Los pobladores de la CABA ya no saben cómo sobrevivir al
depredador que han votado. Una infausta
experiencia que no desean ni para sus mejores enemigos. Encima,
indiferentes a solucionar los baches de gestión en la recolección de residuos,
las inundaciones, las idas y vueltas con el subte o la deforestación de la 9 de
julio, las tropas amarillas intentan hacer pie en uno de sus espacios
favoritos: los medios de comunicación. Y no en cualquier medio ni en cualquier
programa, sino en Showmatch, el agotador
y reiterativo ciclo que se emite por el canal abierto usurpado por el Monopolio.
Pero, mientras algunos exponentes mantienen una visión de las cosas cercana a
la cínica superficialidad noventosa, otros hechos más trágicos y trascendentes
ocurren en el Mundo Real. Sus aliados tácitos en las organizaciones judías aprovechan
una tragedia para hacer anti-cristinismo y preparan una marcha para oponerse al
tratado con Irán. Y el genocida Alfredo Astiz presentó casi una campaña electoral a favor del PRO
en las declaraciones vomitadas en el
nuevo juicio que se le está realizando por delitos de Lesa Humanidad. Y otras
cosas, como un homicidio que sabe a mafia o las especulaciones de los
exportadores sojeros. Muchos puntos a los que hay que prestar atención en
serio, en lugar de hacer morisquetas
ante una cámara para obtener votos de incautos y desinformados individuos.
Una convocatoria a actores y estudiantes de teatro a los que “les guste realizar imitaciones” para un
nuevo ciclo de la “Casa del Gran Cuñado” resultó tentador para el Jefe de
Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que aspira a ocupar una banca en el Senado. “A raíz de tu convocatoria, Marcelo, muchos me piden que me postule
para el Bailando, ¿empiezo clases de baile?”, escribió con simpatía el tan
poco simpático funcionario. “Por favor
Horacio anda preparándote. Sos el primer anotado”, respondió el animador
mediático. A pesar de que algunos
analistas políticos coinciden al afirmar que ese tipo de apariciones no logra
sumar muchos votos, la estupidez de alica alicate aparece como un prometedor
bálsamo para los desorientados de la política. Y también puede ser que
muchos espectadores sientan, al ver semejante
engendro, que están consumiendo humor
político de primer nivel.
Pero esto es lo obvio que se puede considerar del episodio.
Lo otro tiene un alcance un poco más federal. El programa en cuestión tiene llegada
a todo el territorio nacional, pero es
probable que la mayoría de los candidatos elegidos para la parodia provengan de
la CABA o de provincia de Buenos Aires, como ha ocurrido en anteriores
emisiones. Tal vez incluyan a Hermes Binner, porque no es muy difícil
caricaturizar a alguien que, en esencia, es
una caricatura de sí mismo. Como siempre, la mirada capitalina se impone como
representación de la totalidad del país. No
es el único programa que hace eso ni tampoco es el único cuestionamiento que
puede hacerse. Pero todavía falta mucho tiempo para que se desate el
bullicio de ese extemporáneo programejo.
Lo que no obtuvo una repulsa contundente fueron las
declaraciones del ya condenado Alfredo Astiz. Como un “experto” del respeto a
las instituciones, denunció que los jueces, desde la Corte Suprema para abajo, “ejercen
la obediencia debida al Poder Ejecutivo”, apelando a un juego de palabras de dudoso gusto. Aunque este
siniestro personaje ya está condenado, está siendo enjuiciado –en lo que él
llama “linchamiento”- junto a 67
acusados más por los llamados vuelos de
la muerte para determinar la responsabilidad en 789 crímenes de Lesa
Humanidad. Como apóstol de la Justicia, el
asesino consideró que hoy se vive un “terrorismo judicial” pergeñado por Néstor Kirchner, que –según
él, por supuesto- ejerció “un golpe de
Estado contra la Corte, reemplazándola por una de facto”.
Resignado a su destino carcelario a perpetuidad, desnuda la oscuridad de su pensamiento al
calificar a los organismos de DDHH como “grupos
de persecución, venganza y rapiña”, sin tener en cuenta que muchos de
sus integrantes –víctimas de ese accionar atroz- estaban presentes en la sala.
