Un editor del diario británico
Financial Times preguntó en twitter cuál es la medida de política económica más loca del mundo y el 70 por ciento de sus seguidores votó por
la deuda a 100 años que tomó Macri. Más que loca, inconcebible, como casi todo
lo que ha hecho el Ingeniero desde su asunción. Y con el ‘casi’ para no sonar tan tajante. Desde nombrar dos jueces
para la Corte y derogar leyes por decreto hasta eliminar pensiones y becas a pesar de haber prometido “no quitar la ayuda a nadie”. Desde impulsar la persecución al que
se oponga hasta retroceder varios siglos
con todas sus iniciativas. Los seguidores del periodista Robin Wigglesworth
le erraron: lo más loco del mundo es seguir
apoyando este disparate con pretensiones de gobierno que no para de
destruir con cada paso que decide.
La deuda a 100 años es un
extremo del absurdo. Así como los lectores de un medio europeo la encuentran
alocada, los anonadados ciudadanos de
este país deberíamos enloquecer las
calles para condenarla. Y no sólo para manifestar nuestro descontento, sino
para exigir que deshagan como sea este
entuerto que condiciona el futuro de la peor manera. Además, para que el
fiscal federal Juan Pedro Zoni se sienta respaldado en su decisión de imputar
al ministro de Finanzas Luis Caputo, desafiando el poco apego que siente el Gerente de La Rosada SA por fiscales y
jueces desobedientes. Según el
dictamen, la emisión de este bono a 100 años es perjudicial para el Estado
argentino, aunque algunos miembros del
Gran Equipo salgan a ponderarlo. No sólo deberíamos enloquecer las calles
para expresar nuestra disconformidad con un capricho tan doloso y respaldar al
fiscal, sino para exigir al juez Ariel Lijo que no cajonee la causa y que impute también a los bancos que
pergeñaron esta estafa.
También para poner un límite:
en los últimos 18 meses, Argentina es el
país emergente que más deuda en moneda extranjera tomó y para nada, porque
no se invirtió para que la actividad económica repunte ni sirvió para bajar los intereses que impone la timba internacional. Cerca de 100 mil millones de dólares es la
mágica cifra que alcanzó la pulsión
endeudadora de los amarillos y crece todas las semanas, como si fuese una adicción incontrolable.
A pesar de esto, el ministro Caputo dijo: “no
me preocupa el nivel de endeudamiento”. Claro, porque la estafa de la deuda
siempre cae sobre el pueblo y no sobre los que se benefician con ella.
Que las pensiones a discapacitados y viudas, las becas a estudiantes y las
jubilaciones estén en la mira del ajuste es
el resultado de la despreocupación de
los funcionarios que toman deuda al ritmo de sus latidos. Y no sólo eso:
después de las elecciones legislativas, los
despidos a estatales y privados se seguirán incrementando y los que queden
deberán aceptar una flexibilización que los dejará al borde de la pobreza.
El
electroshock del PRO
Locura es seguir apoyando la contradicción permanente que
significa este cambio: prometían desarrollo y sólo promueven especulación; aseguraban unir a los argentinos y no paran de denostar a los que no son
amarillos; se promovían como respetuosos de las instituciones pero no cesan de pisotearlas; juraban
respetar “al que piensa distinto”
pero recitan gansadas que entorpecen
cualquier pensamiento; se mostraban como los pioneros del diálogo y el consenso pero aprietan a quien sea para imponer sus pesadillas. Locura es seguir
creyendo que el Gran Equipo busca alcanzar
la Pobreza Cero y la igualdad de oportunidades para todos.
Algunos lectores considerarán
exageradas estas afirmaciones, pero un paneo sobre este año y medio inspiraría muchas más en el mismo sentido. Aunque Susana jure que Macri es
honesto y Mirtha asegure que el empresidente
no puede dormir por su preocupación por los pobres, se necesita mucha fuerza de voluntad para creer en sus buenas
intenciones. En realidad, las buenas intenciones siempre están destinadas hacia los más ricos; para el
resto, indiferencia y crueldad. Para
los poderosos, miles de concesiones; para los más pobres, las consabidas promesas de los demagogos que se harán realidad en
un futuro tan lejano que la espera será eterna. La punta de la pirámide social se llena mientras la base espera el
derrame que nunca se producirá. Aunque ya se ha comprobado que este mecanismo
sólo produce sequía, algunos alocados esperan una lluvia que sólo servirá para acrecentar la brecha.
En un apuro interpretativo,
podría catalogarse la impronta de Macri como la de un Estado ausente, pero no: el Estado de Macri está bien presente a
favor de esa minoría insaciable que siempre boicotea el bienestar de la mayoría.
