miércoles, 28 de octubre de 2015

Un tropezón que no será caída



Un poco azorados por los resultados del domingo, más que buscar culpas, hay que encontrar vitaminas. Tal vez nos sentíamos muy seguros y subestimamos a los adversarios. Aunque parezca mentira, habrá que explicitar una vez más los logros, insistir con las comparaciones con el pasado y enumerar los derechos que hemos conquistado en estos doce años. Muy divertido burlarse de los bailecitos, los balbuceos y las frases de posters convertidas en consignas pero con eso lograron convencer a un importante número de votantes. Que el candidato por el FPV asegure que será “más Scioli que nunca” no explica demasiado. Y hasta desconcierta un poquito. ¿Cuál será el Scioli que construiremos camino al balotaje? ¿El de la pulsión conciliadora que lo ha conducido a posar sonriente en cualquier escenario o el que es capaz de desenmascarar la infamia que se esconde detrás del angelical Mauricio?
¿Cuál de los dos va a garantizar el triunfo: un Scioli kirchnerista o uno mimetizado con su oponente? Como en esos juegos de la compu, en los que uno elige cómo será el personaje que superará los obstáculos propuestos. ¿Qué preferirá el votante que se busca seducir, un presidente que fundamente sus decisiones o uno que acepte en silencio las órdenes del establishment? ¿Uno que se juegue para conquistar más derechos o uno dispuesto a limarlos para satisfacer a los avariciosos de siempre? De acá en más, debemos construir el Scioli necesario para tan crucial contienda.
Porque en pocos días, el balotaje nos espera en una bifurcación histórica. Aunque es injusto haber arribado a esta instancia, los ciudadanos deberemos elegir entre dos caminos: uno tenebroso, indecible y destructivo, y el otro comprometido con el desarrollo del país y la inclusión de los más débiles. Si estamos por protagonizar este episodio es porque el disfraz utilizado para la primera opción ha sido tentador y tan eficaz que logra ocultar el horror de esas propuestas del pasado. Detrás de la música estridente, los globitos de colores y las armónicas frases de autoayuda se esconde un programa económico que ya conocemos muy bien.
Nada de lo que dicen los lemas de campaña recitados por los candidatos del PRO es compatible con las medidas que se tomarán una vez que asuma Mauricio Macri como presidente. Sus asesores, Melconián, Broda, Espert y Prat Gay son los apologistas del recetario neoliberal que, sin dudas, no tiene como objetivo “hacernos cada día más felices”, como prometió Mauricio Macri en medio de los festejos del domingo. La economía de mercado no incluye porque ya no necesita consumidores para multiplicar las fortunas. Liberar el dólar, abrir las importaciones, cancelar las paritarias libres y eliminar las cargas impositivas para los que más tienen no son medidas que busquen el beneficio de la mayoría. Este es el fondo de Cambiemos: eso es lo que quieren cambiar. El engaño es lo que enuncian: que es posible la convivencia entre el más bestial libertinaje financiero con la paz social, la equidad y el crecimiento.
El elegido y sus seguidores
El candidato que enfrente a Macri debe ser aquél capaz de desmontar el camuflaje de filosofía Zen, con todo lo que eso implica. Y sin sonrisas, por supuesto, porque el futuro del país no es cosa de broma. Muchos votantes de Cambiemos han sido estafados por sus candidatos y tal vez sean sus primeras víctimas, porque el ajuste estará entre los primeros anuncios del procesado postulante a la presidencia. Las excusas ya están preparadas: todo lo que padeceremos a partir del 11 de diciembre será por culpa de los Kirchner.
Daniel Scioli deberá encarar su nueva campaña como el guerrero que hasta ahora no ha sido. Marcar las diferencias entre los dos proyectos de país que están en la contienda y señalar las contradicciones no sólo con la historia del propio Macri sino con su gestión en la CABA. Ya no debe haber supuestos: deberá enumerar todo cada vez que tenga oportunidad. Cuando Macri diga que quiere garantizar una educación de calidad, hay que recordarle que ha reducido el presupuesto educativo año a año, a diferencia de los subsidios para los establecimientos privados, que se han incrementado. Cuando Macri prometa el famoso millón de viviendas, habría que destacar que durante ocho años al frente de la Capital construyó apenas tres mil. Si habla de la Pobreza Cero, hace falta preguntarle cómo llegará a eso con el modelo del derrame, que acrecienta la desigualdad. Sólo así podrá desarmar su embaucadora prédica y reducir la incidencia de su encanto. Para triunfar en este mano a mano, Scioli no debe ignorar la existencia de la Grieta y señalar quiénes se agazapan del otro lado.
Que el personaje Mauricio haya logrado convencer a más de un tercio del electorado señala un desconocimiento del Macri real. Que su propuesta pueda ser aceptada por la mayoría nos conducirá a la repetición de los peores momentos de nuestra historia. El enemigo está a un paso de conquistar su objetivo gracias a un votante lleno de excusas pero vacío de fundamentos: la Cadena Nacional, el pensar distinto, la dictadura, la agresión son mantras del establishment para poner de su lado a un público desprevenido. Y hasta ahora lo está logrando no sólo por la efectividad de los latiguillos sino también por la docilidad de sus destinatarios.
El país con el que sueña Macri es para unos pocos y está bien que esos pocos lo apoyen. La Bolsa de Comercio y los grandes empresarios convirtieron un oscuro lunes en un día de festejos. Cuando Ellos bailan, nosotros debemos temblar. Esta es una señal que no debe pasar inadvertida: el país estará de nuevo en sus manos. Nada bueno para los que esperan subir un escalón más de dignidad. ¿Dónde estaban los beneficiados por la AUH o el Progresar a la hora de emitir el voto? ¿En qué pensaban quienes recibieron una jubilación gracias a la moratoria previsional o viven en una casa nueva del Plan Procrear al momento de elegir una boleta en el cuarto oscuro? ¿Cómo habrán votado las nuevas parejas del matrimonio igualitario o los padres que acceden a la fertilización asistida gratuita? ¿Cuántos menores de 18 –debutantes en la participación democrática- habrán encontrado en Cambiemos una propuesta novedosa? ¿Sabrán que Macri se opuso a cada una de estas conquistas?
El domingo, a dos días del aniversario de la muerte de Kirchner, se percibió mucha ingratitud, además del desconcierto. Una sorpresa deprimente. Un escollo del que saldremos fortalecidos, como siempre. Algunos optarán por Macri, porque necesitan experimentar el infierno para extrañar el paraíso. Los demás, no. Lo recordamos bastante bien y aún nos laten las heridas del latrocinio que padecimos a principios de este siglo. No podemos perder estos doce años con tanta facilidad. El domingo 22 puede pasar cualquier cosa, pero hay que hacer que pase lo que más nos convenga.

2 comentarios:

  1. Excelente Gus ! Yo le agregaría > Scioli FPV ,por Más Desarrollo e inclusión
    Macri > "CAMBIEMOS futuro por Pasado" como bien dijo la electa gobernadora Vidal,q ya anunció Reducción de Ministerios en la Pcia (léase,empezar a achicar el Estado,q es lo q propone Mauri desde siempre) y cuenta con el amable apoyo de Duhalde parece (ya veremos como q lo presenta en sociedad)

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  2. Para eso tendra q desoir los cantos de sirena de los periodistas y asesores ,que para ganar se tiene q despegar de CFK,hoy sin nombrarlo salio a bancarlo , no todos somos iguales .

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