Una
frase escuchada en estos días puede ser el inicio de este apunte: “el Capitalismo no está en crisis; el
Capitalismo es la crisis”. O por lo menos ése que se instauró desde
principios de los ochenta, más conocido
como neoliberalismo; ese salvaje que se basa más en la especulación financiera que en la producción de bienes;
ése que se está tornando tan insoportable que casi todos los países comienzan a
ponerle un freno. Una paradoja que mientras la FAO premia a aquellos países que
combatieron el hambre extremo, la
Justicia Imperial continúe dándole la razón a los fondos buitre,
principales hacedores de desigualdad. Paciencia, parece que el nuevo siglo trae
consigo un poco de luz para comprender
los estragos del pasado y evitar que se conviertan en las catástrofes del
futuro.
La
II Cumbre de la CELAC y la UE permitió que estos temas estuvieran presentes en
la exposición de mandatarios y cancilleres. El documento que firmaron en
Bruselas parece a la medida de nuestras
luchas, aunque en realidad, engloba
las que puede tener cualquier país sometido al capricho de un manojo de
angurrientos. Una de las frases parece sintetizar todos los conflictos
globales: "defender la igualdad soberana de todos los
Estados, respetar su integridad territorial e independencia política y defender
la resolución de litigios por medios pacíficos".
Claro
que de ser una frase bonita a convertirse en un plan de acción hay un trecho
muy largo. La ONU ha difundido
declaraciones similares a lo largo de su historia y poco resultado han tenido.
No por falta de contenido, por supuesto. Un problema de interpretación, tal
vez, porque el país en donde está la sede, EEUU, es el autor de todos los conflictos globales desde hace más de 50 años.
Que esta nueva declaración de principios se haya rubricado cruzando el charco puede ser el indicio de algo diferente. En medio
de la crisis económica que están atravesando algunos países europeos y que
amenaza salpicar al resto, el debate
sobre los sanguinarios fondos especulativos no estuvo ausente en esta Cumbre.
Mientras
Thomas Griesa sigue alimentando buitres, la posición tomada por la mayoría de
los países para defender la restructuración de deudas soberanas está ganando más
espacio. Tanto, que hasta el Imperio
deberá aceptar la necesidad de llamar al orden a su octogenario juez. Y
también, por experiencia histórica, aconsejar a sus anteriores colonizadores a abandonar
las islas que usurparon en el siglo XIX.
Las catástrofes del futuro
Esta
semana, un día después del caprichoso paro general convocado por la CGT
corporativa, conmemoramos un nuevo aniversario de la Reafirmación de los Derechos
Argentinos sobre las Islas Malvinas. Un
tema que también estuvo presente en la II Cumbre de la CELAC y la UE, con
un insólito exabrupto de David Cameron en defensa de una autodeterminación que
no tiene cabida en un enclave colonial. La “Integridad
territorial” que suscribe el documento se refiere a eso, a que en breve las islas deberán estar bajo
nuestra jurisdicción y no en las garras de la corona británica.
En
la ex ESMA, para conmemorar esa fecha La Presidenta inauguró el Faro de la Soberanía, cuya luz estará encendida
de manera permanente. Una luz para no
perder el camino. Como estamos en un año electoral –crucial para nuestro
futuro- no hay que olvidar la postura que tomaron muchos exponentes de la
oposición cuando el gobierno invasor realizó un plebiscito entre la población
implantada para decidir a quién corresponde la soberanía. Por si la memoria
falla, se pusieron a favor de esa
atrocidad jurídica ocurrida en marzo de 2013. Claro, en campaña y con tal
de estar en contra, los candidatos dicen
cualquier cosa y nunca se arrepienten.
Tampoco
hay que olvidar que el año pasado, cuando recrudeció el conflicto con los
fondos buitre, los candidatos estuvieron
a favor de ellos. Sus asesores económicos operaban para convencer a la
opinión pública de que lo mejor era aceptar las órdenes de Griesa, que no era
más que someter nuestros recursos a esa
avidez incontenible. No les importó la errónea interpretación de la cláusula
Pari Pasu ni los peligros que encerraba la cláusula Rufo. No se preocuparon por los riesgos del futuro, sino por los minutos
televisivos del presente. Si CFK y Kicillof acataban el fallo del arbitral
juez, estaríamos otra vez con el agua al cuello.
Mauricio
Macri y muchos de sus partidarios, como Laura Alonso y Patricia Bullrich, alentaban la claudicación, lo que hubiera aniquilado
la re estructuración de la deuda que tanto había costado. Y todo para
satisfacer a una minoría insaciable. Encima, ahora salieron de las sombras los me too, que son los que estaban
esperando que Argentina diera el sí para
reclamar un trato similar. “Hace pocos días se cumplió lo que habíamos
anunciado –explicó Cristina
en ese acto- incorporaron a otros fondos
buitre y ya no son 1600 millones de dólares, hoy son 20.000 millones de dólares que hay que pagar”. Una trampa en la que nos querían meter.
Un pequeño
detalle más para considerar antes de elegir al candidato: ¿quién es el que
defiende nuestros intereses? El dedo
siempre señala para el mismo lado, porque para el otro, estamos fritos. De un lado, el del Gobierno Nacional, la posición estuvo clara en
los dos temas: rechazo al plebiscito y a
la presión de los buitres. Del otro, de los intereses británicos y de los
especuladores. El cambio que proponen:
la entrega de nuestros derechos al mejor postor. Dos temas en que la
soberanía y el futuro están en juego. Y en los dos temas, los integrantes del PRO traicionaron, con su palabra, los intereses
nacionales. ¿Les vamos a dar la posibilidad
de que pasen a la acción?
Excelente Gustavo !!! Y resalto esta frase que pinta el Momento que estamos transitando >> "Una luz para no perder el camino" < Con ella,recomendaré tu artículo !!!
ResponderBorrarGracias. Necesito un poco de aliento. Me siento en soledad con tan pocas visitas
BorrarGustavo de mi parte siempre te leo, siempre, solo que es la primera vez que comento, excelente todas tus publicaciones
BorrarNuevamente mil felicitaciones y abrazo grande distinguido Compañero...!!
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