el cráter catastrófico en la ruta 7, el “no se inunda más” como orden fallida, los nombramientos precipitados antes de la retirada definitiva, los 650 millones para comprar a los desempleados y el soborno a los fiscales para garantizar la victoria, el oficialismo debería recibir menos votos que en las elecciones primarias. O casi ninguno, porque todos son in-votables. Encima la inflación, que Macri prometió bajar en dos minutos porque "es una muestra de tu incapacidad para gobernar", no para de subir. Pero siempre hay más con un gobierno nacido para estafar. Ajenos a todo esto, los apologistas desvergonzados, casi faltos de argumentos y como buenos necios que son, sólo pueden mirar el dedo que agitó el candidato Alberto Fernández.
Eso no es nada: el Necio Mayor utiliza el índice de Alberto en su campaña para seguir embaucando a los necios que lo aclaman. Así, Macri calificó el gesto del opositor como autoritario porque “nos quiere decir cómo tenemos que vivir”. Con desfachatez, el Buen Mauricio posa ante sus fans como si fuera un héroe contra fáctico, un combatiente contra el Poder Real, como si, con sus desigualadoras medidas, no estuviese condenando a gran parte de los argentinos a vivir como la oligarquía desea: pobres, hambrientos y suplicantes. Y en un insostenible giro discursivo, alienta a sus hechizados con un absurdo “no tengamos miedo”. ¿De qué? Si desde 2015 estamos padeciendo la precarización creciente de nuestra vida, la entrega del patrimonio de todos, el endeudamiento histórico, la devaluación más brutal, la persecución a los opositores, la censura más atroz, la transferencia regresiva de recursos más salvaje, la discriminación constante y las balas represoras y cobardes que alienta la ministra Bullrich, ¿a qué más podemos tener miedo? El macrismo nos ha entrenado para enfrentar miedos peores que el retorno de lo que Ellos llaman, con desprecio, populismo.
Y después hablan de diálogo y consenso. Ellos, que sacuden sus puños sobre nuestra dignidad y ubican sus índices en nuestros lugares más sensibles, ¿se muestran intimidados porque un orador utiliza su dedo, como lo han hecho Alfonsín, Kennedy, Nelson Mandela y hasta el propio Macri? ¿Qué se puede consensuar y qué diálogo mantener con estos farsantes? ¿Cómo no calificar de necio al que se abraza a esta insostenible interpretación de las cosas y está dispuesto de volver a votarlos?
Índices para todos los gustos
Para los que aún no lo han advertido, Macri es todo lo que dice combatir. Macri es más que un apellido: representa a una clase privilegiada que vive succionando al resto, en un parasitismo vampírico que casi casi nació con Nuestra Patria. “Macri” es un apellido que incluye muchos apellidos ilustres que hicieron fortuna estafando al Estado y explotando trabajadores. Cuando Macri, Vidal o quien sea afirman que combaten las mafias y la corrupción, en realidad, están eliminando la competencia. Cuando gastan su saliva para afirmar que dicen la verdad, es porque están mintiendo a repetición. Nunca antes habíamos visto tanto cinismo hecho gobierno.
Y acá están los resultados. No sólo la crisis económica –más un desagüe de sus medidas que un castigo de dioses malignos- sino también el descalabro institucional, ético y hasta discursivo que tendremos como herencia. La deconstrucción de la oscuridad alimentada durante todos estos años con la difusión de falacias, demonizaciones y acusaciones sin sustento nos va a llevar mucho tiempo. Convertir el amarillo en un color aceptable o utilizar el “sí, se puede” sin vergüenza exigirá un esfuerzo sobre humano. Despojar la solidaridad de los estigmas demagógicos demandará mucho amor. Ni hablar del concepto ‘verdad’, tan bastardeado por los inventores de los “brotes verdes”, “el segundo semestre”, “la lluvia de inversiones” y “el crecimiento invisible”, entre muchas otras patrañas de extensa enumeración.
O la idea de la transparencia, tan pontificada por estos sátrapas que han hecho del Estado un facilitador de sus negocios, tal como confesó el Ingeniero con la metáfora del canchero. ¿Cómo puede pregonar sobre la honestidad un tipo que esconde parte de su fortuna en paraísos fiscales o toma medidas para beneficiar a empresas de parientes, amigos y testaferros?
De la Justicia, ni hablar, después de haber nombrado a los miembros de la Corte por decreto, destituido jueces para acomodar cómplices sin puntaje, apretado a Alejandra Gils Carbó por simple venganza, acordar prisiones preventivas para funcionarios y competidores, espiar magistrados para después extorsionarlos, instruir peritos para inventar causas judiciales, proteger a un fiscal en rebeldía, nada pueden decir del tema. Nada pueden decir de la justicia los que convirtieron un suicidio en un magnicidio, los que hicieron de un candidato a gobernador un triple asesino, los que transformaron un satélite en una caja fuerte.
Nada pueden decir de nada. Nada más que protestar por un dedito que los acusa de lo que son. El dedo incomoda a estos oscuros personajes porque se saben culpables del daño que nos han hecho. Los demás no miramos el dedo, sino el camino que señala. Por eso estamos tranquilos.

2 comentarios:

  1. Mi impresión es que este sainete del dedo, es la enésima maniobra para distraer y embarcar las opiniones en un debate inútil e inconducente y que no se toque ninguno de los temas que deben discutirse... no son necios, son una lacra corrupta muy bien asesorada, que no es lo mismo.
    Y así, si nos enfocamos en esa discusión sobre el dedo, dejamos de mirar la luna y les damos el gusto, concentrándonos en el dedo, negocio para ellos.
    A estas alturas, me resulta más chocante la enumeración de porquerías de la porquería, no por insufribles, que lo son, sino porque seguro las conocemos en una ínfima proporción y *lo bueno* nos va a aparecer más adelante y, claro, el aparato mediático vendrá a descubrir que será *culpa del populismo*, del dedo, que es revólver, látigo e impunidad de los dueños de C5N y demases presos, ilegalmente presos hoy.... mañana o pasado será el zurdaje, el libertinaje y desgracias parecidas...
    Con lo del dedo y la indignación selectiva por la *persecución* al periodismo serio más esas historias de financistas compungidos y lloriqueando por ña heidi en retirada por fracaso... estamos en un mundo paralelo, y para lelos, en el que invierten muchos recursos, es de esperar que los necios no seamos nosotros y les compremos la bazofia...

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