El Consejo del Salario fracasó por
primera vez desde 2004 porque los empresarios se sienten alentados por los
funcionarios a poner cada vez menos.
Aunque los sindicatos exigían que el ingreso mínimo se sitúe en 15000 pesos
para cubrir la canasta básica, el Gobierno impuso –otra vez por decreto- la exigua suma de 10000 que se hará
realidad recién el año que viene. Total, si hay protestas, las fuerzas de
seguridad siempre están disponibles para
poner en acción sus impulsos represivos.
Lejos de avergonzarse por la desorganización de vidas que han desatado,
se enorgullecen. El orgullo de recuperar los privilegios de una clase que ni en pesadillas padece una necesidad;
de sumergir en la pobreza, el desamparo y la desesperación a una parte importante
de la sociedad; de malgastar los fondos
públicos para comprar vetustos aviones y buques de guerra cuando Ellos son los únicos que generan conflictos;
de mantener presa a Milagro Sala como un
castigo ejemplar para todo el que intente dignificar a los pobres; de contar
con jueces y fiscales adictos que omitan
castigar sus chanchullos y proscriban
opositores con procesos incongruentes; de contar con medios apologistas que
convenzan al público cautivo de que los
desastres desplegados son necesarios para levantar al país; de reprimir las
protestas sociales de manera bestial y controlar a los dirigentes gremiales; de no repartir kits para recién nacidos, netbooks,
libros, medicamentos y vacunas.
De todo esto se enorgullecen
todos los días. Por todo esto y mucho
más se seguirán enorgulleciendo. Pero de lo que más se vanaglorian es de haber engañado a una parte de la población.
No sólo se vanaglorian de esto, sino que lo
siguen haciendo con total impunidad. Nada mejor que terminar con tanto orgullo burlón y tratarlos como lo que son: una despiadada banda que sólo hace negocios
en su exclusivo beneficio.
para nada exageradas tus afirmaciones Gustavo, y que deberíamos salir a las calles cierto y pedir la revocatoria de mandato de estos psicópatas que nos regentean sin compasión-gracias siempre por tu "compañía sensata" por este medio-besos
ResponderBorrarPaciencia, Gustavo, los logros de la revolución de la porquería ya empiezan a verse, quizás tal vez un poco lentamente pero, ya sabe, los palos en la rueda no dejan acelerar, no sea impaciente, a ver si termina como ese jubilado de Mar del Plata, anciano ansioso que prefirió hacer la fácil, pegarse un tiro antes que gozar la incertibumbre (y la inanición) amarilla.
ResponderBorrarY no se queje por el prestamito a 100 años, sea optimista, ahora fíjese cómo crecen las reservas en divisas, antes malgastadas por la diktadura en comprar chucherías como las vacunas, netbooks y cunitas.... mire usted, gastar dólares en esos críos que ni laburan ni producen y ni siquiera votan, un completo desperdicio, hay que ser prácticos y asumir que jubilados y discapacitados son costos y los costos se bajan, sólo calcule el ahorro que sería, una pichicata de estricnina por cada discapacitado y jubilado, tenemos un gasto millonario pero una sola vez y no ese terrible goteo de mantenerles los vicios y las mañas (si están sanísimos) todos los días, los meses y los años.... un horror de gastos, no?. Y pensemos que ahora se suman las viudas, al fin!!!, hay que volver a las bellas buenas épocas, al romanticismo, ¿no eran los vikingos los que metían al guerrero fiambre y la viuda llorosa en un bote y lo pendían fuego? - Yo lo ví en una película, era emocionante la fritanga..... imagine ahora, con la tecnología que hay, reventamos YouTube, y todo gracias a la fina sensibilidad amarilla.
Hablando de sensibilidades, diga la verdad, ¿no le da un poquito de rabia que su mejor es nada, al final se quede con SUS libros, SUS discos, SU auto, dinerillos y propiedades?. Tal vez no lo reconozca hoy pero, el mejor equipo del último milenio, sí que lo entiende a usted, no, pillín?.
Pero bueno, ya empezó la campaña y la amarillez saca a la calle sus mejores cuadros y recursos, una preciosidad esos canas aporreando, gaseando, no?, y a usted que le preocupa que haya quienes justifiquen, defiendan y se congratulen de tanta porquería, qué quería/queríamos?, que escriban mil veces "me tomaron por idiota y me la creí" - Olvida usted que el tonto que no es orgulloso de su tontera es un tonto incompleto?. Y conocemos algunos y más de lo deseable....
Genial. Triste, pero real. Siempre te leo Gustavo. Un placer.
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