Un poco azorados por los resultados del domingo, más que buscar culpas, hay que encontrar
vitaminas. Tal vez nos sentíamos muy seguros y subestimamos a los
adversarios. Aunque parezca mentira, habrá que explicitar una vez más los logros, insistir con las comparaciones
con el pasado y enumerar los derechos que hemos conquistado en estos doce años.
Muy divertido burlarse de los bailecitos, los balbuceos y las frases de posters
convertidas en consignas pero con eso
lograron convencer a un importante número de votantes. Que el candidato por
el FPV asegure que será “más Scioli que
nunca” no explica demasiado. Y hasta desconcierta un poquito. ¿Cuál será el Scioli que construiremos
camino al balotaje? ¿El de la pulsión conciliadora que lo ha conducido a posar
sonriente en cualquier escenario o el
que es capaz de desenmascarar la infamia que se esconde detrás del angelical Mauricio?
¿Cuál de los dos va a garantizar el triunfo: un Scioli kirchnerista o uno mimetizado con
su oponente? Como en esos juegos de la compu, en los que uno elige cómo
será el personaje que superará los obstáculos propuestos. ¿Qué preferirá el
votante que se busca seducir, un
presidente que fundamente sus decisiones o uno que acepte en silencio las
órdenes del establishment? ¿Uno que se juegue para conquistar más derechos
o uno dispuesto a limarlos para satisfacer a los avariciosos de siempre? De acá
en más, debemos construir el Scioli
necesario para tan crucial contienda.
Porque en pocos días, el balotaje nos espera en una
bifurcación histórica. Aunque es injusto
haber arribado a esta instancia, los ciudadanos deberemos elegir entre dos
caminos: uno tenebroso, indecible y destructivo, y el otro comprometido con el
desarrollo del país y la inclusión de los más débiles. Si estamos por
protagonizar este episodio es porque el
disfraz utilizado para la primera opción ha sido tentador y tan eficaz que
logra ocultar el horror de esas propuestas del pasado. Detrás de la música
estridente, los globitos de colores y las armónicas frases de autoayuda se
esconde un programa económico que ya conocemos muy bien.
Nada de lo que dicen los lemas de campaña recitados
por los candidatos del PRO es compatible con las medidas que se tomarán una vez
que asuma Mauricio Macri como presidente. Sus asesores, Melconián, Broda,
Espert y Prat Gay son los apologistas
del recetario neoliberal que, sin dudas, no tiene como objetivo “hacernos cada día más felices”, como prometió Mauricio Macri en medio
de los festejos del domingo. La economía
de mercado no incluye porque ya no necesita consumidores para multiplicar las
fortunas. Liberar el dólar, abrir las importaciones, cancelar las
paritarias libres y eliminar las cargas impositivas para los que más tienen no son medidas que busquen el beneficio de
la mayoría. Este es el fondo de Cambiemos: eso es lo que quieren cambiar.
El engaño es lo que enuncian: que es
posible la convivencia entre el más bestial libertinaje financiero con la paz
social, la equidad y el crecimiento.
El elegido y sus seguidores
El candidato que enfrente a Macri debe ser aquél
capaz de desmontar el camuflaje de filosofía Zen, con todo lo que eso
implica. Y sin sonrisas, por supuesto, porque el futuro del país no es cosa de broma. Muchos votantes de
Cambiemos han sido estafados por sus
candidatos y tal vez sean sus primeras víctimas, porque el ajuste estará
entre los primeros anuncios del procesado postulante a la presidencia. Las
excusas ya están preparadas: todo lo que
padeceremos a partir del 11 de diciembre será por culpa de los Kirchner.
Daniel Scioli deberá encarar su nueva campaña como el guerrero que hasta ahora no ha sido.
Marcar las diferencias entre los dos proyectos de país que están en la
contienda y señalar las contradicciones
no sólo con la historia del propio Macri sino con su gestión en la CABA. Ya
no debe haber supuestos: deberá enumerar todo cada vez que tenga oportunidad. Cuando
Macri diga que quiere garantizar una educación de calidad, hay que recordarle que ha reducido el presupuesto educativo año a año,
a diferencia de los subsidios para los establecimientos privados, que se han
incrementado. Cuando Macri prometa el famoso millón de viviendas, habría que destacar que durante ocho años
al frente de la Capital construyó apenas tres mil. Si habla de la Pobreza
Cero, hace falta preguntarle cómo
llegará a eso con el modelo del derrame, que acrecienta la desigualdad.
Sólo así podrá desarmar su embaucadora
prédica y reducir la incidencia de su encanto. Para triunfar en este mano a
mano, Scioli no debe ignorar la
existencia de la Grieta y señalar quiénes se agazapan del otro lado.
Que el personaje Mauricio haya logrado convencer a
más de un tercio del electorado señala un
desconocimiento del Macri real. Que su propuesta pueda ser aceptada por la
mayoría nos conducirá a la repetición de
los peores momentos de nuestra historia. El enemigo está a un paso de conquistar
su objetivo gracias a un votante lleno
de excusas pero vacío de fundamentos: la Cadena Nacional, el pensar
distinto, la dictadura, la agresión son mantras
del establishment para poner de su lado a un público desprevenido. Y hasta
ahora lo está logrando no sólo por la
efectividad de los latiguillos sino también por la docilidad de sus
destinatarios.
El país con el que sueña Macri es para unos pocos y
está bien que esos pocos lo apoyen. La
Bolsa de Comercio y los grandes empresarios convirtieron un oscuro lunes en un
día de festejos. Cuando Ellos bailan, nosotros debemos temblar. Esta es una
señal que no debe pasar inadvertida: el país estará de nuevo en sus manos. Nada bueno para los que esperan subir un
escalón más de dignidad. ¿Dónde estaban los beneficiados por la AUH o el
Progresar a la hora de emitir el voto? ¿En qué pensaban quienes recibieron una jubilación gracias a la
moratoria previsional o viven en una casa nueva del Plan Procrear al
momento de elegir una boleta en el cuarto oscuro? ¿Cómo habrán votado las nuevas parejas del matrimonio
igualitario o los padres que acceden
a la fertilización asistida gratuita? ¿Cuántos menores de 18 –debutantes en
la participación democrática- habrán encontrado en Cambiemos una propuesta
novedosa? ¿Sabrán que Macri se opuso a
cada una de estas conquistas?
El domingo, a dos días del aniversario de la muerte
de Kirchner, se percibió mucha
ingratitud, además del desconcierto. Una sorpresa deprimente. Un escollo
del que saldremos fortalecidos, como siempre. Algunos optarán por Macri, porque
necesitan experimentar el infierno para
extrañar el paraíso. Los demás, no. Lo recordamos bastante bien y aún nos laten las heridas del latrocinio que
padecimos a principios de este siglo. No podemos perder estos doce años con
tanta facilidad. El domingo 22 puede pasar cualquier cosa, pero hay que hacer que pase lo que más nos convenga.
Excelente Gus ! Yo le agregaría > Scioli FPV ,por Más Desarrollo e inclusión
ResponderBorrarMacri > "CAMBIEMOS futuro por Pasado" como bien dijo la electa gobernadora Vidal,q ya anunció Reducción de Ministerios en la Pcia (léase,empezar a achicar el Estado,q es lo q propone Mauri desde siempre) y cuenta con el amable apoyo de Duhalde parece (ya veremos como q lo presenta en sociedad)
Para eso tendra q desoir los cantos de sirena de los periodistas y asesores ,que para ganar se tiene q despegar de CFK,hoy sin nombrarlo salio a bancarlo , no todos somos iguales .
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