En medio de esa escalofriante proclama, Astiz acusó de “corrupto” al juez federal Norberto Oyarbide porque “benefició sin disimulo al kirchnerismo” y
procesó al “opositor” Mauricio Macri. Tal vez como muestra de gratitud
ante este enorme espaldarazo, los
exponentes de la no-política guardaron un prudente silencio, entre otras
cosas. De no estar entre rejas, seguramente lo convocarían para integrar las listas para las legislativas.
A pesar de los aullidos de estas fieras y la admiración que
despierta en muchos de los que ostentan mutis, la condena a las monstruosidades del pasado no es un simulacro, sino
una indiscutible realidad. Crímenes cometidos para preservar y acrecentar
intereses. Crímenes que se siguen cometiendo en algunas regiones del país. El
caso de Juan Santillán –miembro de la comunidad indígena Vilela en Santiago del
Estero- no terminó en muerte, pero se
aproximó bastante. Un empresario y sus guardianes armados hacen lo
imposible para incorporar a su patrimonio tierras de pueblos originarios, ante la indiferencia y hasta la complicidad
de las fuerzas de seguridad. Santillán fue golpeado y trasladado a un
solitario campo donde simularon fusilarlo con una escopeta. Después, el
angurriento mafioso le dijo: “andate,
pero no vuelvas más. Si no, voy a matar
a tus once hijos, uno a uno, como ratas”.
El Movimiento de Campesinos de Santiago del Estero, Mocase,
emitió un comunicado en el que afirma que “Esta
comunidad viene resistiendo y haciendo defensa pacífica del territorio ancestral que innumerables
empresarios han pretendido usurpar desde el 2005. La violencia empresarial
y policial aumentó con tal de amedrentar y desarticular el territorio”.
Según un plano del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, la comunidad Vilela
de Tres Leones ocupa unas 24684 hectáreas con zonas de pastoreo, caza y
recolección. “Estas personas ya ocuparon un lugar hace más de un año, a punta de pistola, y montaron una casilla –explicó Cariló
Olaiz, miembro del Mocase- La jueza Falco
ordenó el desalojo y dictó una medida de no innovar que venció en noviembre
pasado. Y un mes después volvieron”. El
mismo desprecio por la vida del otro con la ambición como única brújula.
Nada les importa tanto como acrecentar su fortuna, a costa de
lo que sea. Matar, evadir, especular. El
mundo mirado desde su billetera a través del ombligo. Durante las primeras
cinco semanas de este año se puede apreciar un derrumbe de las liquidaciones de
divisas de los Industriales de oleaginosas y exportadoras de cereales. Hasta ahora,
sólo se liquidaron 1349 millones de dólares, 600 millones menos que el mismo período del año pasado. Como la
ganancia sobre volumen es mayor, acopian a la espera de una cotización más
favorable. Además de esta actitud especulativa, también hay sospechas de subfacturación, por lo que la AFIP tendrá
que arremangarse para inspeccionar las carpetas de esta buena gente. Además, al liquidar menos divisas, disminuye la
recaudación del Estado y esto puede ser
una nueva estrategia para agitar el ambiente y doblegar al Gobierno Nacional.
El investigador en comercio de granos de la UBA, José Pierri, asegura que "en estos meses distintas decisiones de
la AFIP desnudaron comportamientos ilegales o incumplimientos de los
principales operadores en ese mercado”.
No conformes con evadir y especular, cuando ocurre algún fenómeno climático tímidamente adverso, despliegan cíclicos
lamentos para suplicar ayudas económicas de un Estado al que siempre intentan
mezquinar sus cuantiosas ganancias. Estas respetables personas no pueden vivir sin controles porque se descontrolan
y en el descontrol, perdemos todos. Por
eso, se hace necesario crear un organismo único para concretar las exportaciones,
como era la Junta Nacional de Granos. Una actividad comercial tan
importante como los frutos de nuestra tierra no puede estar en manos de
angurrientos especuladores. Reconstruir
lo que otros destruyeron va a fortalecer este camino de transformación que
estamos transitando. En beneficio de todos, claro está y no de unos pocos.
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