Un irresponsable festejo que puede costar muy caro. La indignación sobreactuada de los que estaban esperando algo así. De este pequeño cimbronazo se sale con pasos gigantescos.
Ya sabemos lo de la reunión de cumpleaños en Olivos. No hace falta aclarar nada, porque oscurece. Y además de juntarse mientras muchos respetábamos el protocolo, sacaron fotos para demostrar que Dylan fue el único que guardó la distancia social. Una operación servida en bandeja para los medios hegemónicos y los exponentes de la oposición que ahora encuentran una buena excusa para ordenar la campaña. ¿Fuego amigo o torpeza propia? Lo llamativo es que la imagen se haya filtrado ahora, un año y pico después y a poco menos de un mes para las primarias. Justo después de que Alberto manifestó su intención de convertir Internet en un servicio público. La potencia mediática de las propaladoras de estiércol va sacar mucho jugo de esto. Los comentaristas rentados mostrarán indignación desde sus tapas, pantallas y parlantes; tratarán hacer de esto un escándalo institucional para posicionar a los juntistas, que antes eran cambiemitas pero en el fondo son siempre PRO. Y en definitiva, han hecho cosas mucho peores durante el des-gobierno de Macri y desde que se desató la pandemia.
Por supuesto que enoja esto. Pero a los que nos sumamos al cuidado de la salud colectiva, no a los que hicieron lo imposible para que se multipliquen los contagios o las muertes. Esto puede ser escandaloso para nosotros, que confiamos en lo de "volver mejores", no para los que encubrieron hasta el asco las tropelías de Macri y su pandilla. Y aún tratan de proteger a un tipo que gobernó el país para facilitar sus negocios y los de sus amigotes, que alentó la fuga de divisas y la especulación financiera, con un saldo de más de 100 mil millones de dólares de deuda; estos medios dominantes encubren a los que provocaron la desaparición y muerte de Santiago Maldonado y asesinaron por la espalda a Rafael Nahuel, los que se burlaron de las víctimas del ARA San Juan y hasta espiaron a sus familiares, los que presionaban a jueces y fiscales para perseguir a los K, los que desmantelaron la Ley de Servicios de Comunicación audiovisual para que la concentración mediática sea aún mayor, los que eliminaron los controles de exportación para hacer del contrabando una práctica cotidiana, los que aportaron armamento a un gobierno de facto para reprimir al pueblo boliviano. Estos son los que se indignan por una foto, los que degradaron la salud, los que quitaron medicamentos a los jubilados, los que no inauguraron un solo hospital, sino todo lo contrario, los que multiplicaron la pobreza, devaluaron la moneda y provocaron más inflación.
Y todo esto y mucho más ocurrió durante el gobierno de Macri con La Revolución de la Alegría, la Lluvia de Inversiones, los Brotes Verdes, el Segundo Semestre y el pasaron cosas. Los que prometieron desarrollo provocaron el mayor industricidio de la historia. Ahora piensan hacer campaña a partir de una foto que muestra al presidente incumpliendo sus directivas. Está bien que nos enojemos y hasta resulta necesario. Pero nosotros, no Ellos -los amarillos y sus apologistas- que minimizaron la peligrosidad del virus, militaron contra las restricciones, promovieron marchas por la libertad, aplaudieron la quema de barbijos, denostaron las vacunas, incrustaron la idea de la "cuarentena más larga del mundo", mostraron a los irresponsables varados como víctimas del exilio, entrevistaron a cualquier ignorante como experto en infectología. Y lo peor que hicieron fue acusar de genocidio al gobierno por el número de muertos, cuando Ellos hicieron de todo para que las víctimas aumentaran.
La fiestita fue una irresponsabilidad, no sólo por incumplir con las restricciones vigentes sino también por poner en riesgo todo lo bueno que ha hecho el gobierno de Les Fernández. Desde el manejo de la pandemia y el plan de vacunación hasta las medidas para contener las consecuencias económicas de las restricciones y el desmadre amarillo. Justo ahora que en muchos aspectos estamos mejor que en 2019 aparece esta inadecuada foto. Y no es por la foto en sí, sino por la manera en que van a explotarla los que quieren volver a explotar el país. Algunos todavía sostienen que una imagen vale más que mil palabras pero hay palabras que pueden desmontar miles de fotos. Y eso es lo que hay que hacer de ahora en adelante: contrarrestar los ataques destituyentes de esta derecha destructiva con palabras convertidas en hechos, porque eso es lo que necesitamos, se enoje quien se enoje.
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