El Poder real está preocupado por el resultado de las elecciones y por eso sus voceros discursivos ya no saben qué inventar. Los ilícitos encuentros de Macri en Olivos y en La Casa Rosada no pueden taparse con una mentira tan inverosímil como las orgías de Alberto. Lo que queda oculto para muchos conciudadanos son los logros de un gobierno que hace todo lo posible para que estemos mejor.
Como el verso de “se robaron todas las vacunas” queda
desmontado con las casi 26 millones de
personas inoculadas con una dosis y más de ocho millones con las dos, los
odiadores se aferran a la nueva patraña
del “escándalo sexual” en Olivos. Del
Vacunatorio VIP pasaron al Prostíbulo presidencial con un par de
titulares y ya el público cautivo babea
de rabia en las redes por hechos que no ocurrieron. Pero de los oscuros encuentros
que sí se produjeron tanto en Olivos como en La Rosada durante el des-gobierno
macrista no dicen ni una palabra. Claro, de
estos últimos hay pruebas y nefastas consecuencias. Como lo del “Vacunatorio VIP” fue descartado como
delito por la Justicia y lo otro es una fábula que ni Ellos creen, lo vociferan
a los cuatro vientos para que se grabe a
fuego en el vapuleado entendimiento de los desprevenidos.
Para reforzar los prejuicios, Clarín inventó un negociado con un empresario taiwanés con relativo éxito
entre sus fanáticos. "Nunca existió
una reunión con el empresario Chien
Chia Hong" afirmó el presidente Alberto Fernández y “si ganó [los concursos] ilegítimamente, que me den el nombre del funcionario que lo benefició y lo echo
inmediatamente”. Por supuesto, este medio y sus satélites nada dijeron de los negociados reales
que Macri concretó con sus amigotes, hasta en su propio beneficio. Si no los podían silenciar, buscaban la
manera de justificarlos. Ahora amplifican una mentira para dejar en segundo plano las disputas internas de los juntistas. Hasta sonríen complacidos con la teatralización
que María Eugenia Vidal hace de la canción de Facundo Cabral “no soy de aquí ni soy de allá”. Como es
de todos lados, recuerda anécdotas de sus
innumerables infancias vividas en todas las latitudes.
La campaña arrancó tan mal para
los opositores, que los periodistas de los medios hegemónicos abandonan su
papel de apologistas para convertirse en
asesores de los pre-candidatos amarillos y afines. Y más ahora, que la
Justicia uruguaya rechazó por
innecesario el absurdo pedido de asilo político de Fabián Rodríguez Simón y
la proximidad de la indagatoria promete convertir
La Revolución de la Alegría en un Desfile de Magistrados que hicieron realidad la persecución judicial.
Entonces sí hubo visitas ilícitas en
la Quinta Presidencial con jueces y fiscales que no iban sólo a practicar
deportes con el Infame Ingeniero, sino a
armar causas infundadas para aniquilar al kirchnerismo. Y los teléfonos de
Rodríguez Simón y Darío Nieto –el secretario de Macri- guardan una agenda cargada de operaciones judiciales y
presiones a los jueces. Y por si esto fuera poco, el caso del contrabando
de armamento para apoyar el golpe de Estado en Bolivia no sólo involucra a
muchos de los funcionarios cambiemitas y al propio presidente, sino también a los representantes
consulares de EEUU. ¿Cómo no van a querer tapar estos explosivos escándalos verdaderos con sainetes salidos
de las mentes más perversas?
Pero lo que más quieren ocultar son los logros del gobierno de Fernández
que, aunque no se noten tanto, son dignos de enumeración. En primer lugar, está
considerado por la OMS entre los países
que mejor han manejado la pandemia, los que más vacunas han conseguido y los que más avanzado tienen el plan de
inmunización. También, triste y paradójicamente, el que acumula más muertos,
aunque ya suponemos por qué ha ocurrido
esto. En segundo lugar, el que menos
puestos de trabajo formales ha perdido durante este año y pico en
comparación con nuestros vecinos. La contracción laboral desde el inicio de la
pandemia fue del 17 por ciento en Chile,
el 14 Brasil y apenas el 3 por ciento en
Argentina. En tercer lugar, la lluvia
de inversiones que no se produjo con Macri, sí se concreta con Alberto, con fuertes inversiones en la economía
real –no la financiera- cercana a los 34 mil millones de dólares. Por último,
la reactivación se evidencia en el
crecimiento de la construcción en un 20 por ciento en comparación con el
índice pre pandemia y de la industria en casi
el 5 por ciento respecto a 2019.
Claro, lo que falta es lo más difícil. Crecer después de Macri no es un
desafío, pero distribuir mejor es más
arduo. Recuperar el poder adquisitivo del salario no implica tanto perseguir a la inflación como racionalizar los precios.
Esa es una batalla decisiva y hay que afrontarla con coraje, se enoje quien se enoje, porque no hay
nada más triste que un país tan rico como el nuestro distribuya con tanta injusticia sus propias riquezas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario