La
campaña electoral avanza y los números
de las encuestadoras desesperan a todo el arco opositor, tanto político
como mediático. Mientras el PRO sorprende con sus estrambóticas propuestas,
como el reciclador de chicles callejero, los cargadores de celulares a pedales
o el subtrenmetrocleta, los medios hegemónicos recrudecen con sus
operaciones para convencer a una minoría del desastre que estamos padeciendo. Y a pesar de tanto ingenio
invertido, el kirchnerismo sigue liderando las preferencias del electorado. Los
prejuicios que alimentan desde las propaladoras de estiércol alcanzan cada vez
a una porción menor de un público estafado muchas veces. Aunque cueste creerlo,
todavía hay un número considerable de
personas que aún busca en esos medios veracidad sobre los hechos y análisis
coherentes, a pesar de las veces que se ha demostrado que no existe nada de
eso. O será que la coraza es tan dura
que resulta imposible vulnerarla.
El
mensaje es tan simple que sólo deja huella si se lo consume con absoluta ingenuidad:
los K son todos choros y las cosas
están peor que nunca. Sólo en eso se basa la cadena del desánimo y cada eslabón esconde una operatoria que se
desarma con una facilidad que sorprende. A pesar de eso, todavía es posible
encontrar algún transeúnte que repite, convencido, el rosario de patrañas con que lo han bombardeado: que a Nisman lo
mató el gobierno; que Máximo, cuando no juega con la play, fuga fortunas al
exterior y compra propiedades en El Calafate; que Aerolíneas es un resumidero
de divisas; que estamos aislados del mundo; que hay que pagar a los buitres porque nos prestaron plata; que
somos como Venezuela, Unión Soviética y la Alemania Nazi; que las pibas se embarazan para cobrar la AUH; que somos el país
más inseguro del mundo; que estamos peor que en 2001; que es el gobierno más
corrupto de la historia; que estamos
colonizados por 678 y la Cadena Nacional de Cristina; que estamos
divididos; que Carrió y Lanata son los únicos que dicen la verdad; que hay que
bajar el gasto público; que a las multitudinarias plazas asisten sólo chori-planeros y que la inflación es producto de un enojo divino. El listado de sandeces es tan extenso que
agotaría la paciencia del lector y el espacio de este apunte.
Todo
–cada titular, editorial, análisis- sólo está en función de demostrar que lo
mejor que nos puede pasar es tener un futuro de Macri. Por eso tratan de
ocultar como pueden las falencias de
gestión y sus tropelías y magnificar sus insultantes adornos urbanos. Pero
de ninguna manera pueden tapar el fétido
aliento de pasado que exhala cada vez que él o cualquiera de los que forman
parte de ese espacio no-político abre la bocaza.
La búsqueda de la pasión
Como
Mariano Recalde es uno de los candidatos a Jefe de Gobierno porteño, ahora la
recuperación de la aerolínea de bandera se ha convertido en lo peor que se ha
hecho. El video de la modelo griega en
la cabina de un avión de Austral es una de las tretas más oscuras a las que han
recurrido. Con un par de pilotos
babosos que se dejaron filmar por la belleza
griega durante el vuelo y algunas fotos de estrellas en simuladores de
vuelo armaron una operación con
pretensiones destructivas. Y justo después de un debate que dejó muy bien
parado al postulante del kirchnerismo. Alguna
vez habría que sancionar a los que pergeñan estas cosas. Vicky Xipolitakis podría revelar cómo llegó el video
a Telenoche, no para exculparla, sino para que no haya más víctimas de tamaña perversidad. Que nadie se deje
confundir: eso no es libertad de
expresión, sino un abuso de poder que pisotea todo principio democrático.
Mientras la campaña sucia continúa de la mano del
Círculo Rojo -que no es otra cosa que el
grupo de empresarios que quiere retomar el control del país- Cristina
continúa señalando el camino luminoso que nos conducirá al país inclusivo con
el que siempre soñamos. "No se
gobierna el país con chamuyo y globitos,
sino con números y gestión", explicó La Presidenta desde Santa Rosa,
La Pampa. Tampoco es posible construir un país con una mirada solamente porteña y empresarial pues Argentina "necesita desarrollo igualitario e
integral desde La Quiaca a Tierra del Fuego y desde el Atlántico a los
Andes".
Aunque
todavía no conocemos bien a los candidatos, sabemos que es el Proyecto el que debe continuar. Los cambios que propone el
PRO no son los que todos necesitamos, sino los que llenarán las arcas de esa
minoría que quiere gobernar desde las sombras. El desánimo y la desconfianza es el peor estado para elegir
gobernantes. Por eso hay que observar, escuchar y desechar a aquellos que
nos quieren arrastrar al pasado.
“Los pesimistas dirán que falta mucho –explicó, desde Córdoba, Daniel Scioli, que ahora es
la única opción K- pero también faltaban
seis millones de puestos de trabajo, faltaba la Asignación Universal, faltaba
recuperar las jubilaciones, faltaba recuperar YPF, faltaba poner de pie la
industria argentina, faltaba una política de derechos humanos, faltaban quince
nuevas universidades. Nosotros, con Carlos, somos los que más sabemos lo que
falta, pero también los que sabemos cómo
hacerlo y hacia ahí vamos”. Aunque hace enormes esfuerzos, todavía no puede despertar pasión, que
es lo que falta para convencer a los que se quedaron con ganas de votar a
Randazzo.
El candidato a vicepresidente, Carlos Zannini,
intenta aportar lo suyo y, de a poco, debemos acostumbrarnos a su voz. “Hemos protagonizado doce años de rescate de un país que estaba destruido
–explicó, de regreso en su provincia natal–Tenemos que seguir por ese camino para que nuestros hijos vivan mejor que lo que viven sus padres”.
Sin dudas, del otro lado no hay nada: una izquierda inexperta, un progresismo difuso
y una derecha indisimulable. El futuro está en el centro que propone el
kirchnerismo que, aunque sea con el estilo del gobernador bonaerense, siempre será más beneficioso que el
recetario de recortes, ajustes y endeudamiento que viene de la mano de los
otros. No hay que ser muy despierto para descubrir estas diferencias; no las ve el que quiere seguir durmiendo.
Y, como dicen por ahí, cocodrilo que duerme, será cartera.
Excelente Gustavo....un listado de desacreditaciones cotidianas muy ciertas, y de las cuales el pueblo se sobrepone, cayendo como un boomerang sobre la calumnia opositora y generando el incremento de imagen positiva, que se visualiza cada día. Abrazo
ResponderBorrarCristina, se va por la puerta grande de la casa rosada. Y nos deja la lección , falta mucho por hacer, y sabemos que no va hacer fácil. Ya estamos en campaña y presenciando la mas descarnada operación contra el gobierno, afortunadamente la gente es inteligente y la mentira se cae y se derrumba al minuto. Un abrazo Gustavo.
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